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Friends. por Ashtad

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Notas del capitulo:

I am back!!

 

 

<3

https://www.youtube.com/watch?v=FOjdXSrtUxA

Los siguientes tres días fueron muy emocionantes para Clark. Desde que la convención se anunció él había deseado ir y ahora con la ayuda de Bruce lo podría hacer.


Kent tenía un gusto más sencillo al escribir, a él le gustaba narrar y comunicar cosas más comunes, gustaba de marcar la diferencia sin la necesidad de usar la capa o el traje. Llanamente siendo él, la parte más humana de su ser que le decía que podía escribir acerca de la contaminación o del equipo de matemáticas que ganaba premios a niveles mundiales. Esas eran las noticias que le encantaba hacer y la convención de tecnologías limpias significaba eso que tanto le apasionaba, ayudar al mundo con la información de asuntos importantes para la comunidad.


 


En cambio Perry parecía sorprendido y emocionado por haber recibido la invitación de Wayne Tec para la asistencia (con lugar preferencial), la única condición que habían puesto era que deseaban que el reportero Clark Kent fuera quien asistiera a la gran fiesta. Sus compañeros comentaban que era gracias a la amistad que sostenía este con el dueño de la compañía. Eso era en parte cierto pero no del todo real; a pesar de ser compañeros de justicia su relación era básicamente salvar el mundo y ya, sin pláticas de más o contacto fuera de la Atalaya. Cuando Bruce le dijo que fuera no se paró a preguntar los motivos que guiaron a su compañero para hacerlo, era cierto que eran amigos pero de un tiempo a la fecha el magnate se mostraba más abierto y expresivo con él.


 


Al llegar la noche de la gran fiesta el reportero  se puso sus mejores ropas y, contrario a la regla que le había impuesto su amante, se decidió por visitarlo antes de llegar al evento, sabía que él también asistiría así que aprovecharía para hacerle una visita improvisada.


Cuando llegó encontró la ventana de su despacho abierto, con un vuelo precavido ingreso, agudizando el oído lo escuchó detrás de una puerta mientras hablaba por teléfono, una sonrisa se dibujó en sus labios, había pasado tanto tiempo desde la última vez que se vieron que estaba tan ansioso que el estómago se le revolvió y casi pudo sentir que sus rodillas le temblaban.


Todo iba tan bien hasta que el humano salió de detrás de esa puerta y lo vio de pie en medio de su despacho, la cara que puso su amante era un verdadero poema que no supo cómo interpretar.


 


-¿Qué demonios haces aquí Superman?


 


-Te mataría decir mi nombre Lex- los inexpresivos ojos color azul se desviaron del reportero que a pesar de la bienvenida seguía con una sonrisa en el rostro.


 


-Es de mal gusto venir sin invitación- ignoro por completo el reclamo.


 


-Solo quise venir a verte... pensé que tal vez podríamos ir a cenar algo después de la convención, un amigo me recomendó un lugar y…


 


-Olvídalo, tengo cosas que hacer- de nuevo esa actitud de superioridad- odio viajar tan lejos y más por cosas tan arcaicas.


 


-Es una buena causa- intentaba no tomar en serio los comentarios ácidos de su pareja quien ahora se acomodaba la corbata frente a un espejo. Clark tuvo el impulso de acercarse para ayudarlo pero desechó la idea al recordar el drama que se montó la última vez que lo hizo- además podemos ir solo un par de horas y después salir a donde tú quieras.


 


-¿Con ese horrible traje?-lo miro casi desdeñoso a través del espejo de pies a cabeza- no lo creo, además sabes que yo no hago eso.


 


Clark suspiro frustrado, estaba claro que no lograría convencerlo así que sencillamente se dispuso a abandonar el lugar.


 


-De acuerdo, nos vemos en Gótica- dijo como despedida. No espero respuesta aunque bien sabía que no la habría.


 


Cuando Kent llegó al evento tenía una cara de muy pocos amigos, siempre era la misma historia, Lex solo lo llamaba cuando lo necesitaba y cuando Clark se imponía el ambiente entre ellos era bastante hostil para considerarlos una pareja normal. Esos pensamientos tejían una red constante de enojo y frustración. Muchas veces le habían preguntado qué era lo que tanto le gustaba de Alexander Joseph Luthor, al principio lo tenía muy claro pero ahora a siete meses de su unión ya no respondía tan rápido.


 


Paseando entre los invitados hacia lo que le correspondía como miembro de la prensa, cuando llegó el momento centró toda su atención a los inventos y avances en las áreas a tratar, gracias a eso sus ánimos fueron mejorando y pronto olvidó su malestar. Esa noche iba sin compañía por petición propia, así que cuando las presentaciones dieron fin y todos los invitados pasaron a otra sala del moderno hotel para continuar con la juerga, el reportero ya había culminado con el trabajo y nada le detenía para regresar.


Clark estaba por cruzar el umbral cuando se cruzó de frente con Alfred, esté lucía impecable con sus ropas a la medida y esa típica posea inglesa (espalda bien recta) que lo caracterizaba, intercambiaron saludos y palabras agradables hasta que el mayor le informó sobre un recado que le traía, al parecer Bruce quería verlo en privado antes de que se retirara; no oponiendo excusa lo comenzó a seguir a un cuarto bastante grande con paredes color vino de terciopelo y pinturas minimalistas sobre estas, una vez ahí por fin se cuestionó el repentino interés.


 


-Gran evento- Bruce entró casi con precisión calculada justo cuando el mayordomo salió- deberías impulsar muchas de las ideas son realmente buenas.


 


-Lo son… toma asiento Clark- el dueño le señaló un amplio sofá de tres piezas que tenía una mesa de cristal en frente y un sillón individual más al frente.


 


-¿Esta todo en orden Bruce?


 


-Algo así- el filántropo se masajeó el mentón antes de caminar con dos vasos de un líquido color ámbar en ambos. Tomó asiento en el sillón particular y le extendió una de las copas- me aburren las reuniones sociales que se festejan cuando el evento principal termina.


 


-No son tan malas- dio un pequeño sorbo del líquido y no se sorprendió cuando su paladar probó el dulce sabor a manzana- además muchas personas estaban bastante ansiosas por hablar contigo.


 


-Eso es lo peor- respondió sincero- en fin, hay una situación delicada que me gustaría tratar. Estuve monitoreando una banda criminal que se está moviendo constantemente entre Gótica, Metrópolis y Ciudad Central, su modo de operar es extraño pero con mucha consistencia, hasta ahora llevan más de 6 asesinatos a cabezas grandes de criminales.


 


-Están limpiándose terreno.


 


-Exacto, es de vital importancia tratar el asunto antes de que se salga de control.


 


-¿Por qué mi ayuda Bruce? no es común de tu parte.


 


-Creo que hay motivos para pensar que usan armas de tipo nuclear, no quiero arriesgar a las tres ciudades.


 


-¿Barry sabe de esto?


 


-Él fue quien lo descubrió, sin embargo no estará por unos días- dio otro sorbo sin hacer el menor ruido- acompañará a Hal en una misión fuera del sistema.


 


Clark movió de arriba hacia abajo la cabeza sintiéndose contento al ser llamado por Batman para apoyarlo en una misión importante. No es que Batman siempre intentara hacerse el fuerte y no pedir ayuda pero el hecho de hacerlo siempre era un gran acontecimiento que solo pocos miembros podían narrar en primera persona. Dio otro y último trago al jugo de manzana para depositarlo suavemente sobre el vidrio cristalino, ahora estaban en silencio. Permanecieron así hasta que un ruido extraño lo obligó a alzar una ceja, de nueva cuenta el extraño sonido le acarició los tímpanos sacándole una muy tenue sonrisa.


 


-Bruce…


 


-Clark.


 


-¿Cuándo fue la última vez que comiste?- seguía con la sonrisa liviana.


 


-¿Cuándo fue la última vez que preguntaste?


 


-¿QUÉ?! Eso fue hace tres días Bruce!!- en verdad estaba alarmado, pero se volvió a relajar cuando un ligero suspiro salió de los labios de su amigo, eso parecía una risa o algo similar.


 


-Es una broma- Batman podría ser un experto en cualquier arte marcial o negocios internacionales pero definitivamente las bromas no eran lo suyo- la información más relevante y que hasta ahora hemos recolectado indica una concentración máxima en el centro de las tres ciudades, al parecer…


 


-Podemos continuar en otra parte- sugirió colocándose de pie, no podía decir abiertamente Bruce necesitas comer algo porque sabía que probablemente su amigo no lo tomaría bien- la verdad es que yo si muero de hambre, no tuve mucho tiempo antes de venir.


 


-Bien- al reportero no le sorprendería para nada que Bruce no le creyera ni una sola palabra pero al parecer el humano optó por seguirle la corriente, tal vez de esa forma no se mostraría tan débil, aunque de eso no tenía ni una pizca- Barry me habló de un lugar.


 


Ese fue el inicio de las constantes salidas y visitas a la cueva del vigilante; en el transcurso de los días fueron averiguando más acerca de la investigación que les incumbía y muy rápido Clark se acostumbró a la compañía del murciélago. Se deleitó al notar la misma aceptación por parte del mayor y cada vez más lo comenzó a notar mejor.


No es que antes no lo hubiera hecho pero como siempre se había mostrado tan frío y al parecer disfrutaba más de la soledad fue que Clark respeto eso y le dio su espacio, ahora veía lo agradable que eran incluso los silencios largos que tenían, eran reconfortantes.


 


En eso pensaba el superhombre mientras comía los deliciosos emparedados de atún que Alfred les había servido con satisfacción ya que cuando el invitado estaba en la moraba Bruce también se animaba a probar bocado, esa noche no estaban en la cueva fría que fungía como centro de mando del murciélago, sino que se encontraban en uno de los tres despachos con los que contaba la mansión Wayne. Revisaban las declaraciones de algunos testigos que se encontraban bajo la protección de la policía de las tres ciudades; como las tantas veces pasabas fueron encontrando más pistas y evidencia que fácilmente lograría condenar a prisión a más de un tercio de esos enigmáticos delincuentes.


Ya tenían mejor ubicados a los implicados de mayor monta pero nunca estaba de más revisar a fondo para no presentar contratiempos de ningún tipo.


 


De reojo vio como Bruce (quien no llevaba la armadura de Batman sino una cómoda ropa de tonos grises); muy impropio del magnate se desparramaba en el sillón que ocupaba, lucia serio pero a la vez relajado. Su expresión era un rictus de completa concentración pero sin nada de ceño fruncido que sencillamente lo hacía ver más joven de lo que era, con su perfil de modelo y esas oscuras hebras que Clark imaginaba eran sedosas al tacto. Alarmado por sus pensamientos sacudió la cabeza de un lado otro desechando la idea con culpa, y como si una advertencia del destino le sonara el timbre de su celular lo hizo volver.


 


-Oh!- Kent alzó una ceja sorprendido por el número que lo buscaba- disculpa.


 


Dejó los papeles que antes de perderse en sus pensamientos sobre Bruce había estado estudiando para ponerse de pie y caminar un poco alejado de su amigo pero sin abandonar la habitación.


 


-Hola, como estas…- la voz al otro lado de la línea pareció haberlo interrumpido- ¿ahora mismo?... bueno, yo ahora no puedo… si lo sé pero…está bien, de acuerdo… adiós.


 


Sentía los cristales azules de Bruce repasarlo de pies a cabeza casi leyéndole la mente, Clark sabía que Wayne no requería de ningún oído superdesarrollado para adivinar el tema de la conversación. Un poco incómodo se giró para ver cómo el ceño en su compañero de lucha se entrecerró apenas 3 milímetros.


 


-Yo…


 


-No deberías dejarlo hacerte tantos experimentos.


 


Clark no pudo evitar mirarlo con los ojos tan abiertos como si fueran a salirse de sus cuencas oculares, eso jamás se lo había contado a nadie. Lex parecía disfrutar mucho cuando realizaba investigaciones y experimentos sobre la fisiología y biología de sus genes extraterrestres aun así era algo tan vergonzoso que nunca tuvo el coraje para contárselo a ninguna persona.


Se obligó a reponerse lo mejor que pudo y con pesar se recordó que ese hombre frente suyo era Bruce-él-que-siempre-debe-saberlo-todo-Wayne. Si existían personas que conocían los secretos de la mayoría de los miembros de la Liga sin duda serian Dios y Batman.


 


-No es prudente.


 


No. Clark sabía que no era adecuado dejar que Luthor supiera tanto. No porque no confiara en él pero los accidentes siempre eran una posibilidad y esas investigaciones podrían llegar a caer en las manos equivocadas generando un terrible caos que Kal trataba de no imaginar.


Lo malo era que esas horas bajo las luces blancas de las lámparas y el frío de los instrumentos eran las escasas veces en las que el kriptoniano podía hablar tranquilamente con Lex.


 


-Sera rápido, prometo volver antes de…


 


-No te molestes en regresar- el millonario endureció el rostro- iré a patrullar Gótica.


 


Clark quería decirle que no fuera solo, que lo esperara pero estaba algo desfasado de la conversación que solo atino a regresar cuando el ruido de la puerta abriéndose y la voz del mayordomo los obligó a darle atención. Al parecer Bruce tenía una llamada que atender y este último prefirió hacerlo en privado dejándolo solo en la estancia.


 


***


 


Superman volaba bastante lento retrasando intencionalmente su visita. No dejaba de pensar en el comportamiento del encapuchado, casi podría decir que Bruce lucía molesto y preocupado. Atribuyó ambos sentimientos por dejar a que un reformado Luthor estuviera obteniendo información tan valiosa de primera mano. No era para menos, conocer las debilidades y saber el cómo funcionaban las células de un ser como Kal-El era de tener cuidado.


Un cosquilleo le acarició las mejillas y descendió hacia su cuello sintiéndose animado por la idea de que el siempre arisco Batman estuviera preocupado por él. Tal vez podría ser una preocupación por el mundo entero (ya que Batman no confiaba para nada en la palabra del ex criminal Lex Luthor) pero Clark quiso ser egoísta por una vez e imaginar que era por su integridad por lo cual su amigo estaba tan molesto. Aquello en verdad le alegraba el día.


 


Casi sin prestar atención llegó a la mansión de Lex; incluso a esa distancia pudo percibir el aroma de su amante provocando un peculiar malestar, Clark en verdad quería llegar y abrazarlo, hundirse en su amor como los navíos en los mares desconocidos. Porque ahora sentía un anhelo burbujeante que a pesar del tiempo le seguía escociendo las entrañas.  


Como cualquier ser vivo, Clark solo quería sentirse amado.

Notas finales:

Los quiero. 
:')

 

 


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