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Sakebitai por NeferetteRoju

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Notas del fanfic:

Es el primer fic que hago sobre estos dos :'3 Slam Dunk es de mis animes favoritos y me es imposible no shippear a estos rivales de equipo. Ojala les guste esta historia que hice con mucho cariño. RuHana Forever <3 

Los personajes no me pertenecen. 

Hanamichi Sakuragi, del equipo de basquetbol, cursaba el segundo semestre en la Preparatoria Shohoku al igual que su rival de equipo, Kaede Rukawa, el jugador estrella. Luego de haber pasado la temporada del campeonato nacional el equipo seguía con sus prácticas cotidianas, todos los chicos se esforzaban con mucho entusiasmo progresando de manera increíble, sobre todo, esos dos muchachos que ante todo, seguían siendo archienemigos, pues como todos saben no se soportaban en lo absoluto. 

"Ja, ja ahora sí seré el mejor jugador de la escuela y superaré al tonto de Rukawa"–ja, ja, ja, ja, ja, se reía fuertemente él solo cuando iba entrando al gimnasio, pero en ese instante, un balón fue directamente a su rostro golpeándolo con gran fuerza – ¡Maldita sea quién fue el estúpido que me lanzó este balón!

 –Es que haces mucho ruido. 

– ¡ah! maldito Rukawa cómo te atreves.

–Deja de hacer tonterías y ¡ponte a practicar! Le gritó el capitán Akagi 

– ¡Ya lo sé Gorila!

Durante la práctica todos estaban muy animados, también se apreciaba la asombrosa técnica de Rukawa por lo que no faltaban los halagos de sus escandalosas porristas 

–Oye zorro porque no les avientas el balón igual que a mí, ellas son más molestas. 

–No importan. Con esto le dio a entender que ni siquiera les prestaba la más mínima atención.

–Es un cínico, ni siquiera las toma en cuenta, que patán, yo que esas chicas lo odiaría y dejaría de sur su fan. 

Murmuraba mientras de esa manera los dos siguieron concentrados en su juego. Luego del duro entrenamiento el capitán ordenó tanto a Hanamichi como a Rukawa que se encargaran de la limpieza del gimnasio por ser siempre revoltosos durante las prácticas. 

– ¿Ah pero por qué tengo que hacerlo yo también? ese zorro fue el que me lanzó el balón, él merece el castigo. 

–Tú también, si no fueras un engreído nadie te diría nada pero siempre estás causando fastidio idiota, le dijo dándole el típico coscorrón. 

– ¡auch! está bien está bien lo haré.

Cuando estos dos se quedaron solos y limpiaban el piso, Sakuragi no pudo evitar volver a pensar en esa curiosa situación de las porristas de Rukawa, así que se preguntaba: 

"por qué este idiota no les hace caso a las chicas, lo que desaprovecha este incrédulo je je, pero eso sí, es tan estúpido que puede dejar pasar desapercibida a una preciosidad como Haruko  que tanto lo quiere"

En ese momento Hanamichi se puso algo triste al haber recordado a esa chica, en verdad le daba coraje que estuviera enamorada de un asexual como ese zoquete, pues hace dos semanas se le había declarado después de casi todo el primer semestre que llevaba siendo su admirador, pero desgraciadamente Haruko lo rechazó sincerandose en cuanto a sus sentimientos por Rukawa, lo cual le daba en el punto más bajo. En verdad se sentía muy triste aunque aparentaba lo contrario, pero, por ello mismo prefería distraerse en cualquier tontería y ya que el misterioso caso del zorro le daba mucha curiosidad, aprovechó para molestar a su compañero de castigo.

Sakuragi se acercó cautelosamente a Rukawa mirándolo como si lo inspeccionara de pies a cabeza, Rukawa solo continuaba limpiando hasta que se percató de la mirada fisgona de Sakuragi. 

"Ah éste torpe" pensó –Qué miras tonto. 

Pero la mirada de Sakuragi seguía analizando arduamente la situación. 

–Buscas algo, torpe. 

–Ah nada nada je je je es solo que tenía una pequeña duda Rukawa, comenzó a decir con tono sarcástico –Oye Rukawa tu eres muy popular ¿no?

Rukawa sólo lo veía con fastidio.

–ja ja ja ja ja ja es solo que me preguntaba por qué un jugador tan sobrevalorado como tú es tan popular entre las chicas y tu nisiquiera les tomas la más mínima importancia ¿verdad?

Rukawa lo veía insignificante mientras Sakuragi insistía. 

–¿Por qué? decía curioso. 

Rukawa sólo suspiró y se dirigió a dejar el limpiador pues ya le andaba por salir de aquel lugar, al parecer el tonto no lo dejaría en paz.

–Oye respondeme, puedes confiar en mí,  un talentoso no necesita aprovecharse de los defectos de los demás ja ja ja ja ja. 

"Idiota" pensó Rukawa –Y para qué quieres saber, un talentoso como tú no necesita las técnicas de otro y mucho menos para gustarle a las chicas. En ese momento Hanamichi se quedó  impresionado ya que nunca había escuchado frases tan largas viniendo de Rukawa. 

–Mmm ¡aaaah! ¡¿Acaso vas a burlarte de mí?! Anda seguro que te enteraste de lo de Haruko. 

– ¿Haruko? 

 – ¡Ah! no te atrevas a insinuar que no la conoces, ella siempre nos ha apoyado y sobre todo a ti estúpido zorro. 

–Pues sea quien sea fue una boba al rechazarte.

– ¿Eh y eso por qué lo dices?

–Por qué preguntas demasiadas cosas. 

Esa frase se le hizo muy extraña "por qué Rukawa dice que Haruko fue una boba en vez de darle la razón, espera, ¡eeeehhh!" –Ru... Rukawa no me digas, le decía viéndolo de cerca –no me digas que no te gustan las mujeres. 

Rukawa solo frunció el ceño –No me gusta perder mi tiempo en esas cosas. 

–Pero Rukawa todas las personas tienen ese tipo de necesidad en algún momento es mucho menos común que seas un completo asexual, ay vamos no me digas que nunca te ha gustado una o...ya sé no me vas a decir que no tienes revistas o videos. 

–Ya te lo dije no pierdo mi tiempo en eso. 

–No lo sé, no te creo, más bien eres homosexual, hey si, ha de ser eso, ja ja ja  ja ja  a Rukawa le gustan los hombres, a Rukawa le gustan los hombres, a Rukawa legustan los hombres, a Rukawa le gustan los hombres... 

Cantaba en tono de burla el pelirrojo mientras que el de cabello negro lo miraba con desprecio y por el coraje se atrevió a retar a Sakuragi pero no a un partido de basquetbol, sino a otro tipo de situación. 

–Qué te hace pensar eso, respondió 

–eh pues... es que como eres tan poco sociable y antipático con las chicas cualquiera pensaría que no tienes interés en ellas o ¿sólo es que eres muy aburrido? 

–Por qué lo dices si ni siquiera me conoces. 

–Pues a eso me refiero, nadie sabe lo que pasa por tu cabecita. 

–Entonces salgamos, así comprobaras tu teoría.

 – ¡Qué! pe... pe... pero ¿qué has dicho? sa... sa... sa... salir, nossss ¿nosotros?, ¡oye Rukawa! No crees que te estás pasando un poco, ¿te sientes mal? ¿tienes fiebre?

–Estúpido te crees con mucha experiencia en esos lares y sin embargo todas te han rechazado.

 – ¡Quéeeee! ¡¿Me estás retando Rukawa?! De por sí es muy raro que tú, asocial, quieras ir de cacería y además sales con que me vas a retar ¡¿para ver quién es más popular?! ja ja ja ja ja ja no me hagas reír, pues te advierto que aunque las chicas te admiren, tú no sabes tratarlas así que serás el perdedor ja ja ja ja ja 

 –ah, piensa lo que quieras tonto, te espero en el parque en la tarde. 

–eh qué, ¿hoy mismo? 

 –Claro, no será que tienes miedo. Dijo Rukawa retirándose del gimnasio. 

– aaaggrr maldito zorro ya verá.

Por la tarde Sakuragi aún estaba pensando si ir o no a donde lo había citado Rukawa "Qué estará planeando ese zorro, seguro quiere burlarse de mi mala suerte en el amor, pero, ahora que lo pienso ese zorro tampoco sabe nada sobre chicas, además de que tiene un pésimo carácter, lo que significa que tengo las mismas posibilidades porque yo tengo más simpatía jeje je je está bien aceptaré su reto". Sonrió maliciosamente.

Aún no oscurecía del todo y Hanamichi llegó al parque en el que a veces practicaba, cuando se acercó a la reja observó que Rukawa estaba practicando basquetbol como normalmente lo hacía y se preguntó si habría olvidado su acuerdo, de repente Rukawa se detuvo y volteo para observar a Sakuragi haciendo que este se sobresaltara un poco cuando lo vio, luego de esto, recogió el balón y sus cosas, yendo hasta donde estaba su bicicleta la cual estaba justo frente a Sakuragi. El No. 11 la tomó y salió del parque sin dirigirle ni una palabra al pelirrojo. 

– ¡ah! Rukawa no te atrevas a ignorarme si fue tu idea, en eso sintió una lata vacía golpear su cabeza. 

–Qué esperas tonto, vámonos le dijo Rukawa.

 Hanamichi se sonrojo un poco pero no le quedó más que subirse a la bicicleta. Mientras se dirigían a quien sabe dónde, Sakuragi se sentía un poco incómodo al tener sus manos sobre los hombros de cierto jugador estrella "ay no puedo creerlo, cómo pude caer tan bajo, ir en la bici de Rukawa como si fuera su novia, ¿eh?, alto, alto, porque se me ocurre tanta estupidez" 

 –Oye a dónde vamos Rukawa. 

–Pues a dónde quieres ir. 

Sakuragi se sintió aún más incómodo. 

–mmm veamos, tú no bebes ¿cierto? 

–No pero si quieres ir a un lugar de adultos por qué no va... 

 –Hey, hey eso es muy precipitado no crees, de repente quieres ir a un club nocturno. 

–No me refería a eso, iba proponer ir al pachinko 

–Pero no permiten la entrada a menores. 

–Juntos no parecemos menores, además, tu cara asusta. 

–aaagggrrr a quién le dices que asusta. 

–A ti bobo. 

–Está bien veremos quién juega mejor y aprovecharemos para tratar de conquistar a una chica ja ja ja ja ja.

–Oye tonto, aún si lograras conquistar a una chica, solo podrás irte si tú ganas más bolas plateadas, pero si yo gano más que tú, me acompañaras hasta que yo quiera ¿te parece?

–Ja no me hagas reír, y aunque no logre ninguna conquista, pero si gano más bolas que tú, iremos a beber, de lo contrario tendré que acompañarte je je je ¿de acuerdo? Dijo retándolo.

 Rukawa asintió con una leve pero perversa sonrisa algo que tal vez jamás había mostrado a sus compañeros. 

Luego de un momento llegaron a una casa.   

–Oye no que iríamos al pachinko.

–No desesperes sólo me daré una ducha rápida. Hanamichi estaba un poco sorprendido, no había nadie en su casa, sólo la observaba sentado en la sala pero pronto alcanzó a ver la silueta de Rukawa saliendo del baño solo con la toalla mal acomodada en su cintura, Sakuragi se impresionó un poco "ay no hagas caso a ese patético cuerpo, no tiene nada de especial". 

Después de un rato Rukawa salió vestido de una manera atractiva que lo hacía ver más maduro, llevaba unos jeans de tonalidad gris entallados, una camisa negra desfajada y un saco semi formal negro,calzaba unos botines muy rocker de color negro también, su pelo semi despeinado y su piel blanca radiante, en verdad se veía como todo un hombre que sale a divertirse. Por otro lado Sakuragi sólo llevaba unos jeans negros, una camiseta blanca y sus tenis.  

–¿No crees que vas muy elegante para ser tú Rukawa? 

–Se supone que somos adultos ¿no?, debemos aparentarlo así que toma esta chaqueta, te sentará bien, Sakuragi sólo observó admirado, era una linda chaqueta azul oscuro que contrastaba perfectamente con su cabello rojizo, ya estando listos se fueron.

Llegaron al lugar y no tuvieron problemas para entrar pues con su estatura imponente y sus expresiones rudas los hacían ver como adultos sin dudar. Inmediatamente comenzaron a jugar pero al mismo tiempo Sakuragi observaba en busca de una buena oportunidad para ligar, hasta que se percató de unas chicas que los observaban, entonces se paró y fue hacia ellas 

–Hola que tal, les gustaría que las acompañara señoritas.

Las chicas sonreían. 

–Bueno, solo si tu amigo también viene. Dijo una.

–Acaso ¿es soltero? 

–Eh... te refieres a ese zorro, no, mejor no se le acerquen, él no está interesado en las chicas. 

– ¿Enserio? Ah... que lástima, bueno hasta otra. Dijeron las chicas retirándose. 

– ¡Eh! No, esperen, no se vayan. 

–¡Hanamichi!, Sakuragi volteó y vio que Rukawa lo llamaba. 

– ¿Lograste conquistarlas? 

–Aaaggrr no hablemos de eso.

-Entonces cuántas bolas has ganado.

 –Hum, este genio tiene 122 ¿y tú? 

–350 

– ¡Qué! Pero cómo, ¡ah! ¡Otro rato más!, verás que te ganare. 

(Otro rato después)

-Ja ja ja ya conseguí 365 bolas 

–Pues ahora tengo 502 bolas 

– ¡¿Eh?! "No puede ser" pensó 

 –Podemos cambiarlas por algo de dinero, así podremos ir a beber. 

– ¿mmm? Creí que eso sería sólo si yo ganaba. 

–Te vez triste por lo de las chicas, tal vez lo necesites. 

- ¡Aaagggrrr! Rukawa.

///

Lograron cambiar las bolas por un poco de dinero y se dirigieron a un bar. 

–Deme otra por favor pedía el pelirrojo sin preocupación mientras el no. 11 no terminaba con su primera bebida. 

–Sabes Rukawa, aunque no seas muy animado, debo admitir que fue divertido apostar contigo je je y bueno, ya que sabes de mis fracasos amorosos, creo que es un buen momento para desahogarnos ¿no crees? De igual manera tu secreto estará seguro conmigo. Decía el pelirrojo ya con el efecto de las copas. 

–Vamos Ru bebe más. 

El de cabello negro sonrió levemente y se dispuso a disfrutar pues luego de un buen rato bebió otras más hasta que el alcohol comenzó a surtir efecto. 

–Oye, decía un Rukawa un tanto mareado, cual tono severo no cambiaba mucho. –Llámame por mi nombre, ya no me digas Rukawa quiero que tus labios digan Kaede ¿entendiste? 

–Ja ja claro, parece que ya nos tenemos confianza Kaede. 

–Por supuesto... Alcanzaba a murmurar. 

– ¿Qué?

Rukawa sólo sonreía muy discretamente.

–En ese caso Kaede, qué hay de tu secreto.

– ¿Cuál secreto? 

–Ya sabes, lo de tu interés en los chicos. 

Rukawa sólo lo vio fijamente con mirada asesina.

 –Te estás apresurando, yo no he dicho que sí me gustan los chicos, lo que pasa es que nunca una chica ha logrado llamar mi atención, pero no te mentiré, solo hay alguien que ha llamado mi atención y es un hombre.

–eso significa que ¿sí? 

Rukawa se acercó y sonriendo dijo. 

 –Averígualo. 

–Ja enserio eres muy extraño Kaede, decía mientras este puso su mano en su boca. 

 -Shhh mejor ya regresemos a mi casa.

– ¿Eh? sí está bien.

///

Hanamichi llevaba recargado en su hombro al ebrio Rukawa quien apenas podía ponerse en pie. 

–Oye Kaede qué tal tu primera borrachera. 

–Creo que bien, dijo cuando tropezó con la banqueta cayendo totalmente boca abajo 

–Ja ja ja ja ja seguro que si Kaedecito. 

Se burlaba sin parar de caminar cuando una mano detuvo su tobillo haciéndolo caer de igual manera, solo que además había un basurero justo frente de él por lo que su cara golpeó contra este.

–No pensarás dejarme aquí, decía Rukawa levantándose con dificultad. 

–Claro que no, aun así por qué me jalaste tonto, ahora  estoy totalmente sucio. 

–Ayúdame quieres 

–ash Ruka... 

-Kaede

–Si Kaede lo que sea. 

Hanamichi se levantó y se dispuso a ayudarle a levantar. 

–Oye Kaede ¿ya casi llegamos a tu casa? 

–No lo sé,tú me estás llevando ¿no? 

– ¡¿Qué?! Pero si solo he ido una vez y no recuerdo totalmente el camino. 

 –Pues sigamos y si al dar la vuelta vemos una tienda casi hasta la esquina entonces vamos bien 

 –Idiota pero si ya es medianoche, ya no estará abierto, por lo que no hay luces que se alcancen a ver.

– ¿Enserio? entonces sigamos hasta la esquina y si ves un gato negro rondando en la barda es ahí.

–Ah estúpido y que tal si el gato no está hoy. 

Rukawa sólo se quedó pensativo.

–Pues sigamos...           

–Aaaggrr ¡deja de repetir lo mismo! Si no damos con tu casa qué vamos hacer. 

En lo que discutían Rukawa observó bien a su alrededor.

–mmm es aquí. 

– ¿Eh? ¿llegamos? 

–Si, mira. 

Sakuragi volteó y vio la bicicleta de Rukawa. 

–oh es cierto, espera, idiota ¡tu casa ni siquiera está en una esquina estúpido!

///

Ya dentro de la casa el No. 11 se puso pálido 

–oye Rukawa digo Kaede ¿te sientes bien?, le preguntó al tratar de sostenerlo cuando Rukawa se vomitó ensuciando los pantalones y tenis de Hanamichi. 

– ¡iug! ¡mira lo que me has hecho!

Pero Rukawa sólo se dirigió a su habitación para sentarse en su cama. Hanamichi ya había encontrado papel para limpiarse mientras entraba en la habitación. 

–Tendrás que prestarme algo. Exigió.

Rukawa sólo lo veía fijamente.

–¿mmm?

–Hueles mal.

– ¡Aaagggrrr tonto si es tu culpa! se había desesperado por lo que se acercó, tomó su cabeza y la golpeó fuertemente con su frente, Rukawa ya no reaccionó quedándose tumbado en la cama. 

– ¿Ehhh? lo siento, no quise noquearte, oye, me escuchas, aaagggrrr ¡lo maté! decía inquieto "espera, tal vez solo se desmayó" así que se acercó al pecho de Rukawa alcanzando a escuchar sus latidos. 

– Ahh,  no es nada al rato despertará, bueno, tomaré prestado su baño y algo de ropa je je je. 

Sakuragi se encontraba despreocupadamente tomando una ducha en la casa de Rukawa pero de pronto escuchó ruido "mmm tal vez logró despertar ya" no le tomó mucha importancia así que siguió disfrutando su baño cuando de repente se deslizó la puerta de la regadera, Hanamichi volteó algo sorprendido pero se impactó aún más cuando vio a Rukawa totalmente desnudo entrando. 

–Te juro que pedí tu permiso solo que no contestaste, pero no te preocupes ya terminé. 

–Aún estás sucio, contestó tomándole del brazo, luego lo atrajo hacia él y lo besó, Hanamichi estaba atónito "pero qué..."

 Rukawa sólo enredó sus brazos en el cuello de Sakuragi juntando sus cuerpos, pero de pronto, este trató de alejarse.

– ¡¿Qué haces?!

 –Solo quiero... estar junto a ti este momento.

–Pero por qué yo, ni siquiera nos llevamos bien.

–Ja, no me gusta que seas un engreído en el basquetbol pero, dejando a un lado aquello, me gusta tu forma de ser, le dijo al cerrar las llaves,luego tomó la mano del pelirrojo dirigiéndose fuera para ir a su habitación, Hanamichi aún estaba impresionado pero no pudo detenerse, sin pensarlo ya estaba tumbado en la cama y Rukawa estaba arriba de él.

–Sigo pensando que no es buena idea Kaede...

Rukawa solo lo seguía observando fijamente, las gotas de agua escurría por su rostro, su pecho, sus brazos, su mirada le decía que no lo dejaría ir, después se acercó a Hanamichi y le susurró:

–Sólo yo veo lo que esas niñas no. 

Respondió plantándole un beso el cual duró bastantes segundos, Hanamichi aún no entendía del todo la situación, Rukawa juntó más su cuerpo hasta sentir la hombría del pelirrojo comenzando a deslizarse suavemente haciendo que Sakuragi gimiera un tanto desconcertado, sin embargo, su conciencia volvió y le hizo pensar que esto no era bueno así que de repente empujó el cuerpo de Rukawa quitándoselo de encima. Tomó su ropa rápidamente, poniéndose lo que pudo, corrió hacia afuera de la casa y se fue.

///

El día siguiente transcurría con normalidad, Hanamichi había pensado que tal vez Rukawa le reclamaría algo, pero no, Rukawa ni siquiera le prestaba atención como de costumbre por lo que Hanamichi se sintió algo aliviado, aunque no estaba seguro de si lo de anoche había ocurrido o solo había sido un mal sueño "seguro fue una pesadilla, cómo podría... cómo podría estar yo con ese sujeto" se decía cuando una voz lo saludó tímidamente 

–Hola Sakuragi, ¿que tal?

–Haruko... 

 –Yo...yo solo venía a ver su práctica. 

–Ah, a no te preocupes, no tienes por qué incomodarte. 

–Si está bien decía Haruko mientras el no.11 se percató de su charla, por lo que este sintió un poco de coraje pues sentía algo que hacía le dieran ganas de arrebatarle a Sakuragi a esa niña. 

–Haruko, dijo el Gorila. -Ustedes los de segundo semestre irán a un viaje escolar al mismo lugar donde nosotros tendremos un campamento. 

–Oh es cierto hermano me dijeron que harán otro campamento, por lo que todo el equipo de basquetbol irá con los alumnos de segundo, solo que nosotros solo estaremos por cuatro días y ustedes se quedaran dos días más. 

–Espera, ¿campamento dices?

–Sí, ahora todos lo saben, la semana que viene iremos de campamento así que estén preparados para un duro entrenamiento. 

El Sakuragi de siempre se hubiera muerto de la emoción de viajar con Haruko pero las circunstancias ya no eran propicias para eso, más bien él era el que se sentía incómodo "por qué" pensaba.

Luego del entrenamiento, ya en los vestidores, Hanamichi se acercó a Kogure para aclarar ciertas dudas respecto al próximo campamento. 

-Oye Cuatro ojos, ¿ya habrá un campamento tan repentinamente?

-En realidad no es repentino Hanamichi, siempre en la temporada otoño-invierno se planea un campamento para incrementar habilidades y tener nuevas experiencias en entrenamiento, también asisten otras escuelas con las que podemos tener algunos enfrentamientos. La diferencia de esta ocasión es que los alumnos de segundo semestre también harán un campamento escolar cerca del lugar donde será el nuestro. 

-Bueno supongo que no le vendría mal a un genio como yo.

-Ja ja por supuesto Hanamichi, todos aprenderemos cosas nuevas. 

///

Se llegó el día del viaje, todos los alumnos estaban muy emocionados y el equipo de básquet también estaba muy entusiasmado. 

///

Después del largo viaje, todos los alumnos recibieron indicaciones para saber cuáles serían sus respectivas habitaciones en las posadas cercanas a lugar donde estos harían una excursión de estudio y por supuesto, donde se encontraban las canchas de baloncesto.

El equipo de baloncesto quedó aislado de los estudiantes de segundo semestre ya que estos comenzarían sus rutinas más temprano que el resto y no debían distraerse con los demás estudiantes.

///

Primer día.

El entusiasmo reinó desde el primer entrenamiento, cada vez Hanamichi lograba adaptarse a la perfección aminorando aquellos berrinches de cuando era un novato y aunque aún le faltaba mucho que aprender, era destacable su increíble progreso el cual no había cesado desde el día que pisó el gimnasio. Esto era innegable, incluso para Rukawa con quien siempre tuvo dificultades para congeniar pero, durante el campeonato nacional hubo un momento en el que se convirtieron en aliados haciendo una espectacular jugada en favor de Shohoku. Ese pequeño instante fue suficientemente intenso para hacer que Rukawa creyera en las habilidades de Sakuragi. Aun ahora Rukawa seguía observando los instantes de progreso con bastante interés, además que desde ese entonces no se dejaba de pensar a Hanamichi.

- ¡Vamos! ¡Levanten esas manos! ¡Cuiden la defensa! Gritaba el capitán.

El entrenamiento concluyó satisfactoriamente. Los chicos aseaban el piso del gimnasio para poder retirarse a descansar. Mientras aquello sucedía, Haruko decidió acercarse a la entrada para ver si aún estaban practicando pero desafortunadamente ya no alcanzó a verla.

El pelirrojo se dio cuenta de inmediato sobresaltándose por su presencia a pesar de todo.

-Hola Sakuragi, pensé que podría alcanzar  a ver su práctica pero veo que llegué tarde.

-Hola Haruko. Balbuceó. -Si lo que pasa es que comenzamos muy temprano.

-Entiendo, espero que las actividades de mañana no se alarguen hasta estas horas, me gustaría mucho verlos.

-Bueno Haruko no es necesario que sacrifiques tus actividades de campamento para vernos, después de todo en la escuela siempre podrás hacerlo.

-No te preocupes Sakuragi, para mi es importante venir y apoyarlos. Dijo sonriendo, sin embargo, se percató de una mirada que venía desde atrás, por lo cual observó mejor discretamente. 

- ¡Hum! Volvió a su posición con sobresalto.

Hanamichi volteó lentamente y pudo darse cuenta que quién miraba con seriedad era nada más y nada menos que Rukawa, pero en cuanto el pelirrojo lo vio, aquel simplemente desvió la mirada con indiferencia. Por supuesto esto fue bastante extraño para Hanamichi e incluso se le llegó a ocurrir que hubiera surgido algún interés en él por Haruko. Pero inmediatamente después, como flashazo, recordó la experiencia que había tenido con él en ese reto del pachinko. "Demonios, será que ese animal recordó aquello. Sería bastante malo si Haruko se entera de eso, aunque no creo capaz a Rukawa siquiera de acercarse a ella, mucho menos de abrir la boca, no imagino que ganaría con eso". 

-Bueno Sakuragi será mejor que regrese a mi habitación.

-Si está bien, nos veremos luego.

Poco después se dirigió al vestidor pero ahí volvió a encontrarse con aquella mirada seria del No. 11.

Permanecieron en silencio mientras se cambiaban de ropa, pero después:

-No deberías distraerte, mañana tendremos un partido de práctica. Comentó Rukawa.

- ¿Ah? a qué viene esa actitud atenta.

-No me malentiendas, no quiero perder por tu culpa.

- ¡¿Qué dijiste?! y según tú con qué me estoy distrayendo ¿eh?

-Esa chiquilla, dijiste que te había rechazado, entonces por qué sigues perdiendo tu tiempo.

-Desde cuando te incomoda algo así Rukawa, jamás dejaré de ser su amigo y tú no puedes prohibirle venir a apoyarnos. 

-Nadie habló de que no viniera, sino del tiempo que desperdicias al tratar de agradarle.

- ¡Maldito! ¡Nuestros intereses no son los mismos, así que no puedes opinar de lo que haga o deje de hacer!

Rukawa sólo cerró los ojos rindiéndose ante la terquedad del pelirrojo, así que se fue.

///

Al día siguiente se suscitó el primer enfrentamiento con una preparatoria local, obteniendo un satisfactorio resultado.

Luego de ese partido tendrían la tarde libre para descansar y disfrutar del lugar.

Sakuragi se encontraba trotando para descansar sus piernas, pero en el camino se encontró a quién en un pasado hubiera deseado con toda su alma, Haruko, pero ahora le resultaba un poco incómodo después de aquel rechazo tras su confesión, sin embargo, no podía mostrarse indiferente tan repentinamente.

-Hola Sakuragi veo que saliste a hacer ejercicio.

-Hola Haruko, ah si es para no perder la condición ja ja ja ja ja. 

Continuaron a trote mientras platicaban un poco hasta que llegaron a la valla de una de las canchas, se detuvieron para descansar un poco cuando Haruko pudo observar que en la cancha se encontraba practicando Rukawa. Esta se quedó absorta a los movimientos tan tenaces del No. 11, mientras tanto, Hanamichi solo observaba la mirada de Haruko con un poco de recelo pero con tristeza a la vez, pues en esta ocasión el pelirrojo ya no intentó alardear como siempre lo hacía cuando Haruko ponía atención a Rukawa.

-Oye tonto, ¿has venido a practicar? le dijo el No. 11.

- ¿Ah? ¿Rukawa? 

-No estaría mal que intentaras mejorar tu defensa Sakuragi.

- ¡¿Ah?! ¿Acaso me estás retando? contestó con tono fuerte.

-Míralo como quieras. Yo también busco practicar con alguien. Dijo seriamente.

Esto hizo encender a Sakuragi pues no podría rechazar un duelo con aquel que siempre ha sido su rival.

-No intentes querer superarme Rukawa, ya verás que te derrotaré.

Esto le pareció bastante fascinante pero a la vez muy impactante a Haruko pues aunque amaba ver a ambos jugar se le hizo bastante sorpresivo que Rukawa retara a Hanamichi tan directamente.

-Antes de empezar tengo una condición. Comentó con sutileza.

- ¿Ah? "¿De nuevo una apuesta?"

-Si yo gano tendrás que jugar conmigo el resto de la semana, también quiero que seas mi compañero de habitación. 

"¿Qué?" pensó el pelirrojo. -Qué clase de chantaje es ese Rukawa, para que necesitas lo segundo.

La mirada seria de Rukawa se afilaba para contestar.

-Necesito alguien que me ayude con la limpieza de la habitación.

-¡¿Qué dijiste animal?! y porque tengo que ser yo. 

-Me cobraré la del otro día, me llevaste a beber y acabé mal, no te lo perdonaré.

-¿Qué? ¿Pero que acaso solo fue mi responsabilidad? Tu aceptaste ir maldito zorro, no tienes nada que reclamar. Se mantenía discutiendo.

-Vas a jugar si o no. 

- Arrgghh, acércate. Gruñó Hanamichi.

De esa manera comenzó un duelo que duraría 2 cuartos de tiempo. Hanamichi daría todo lo posible para superar a Rukawa, a pesar de que su antiguo objetivo respecto a esto había cambiado, este no declinaría su deseo de ser mejor que el No. 11, pues no le gusta perder ante los retos que se le presenten.

Haruko permaneció en la orilla de la cancha observando con  mucha emoción como estos dos ponían en prácticas sus habilidades, y aunque Hanamichi había madurado bastante en su técnica aún era bastante evidente la diferencia con Rukawa. Haruko sentía que una potente energía envolvía el lugar ya que se notaba que estos dos estaban poniendo todo su entusiasmo aunque se tratara de una simple reta entre compañeros de equipo. Le fascinaba ver cuánto entregaban en aquel deporte, simplemente era maravilloso.

Pasaron aproximadamente los 20 minutos, pues aunque el No. 11 llevaba la delantera, no le fue tan sencillo con el excelente esfuerzo de Hanamichi para defender, esto provocaba que la victoria de Rukawa se alargara más, sin embargo, en un instante más, Rukawa pudo encestar su 29 canasta mientras que Sakuragi apenas había conseguido anotar 10. Así fue como la primera reta fue ganada por Rukawa, ahora el pelirrojo tendría que ceder al pequeño capricho de su compañero, de todas formas, él no sentía miedo ni incomodidad por convivir con aquel zorro, pues previamente ya había tenido una salida con él, que no acabó muy bien del todo, pero al menos ya había conocido más sobre el enigmático No. 11 de Shohoku. 

"Diablos" se dijo Sakuragi.

El joven Kaede secaba su sudor y recogía sus cosas.

-Habitación #9 no lo olvides .

Sakuragi solo hizo una mueca.

- ¡Ah!  Jugaste bastante bien Sakuragi te felicito. Comentó Haruko con mucho entusiasmo.

-Ah, sí claro, muchas gracias Haruko.

-Creo que si sigues practicando con Rukawa puedes mejorar bastantes aspectos de tu técnica Sakuragi, me da gusto que su compañerismo haya crecido, que dulce es Rukawa.

-Ja ja ja, no es para tanto, en realidad yo creo que me convertí en el mayor objetivo de ese zorro ya que soy el mejor jugador de Shohoku, ja ja ja ja ja.

Haruko solo sonrió. -Bueno Sakuragi tengo que irme, sigue practicando así.

-¡Por supuesto! se despedía.

///

Poco más tarde.

Hanamichi se puso frente la puerta con el #9 a regañadientes, sin embargo, no tenía miedo de una estúpida apuesta que además de todo, le ayudaría a mejorar su técnica de baloncesto, pues practicar junto a Rukawa significaba cierto reto, el cual no le costaba nada canjear por un simple capricho del susodicho compañero.

Golpeó fuertemente la puerta y de inmediato esta se abrió.

Rápidamente se encontró con esa mirada seria y simplemente le permitió pasar.

-Deja tus cosas donde quieras. Dijo para volverse a echar sobre la cama.

Hanamichi se extrañó un poco pues creía que Rukawa le pediría asear la habitación o algo así en el instante, pero no, simplemente dejó pasar un par de horas; incluso se llegó la hora de la merienda y cuando Sakuragi hubo llegado de comprar algo Rukawa simplemente seguía acostado.

-Oye zorro acaso no cenarás nada. Dijo al momento de lanzar una patada a la cama de este haciéndolo despertar.

El No. 11 solo se incorporó con los ojos semiabiertos tratando de recordar por qué Sakuragi estaba en su habitación. 

- ¿Acaso nos acostamos? murmuró.

Hanamichi quedó mudo con tremenda ocurrencia, tanto que enrojeció casi al tono de su cabello, no entendía por qué eso sería lo primero en ocurrírsele al estúpido de Rukawa.

- ¡¿Qué demonios?! ¡cómo carajos deduces eso!

El pelinegro miraba serio pero tranquilo.

-Entonces por qué estás en mi habitación.

-Aggghhhr ¿no lo recuerdas? Perdí la primera reta y esta fue la condición que pusiste.

-Ah...

Hanamichi quería cachetearlo por lo fácil que olvidó ese detalle dentro de su reto. 

-¡Ten! Le aventó una golosina al pelinegro para que éste comiera algo. -Deberías dejar de dormir tanto.

-Deberías dejar de abrir tanto la boca.

- ¡Agghhrr qué dijiste! ¿Y se puede saber para qué diablos me pediste cambiarme a tu habitación?

En ese momento el pelinegro se levantó, tomó el rostro de Sakuragi y le brindó un sutil beso.

Hanamichi volvió a enrojecer como tomate retrocediendo de forma exaltada.

-Pero qué demonios Rukawa, qué intentas asqueroso.

- ¿Asqueroso? Tu fuiste quien se propasó conmigo aquel día que salimos.

- ¡¿AH?! De qué hablas, tú estabas ebrio y fuiste tú quien me abordó luego de que me vomitaste encima. Como tuve que ducharme te aprovechaste de la situación.

-Ya veo. Suspiró.

- Aggghhrr ¿sólo dirás eso?

El No. 11 solo lo miraba sereno.

-Qué hay con eso de que sólo tú ves lo que esas niñas no, acaso te burlas de mi por los rechazos que recibí todo este tiempo.

-En verdad quieres saber.

Las mejillas del No. 10 volvieron a ruborizarse al ver que Rukawa se acercaba a su rostro. Aquel volvió a retroceder topando con la orilla de la cama haciéndolo caer en ella. El pelinegro no tuvo problema en colocarse encima de él, viéndolo con una mirada afilada causó temblor en el cuerpo de Sakuragi.

Los ojos del pelirrojo estaban tan abiertos de la impresión al igual que un cierto nerviosismo lo invadía.

-Ni cuando fue tu primer partido temblabas así. Susurró.

-Maldito... 

-No suele importarme muchas cosas además del basquetbol, pero, tu actitud tan irritante desde el principio no era fácil de olvidar, en verdad me gustaría hacerte callar de una manera formidable.

-Y cómo demonios harás eso ¿eh? 

En ese momento Rukawa se abalanzó a sus labios, luego detuvo las muñecas de Sakuragi para poder hurgar en su pecho. 

Pronto la lengua del pelinegro se encontraba jugando con uno de los rosados pezones que a pesar del resto de su piel, estos seguían suaves y tersos.

-Ahh, hug, soltaba Hanamichi quien no podía controlar aquellos primeros gemidos, pues para él sería demasiado problemático si alguien los escuchara. 

El joven Kaede llevó una de sus grandes manos a la entrepierna del pelirrojo, tocó firme y comenzó a masajear. 

"Mierda" Pensaba Sakuragi al sentir aquellos estímulos, no estaba seguro de si en verdad odiaba todo aquello, pues de ser así, por qué no había hecho algo aún para detener a Rukawa.

-Sabía que serías débil a esto, hum, después de todo no eres más que un chico que busca algo de compañía desde la secundaria.

Esto avergonzó un poco a Sakuragi pero a la vez le molestó y no dejaría que Rukawa intentara humillarlo, por lo que zafó una de sus manos y la llevó a la frente del otro y detener sus acciones.

-Y qué me dices de tí Rukawa, a ti nadie te importa ¿no? Qué curioso que desquites tus necesidades en alguien tan insignificante como yo. 

- ¿Insignificante dices? Un chico que siempre llama la atención por las tonterías que hace, que a pesar de ser un principiante en baloncesto ha progresado increíblemente en un semestre y se vuelve irritante cuando alardea sobre eso, que tiene un estúpido color rojo en su cabeza, y lo peor, que por alguna razón eso no me hace olvidarte, ¿piensas que te creo insignificante?

- ¿Si tanto me detestas por qué haces esto?

-Porque no detesto todo de tí. Alzó la voz. -De hecho, ese es el problema, que lo demás me gusta.

Hanamichi quedó anonadado de la impresión, ¿en verdad estaba escuchando aquello? 

-Tsss. Soltó por molestia. -Miserable, ¿acaso pretendes chantajearme con esas tonterías? Y dices que yo busco compañía, pero mírate, quién inventa cosas con tal de juguetear por ahí. 

-Si piensas que solo quiero juguetear está bien. Lo importante es que quiero hacerlo y lo haré.

El pelirrojo abrió los ojos como platos al escuchar esa frase tan decidida, luego enrojeció al sentir como el pelinegro recorría su cuello con sus labios y su torso era masajeado. 

Después se dirigiría al vientre de Hanamichi quien al sentir los primeros toqueteos solo pudo temblar y estremecerse. Rukawa bajó el pantalón de este para comenzar a propiciar caricias sutiles en el pubis, más tarde, encontró el miembro ya un tanto endurecido y no dudó en empezar a degustarlo.  

-Ahh. Soltó entrecortado.

Era demasiado increíble que esto sucediera así, sin más. Solo había tenido un único acercamiento a Rukawa durante el semestre y ahora le decía que le gustaba. 

-Acaso pretendes burlarte de nosotros. Murmuró.

El pelinegro paró inmediatamente y sacando a Hanamichi de su boca respondió:

- ¿Nosotros? quienes exactamente.

Hanamichi se molestó aún más por lo que se incorporó y exclamó:

-Miserable ¡¿fingirás que no sabes nada?! Crees que no sé que te burlas de que ella me haya rechazado porque te quiere a tí, siempre te ha querido a tí. Decía con coraje -Qué clase de broma intentas hacer ¿eh?

-Rukawa aseveró su semblante y contestó:

 -Yo también siento el mismo coraje que tú. A mi me gustas, ¡pero me hace hervir la sangre que la prefieras aún  sabiendo que no tiene interés en tí! y sinceramente poco me importa si es porque soy yo el que le agrada, jamás podría tener algo con ella. 

Sakuragi volvió a quedar anonadado pues nunca se imaginó que los sentimientos de los tres, aunque fueran en diferentes direcciones, terminaran involucrándolos solamente a ellos. 

-Es una pena por ella, pero a mi me gustas tú y quiero intentar agradarte aunque sea solamente esta noche. Dijo recogiendo su fleco con las manos.

En ese instante Hanamichi se quedó en blanco, pues no sabía qué decir. Sin embargo, el pelinegro tomó su rostro y con delicadeza volvió a besar sus labios. Sakuragi se sentía impotente frente a esta sensación que confundía sus sentidos, a pesar de la rareza de aquella, esta le brindaba calidez, cosa que nunca había sentido, al menos no en un contexto romántico. Le preocupaba creer que al ser su primera vez, sus sentidos fueran más fáciles de ser dominados haciendo que cediera ante la situación. 

 -También es la primera vez que hago algo así. Susurró el No. 11 -Probemos que tan importante son estos sentimientos para nosotros, si no funciona, simplemente lo dejaremos pasar.

-Rukawa... murmuró. 

Luego de digerir esas palabras Hanamichi solo bajó la mirada, pero en ese instante  se percató de la cercanía del pelinegro quien volvía a acechar su boca de una manera dulce. Fue con este gesto que Hanamichi se rindió totalmente, en verdad el consuelo que Rukawa le ofrecía era bastante reconfortante en muchos sentidos, pues, después de todo, era un adolescente con toda una vida por delante en la cual, sus experiencias sentimentales y sexuales no serían la excepción para sentirse entusiasmado y motivado. Al final, lo que hoy estaban haciendo bien podía pasar como un simple experimento, al menos así se lo estaba proponiendo el No. 11.

Pronto el pelirrojo dejó completamente de resistirse, a lo mucho mantenía cerrado sus ojos para evadir esta realidad, pues, por lo demás, Hanamichi soltaba sonidos más desinhibidamente, simplemente logró dejarse llevar. 

Mientras tanto Rukawa se dedicó a saborear la virilidad de Hanamichi pero además, pudo darle los primeros estímulos a su parte trasera. El No. 10 se sentía estremecer cuando Rukawa invadió su entrada con la lengua; lo sentía bastante bien, sin embargo, le atemorizaba un poco el imaginar hasta dónde quería llegar el No. 11.

-Te importa si los coloco aquí. Susurró el pelinegro.

Hanamichi no respondió más sin embargo sólo desvió la mirada cuando sus mejillas enrojecían. 

Rukawa tomó su silencio como un sí, así que, recorriendose para alcanzar la boca nuevamente, estiró su mano y comenzó a sumergir su índice en la cavidad de Sakuragi.

- ¡Ah! Soltó. 

Rukawa continuó haciendo círculos dentro de Sakuragi para así acostumbrarlo a la nueva sensación. También recorría a besos desde su boca hasta su pecho para que el pelirrojo pudiera relajarse. Más tarde se descubrió su miembro y le pidió a Hanamichi que con una de sus ásperas manos los frotara a ambos, esto le pareció bastante provocador al pelirrojo, jamás creyó que así se sentiría el ser amado de esa forma y menos con alguien como Rukawa. Mientras tanto este último se decidió a usar otro dedo de manera que intentaría dilatarlo más. 

Ahora Hanamichi sentía la invasión de dos dedos que le brindaban un masaje muy placentero, además la frotación que él mismo les propiciaba estaba comenzando a hacerlo perder la cordura. 

Un momento más fue suficiente para que ambos llegaran al clímax que ya bien conocían por causa propia, pero que esta vez, era consecuencia de un encuentro. 

Ambos quedaron empapados de sus caderas al igual que respiraban con agitación. Al final, Rukawa sólo se echó de lado para recuperar el aire y Hanamichi de igual manera solo se quedó acostado. 

Este había sido la primera experiencia sexual de ambos; probablemente la más impensada por los propios, ya que, simplemente ellos no eran compatibles en definitiva, o al menos, eso creían. 

Dejaron pasar la noche sin más, durmiendo plácidamente uno al lado de otro. El joven Kaede quien durmió hasta el último, trató de colocar su cuerpo de manera que pudiera acurrucar al pelirrojo quien ya no podía ser sacado de su sueño profundo. Solo la mañana depararía las impresiones de ambos ante esta nueva versión de ellos mismos.



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