——Pero...pero... ——intentaba replicar el castaño.
——No te di permiso para que hablaras ——gruñó molesto——. Esta noche eres mío Bucky, esta noche soy tu dueño y esta noche vas a obedecerme completamente.
Y James lo supo, supo que debía actuar como un chico dejado, que debía gozar de los castigos, de los estímulos y de todo aquello que Steve le daría.
Porque Natasha se lo había advertido y en esto dejo claro que aquello no era ningún juego.
Arrodillado frente al otro, una vez que por petición de el rubio se encontraba chupando su pene, succionando este entre sus labios, ya rojos y empapados de aquel característico líquido.
——¿Te gusta? ——Bucky gimió en respuesta, tampoco es como que pudiera hablar——. ¿Te gusta como follo tu boca?
Steve separó su miembro un momento, quería oír las palabras de aprobación, quería escucharlo estando así.
Tan dispuesto ante él.
——Sí, Capitán Rogers.
Y volvió a hundir su miembro en aquella boca, dando estocadas repetidas veces.
Una, dos, tres, cuatro... Parecía que nunca sería suficiente.
No hasta que por un momento Bucky volvió a succionar con fuerza y eso bastó para hacerlo venir en abundancia.
Dejó caer todo su esperma esparciéndolo en los labios del soldado, hasta que terminó.
James jadeando y tratando de reponerse pero sin articular ni una sola palabra pues sabía que eso meritaría a quizá una serie de castigos.
Nunca creyó que llegaría a conocer esta faceta de Steve, tan posesivo y dominante.
——Levántate y espérame en la cama.
Y obedeció, como todo un sumiso se sentó ahí simplemente sin decir nada y esperó.
Al menos hasta que Steve llegó con una caja en sus manos y solo con su ropa interior puesta.
Reconoció aquella caja, era la misma que llevaba Nat cuando le trajo ahí, sabía más por curioso que por que la pelirroja le hubiese enseñado.
Cuando Steve sacó el contenido, su mirada se fijó en el extraño objeto con una forma muy similar a su hombría, era azul y tenía un botón en la esquina. Eso fue algo que le intrigó demasiado, en efecto quería saber qué podría hacer con eso.
——Oh, así que quieres que usemos este, ¿eh? ——le alentó sonriendo el rubio, el otro contestó un mismo "Sí, Capitán Rogers"——. Y lo haremos Bucky, recuéstate en la cama y abre tus piernas un poco.
Si antes no tenía ni idea de para qué funcionaba ahora se encontraba realmente impresionado
Steve había metido aquel objeto en su trasero, causándole un verdadero dolor, pero no era todo pues este empezó a vibrar dentro de él. Era una extraña pero agradable sensación.
——C-capitán Rogers... ——susurró entrecortado——. Se siente muy bien.
——Ah, ¿sí? ——aumentó el nivel de vibraciones a uno más fuerte, Bucky gritó de placer——. ¿Te gusta esta sensación?
——Mucho, quiero más... ——suplicó entrecerrando los ojos, por estos corrían pequeñas lágrimas.
Y Steve le dio más, acariciando el miembro del castaño hasta que estuvo a punto de llegar a su orgasmo.
Pero no le dejaría venirse, no era tiempo.
Sin embargo, ocurrió, el soldado se vino con abundancia manchando su vientre, y el capitán le miró con desaprobación.
——L-lo siento, capitán...
——Date la vuelta, ahora.
Obedeció, quedando boca abajo sobre el colchón.
Esa sería una noche muy larga por el castigo que de seguro tampoco sería nada agradable.