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Sutil cambio por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

¿Sobrevivientes?

ah... esta historia no es sad XD ... perdón, la costumbre 

Gózenlo 

 

 

 

 

Gokudera madrugó a la mañana siguiente, incluso exageró un poco porque el reloj marcaba las cuatro de la mañana y él ya estaba formalmente vestido, pero la ansiedad lo carcomía por dentro. Estaba consciente de que cierto par de individuos en la mansión estarían ya planeando sus estrategias de ataque, pero claro, él no iba a permitir que su amado décimo-amigo-platónico sufriera la incomodidad de lidiar con esas dos amenazas andantes. Él se había encargado de proteger la integridad de Tsuna desde que el propio Reborn le cedió esa tarea, incluso entrenó exhaustivamente para volverse inmune a la influencia de las feromonas de los omegas en su sistema. Todos sus esfuerzos estaban encaminados solamente a una cosa: conservar la pureza de la criatura más hermosa existente en esa tierra, su cielo.

Recorrió los pasillos con calma, revisando que nada estuviera fuera de lugar y fijándose en cualquier indicio de que alguien modificó algún lugar de la mansión. Se aseguró de que ni Mukuro ni Kyoya estuvieran cerca de la habitación de su jefe, ni siquiera en el mismo pasillo, tenía un perímetro de seguridad ya determinado para esas ocasiones. Ordenó a las sirvientas que le informaran inmediatamente si se presentaba cualquier imprevisto y les dijo que no molestaran al jefe si es que no era netamente necesario. Ni siquiera él se acercaría demasiado a la puerta de caoba adornada con detalles dorados, porque no quería incomodar a su jefe 

Obviamente todo el personal de la mansión sabía que en esa época debían ser precavidos, evitando acercarse al adorable castaño porque en esos días se volvía… un digno aprendiz de Reborn. La transformación de Tsuna durante su celo era impresionante, aterradora en los días previos a éste. Se volvía calculador, escrutador, buscando la perfección y si no cumplían con sus requisitos, empezaban los problemas a través de los rechazos o castigos. Era un poco complicado lidiar con un irritado omega, tal vez no debieron dejar que Reborn le enseñase a ser tan… “estricto”. Todos agradecían que eso sólo ocurriera cada cuatro meses, porque el resto de tiempo el joven capo era amable y tierno

 

 

—¿Por qué todo está tan… callado? — Gokudera respiró aliviado cuando vio al hitman ingresar a la mansión con ese porte elegante de siempre y ni un solo rasguño, esa era la evidencia irrefutable de que la misión fue un éxito como siempre

—Reborn-san — la tormenta sonrió dándole la leve reverencia a la que el hitman se acostumbró en Japón. Para nadie era secreto que, con ese saludo, Reborn se sentía más poderoso de alguna forma — llegó más rápido de lo que pensé

—Es porque me fijé en cierta fecha en el calendario y quise venir a disfrutar del espectáculo — sonrió mientras se acomodaba el sombrero y a pesar de que su forma diera a entender que bordeaba los doce años máximo, no dejaba de verse imponente con el traje perfectamente colocado

—Nosotros nos dimos cuenta ayer — sonrió sutilmente — no se preocupe, estoy pendiente del accionar de Mukuro y Kyoya

—No hace falta — Reborn sonrió ladeadamente mientras caminaba hacia las escaleras — pero iré a ver a dame-Tsuna

—Me haré cargo del resto

 

 

Reborn agudizó su nariz para detectar ese aroma, era leve todavía, pero un poquito más intenso que el acostumbrado. Duraznos que definían a su aún estudiante y jefe actual. Era hasta divertido. Tocó la puerta dos veces con tres golpes cada una y escuchó un leve: «ya voy» que le dio diversión leve, porque escuchó un par de golpecitos ocasionados, seguramente, por las caídas inesperadas de Tsuna. Reborn estaba en pleno conocimiento de lo que pasaba dentro de ese cuarto, nadie más que él sabía que su alumno desde hace un año ya estaba listo para un matrimonio. No ingresaba porque sabía que un nido era especial para un omega, el cual lo defendía con uñas y dientes; respetaba la condición de Tsuna y no le daría problemas, no quería verlo triste porque su “nido a prueba de intrusos” se vio violado. Aunque pelear por entrar sería divertido, tal vez lo intentaría alguna vez

 

 

—Reborn — la sonrisa amplia de Tsuna se mostraba y Reborn sintió enseguida un abrazo tan necesitado que se daba la tarea de palmear dos veces la espalda de su eterno alumno — me alegra que llegaras — el castaño se había arrodillado frente a su tutor para abrazarlo por la cintura, tal y como si fuera un niño recibiendo a su padre, y es que Reborn era eso… su figura paterna

—Ya basta dame-Tsuna — dijo en advertencia para que lo liberaran de tan cursi muestra de afecto. Tsuna enseguida se alejó y se puso de pie, había sido muy impulsivo — de nuevo dejas que ese lado omega tuyo te domine

—Lo siento — decía rascándose la mejilla — es que a veces no puedo controlarlo — respiraba profundo y reponía su serenidad

—Vamos, tenemos que hablar

 

 

Un niño que daba órdenes incluso al jefe de tan respetada mafia; en Vongola era normal y nadie daba contra si es que no quería sufrir una muerte temprana. El crecimiento normal de cualquier persona fue el único precio de los arcobalenos al quitarse su maldición, se resignaron a eso después de varios intentos fallidos por parte de Verde. Además, fue el propio Tsuna quien les pidió a todos tener paciencia hasta que recobraran su figura normal con el pasar del tiempo, porque no quería verlos sufrir los efectos segundarios que dejaban los experimentos del exarcobaleno del rayo. El cielo usó su gentileza para lidiar con todos esos difíciles humanos algo egoístas, pero al final ganó

Tsuna guio a Reborn hasta su oficina después de asegurar bien su propia habitación, incluso dejó a Natsu como guardián de la misma para que nadie siquiera intentara ingresar por curiosidad. Usaba su acostumbrado traje y servía el té para él y Reborn. Platicaron un poco antes de que la sirvienta les dejara unos bocadillos y cuando se vieron en privacidad absoluta entre esas cuatro paredes, la seriedad llegó. Tsuna vio normal la presencia del azabache de patillas, después de todo, Reborn siempre lo controlaba en esa época; así era él

 

 

—¿Has elegido a alguien?

—No — decía mientras bebía con calma

—¿Has descartado a alguien? — Reborn sonrió de lado mientras bebía su café. Sabía la respuesta, pero le daba gracia que Tsuna se lo dijera personalmente

—Mukuro y Kyoya — probó el sándwich y pensó en alguien más — tampoco a esos jefes a los que vi hace una semana

—Pensé que los ibas a considerar — adoraba presionarlo un poco

—No estoy loco — Tsuna hizo un leve puchero sin darse cuenta — hace tres semanas los que dejé inconscientes y atados a un poste de luz en Trieste por descarados — decía con enfado, con un tic en su ceja derecha y apretando su taza — quisieron usar su voz en mi contra y uno me ofertó un matrimonio arreglado — apretó el puño izquierdo por la furia del recuerdo — desgraciados

—… — si alguien lo escuchara tal vez pensarían que estaban locos o no lo contarían porque Reborn no gustaba dejar testigos, pero ahí estaba, el hitman cubriéndose levemente la boca mientras soltaba carcajadas bajitas en respuesta a su diversión — me sorprendes… Tsuna

—Entonces he cumplido con mi meta en la vida — Tsuna rió divertido pues era una de las pocas veces que veía a su tutor reír por algo que él hizo, algo relacionado a un castigo especialmente  

—Así que quieres formar una familia, pero no consideras a ningún alfa o beta digno de ser tu compañero. Interesante

—No estoy listo aún. Mi lado omega es el que quiere eso — reprochaba y suspiraba al final — incluso analicé a Takeshi y onii-san… me siento idiota por eso. Ellos son mis amigos… pero no puedo evitarlo

—Deberías acostarte con Mukuro o Hibari sólo para que calmes a tu lado omega — ¿Divertirse? Desde el primer celo de Tsuna lo hacía, primero con los entrenamientos para que el castaño no dejara a su instinto ganar y luego con el rechazo de Tsuna hacia quienes se le acercaban con intenciones “perversas”

—Jamás — la seriedad en Tsuna era palpable y ocasionó la sonrisa de Reborn, últimamente estaba más demostrativo que nunca — ellos no… no puedo ni siquiera imaginarme con…

—¿Y Gokudera? — Reborn escrutó la expresión de su alumno, el mismo que evitó cruzar miradas con él y parecía incómodo — ¿qué me dices de él? Es un alfa después de todo y uno que te ha apoyado desde que se autodenominó tu mano derecha

—No podría hacerle eso — decía mientras dejaba su taza de lado y jugaba con sus dedos — me parece injusto ponerlo a nivel de los demás

—¿Por qué? — elevó una ceja, él conocía mucho mejor a su alumno, incluso más que el propio Tsuna — lo has hecho con los demás, se merece que lo analices también

—Gokudera-kun es más… más… — intentaba explicarse, pero no encontraba las palabras correctas. Era frustrante

—¿Especial?

—Considerado — rectificaba con un poco de duda de sus propias palabras — no creo que sea justo siquiera pensar en usarlo para mi… mi escrutinio omega

—Es un alfa, está a nivel de tus otros guardianes y de otros líderes mafiosos… ¿por qué no? — estaba hablando en serio, con la expresión neutral, analizando cada gesto por mínimo que fuera y dependiendo de eso vería cómo… patearlos al camino correcto — por lo menos vuélvelo tu pareja temporal

—Ese es el problema Reborn — se quejó mientras peinaba sus cabellos con sus dedos — no quiero usar a ninguno de mis amigos. Es por eso que…

—Úsame a mí entonces — sonrió y vio a su alumno atorarse con el té que estaba ingiriendo

—¡Reborn! — elevó su voz después de toser un par de veces y devolver el líquido que se fue hacia sus pulmones

—Eres fácil de atormentar — se burló mientras seguía con su bebida — además soy demasiado para ti

—Eres como mi padre, Reborn — sonrió divertido con ese leve rubor en sus mejillas mientras se limpiaba el rastro de té que escurría por sus labios — y apuesta que tú me ves como un hijo — nunca había dicho eso en voz alta, sólo se le salió

—Ni que tuvieras tanta suerte, dame-Tsuna — nunca admitiría que Tsuna estaba en lo cierto

—Reborn — sonrió mirándolo de reojo — ¿y has pensado en formar familia también?

—No la necesito — no dudó siquiera en responder eso

—Es la respuesta que yo te di hace dos meses… así que no me presiones tampoco

—Ni que tú pudieras hacerlo conmigo

 

 

La plática se daba sin variantes después de su extraña interacción padre e hijo adoptivo. Nada raro, nada impropio, pero fuera de esa habitación sí que había problemas.

Gokudera sabía lo difícil que era tratar con la niebla y la nube durante la época previa al celo de su jefe, ni se diga durante aquel suceso. Pero lo controlaba todo sin dudar, los enfrentaba de frente, sin titubear, pues no dejaría que ninguno de esos dos molestara a su querido cielo. Jamás. Por eso, y con ayuda de los otros guardianes, empezaron a frustrar todo intento de ellos por ingresar o siquiera acercarse a la habitación de Tsuna, incluso cortaban todo acercamiento de los alfas, ni siquiera permitían una comunicación extendida. El líder de Vongola era un preciado tesoro que sería protegido con todos los métodos posibles

 

 

Continuará…

 

 

 

 

Notas finales:

 

Nada raro hasta ahora, sólo hay que dejar en claro… mejor dicho, darles una pista de lo que sucederá en la mansión XD

Nos veremos pasado mañana~

Besitos~

Las ama: Krat


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