Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Easy Going por liuny

[Reviews - 105]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Easy Going

Capítulo 2:

— Draco, ¿En que estabas pensando? —Preguntó Snape conteniendo las ganas de dar un paso, alargar los brazos y ahorcarle—. ¿Por casualidad pensaste en lo que tu padre iba a decir cuando se enterara? ¿O es que tú intención es matarle de un infarto?

— Sev, estás haciendo demasiada alharaca por esto, he tenido millones de novias y novios, y tú no has mostrado mayor preocupación.

— ¡Hablaste de matrimonio y Potter encantado por la idea!

— «Mierda, creo que me pasé… ahora entiendo la alteración» Sever… —En esos momentos era cuando necesitaba a Potter, era bueno para crear mentiras rápidas.

— Toma asiento, mírame a los ojos, y dime ¿Qué carajos viste en Harry Potter como para proponerle matrimonio? —Ahora tenía que pensar en los argumentos, las palabras del Gryffindor llegaron más claras que nunca “no sabes nada de mí…” ¿Qué había visto en que sentido? Pajarearía un poco a Severus para pensar un poco.

— ¿En que sentido quieres la respuesta?

— No seas idiota Draco, te vi nacer, luego crecer, hasta ahora, sé todas tus mañas… —Le regañó. Maldijo en su mente, joder con el hombre. ¿Qué había visto en Harry Potter? ¿Qué era lo que decían algunas mujeres en Slytherin de Potter que le sirviera? Era el héroe de todos, eso era algo que no podía usar, normalmente lo criticaba con mucha frecuencia. No había pasado tanto tiempo como para descubrir alguna virtud en el Gryffindor, ¿Qué decía? Se suponía que tenían un año como novio y se negaba a preguntarle cuales creía que eran sus virtudes, un momento más y sonó el timbre que indicaba que tenías que entrar a clases.

— ¡Ya va a empezar la otra clase! Lamento irme, luego te contesto, te haré una redacción de dos metros de largo.

— Drac… —Pero no pudo terminar puesto que había huido de allí.

Llegó a encantamientos justo a tiempo, y se sentó en la parte más alejada del profesor, tenía todo el salón en su campo de visión, sin embargo, solamente miraba a Potter, era hora de observar intensivamente al moreno, no sabía que era lo que podía hacer Severus, y eso significaría que debía perder la apuesta… y sabría Dios que le mandaría a hacer Potter, no podía arriesgarse a eso. ¿Qué podría tener el Gryffindor como para haberle propuesto matrimonio? Está algo difícil, polos totalmente opuestos, era impulsivo, demasiado pasional, muy ‘bueno’. Demasiado Gryffindor. ¡Malfoy! Tampoco es que busques verdaderas razones por las que le propondrías matrimonio realmente.

¿Era el único que se le plantaba de frente y le decía que estaba mal? ¿Qué clase de razón era esa? Si eso era lo que más odiaba de Harry Potter, no lograr intimidarlo, que siempre estuviera un paso delante de él, cuando pelean jamás sentir ese odio latente en el ambiente y esa capacidad de decirte que estabas erróneo sin humillarte, Harry volteó y al verlo que estaba tras su persona, le guiñó un ojo aún manteniendo la sonrisa que aún sostenía de hablar con sus amigos, y volviendo a participar en la clase.

Esa sonrisa… había que admitir que cabía en el término tierna, lo que todo el mundo envidiaba del Golden boy aparte su trasero, la maldita sonrisa que siempre era capaz de mantener en su rostro sin importar como se sintiera, esa máscara que a su contrarío, mantenía felicidad, irradiaba paz y alegría. Sintió un vacío en el estómago cuando recordó aquel beso, el jamás pensó en algo más que, ser su novio para ‘molestarle’, pero ahora veía, pasando de la superficialidad, parecía que Harry lo que quería era un respiro a su mala actitud. O por más bizarro que fuera, hacerle entender algo que Él aún no lograba ver.

Cuando terminó la clase, en ningún momento se dignó a detener la línea de sus pensamientos, luego tuvieron transformaciones, y de allí al almuerzo, todos estaban saliendo cuando escuchó a alguien llamándole ¿Quién podría ser? No era ni Pansy, ni Blaise, era un hombre, pero, su amigo no tenía ese tono de voz, así que se volteó queriendo matar a quien lo detuvo, tenía mucha hambre, el hambre lo ponía de mal humor.

— Potter, que raro, Miss inoportuna.

— No sé para que me molesto, pero, Malfoy, no te recomiendo que vayas al gran comedor.

— ¿Puedo preguntar por qué?

— ¿Cómo que porque? ¡Parvati y Lavender saben de nuestro noviazgo! ¿Quieres comer o morirte de una embolia?

— Potter, mi estómago exige comida, y aquel que se atreva a hablar, estará en serios problemas.

— Vez por eso es que decía que no aguantarías ni un minuto en mi vida… vamos, te llevaré a comer a otro lugar…

— ¿Nuestra primera cita? —Dijo burlón.

— Merlín Malfoy, si nadie te lo ha dicho, te lo digo yo ¡Termina de crecer!

— Yo no fui quien empezó con esto.

— Aceptaste, en ningún momento te obligué, te recuerdo que en ese momento estaba medio incapacitado.

— ¿Te rindes?

— ¿Te di a enteder eso? Perdón, pero, no. Ya estoy demasiado acostumbrado como para prestarle verdadera atención a tus palabras… te estoy ahorrando un mal mayor, luego podrás alardear todo lo que quieras.

— Pobre.

— Malfoy ¿Alguna vez ha pensado dejar por cinco minutos de ser un cabrón?

— No, es parte de mi encanto.

— El ego… —Dijo como quien no quiere la cosa.

— ¿Dónde estamos?

— En las cocinas, y SI, por hoy un Malfoy se va a dignar a comer con Harry Potter, entre elfos domésticos, así tenga que utilizar la Imperius…

— «Y me regaña ahora, que no tenía pensado decir nada…» —Pensó sorprendido.

1

Se sentó en uno de los bancos que estaban dispuestos en los terrenos de Hogwarts, tenía un libro en la mano, pero, lo soltó a su lado recostándose en el espaldar y cerrando los ojos, maldita semana tenía que dar gracias a los grandes por concederle el tan ansiados sábado, una semana de pesadilla, hasta la profesora Mcgonagall lo había llamado a su despacho para preguntarle ¿En que estaba pensando cuando decidió decirle que si a Malfoy? Todo el mundo había sacado por conclusión que Draco Malfoy se le había declarado, ajá…, dudaba que ese ser le dijera a alguien te amo, sinceramente algún día. Abrió el libro, hoy no estaba su ‘noviecito’ a la vista, así que empezó a leer.

No había pasado ni una hora de estar concentrado en su lectura, cuando Malfoy apareció en el patio, sin ninguna intención de buscar al niño-que-vivió, es más quería estar solo, ciertamente tenía que admitir, que era un dolor de cabeza andar con Potter, nunca lo dejaban en paz ni por un momento. Pero, admitir eso, sería la derrota, pero, lo vio, allí estaba tan tranquilo leyendo un libro, y como la carne es débil no aguantó la tentación de irle a molestar.

— ¿Cómo está el novio más bonito de la tierra? —Le preguntó pellizcándole una mejilla.

— ¡Por dios! —Dijo quitándole la mano, sobresaltado—. ¿Malfoy? ¿Qué demonios quieres? ¿Matarme de un infarto?

— No, venir a in concordarte un rato, ¿No puedo? —La marca de un pellizco ‘juguetón’, se formó inmediatamente en la mejilla del moreno.

— Eso me dolió… oye, cuando quieras hacerme daño avisa para estar preparado.

— Pobre Potty.

— ¿La madre ocio llamó a tu puerta?

— Se le podría decir.

— ¿En que puedo servirte? —Dijo volviendo a leer, no tenía ganas de pelear hoy, su cabeza no daba para encontrar argumentos hirientes con que batallarle.

— Tengo una pregunta —Soltó de repente sin siquiera darse cuenta. El ojiverde interceptó sus miradas—. Ahora que sean dos.

— Se cae el mundo ¿Qué me quieres preguntar? —Le aceptó con mucha curiosidad.

— ¿Qué verías tú en una persona para pedirle matrimonio? —La pregunta era perturbadora, pero, la tenía que hacer, hoy era la reunión con su padrino y aún no tenía como responder, y eso que había estado dándole vuelta desde el lunes.

— ¿Yo? Antes de ver, pediría un acta firmada y notariada, que se casa conmigo bajo su responsabilidad… —Dijo con un toque de humor negro en la frase.

— Estoy hablando enserio.

— ¿Qué? Yo también.

— Potter, estoy hablando de cuales son los requisitos, que necesitaría una persona para que te casases con ella.

— Una equivalencia de mí poder.

— ¡Potter! Estoy hablando enserio, ¡¿Cómo carajos sabes que te has enamorado!? Y este es tan profundo que te impulse a pedirle matrimonio —Le lanzó sin contemplaciones.

— Pues, sus virtudes… —Dijo sopesando la respuesta—. Sentir ese cosquilleo o mariposas en el estómago cuando estás con esa persona. Malfoy, que cuando proyectas tu futuro quieras estar con ella. ¿Qué haces preguntándome eso? ¿Te flecharon? Te recuerdo que la bigamia, en el mundo mágico y el muggle, está prohibida…

— Eres insoportable.

— El burro que hablando de orejas. ¿A quien le vas a pedir matrimonio?

— Creo que dije sin darme cuenta que me iba a casar contigo, y ahora tengo que decirle a Severus que fue lo que vi en ti.

— Buena suerte, Severus Snape, no ve nada bueno en mí.

— Entonces ayúdame.

— Malfoy, que uno mismo se diga sus virtudes es un problema de narcisismo.

— No puedo contigo. Sobrepasas mi límite.

— ¿Vez alguna cualidad en mí? —Chasqueó la lengua moviendo la cabeza negativamente—. Mejor adviértele que es una apuesta, no tiene caso que busques cualidades positivas, si eso, es lo que más odias de mí persona ¿Podría seguir leyendo? Si no te molesta… por fa. No fue una semana agradable, y solamente porque mi vida, tiene que estar en boca de todos. Buenas tardes, ‘Draco’ —Se levantó de allí, dejando que la túnica negra cayera en su sitio, y se alejó de allí, dejando al rubio pensativo.

2

— Pensé que no ibas a llegar nunca —Le reclamó el pocionista, mirando entrar a su ahijado.

— Perdón, me entretuve hablando con… Harry…

— ¡Oh buen Merlín! ¿Ahora llegas tarde por Potter?

— Algo así —Le respondió sentándose al frente, miró a la chimenea, ¿Ahora que hacía? Potter, también podía haberle dichos a sus amigos la farsa, y en vez de eso se aguantó su mal humor, el problema en cuestión era Lucius Malfoy.

— ¿Cuáles fueron las razones por las que le pediste matrimonio a Potter, Draco Malfoy?

— No le pedí matrimonio.

— ¿No? Pues yo escuché que sí.

— Escucha Sev, Él me dijo que a ti te dijera la verdad, pero, mantén la boca cerrada.

— Ya me olía a truco sucio, no la abriré…, lo que hagan es su problema.

— Bien, hace una semana, estábamos peleando en un pasillo poco concurrido, algo dije, no recuerdo exactamente que fue, pero, Potter, me retó a que aparentara ser su novio, porque no me creía capaz de que yo pudiera estar en su vida por más de un poco tiempo, así que empezamos una especie de farsa, el que rompa el reto primero, o yo acepte lo que dijo, deberá hacer algo que el otro quiera… por eso te pido que no digas nada, no sé que me mandaría a ser Potter, si llego a romperla yo.

— ¿Cuánto tiempo es esto?

— Hasta que alguien la rompa.

— ¿Por qué aceptaste? ¡¿Estás loco?!

— Estaba en juego mi orgullo ¡¿Qué querías?! Además, debo admitir que en ese momento tenía demasiada adrenalina corriendo en mi cuerpo.

— Hay Draco, no te voy a regañar, pero, esto se te puede salir de las manos.

— Claro que no, es un simple juego, una estúpida apuesta.

— ¿Qué le digo a tu padre si se llega a enterar?

— No lo sé. Lo que quieras, Él no está dentro de la escuela.

3

— En serio ¿Es imposible que tengas la corbata arreglada? —Le preguntó Draco, arreglándole el nudo.

— ¿Qué importa? ¡Deja de arreglarme!

— ¿Harry?

— ¡Mione! —Le dijo dando un pequeño brinco, y mirándola con una sonrisa nerviosa—. ¿Qué sucede?

— Hablar contigo ¿Por qué tan a la defensiva?

— Por nada ¿Para que soy bueno?

— ¿Sabes? Ustedes son la pareja más utópica que jamás he conocido en este mundo.

— ¿Por qué dices eso?

— Todas las veces que los he visto ‘juntos’, Malfoy lo único que hace es arreglarte, nunca están agarrados de la mano, o con una actitud ‘cariñosa’ —Le explicó esta expectante, Harry se cernió al brazo de Draco poniendo la cabeza en su hombro, le agradeció al rubio no haber dado un bote.

— Lo lamento, pero, le molesta que tenga el nudo de la corbata desecho ¿Hablamos aquí o caminamos?

— ¿Con él? —Preguntó consternada.

— Sí Hermione, con él —Empezaron a caminar, ninguno de los tres hablaba, pareciera que la prefecta estaba escogiendo muy bien sus palabras, el moreno no le había soltado el brazo en ningún momento, sin embargo, no le pareció desagradable.

— ¿Por qué decidiste no entrar en la orden? —Preguntó de repente y muy de sopetón, el Heredero de Gryffindor paró en seco.

— ¿Por qué me preguntas eso?

— Porque no comprendo, hace un año cuando llegó la carta, tú te negaste rotundamente, yo pensé que luego de un tiempo aceptarías —Le dijo con tristeza o algo muy parecido, Harry empezó a jugar con el brazo de Draco, movía los dedos frenéticamente acariciando la piel del heredero Malfoy, mientras veía lo que hacía ausentemente.

— ¿Te importa que haya rechazado la oferta?

— ¡Pensé que querías destruir al Lord!

— ¿Es necesario que esté en la orden? Escucha Hermione, no te ofendas, pero ¿Si yo me negara a ser el salvador del mundo mágico ustedes seguirían siendo mis amigos? —Pronunció con voz algo recriminante, dejando algo desestabilizada a su interlocutora. Draco simplemente escuchaba, hasta pensaba irse de allí, estaba escuchando una conversación demasiado privada, pero Harry no parecía darse cuenta que era su brazo en el que buscaba apoyo.

— ¿Qué cosas dices? ¿Ahora que vas a insinuar Harry Potter?

— Nada, lo lamento, fue una pregunta capciosa. Por más que duela decirlo yo esta guerra no soy más que un trofeo, Él que lo tenga gana, punto. Ciertamente prefiero destruir a Voldemort —Alteración normal—. Antes que caer en sus garras, pero, no tengo pensado estar subyugado a Dumbledore.

— ¿Y por eso te hiciste novio de Malfoy? —Preguntó con creciente ironía.

— ¿El hecho que salga con Draco Malfoy quiere decir que me voy a ir al otro lado? ¿Eso es lo que estás insinuando? —Le dijo soltando a su novio y mirando a Hermione, con plena calma, pero, en sus ojos se denotaba una frialdad que el rubio jamás había visto en esos ojos que parecían haberse vuelto dos esmeraldas enterradas en el ártico—. ¿A eso viene todo este alboroto?

— No estoy alborotada, te estoy haciendo una pregunta civilizada, tampoco es para que pierdas el control de tu magia… —Le dijo dejando entre ver sin querer un miedo en la voz. El ojiverde lo percató al igual que el rubio y entrecerró los ojos.

— Merlín… no lo puedo creer ¿Me tienes miedo? ¿Crees que te haría daño? —Preguntó incrédulo—. ¿Seis años y crees que accionaría mi magia o te pondría una mano encima? ¿Qué clase de insano me crees Herm? —La castaña titubeó, Malfoy, no se lo podía creer—. Por el amor de Dios, Hermione; respóndeme. ¿Crees que sería capaz de dañarte? —Pero, nada que respondía, entonces recordó algo, en las vacaciones antes de comenzar su sexto año, aquella vez que casi los mataba a todos en el Grimmauld Place, por una pérdida de control que tuvo con su magia. Pero, eso fue hace casi dos años.

— Lo siento… Harry… —Le dijo y salió corriendo de allí sin mirar atrás dejándolo pasmado y sin poder decir nada.

— Potter —Le dijo con cuidado Draco. El aludido lo miró—. ¿Estás bien?

— ¿Te lo parezco? Me acabo de enterar y por un error que una de las personas que considero mi hermana, me teme… Malfoy, si es que tienes un resquicio de corazón o una mísera de dignidad, olvida lo que acabas de escuchar.

— Escucha —Le dijo agarrándole del brazo—. No creo que ella te tenga miedo… —No supo que fue lo que le impulsó a hacer eso—. Es Granger, ella es capaz de dejarte tirado con un conjuro…

— Eso no te queda…, vi tu cara, percibimos lo mismo, no me vengas con eso, ¡Merlín! Cuando dije que no sabías nada de mí no pensé que estuvieras tan perdido. Tú papito trabaja en el ministerio ¿No has oído nada de lo que dijo el ministro de mí luego del enfrenamiento con Voldemort antes de terminar el sexto año? —Draco hizo memoria aún sin soltarle, algo había dicho su padre, sí, en ese momento andaba con una sonrisa sádica muy propia que no presagiaba nada bueno, ‘Potter había logrado desarmar al lord, logrando huir salvando la vida de sus dos amigos, y ahora el ministerio lo cree una amenaza’.

— Algo oí… —Dijo soltándole ¿Derrotado? Pero no pudo decir más nada, ya que el moreno empezaba a alejarse, se llevó una mano a la cabeza, y se alisó un mechón de cabello ausentemente, alejó todos los pensamientos que rodaban por su cabeza y reemprendió su camino, Potter se le estaba calando en lo más profundo de su subconsciente y nada parecía detenerlo.

TBC


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).