Catherine y yo, estábamos frente al cuerpo inerte de Eva, sujeto las manos de esta y rapidamente ingreso en un mundo diferente.
...
Cuando hable con Catherine minutos antes de entrar a la sala, encontre y descubri que el diario de Eva. el que ella misma me habia mostrado durante aquel dia, cuando ni ella misma sabia quien era, o que estaba detras de su estado fantasmal.
Descubri no solo que Lo habia enterrado en el patio, sino que tambien el nombre de Eva, era otro, habia un trasfondo perturbado, nublado y oculto. ¿Hasta que punto debia involucrarme?, se volvio confuso; ya que a veces no recordaba cosas, y no pensaba con claridad. Unicamente tenia a Eva en mi cabeza.
Rebeca no habia levantado cargos, pero si se limito a permanecer lejos. No volvimos a hablar. Queria entender su decision, pero solo me enoje mas con ella. Me limite al silencio y a perder la cordura. Si Eva, podia manipular mi cuerpo a su antojo, habia tomado la decision correcta. Me preocupaba no solo Rebeca, pense en David y en mi madre. Ella habia dicho que nada nos haria daño, pero Eva lentamente me mostraba el lado mas oscuro de su alma.
La habia visto años atras cuando en el correccional. Me vi, rodeada de mis peores pesadillas. Algunos dicen que cambian, yo cambie... pero deje una parte ahi dentro. y tal vez ese quiebre fue lo que me permitio conocer a Eva. Realmente queria cambiar... habia cometido errores, pero queria ayudarla.
Si lo que habia dicho Catherine era verdad, esto solo podia solucionarse, cuando Eva finalmente muriera. Pero para que ello ocurriera, debia firmar la uncia persona que todo este tiempo velo por su seguridad. Y esa no era mas que la pareja de su madre. Elizabeth. Catherine se habia adelantado y habia hablado con ella, hace unos dias a tras. Y finalmente firmo. No pregunte por respeto, ya que debio ser duro que ambas hayan dejando sus diferencias de años, para firmar un acuerdo donde la perderian.
Era algo tan delicado que me temblaban las manos.
Cuando vimos como ingresaba la enfermera con una inyeccion, aquella con la que todo esto terminaria. En un arrebato, me interpuse entre ambas. Ninguna me detuvo. No pude preguntarme... si estaba haciendo lo correcto por decidir tan egoistamente por ella. Queria verla, queria preguntarle que habia sucedido, todos parecian saber algo que yo no. Queria escuchar su voz. Queria no sentirme tan mal, por lo que estaba apunto de ver. Ella era mi amiga.
Me sentia rodeada de arboles de tanto verde y un calido cielo azul. Que comence a dudar, pero cuando la vi. Camine hacia ella que estaba acostada, hecha un ovillo y en total silencio.
-¿Que haces aquí?- me pregunta sin mirarme.
-Vine a buscarte- dije acercando mi mano hacia su cuerpo.
-Deberias ya saber que es tarde, estoy perdida entre la vida y la muerte.
-Lo se, pero lo que quiero saber es ¿Por qué sucedió esto?- le pregunto tomando su mano.
-No lo se.
-Esta bien, empecemos por donde lo dejamos la otra vez, ¿lo recuerdas?… habíamos hablado sobre la causas principales detrás de tus recuerdos fugaces… ahora… Eva, quiero que me digas ¿Que sucedió con el chico con el que salía Catherine durante su adolescencia?- pregunto sin demostrar ninguna duda.
-El la dejó, y después de eso no supimos nada más- dice después de unos segundos del mas absoluto silencio.
- Sabes escuche que el joven fue encontrado muerto de 20 puñaladas en el pecho, ¿eso es verdad?- pregunte a Eva, quien seguía en el suelo.
-No lo sabía- dice Eva pensando.-¿ te das cuenta incluso él pudo morir adecuadamente?.Es increíble- dice mientras se sienta y me sonrie.
- ¿Por qué lo asesinaste?- insisto.
-Yo…no…- ella tapa sus oidos y rapidamente sus manos empiezan a estar empapadas de sangre.
-Me vas a negar que no fuiste ¿en serio? Por favor.
-¡No fui yo!- grita Eva haciendo que todo el entorno se oscuresca. – Catherine quería que lo hiciera, ella no paraba de decir cuanto lo extrañaba y el mal que le había hecho, ella quería volver a mi lado, que recuperáramos años perdidos, pero no pude, se que antes dije que pude perdonarla, pero no lo hice… jamás pude perdonarla… en mis manos tenía sangre de ese hijo de re mil puta, y no me sentía para nada apenada… Jamás dejaría que la volviera a tocar.
-Entonces era mentira que no recordabas quien eras, tus recuerdos… me fuiste mostrando tus recuerdos para que pudieras poseerme. Que ilusa fui, e incluso trate de ayudarte…
-No, Malena. Creeme jamás, jamás te haría daño… a ti no.
-¡Eva, abre los ojos, estas lastimando a la única mujer que has amado!. Estas ciega de odio y de resentimiento. No puedo ayudarte, nadie puede… tenemos que terminar con esta locura.
Eva se aprieta la cabeza, mientras grita de dolor en vuelta en una llama negra… teniamos pactado con Catherine que encuento tardara mas de 1 hora, le inyectarian el contenido letal.
-¿Que estas haciéndome?- pregunta adolorida. -¿Que paso? ¡Dime!…-
Aquella noche no moriste, caíste en un coma y tu consciencia se materializo en un ser fantasmal, esa eres tú, “Eva”. Estuve investigando y con Catherine llegamos a la conclusión de que estas bajo una maldición que te sentenciaste a ti misma… Catherine me recomendó…
-¿Catherine? ¿Que? ¿Has conseguido que viniera?- pregunta tratando con todas sus fuerzas de incorporarse
-Asi es.
-Bien, buena chica, ahora dejame verla- dice acercándose a paso lento, me toma de las muñecas y me las aprieta fuertemente.
- Eva no te desvies de lo que he venido a preguntarte… ¿Que sucedió?
-No te dire nada, hasta que no la vea- dice apretando sus labios.
-Una vez que me respondas, te dejare mi cuerpo a tu entera disposición- dije. Ella sonríe.
-Tal como lo dijiste, aquella noche antes de lanzarme al mar, maldecí haberme enamorado de Catherine. Maldeci haber nacido débil, maldeci todos esos años de dolor que me ocasionaban todos. Y prometi, solo una cosa, venganza… estuve años, y años buscándola, hasta que tu apareciste, desprendías ese mismo aroma, esa misma fragancia a ella que tuve que contenerme en hacerte daño. Estuve esperando el momento en que ese aroma que llevabas contigo me llevara a Catherine, pero en lugar de mi amada, me trajiste a su amorcito.
-hice bien, eras perfecta. solo una persona con tantos problemas como los mios, me entenderia, me ayudaria. fuiste muy util.
¿Como es que se llama? ¿Maria? Pregunta Eva con sus ojos abiertos y fijos en un punto en el suelo. Ella era perfecta para llevar a cabo mi plan, pero no tenía ni un solo fragmento en su alma, era tan tranquila, serena y amorosa; hasta que la pusiste en mi palma de la mano. Esta misma mañana cuando Catherine y ella venían en el auto, me permiti corromper una grieta que tu misma abriste, "los celos" y la "envidia" pueden ser tan letales. La verdad es que debería darte las gracias, si no hubiera sido por ti, jamás podría haberme desecho de aquella dulce joven enamorada. Eva empieza a reírse por lo bajo, hasta que empieza a soltar unas carcajadas tan espeluznantes que me devuelven a la habitación donde estaba Catherine, sujetando mi mano.
-¡María!- grito asustada mientras presiono la mano de Catherine con las mías temblando. -Algo malo le va a suceder, ¡Ve!…- dije mientras recuperaba el aliento, sentía como mi cuerpo sentía una violenta electricidad, luego ciento un violento empujón que me levanta por los aires. Caigo violentamente sintiendo como Eva, me aprieta el cuello.
-¿Que hiciste?- pregunta Eva -Espere mucho tiempo para esto, y tu lo arruinaste… no mereces mas que la muerte- dice enfurecida. -Siempre intrometiendose en mi camino, al igual que aquella chica, Rebeca, jamas podras amarla de nuevo, Estas rota, rota me escuchas, nadie te va a amar ¡jamas!
-Siempre lo supe, aun asi puedo hacer algo bueno por ti...y ahora lo se... te llevare conmigo… ¡Ahora, Catherine!- Eva me suelta, pero ya era demasiado tarde, las maquinas se habían detenido, aquellas maquinas que tenían presa a Eva, al fin la liberaron.
Eva permanece en silencio, mientras ve como su cuerpo vuelve lentamente a su color natural. Catherine sujeta la mano de Eva, mientras derrama un par de lagrimas. Mientras trato de recuperar mi aliento, escucho los murmuros de Catherine.
-Lo siento, lo siento tanto… perdóname… Te hice tanto daño… como pude…- murmura cabizbaja.
Se acerca a Catherine y acerca su mano hacia su rostro.
-No, tu no hiciste nada… yo tome la decisión equivocada, es todo. Años vague, buscándote para solo verte y decirte cuanto te extrañe… y de lo tonta que fui… lo siento…-Se gira y me mira. –Todo el tiempo tuviste razón, el amor es diferente y extraño. Es una pena que todo solo lo entienda ahora. Gracias- dice colocando su mano sobre mi pecho antes de desaparecer.
…
-Buenas tardes, ¿Estoy comunicándome con la residencia…?- pregunta una voz gruesa del otro lado del telefono.
-Si, Con su Madre habla...- dice la mujer con voz alarmada.
-Señora, su hija fue encontrada luego de una intensiva búsqueda, deambulando por la ciudad alrededor de las 3 am.
-¿Qué?
-Su hija, está detenida en la comisaria N** acusada de asesinato
-¿Qué está diciendo? Se ha equivocado… mi hija...
-Señora, si busca mas información la estaremos esperando. Debería acercarse lo mas pronto posible- dice y cuelga.
Su madre cuelga. Busca al pequeño David quien estaba en su cama dormido. Lo toma entre sus brazos y salen.
-Malena… Malena. ¿Que te paso hija?- pregunta alarmada tomando mis manos a través de la rejas. -Me llamaron esta mañana. Y te encuentro ¿así? ¿Qué hiciste? ¿Qué hiciste? Vuelve a preguntarme cada vez mas fuera de si. David comienza a llorar.
-¿Que quieres que diga ma?… Perdí la cabeza- dije cansada y cabizbaja.
-¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué asesinaste a aquella mujer?- presiono sus manos entre las mias.
-Lo siento.
-Malena te metiste en algo lo suficientemente hondo como para que pueda ayudarte, es todo… Es el fin. Te encarcelaran años.
- Lo sé, pero no podía dejarla como estaba, sola y perdida- dije con la voz tomada.
-¿De qué estás hablando, Malena?- mi madre me sujeta fuertemente y violentamente.- Ella estaba en perfecta condiciones, era una mujer saludable y fuerte. ¿Qué hiciste?...
El día del juicio… me invitaron a presenciar la sentencia de mi propia hija. Me dolía no poder entender que había sucedido… Ella misma no negaba que lo habia hecho.
La sentencia otorgada por el juez solo daba cuenta del remate que tenia en su trastornada cabeza.
Estaba perdiendo la cordura con tan solo 17 años. Fue encarcelada, pero no en cualquier cárcel, sino en un manicomio.
Algunos dicen que la pobre Malena se lo merecía, porque la curiosidad mato al gato, otros diran que la cantidad de quiebres en el alma de Malena permitió que tuvieran una muy buena relacion entre ambas. Algunos dicen que a la pobre Malena, empeoro ahí dentro en la habitación de aquella mujer que su cabeza no volvió después de que desconectaran a Eva. Otros dicen que al asesinar a Catherine, la llevo a la locura. Solo diré una cosa, y es que lo único que escribía Malena en el manicomio era un nombre, y solo uno. María.
Fin.