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Ya había pasado más de una semana desde que Sinbad se atrevió a revelar su secreto ante todo la escuela, fue el tema de la semana ante gran revelación. Si es que antes el de orbes dorados ya era popular con la población femenina ni que decir ahora con la masculina, ya que los chicos lo admiraban por ser el presidente del consejo estudiantil. Ahora ya tenían un motivo más ahora con el fin de acortejarlo.
A pesar de eso, solo había alguien en todo el lugar que no estaba con el mejor ánimo del mundo debido al chisme, ya que en cierta forma él era el causante de la situación.
Pero él no está enojado contigo -Era la tercera vez que le decía en el trascurso del día, de toda la semana. De todas formas, entendía el sentir de Hakuryuu ya que realmente el rubio que tenían en común por amigo no le dirigía absolutamente la palabra- Recuerda que también ha estado con su padre... -Esto último se lo decía mientras palmeaba suavemente su espalda-
-Sonrió de forma cansada hacia el peli azulino el cual lo veía preocupado- Espero que tengas razón Aladdin… “Porque si no es así… Ya no sé qué hacer” -Era su pensamiento al sentir unas inmensas ganas de llorar, pero también su orgullo se lo impedía-
El más joven estuvo a punto de decirle otras palabras de aliento, hasta que un borrón rosa se le fue encima. Sus labios estaban siendo profanados de una forma deliciosa, a la cual de inmediato correspondió a aquel beso subido de tono. Sus lenguas peleaban por tener control de la situación que por cierto el de cabellos rosas comenzaba a ceder más que nada, ya que de esa forma le encantaba que su no tan pequeño novio se portara de forma posesiva y demandante en estos momentos.
Ah~-Fue el gemido que soltó al sentir como el de orbes azules acariciaba por debajo de su camisa su cadera, en respuesta se movió restregándose contra el cuerpo debajo del suyo- Niño mugriento~ -Suspiro mientras jadeo ante el pequeño placer que sentía-
-Ahogo un gruñido al sentir como el de orbes rosas se restregaba contra él, tenía un gran autocontrol en muchas cosas por las cuales es admirado pero en cuanto tenía su novio que ver, parecía que todo se iba a la basura- K-Kouha-kun -Apenas pronuncio, sus manos las empezó a deslizar hacia arriba subiendo la playera contraria que le obstruía de tocar ese tentador cuerpo-
¡No están solos!
Fue el grito que retumbo en el lugar, ese había sido nada más y menos que Hakuryuu sabía que tan cariñoso se ponía su primo con su amigo, pero una cosa era verlos melosos y otra muy distinta ya verlos en acción cuando los dos era unos pervertidos sin remedio que le daban rienda suelta a ala reata.
-Le dio un pequeño beso a Aladdin para dirigirle una mirada divertida al azabeche- Arruinas el momento mi querido primo -Miro a los lados como si buscara algo importante solo haciendo fastidiarlo, cosa que estaba consiguiendo- ¿A caso el unicornio sigue enfadado contigo?, eso solo explica tu mal humor a falta del placer carnal -Y para darle el toque final movió de una forma sugerente su cadera, no solo moviéndose encima de la persona que estaba debajo de él, de cierta forma estimulándolo-
¡Cierra la boca! -Sus cambios de humor no ayudaban en lo más mínimo ocasionando que casi se le abalanzara, casi porque ahora era retenido por unos brazos lo rodeaban mientras sentía un pecho contra su espalda, sentía el latir de su corazón de forma rápida por la cercanía de la persona que lo tenía retenido- ¡Suéltame! Le voy a desfigurar ese maldito rostro -Pero aun así la colera era más fuerte y sus instintos también-
-Sentía su rostro arder por la vergüenza primero estaba ayudando a su buen amigo, para después terminar en tremenda situación con el Ren de cabellos rosados y más con tremendo problema entre las piernas, el cual por nada del mundo pasaría por alto en hacer responsable a su novio- N-Nos v-vamos -Y en un rápido movimiento se quitó al chico de encima de él, pararse y cargarlo como un costal de papas, camino deprisa claro sin antes decir- Perdón Hakuryuu-niisan, te lo encargo Alibaba-kun -Sin más se fue de ahí con el rostro más rojo y vivo si podía ser posible-
Aladdin quizás se había llevado a Kouha el cual iba maldiciendo que él no era un cobarde y podía también golpear al azabeche, aunque prácticamente estaba siendo ignorado de forma olímpica por su novio porque a pesar de que no se habían visto y estado solos tanto por los exámenes y el último proyecto escolar, no estaba en absoluto nada bien la escena que acaban de montar.
Hakuryuu se quedo con el que rubio que había estado provocando una angustia por el resto de la semana, se sentía en cierta forma relajado al sentir el calor del contrario, sin embargo, eso no quería decir que no estuviera preocupado por si estaba enojado con él. A parte de que él también se encontraba molesto.
-Removiéndose se zafó del abrazo de Alibaba encarándole, el rubio se encontraba sereno, frunciendo el ceño lo miro- ¿Al fin piensas responderme?, si me equivoqué -Sintió su voz temblar a pesar de que su rostro se encontraba inexpresivo porque a final de cuentas Sinbad tenía algunos problemas después de ese día- No sabía que también el fuera igual que yo, a pesar de eso me sentí mejor de no estar solo ese día… -Miro al suelo ya que el otro en ningún momento lo interrumpió y su expresión tampoco cambio en lo más mínimo, haciéndolo sentir de lo peor, el nudo en la garganta que sentía del llanto que trataba de contener estaba empezando a ceder- Odio a ver nacido así… Aborrezco mi exis…
Hakuryuu se quedó callado al sentir como esta vez Alibaba lo abrazaba con más fuerza, sentía como una que otra lagrima empezaba a salir de sus ojos y recargaba su rostro en el hueco que se hacía entre el cuello y el hombro.
-Dejo salir un suspiro mientras acariciaba su espalda- Estuve ocupado resolviendo unos “problemas” de la escuela, pero también estuve con mi padre en la empresa -Su voz era calmada y tranquilizadora, sentía como el de ojos azules comenzó a temblar- Perdóname por no saber cómo digerirlo, por muchos años nos costó a mi padre y a mí que nadie, se diera cuenta de la verdadera condición de Sin.. -Recargo su boca en la cabeza del azabeche para suspirar- Pero me alegro saber que él también se siente bien ahora consigo mismo, el a ver hecho esto si quizás las cosas no serán las mismas, pero lo veo más feliz -Beso la coronilla de su amigo- Gracias Hakuryuu
Esa semana el rubio se sintió el imbécil más grande del mundo al ignorar totalmente al azabeche, sus llamadas y mensajes los pasaba de largo en una parte era porque estaba aún molesto, pero también fue porque a la empresa llegaron propuestas de matrimonio arreglados para Sinbad, aparte de que nadie se dio cuenta… Bueno en realidad solo su amiga peli roja ya que la chica salió a ayudarle (cabe decir que ya no lo dejo hacer nada). Algunos chicos de la escuela estuvieron acosando a Sinbad sin que este se diera cuenta, en una parte algunos eran tranquilos, pero había un pequeño grupo el cual ya tenía incluso fotos del de orbes dorados desnudo, cuando se percató de esto les quiso poner un alto, terminando envuelto en constantes peleas y quedando sus puños al rojo vivo. Nadie tenía porque estar detrás de esa forma de su adorado hermano mayor, nadie.
-Al sentir más tranquilo se separó de nuevo el rubio para ahora mirar a otro lado avergonzado- Ni creas que con esa excusa barata te perdonare yo… -Sentía unas mejillas arder-
-Sonriendo al ver al repentino cambio del chico- ¿Ni pastelillos?
El chico al ver como el otro se le iluminaba su rostro al oír eso no pudo evitar reír ante tal gesto, ganándose los gritos del otro, si ya todo había vuelto a la normalidad.
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Ah~ -Los gemidos que salían de su boca en algún momento dejo de contenerlos, con el de cabellos azul siempre fue así, no podía evitar ser ruidoso- ¡Aladdin! -Grito al sentir como golpeaba de nuevo ese punto que le hacía delirar, enterró las uñas en la espalda del más joven-
-No pudo evitar gruñir al sentir aquellos rasguños quedaban marcados en su espalda, en respuesta volvió a embestir al de cabellos rosas. Teniendo cuidado también en no lastimarlo- K-Kouha -En esos momentos se le olvidaba los honoríficos, sentía como cada vez más su miembro era apretado por la estrecheces de su pareja. Llevo una de sus manos al miembro del de orbes rosas y comenzó a moverlo al ritmo de sus embestidas-
Los gemidos entre mezclados y el chapoteo que se escuchaba cuando ambos cuerpos chocaban retumbaba de fondo del salón de ciencias, estaban encima del escritorio del profesor. Hasta que ambos jóvenes llegaron al clímax uno viniéndose entre ellos y el otro en su interior. Aladdin con la respiración agitada cargo al más bajo hasta que este le pidiera que lo bajara, ese tipo de actividades un poco intensas hacia que no pudiera de momento mantenerse de pie.
-Tenía su frente recargada en el pecho del chico mientras ya su respiración se regularizo, comenzó a reírse- Cada día lo haces mejor~ -Se sostenía ya que en cuanto el otro lo cargo paso sus brazos por sus hombros, alzo su rostro para ver el sonrojo del chico y le dio un beso corto-
-No importaba cuantas veces lo hicieran, aun no podía acostumbrarse totalmente ver al otro desnudo y cada gesto que ponía desde el más atrevido hasta el más inocente- Kouha-kun tenemos que dejar de hacerlo en la escuela -Sentía pena por si algún día quien los descubría era su padrino Ugo, el cual se infartaría de que ya hubiera perdido su inocencia-
Y de nuevo ahí estaba viéndose Aladdin como el niño pequeño del cual Kouha conoció y empezó a enamorarse de el con el pasar de los años, el de cabellos rosas riéndose de la situación, le pidió que lo bajara mientras ambos empezaban a limpiar el desastre que habían causado. Ya bien vestidos y con el salón limpio, caminaron para poder salir de ahí, aunque ambos se quedaron congelados al escuchar pasos por el pasillo, por lo regular a esas horas no había nadie por los salones de ciencias más que temprano, claro solo había alguien que a veces estaba bastante tarde.
“Pensé que no había tanto presupuesto para esto”
Ambos se pusieron pálidos al escuchar la voz de Ugo, más Aladdin que ahora comenzaba a preocuparse por la reacción de su padrino, si los encontraba en semejante situación.
“¡Claro que lo hay sensei!, el festival escolar fue de mucha ayuda para esto. Y con los resultados obtenidos dentro de dos meses podrá ser la feria de la ciencia, ya algunos chicos lo habían solicitado. Así que en cierta forma necesitamos a alguien con más experiencia en el campo para que nos ayude a que esto salga bien”
Los dos solo sentían como la respiración se les hacía más pesada más al tener a ambas personas hablando a fuera del aula.
“S-Si es el caso, e-estare encantando de ayudar”
Ambas voces se fueron alejando del lugar, para alivio de los otros. En eso un tono de mensaje fue del celular del de ojos azul del que provino, lo saco para ver de quien era.
“Ten más cuidado en donde se ponen ambos cariñosos, ahora están obligados en ayudar en esto. Es difícil de persuadir a tu padrino Aladdin”
-Sonrío al ver que Sinbad le había salvado el pellejo, en cierta forma, ayudada el ser el presidente del consejo estudiantil - ¿Te gusta la ciencia? -Decía esto sin despegar sus ojos de su celular-
-Primero miro con extrañes a Aladdin para después ver sobre su hombro el celular y leer, poniendo una cara de horror- ¡NOO!
Y eso les pasaba por andar de calientes en donde no deben.
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-Caminaba agotado por el pasillo, aunque las clases ya terminaran el todavía debía ponerse al corriente del papeleo- “Como odio esto” -Pensaba el joven de cabellos morados- Tengo sed.. -Pronuncio en voz más baja y antes de llegar a su destino fue hacia una máquina de sodas, hecho las monedas y se decidió por una de cereza, cuando obtuvo lo que deseaba retomo su camino-
Cuando comenzó a beber, el sentir las burbujas para después dar paso al dulce, aunque algo agrio, el sabor de la cereza fue un gran festín para su paladar. Le relajo en cierta forma, si no fuera por Ja’far y Yamurahai que lo mantenía encerrado en la sala de las reuniones, estaría en pánico. Le han llegado propuestas de matrimonio, aunque su padre Rashid se esmere en ocultarlo, por parte de la escuela las cartas y dulces habían aumentado de una manera exagerada. Ni que decir del acoso al que fue sometido, gracias a Ali, la pequeña Morgiana, Aladdin, Drakon, Hinahoho y más amistades cercanas sacaron todo su arsenal de amenazas las cuales fueron efectivas.
Sabia defenderse solo, aun así, el detalle es que la presión fue más fuerte para él, sin embargo, no se arrepentía de haberlo hecho. No solo porque ayudo a alguien más a no sentirse inferior por ser doncel, se sentía libre ya no mantener ese secreto.
¿Podemos hablar? -Logro tomar del hombro al chico de cabellos largos antes de que se fuera-
-Casi escupe la bebida del susto, pero al ver quien era, le regalo una gran sonrisa, la cual solo le regala a sus amigos más cercanos y familia- Para ti siempre tendré el tiempo del mundo
Ambos jóvenes comenzaron a caminar mientras se dirigían a la azotea para tener un poco más de privacidad, se conocían desde el kínder y al principio no se llevaban bien pero ahí estaba la muestra de amistad de tantos años. Siguieron platicando hasta que el de cabellos verdosos se quedó callado viendo fijamente.
-Comenzó a incomodarse por la mirada penetrante que en estos momentos Drakon le dirigía, estuvo a punto de desviar la mirada, pero aun así actuó como solo él lo haría- ¿Qué?, ¿Deslumbrado por mi belleza? -Haciendo un movimiento de mano para balancear su cadera de un lado a otro-
Y el de cabellos morados no se dio cuenta que, aunque lo hacía con el fin de bromear, fue un gesto hipnotizan te para su amigo el cual si desvió la mirada sonrojado.
Tu sabes bien sabes que me gustas -Con la seriedad que se le caracteriza se lo dijo sin titubear a pesar de su corazón golpeaba de forma fuerte contra su pecho- Hace dos años me dijiste que era imposible ya que no podrías darme una familia -Cada palabra estaba cargada de tristeza al recordar su rechazo claro siendo que el otro fue cuidadoso con sus palabras, aunque no quitaba el hecho de que se deprimió por bastante tiempo- Abras tenido tus motivos para ocultar que eres Doncel pero no quiero perder la oportunidad de intentarlo de nuevo -Suspiro para tranquilizar sus nervios- Sinbad… ¿Serias mi novio?
-Su rostro estaba totalmente rojo, aun recordaba aquella situación lo cual por mucho tiempo lo hizo estar culpable sin embargo no lo podía ver como algo más, ya que toda su vida crecieron como hermanos – Yo no puedo... -Se sentía incómodo y no quería ser cruel, pero tenía que aclarar esto ya que no quería que el otro siguiera haciéndose más daño. Si para eso tenía que ser cortante, lo seria- Siempre te veré como mi herma..
Se quedó callado ya que tuvo que retroceder hacia atrás quedando su espalda en la pared, Drakon lo hizo retroceder, sus rostros estaban lo bastante cerca para besarse, Sinbad no negaba el atractivo del otro. Pero no podía cambiar el hecho de sus sentimientos como el otro quisiera.
Si te beso, ¿Cambiarias de opinión? -Le tomo de la barbilla para acortar la distancia que ya era escasa-
Su mente se quedó en blanco y solo atino a cerrar con fuerza sus ojos, sintió unos labios contra los suyos sí pero antes lo jalaron de forma brusca y cuando abrió los ojos se encontró con unos rojos. ¿¡Por qué carajos Kouen lo estaba besando!?
Maldita semana del carajo..
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