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Saudade. por RocketFran

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Notas del capitulo:

Hola! También pueden encontrar esta historia en Wattpad con el mismo titulo.

La oscuridad en la que había caído sobre él se disipaba de a poco, sentía todo su cuerpo entumecido, la garganta le dolía un montón y sus parpados pesaban; ya no estaba húmedo, ya no estaba en el agua, de hecho se sentía cálido y en una superficie suave. Sentía el oxígeno llenar sus pulmones y eso lo hacía sentir vivo, pero le resultaba algo incómodo, el oxígeno viajando a través de su cuerpo.

Trato de abrir los ojos pero fue inútil, por más que quisiera no tenía el completo control de su cuerpo. Intentó hablar pero no podía articular ninguna palabra, se dio cuenta que no lo podría hacer, sintió un extraño objeto que pasaba a por toda su cavidad bucal pasando por su tráquea. Comenzó a desesperarse, nada parecía normal, ni siquiera sabía dónde estaba, fue en ese momento en que se percató de un pitido acelerado que escuchaba cerca de su oído izquierdo, a medida que su respiración se volvía más acelerada el pitido aumentaba, causando una especie de alarma.

Escuchó como una puerta era abierta con violencia y varias pisadas llenaban el lugar donde estaba. Trató de moverse, pero su cuerpo era demasiado pesado, así que intento hablar nuevamente pero solo salían quejidos ahogados.

-Doctor, el paciente está reaccionando- escuchó la voz de una mujer.

-Joven Jung, por favor tranquilícese- era un hombre que se dirigía a él, sabía su nombre y eso lo calmó un poco. –Necesitamos quitarle el respirador artificial. Sédenlo-

Hoseok comenzó a desesperarse nuevamente, no quería dormir en ese momento, quería saber que estaba pasando, porque estaba en un hospital, porque necesitaba asistencia para respirar. Quería saber que había sucedido y por qué no había nadie conocido con él.

-Administren el sedante en la intravenosa- la orden del doctor lo asustó, pero a los pocos segundos comenzó a escuchar todo lejano y sintió como su respiración comenzaba a regularse. No paso mucho cuando nuevamente volvió a quedar inconsciente.

 

-¿Y si no despierta?- por fin escuchó una voz conocida. -¿Qué pasa si el sedante lo vuelve a dejar en coma?-

-Tranquilo, Monie. El doctor dijo que no pasaría- eran sus amigos, estaban ahí, con él. Trató de abrir los ojos pero otra vez fue inútil. –Debemos darle todo el tiempo necesario para que reaccione-

-Nam…- su voz salió casi en un susurro, rasposa, como si nunca hubiera pronunciado una palabra antes. -…Joon-

-¡Hoseok!- el grito del más alto lo asustó un poco, sintió que alguien tomaba su mano y el respondió el agarre, apretándola con esfuerzo.

-¿Q-que… p-aso?- las palabras eran arrastradas, patosas y no entendía bien porque.

-Hoseok, no es momento para hablar de eso- escuchó la voz de SeokJin. –Necesitas descansar. Iré por el doctor para avisarle que estas despierto-

Escuchó los pasos del mayor alejarse y la puerta abriéndose para luego cerrarse. Pensó que otra vez lo habían dejado solo.

-¿Nam, e-est-ás a-quí?- preguntó, trataba de abrir sus ojos pero los parpados no obedecían sus órdenes.

-Claro, Hobi- sintió como su amigo le acariciaba suavemente el cabello. No entendía como acciones tan simple se sentían como si hubieran pasado años sin haberlas sentido, hasta la voz de su amigo y de SeokJin le sonaron extrañas.

-N-no m-e d-de-jes s-olo, N-am-

-No lo hare, me quedare contigo- J-Hope trato de apretar aún más la mano de NamJoon pero fue inútil, ya no podía ejercer más presión. –No te sobre esfuerces, necesitas descansar-

Fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose, seguido por varias pisadas, se sentían como si fueran más de una persona entrando a la habitación. El agarre de su amigo se deshizo en su mano y trató de buscarlo, un poco desesperado, pero fue inútil. Supuso que Rap Monster lo había soltado para que el doctor pudiera hacerse cargo de todo.

-Nos alegra que este despierto, Hoseok ssi- la voz de un hombre cortó los ruidos que se sentían alrededor.

-¿Estará bien, doctor?- NamJoon sonaba preocupado.

-Señor Kim, le pediré que se retire por un momento. Necesito hablar con el paciente-

-Vamos, Nam- la voz de Jin acompañado de los pasos y la puerta cerrándose le dio a entender que ahora se encontraba solo con el personal médico.

-¿Q-que p-aso?- hablar ya estaba siendo un martirio, el dolor de su garganta hacia que cada sílaba fuera una agonía, pero necesitaba saber que estaba pasando.

-Vera, podríamos decir que usted es un milagro para la medicina. Tuvo un accidente, en el mar, se ahogó. ¿Recuerda eso?- los recuerdos eran algo confusos en su mente pero de a poco se iban aclarando.

-S-si-

-Bien, pasó más de cinco minutos dentro del agua, eso es mortal para un humano. Gracias a la reanimación que recibió de manera oportuna en el momento en que lo sacaron, se pudo evitar una tragedia mayor- sintió el sonido de las olas en sus oídos y el cansancio que lo venció en su intento del salir del mar. –Jung Hoseok, ha estado en coma por cuatro años-

La información le llegó como un balde de agua fría, de pronto una lluvia de imágenes sobre lo sucedido le llego a la mente, trató de moverse pero su cuerpo no reaccionaba como él deseaba. Su mayor preocupación ahora era donde estaba Jimin.

-Jimin…- artículo en un jadeo, sentía ganas de llorar.

-¿Jimin?- la pregunta del doctor lo desesperaba aún más, ¿Qué había pasado con el menor? –No conozco a nadie con ese nombre, lo siento-

-Necesito s-aber d-donde… e-esta- podía sentir las lágrimas acumularse en sus ojos, no podía creer que había estado cuatro años durmiendo y ahora que despertaba el menor no estaba.

-Escúcheme, Hoseok ssi, tiene que tranquilizarse. Ahora comienza un largo proceso de recuperación, no sufrió graves daños neuronales así que tiene grandes esperanzas de volver a tener una vida normal- a J-Hope ya no le importaba las esperanzas de volver a tener una vida normal si en esa vida no estaba Jimin con él, solo podía llorar, llorar por lo injusta que era la situación. –Dejare entrar a sus amigos y tal vez ellos puedan responderle alguna de sus interrogantes, pero le diré a la enfermera que le administre un sedante, mientras más descanse, mejor será su recuperación-

Sintió como los pasos se alejaban, abrían la puerta y se retiraba del lugar. En su mente tenía la imagen de Jimin siendo arrastrado por el mar, alejándolo de él. Nuevas lagrimas comenzaron a caer de sus mejillas y también una rabia comenzaba a crecer en su pecho; podría levantarse he ir a buscar al menor pero sus extremidades no reaccionaban aún, sus parpados lo mantenían en un estado de ceguera y ni siquiera podía hablar bien. Soltó un fuerte sollozo mientras las lágrimas recorrían sus mejillas, hasta que sintió como le acariciaban el cabello.

-Tranquilo, amigo- sintió los cálidos brazos de NamJoon rodeándolo y lloro más cuando se dio cuenta que ni siquiera podía corresponder su abrazo. SeokJin tomó su mano, apretándola con suavidad y dejando suaves caricias. Dejaron que Hoseok llorara y se desahogara todo lo que quisiera, lo que duro varios minutos, pero sin separarse de él.

-Jimin- soltó el pelinegro entre sollozos.

-¿Quieres saber que paso con Jimin, Hobi?- la voz de Jin sonaba suave, tratando de reconfortarlo. El menor solo asintió con la cabeza porque ya estaba cansado de esforzarse tanto en hablar.

-Está bien, no tiene nada grave. Gracias a ti está bien- le informó el mayor. Eso pareció tranquilizar al pelinegro, sus sollozos empezaron a disminuir. Se quedaron en silencio, Hoseok sentía las suaves caricias que sus amigos dejaban en su cabello y en sus manos; de pronto escuchó como la puerta era abierta y la voz de una chica los saludó, sus amigos respondieron y él solo se quedó en silencio. Al poco rato sintió como un líquido entraba en su brazo, era el sedante. La chica terminó con lo suyo y se despidió saliendo del lugar, nadie dijo nada después de eso, hasta que comenzó a sentir el cansancio agolpándose en su cuerpo, entendió que nuevamente se iba a dormir.

-Es bueno tenerte de vuelta, Hobi- fue lo último que escucho, la voz de su mejor amigo antes de dormirse. Estaba harto de que el negro fuera lo único que “veía” ahora que estaba despierto nuevamente.

 

Habían sido los cuatro años más largos de su vida, de hecho parecían una eternidad pero el día de hoy había terminado, al fin, o al menos eso quería pensar, tenía que ser positivo, como su pareja le decía desde que había empezado todo.  No pasaba un día sin que pudiera olvidar todo lo que había sucedido el día en que Hoseok quedo en coma y todo lo que sucedió luego de eso, el largo y tortuoso tiempo en que creyó que su mejor amigo nunca despertaría o nunca volvería a ser el de antes. Tenía miles de cosas que contarle al pelinegro pero no quería estresarlo con tanta información, es demasiado resumir tanto en tan poco tiempo; el tono de su celular lo sacó de sus pensamientos y tomó el aparato viendo un número conocido en la pantalla, contesto de inmediato.

-Hola, V- habló con una leve sonrisa en su rostro.

-Hyung, ¿Cómo estuvo Hobi hoy?- la pregunta del menor era la misma que había sido todos los días durante los cuatro años, siempre y cuando no hubiera visitado el hospital.

-Tae, Hoseok despertó- no podía aguantar la buena noticia, sintió un grito emocionado desde el otro lado de la línea.

-¿Es eso verdad, hyung? ¿No es una broma? ¿Se acuerda de nosotros?- el menor estaba bombardeando de preguntas a su amigo, NamJoon no pudo evitar reír ante la felicidad del menor. –Tengo que ir a verlo-

-Oye, cálmate, por ahora necesita descansar. Tu solo iras a estresarlo- escuchó un bufido molesto desde el otro lado. –Hablando enserio, Hobi está algo sensible, aun no puede moverse y tampoco abrir los ojos, pero el doctor dijo que por ahora era normal, por el tiempo que ha estado inmóvil. Le cuesta hablar y… pregunto por Jimin-

Un silencio se hizo presente desde el otro lado de la línea, el mayor sabía lo que estaba pensando su amigo, era algo que a todos en ese momento los tenía preocupados.

-¿Qué le dijeron?- preguntó el menor, su voz ya no se escuchaba tan entusiasmada.

-Que Jimin está bien, nada más. Lo mejor es que Hoseok se concentre en su rehabilitación por ahora- no quería pensar en explicarle todo eso aún, sabía que el pelinegro le preguntaría en algún momento por  el pelirrojo que él recordaba.

-Ya veo. Le avisare a JungKook que Hoseok despertó, para ir a visitarlo-

-Está bien, nos podríamos encontrar en el hospital, J-Hope se pondrá feliz de verlos a todos- dijo un poco más animado el mayor, últimamente ya no tenían mucho tiempo para estar todo juntos.

-Sí, ¿podemos llevar cosas para Hoseok?- el menor parecía entusiasmado por el reencuentro.

-No lo sé, le preguntare al doctor y te aviso- luego de eso se despidieron y acordaron que se llamarían para acordar el día en que irían a visitar al pelinegro, cortó la llamada y suspiró cansado, por alguna razón sentía como si hubiera perdido un gran peso de su cuerpo. Se estiró en el sofá de su hogar, se quitó los zapatos y cerró los ojos para descansar un poco.  Estuvo así por varios minutos, necesitaba descansar un poco, estaba agotado tanto física como mentalmente y debía reponerse porque ahora comenzaba la etapa más dura para su amigo y obviamente, seguiría estando con él.

Se estaba durmiendo cuando sintió un peso sobre él, abrió lentamente los ojos encontrándose con su pareja recostado sobre su pecho, también parecía cansado. Todos los días se enamoraba un poco más de SeokJin, estuvo esos cuatro años a su lado sin rechistar ni sacarle en cara nada, a pesar de que tenían poco tiempo para su relación y estar en el hospital era un desgaste psicológico importante. El menor se iba a levantar pero su pareja no lo dejo, quedándose sobre él.

-¿Podemos tener este momento para estar así?- la voz del mayor sonaba cansada, Jin se estaba esforzando mucho en su trabajo.

-Pensé que querías ir a la cama, dormir- habló con suavidad mientras acariciaba la espalda del chico.

-Si quiero ir a la cama, pero me siento muy cansado como para levantarme ahora- se acurrucó más en el pecho de NamJoon, amaba estar así con su pareja, últimamente debían aprovechar cualquier momento en el pudieran estar juntos.

-¿Quieres que te cargue, princesa?-

-¿Me llama princesa el chico que tiene el pelo rosa?- levantó la cabeza para mirarlo con una ceja alzada.

-Oye, fue porque tu querías que me lo tiñera así- protestó el menor sacándole una sonrisa a su pareja.

-Te ves lindo- Jin llevo una mano al rostro del menor y lo acaricio con suavidad, se acercó a los labios del chico para fundirse en un beso delicado. RapMon le correspondió de inmediato, profundizándolo y dejándose llevar por la calidez del mayor.

Cortaron el beso por la falta de oxígeno, el castaño volvió a apoyar la cabeza en el pecho del más alto pero este no dejo que se acomodara. –Te llevare a la cama-

Jin solo se dejó hacer cuando el menor lo tomó en brazos y lo llevó a la habitación que compartían para depositarlo con suavidad en la cama. El peli rosa le quitó la ropa para solo dejarlo en bóxer y lo tapó con las mantas. Él aún no tenía sueño así que iría a la habitación que había adornado como su despacho para poder escribir, a pesar de que hace tiempo no podía escribir nada, le gustaba ir ahí para despejarse un poco, tener paz o a veces pensar. Pero apenas se alejó un poco de la cama sintió un agarre en el brazo, que lo detuvo.

-¿A dónde vas?- el mayor habló con voz somnolienta.

-No tengo sueño aún, Jinie-

-Quédate conmigo- NamJoon no se podía resistir a esa petición, se quitó la camiseta y los pantalones, apagó la luz de la habitación y se metió a la cama con el castaño, Jin se acomodó inmediatamente sobre su pecho, el peli rosa comenzó a acariciar la espalda de su pareja con suavidad, sintiendo la tersa piel de SeokJin en la punta de sus dedos. Pudo sentir la respiración pausada contra su pecho que le avisa que su chico ya estaba completamente dormido, esos momentos lo relajaban, sentir el calor del otro, el contacto de sus pieles y la respiración golpeando su pecho; el aroma de Jin se fundía con el suyo y para NamJoon eso era perfecto, su pequeña zona de confort que ahora más que nunca iba a necesitar, porque las cosas se pondrían difíciles con Hoseok y  eso lo sabía desde el momento en el que el accidente dejó a su mejor amigo en coma por cuatro años.

 

Aún no se acostumbraba bien a estar despierto cuatro años después del accidente, tenían que recordarle siempre que día era y en qué año estaban, el personal médico y sus amigos se encargaban de ponerlo al tanto de todo lo que había acontecido a nivel país y mundial en todo ese tiempo.

Al menos ya podía ver con claridad, hablar y moverse un poco. El doctor le había informado que iba a empezar a recuperar la movilidad de forma paulatina y que debía ser paciente; a esas alturas ya había asumido que no podría salir caminando de un día a otro y solo le quedaba seguir las instrucciones de los especialistas y tomar sus medicamentos. Ya tenía secciones agendadas con un kinesiólogo, que en realidad resulto ser la kinesiólogo y se llevaba bastante bien con ella pero nada más que una amistad.

NamJoon lo iba a ver todos los días, se quedaba gran parte del tiempo con él y lo ayudaba  con los ejercicios que le hacían recuperar la movilidad, de vez en cuando llegaba SeokJin, pasaba después del trabajo. Sus amigos le contaron que el mayor había terminado sus estudios de cocina y gracias a su esfuerzo ahora tenía su propio restaurant, eso les permitía vivir sin preocupaciones pero al mismo tiempo le quitaba bastante tiempo a Jin, que trataba de compatibilizar su vida laboral con el tiempo personal que debía darle a NamJoon y ahora en la rehabilitación del pelinegro, que también ayudaba cada vez que podía. Por su parte, su mejor amigo estaba terminando sus estudios universitarios y le había contado que cuando tenía tiempo libre ayudaba al castaño en el restaurant.

A veces Hoseok pensaba que haría cuando estuviera completamente recuperado, si se podría recuperar y hacer su vida como si nada, otra vez. Cuando estaba solo pensaba en el tiempo que había perdido, de no haber tenido el accidente ya estaría en su último año de estudios, como el peli rosa.

Ese día, como todos los otros, había tomado sus medicamentos, practicado sus ejercicios y almorzado. Estuvo un tiempo hablando con su enfermero, un chico como de su edad, era bastante simpático y siempre se aseguraba que estuviera cómodo y no le faltara nada; a veces  se queda con él y conversaban de muchas cosas, era su nuevo amigo en el hospital y se alegraba cada vez que lo veía.

-Hola, Hoseok ssi- saludó el joven, como todos los días cuando tenía turno.

-Enfermo Lee, que bueno que llegaste, estaba aburrido- hizo un puchero mientras el chico pasaba a su lado revisando si la intravenosa estaba bien y anotando los datos de la máquina, a su lado, en un formulario.

-Bueno, hoy tienes mucha compañía así que dudo que te aburras- el chico le sonrió; escuchó voces conocidas acercándose y entrando a la habitación. TaeHyung corrió para tirarse sobre el en cuanto lo vio, pero fue detenido por su enfermero que le impidió el paso. –Creo que hablamos de esto, ¿no, joven?-

Jin tomó al menor y lo aparto a un lado, dejando pasar a los demás y dejando al castaño de los últimos para saludar a J-Hope.

-Lo sentimos, Tae no había visto a Hoseok, esta emocionado- el peli rosa se disculpó con el enfermero, el chico asistió y luego se despidió de Hoseok con una sonrisa, en unos minutos más se volvería a pasar por la habitación.

-Hobi hyung, es bueno verte otra vez- habló el menor de todos, JungKook se acercó al pelinegro con los ojos acuosos y lo abrazó. JungKook no era el pequeño chico que recordaba, había crecido unos centímetros y estaba más fornido, podría decir que tenía más cuerpo que cualquiera de sus amigos, pero seguía siendo el menor de todos.

-JungKook está estudiando medicina- le informó Jin con una sonrisa.

-Quería encontrar la forma de ayudarte, hyung- habló el menor, su voz rebotó en el pecho del pelinegro, Hoseok no pudo evitar emocionarse con la razón que tuvo JungKook para estudiar.

-Kookie, debiste estudiar lo que te gustaba- a Hoseok se le quebró la voz, no quería eso para el menor, atarse a algo que no quería hacer por su culpa.

-Esto es lo que me gusta, hyung. Ayudare a las personas que pasen por lo mismo que tu-  la voz de JungKook sonó decidida, el pelinegro se dio cuenta que el chico no solo había crecido físicamente, también había madurado.

-Ya córrete, Jeon. Es mi turno de estar con Hobi hyung- V tomó a su primo del cuello de su camisa, apartándolo del mayor y abrazándose a él. –Yo también te extrañe, hyung-

-Hola Tae, me alegro de verte- depositó un pequeño beso en el cabello de su amigo, TaeHyung también se veía mayor y había crecido. Se preguntaba si él también había crecido un poco en ese tiempo en coma, al menos mentalmente se sentía igual como hace cuatro años atrás. -Me gusta cómo te queda ese color de cabello-

-Me alegro- la voz de su amigo sonó emocionada y le regaló esa peculiar con sonrisa que poseía, el menor ahora tenía el cabello naranjo que quedaba muy bien con su tono de piel. –Y estudio medicina veterinaria-

-¿También para ayudarme?- todos rieron ante la pregunta de Hoseok. Se sentía bien estar así, volver a escuchar las risas de sus amigos, sentirse vivo otra vez.

-No fue para eso, hyung-V golpeó suavemente el brazo del mayor y se rió. –Es porque me gustan los animales-

-¿Es casi lo mismo, no?- preguntó Rap Monster, siendo golpeado de inmediato por su pareja, mientras lo regañaba. J-Hope no pudo evitar reír ante la escena de su amigo agachando la cabeza mientras el mayor lo regañaba;  todo parecía tan normal, como si los años nunca hubieran pasado, como si todo hubiera sido una pesadilla.

Sus amigos se quedaron hasta que se acabó la hora de visitas, su enfermero le había dejado comer un poco de comida chatarra que le habían llevado los menores. JungKook le pidió al chico si lo podía dejar ver algunos exámenes de Hoseok y cómo iba su recuperación, petición a la cual el enfermero accedió siempre y cuando lo dejaran como un secreto entre ellos. Al final del día se tuvo que despedir de todos, quedándose con la promesa en que volverían a visitarlo pronto; el pelinegro entendía que sus amigos estaban ocupados con sus estudios o trabajos, así que no les podía exigir demasiado. Además en el hospital no se sentía solo, con toda la gente que estaba al pendiente de él y con la que podía conversar.

Cuando todos se habían despedido de él y se estaban retirando, Hoseok tomó a su mejor amigo del brazo y esperó a que todos salieran.

-Nam, ¿Por qué no vino Jimin?- la pregunta había estado en su garganta todo ese tiempo pero no quería que los demás pensaran que no le importaba nadie más que su pareja.

-Hobi…-

-¿Pasa algo malo con él?- le seguía pareciendo extraño que todos hubieran ido menos el menor, algo no debía ir bien si el pelirrojo no aparecía. Él sabía que Jimin nunca lo dejaría solo, menos en una situación así.

-No, claro que no, hermano. Es solo que… ha estado muy ocupado, con la universidad y esas cosas; es su último año, ya sabes-el peli rosa le mostró una sonrisa con la cual no podía desconfiar de su mejor amigo. El más alto le revolvió el cabello con cariño. –Tengo que irme, Hope. Nos vemos mañana-

Diciendo eso, el chico se marchó dejándolo solo en aquella habitación, aún faltaba que  le hicieran los chequeos diarios así que en poco tiempo volvería a tener compañía; aun así lo que más quería era ver al menor. ¿Estaría como lo recordaba o se vería más adulto, como JungKook? ¿Habrá cambiado mucho o seguiría siendo el mismo chico tierno que  había conocido?

 

-¿Te volvió a preguntar por el?- la voz del mayor lo sacó de sus pensamientos. SeokJin lo había pillado en su estudio, divagando en sus recuerdos en vez de estar escribiendo como le había anunciado hace una hora atrás.

-Aja- una taza de café recién hecho fue dejada frente a él, sonrió ante el gesto, Jin siempre sabía lo que necesitaba y cuando lo necesitaba. El más bajo se sentó en el sofá individual que había dispuesto el menor en la habitación, por si en algún momento le incomodaba estar frente al escritorio.

-¿Y qué le respondiste?-el castaño bebió un poco de la taza que llevaba con él, por el olor que despedía, entendió de inmediato que era chocolate. Imitó al mayor, bebiendo de la taza que tenía en frente, el café estaba perfectamente como le gustaba.

-Que estaba muy ocupado y lo visitaría pronto- vio como Jin se levantaba y se acercaba a él, sabía lo que le diría.

-Joonie, en algún momento se dará cuenta- el castaño acarició la mejilla de su pareja con suavidad y luego depositó un beso en su cabello.

-Lo sé, amor. Pero por ahora no quiero que se deprima y deje su rehabilitación- el mayor se sentó sobre sus piernas y lo abrazó, dándole a entender que lo entendía y que llevaban ese peso junto. La verdad era que TaeHyung, JungKook y Jin estaban siendo cómplices de todo la información que estaba omitiendo, solo esperaba que Hoseok no lo odiara por todo eso, solo lo hacía por su bienestar.

 

Según los doctores su rehabilitación iba muy bien, en poco más de un mes había mejorado la movilidad de su cuerpo en un cien por ciento, excepto por algo en específico, su pierna izquierda. Por alguna razón, por más que hiciera todo lo que le indicaban, su extremidad no respondía bien, no tenía el mismo control que tenía en la derecha y eso lo frustraba. Su amigo enfermero le decía que tuviera paciencia, que esas cosas solían pasar y que debía agradecer el hecho de que no hubiera sufrido nada grave, que su caso era uno en un millón y que la mayoría no vivían para contarlo, pero era inevitable para Hoseok sentir la frustración cuando la última vez que recordaba haberse levantado de una cama fue sin ningún problema.

Ese día, su médico de cabecera y su kinesiólogo lo habían visitado en conjunto, nunca antes, en el tiempo que llevaba en el hospital, supuso, los había visto en una visita juntos; le sonreían felices y él no pudo evitar contagiarse de la alegría de los profesionales.

-Hoseok, tenemos una buena noticia para ti- habló el hombre que se había encargado de llevar su caso todo el tiempo.

-Como todos sabemos, tu recuperación ha sido una de las más rápidas en la historia de este hospital, eso nos alegra un montón. Todo es gracias a tu esfuerzo y constancia de estas semanas- la chica también se unió a la conversación, ambos parecían muy entusiasmados con todo. –Pero también sabemos el problema que tienes con la movilidad de tu pierna izquierda-

-Entendemos que estés frustrado con eso, pero quiero que entiendas que es normal en un caso como el tuyo- todos le decían lo mismo, NamJoon y Jin, el enfermero, sus doctores pero él no podía acostumbrarse al hecho de que si su pierna no reaccionaba, no podría volver a bailar.

-Para mí nada de esto es normal- se había guardado esas palabras pero ya estaba cansado de ser tan positivo en todo, quería liberar la sensación de frustración que tenía, al menos, dejar salir lo que pensaba. –Entiendan, por favor. Dormí por mucho tiempo y ni siquiera sabía lo que había pasado, tenía una vida normal, sueños y metas, una pareja y un hogar; luego despierto y todo eso se esfumo, han pasado cuatro años y me dicen que sobreviví a un accidente en que debí haber muerto, ahora mi cuerpo no reacciona como antes y para mí todo esto paso en un simple pestañeo, como si un día se fueran a dormir y despertaran con un mundo totalmente desconocido-

Los doctores lo observaron en silencio hasta que terminó de hablar, no parecían molestos, más bien se veían algo tristes.

-Entonces, ahora que mi pierna no responda como debería, es inevitable que no sienta un poco de enojo, un poco de rabia… un poco de tristeza- finalizó el menor, agachando la cabeza y soltando un largo suspiro.

Los mayores se miraron entre ellos y  miraron al pelinegro que aún seguía con la cabeza gacha, sin ánimos de volver a mirarlos.

-Hoseok sii, necesitamos que te mantengas fuerte y motivado, porque ahora viene la parte realmente difícil- esas palabras llamaron la atención de Hoseok quien volvió a mirar a los galenos y vio como la kinesiólogo le ponía sobre su regazo algo que nunca antes había visto. –Desde ahora empieza tu reinserción en la vida diaria, queremos darte el alta y que vuelvas a tu rutina o empezar algo nuevo, creemos que ya estás listo, seguirás teniendo controles y tendrás que seguir con los ejercicios, pero esperamos que esto ayude en agilizar tu recuperación.  Tenemos la certeza que tu pierna volverá a responder de manera normal, solo necesita más ejercicio, así que hora necesitamos que tu no pierdas la esperanza, J-Hope-

El pelinegro miró a los doctores asombrado, pasaba la mirada de uno al otro mientras que le volvían a sonreír al ver su reacción.

-Hoseok, eso que tienes en frente es una rodillera articulada, le dará soporte a tu pierna y te facilitara el caminar. Hablé con un traumatólogo sobre tu caso y el me lo recomendó para ti, solo debes usarlo en el día e iremos viendo como evolucionas para ver cuánto tiempo lo necesitaras- el menor miró con curiosidad el aparato que ahora iba a ser una ayuda en su recuperación, nunca había visto algo como eso en su vida pero si ellos decían que podría acortar el tiempo de recuperación entonces debía intentarlo. -¿Quieres intentarlo?-

-¡Claro! ¡Por supuesto!- si hubiera podido saltaba de la cama pero de seguro terminaría en el suelo. -¿Cómo funciona esto?-

Los doctores rieron al ver el repentino cambio de ánimo en el pelinegro que ahora sonreía entusiasmado mientras analizaba su aparato ortopédico nuevo y trataba de imaginarse como podría funcionar. Los mayores lo ayudaron a ponerle la rodillera articulada, en un principio lo sintió algo raro y apretado; se puso de pie con la asistencia de los mayores y camino un par de pasos, siempre recargándose en los doctores.

-Se siente… raro- su pierna parecía más estable con el aparato, le daba un poco más de soporte.

-Está bien, se sentirá así los primeros días- aclaró la chica. –Pero lo llevas bastante bien para ser la primera vez-

-Tendrás unos días para acostumbrarte a esto y te daremos el alta médica para que puedas volver a la vida normal- habló el doctor mientras palmeaba su espalda amistosamente. –Ahora debes volver a la cama, agendaré horas de ejercicios con el aparato para que puedas acostumbrarte mejor-

-Genial, no puedo esperar a que los chicos vean esto- volvió  de nuevo a la cama como le había indicado el mayor.

-De seguro se sorprenderán- rió el hombre mientras le sacaba la rodillera y la dejaba a un lado. –Bueno, Hoseok, te dejamos descansar por hoy y esperamos que estos días estés con la energía que te caracteriza-

-Claro que sí, doc. Quiero volver pronto a casa- estar acostado tanto tiempo ya lo tenía aburrido y pensar que paso años ahí, sin poder moverse o sin tener consciencia de lo que sucedía, quería recuperar el tiempo perdido y conocer el nuevo mundo.

Había despertado con toda la energía del mundo, después de dos largos meses de estar encerrado en esas paredes blancas y pulcras, donde su única distracción era ver la TV, escuchar música o pasear por los pasillos en silla de ruedas con ayuda de su enfermero o de sus amigos. Pero ese día era distinto, NamJoon prometió ir por el por qué le daban de alta y podría volver a casa, bueno no a su departamento específicamente ya que el doctor le dijo que debía tener a alguien que cuidara de él; su amigo peli rosa y Jin lo convencieron que debía quedarse con ellos un tiempo, hasta que mejorara y pudiera manejarse solo sin problemas. Hoseok no quería en un principio, pero al ver que aun necesitaba asistencia para algunas cosas no le quedó más remedio que aceptar la oferta del más alto.

NamJoon siempre había tenido el mal hábito de retrasarse en los días importantes y esa no fue la excepción, llego algo agitado a su habitación y disculpándose por haber llegado tarde. Al menos ya había hecho todo el papeleo y estaban listos para irse; se puso la ropa que le había llevado NamJoon, su ropa de hace cuatro años atrás y pudo ver que había crecido un poco más, le quedaba corta, no pudo evitar sentirse bien por ese detalle tan pequeño, al menos no se había quedado atrás en comparación a sus amigos, necesitaría ropa nueva.

Se despidió de toda la gente que lo ayudo, de los trabajadores del hospital, enfermeros, asistentes y hasta el personal de aseo, todos le habían tomado mucho cariño y el también a ellos; en parte, se sentía triste de no poder verlos todos los días, todas esas personas fueron un aporte en su recuperación. El más alto empujaba la silla de ruedas en la que cruzaban los pasillos del lugar, el quería salir caminando pero todos insistieron en que no debía abusar de su pierna. NamJoon lo llevó hasta el estacionamiento, donde había dejado su auto; cuando su amigo le dijo que tenía un auto no lo podía creer, NamJoon, el chico descuidado y destructivo era capaz de manejar un vehículo sin que nadie saliera herido. Cuando llegaron, el más alto lo ayudó a subir en el asiento del copiloto, devolvió la silla de ruedas al enfermero que los había acompañado hasta ese lugar y subió al asiento de conductor, puso la llave del auto pero antes de encenderlo, quedo mirando al pelinegro.

-Bueno, ¿estás listo, Hobi?- le preguntó el peli rosa con la mano en las llaves.

-Claro- respondió entusiasmado mientras se ponía el cinturón de seguridad. –Arranca-

Su amigo sonrió y dio el contacto para arrancar de una vez en dirección al hogar que compartía con Seok Jin y ahora se sumaría Hoseok. Encendieron la radio y el pelinegro se encontró con un montón de canciones que no conocía pero que le parecían muy pegajosas, NamJoon solo se reía de lo energético que iba su amigo mientras trataba de tararearlas y de vez en cuando le preguntaba el nombre de alguna que le quedaba gustando para luego agregarla a su futura lista de reproducción, debía comprar un reproductor de música.

Cuando llegaron al hogar de sus amigos, una casa de clase media bastante bonita, un jardín bien cuidado, debía suponer que el mayor se encargaba de él y un estacionamiento. El peli rosa aparco e inmediatamente ayudo al más bajo a bajar del auto y caminar hasta la entrada; J-Hope tenia puesta su rodillera así que caminar era algo más fácil para él, de todas formas iba apoyado en el más alto. Se acercaron a la puerta que fue abierta por su amigo, entró apoyándose en un mueble que estaba cerca, el lugar parecía tranquilo, como si nadie más que ellos estuvieran ahí.

-¿Jin está trabajando?- preguntó a su amigo que había vuelto al auto por las pocas cosas que tenía en el hospital.

-No, ¿no está en casa?- dejó el bolso a un lado del sillón y se acercó al más bajo para ayudarlo a caminar. –Debe haber salido a comprar o algo, acompáñame-

Guió a Hoseok por la casa, el pelinegro miraba cada detalle del lugar y la decoración, se notaba que había mucho de Jin en el lugar ya que no creía que su mejor amigo pudiera tener tan buen gusto en temas de decoración de interiores, probablemente el mayor se haría cargo de todo eso. Encontraba el lugar muy acogedor y se sentía protegido ahí; entraron a la cocina que era estilo americana y definitivamente se notaba que SeokJin era el amo y señor del lugar, todo estaba ordenado y limpio, en perfectas condiciones y parecía tener la última tecnología en utensilios gastronómicos, quedo impresionado por el estilo moderno del lugar. El más alto lo hizo salir por una puerta que se encontraba al costado de la cocina, dando al patio trasero, pero no fue eso lo que lo impresionó, sino todos sus amigos que se encontraban ahí, con globos y gran lienzo que decía “Bienvenido Hobi”.

-Sorpresa, Hoseok- escuchó la voz de su mejor amigo tras de sí y vio una sonrisa en todos los rostros de los demás, no pudo evitar emocionarse con la imagen, pequeñas lagrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras trataba de sonreírle a los demás, no lloraba porque se sintiera triste, más bien lloraba de felicidad.

Sintió los brazos del más alto rodearlo por la espalda, seguido de eso los demás se acercaron para terminar abrazándose de manera grupal, en ese momento estaba llorando sin contenerse. Cuando los demás se separaron Jin se acercó al pelinegro para secar las lágrimas con un pañuelo, TaeHyung no lo soltó, se quedó con él, apoyando su cabeza en el hombro del mayor y Hoseok no pudo evitar sonreír ante el gesto del  pelinaranja.

-Bueno, es momento de celebrar, prepare un par de cosas- le anuncio el mayor de todos guiándolo a una mesa donde tenían bocadillos y refresco, además de unas cuantas cervezas. Supuso que el alcohol era para el peli rosa pero se sorprendió viendo a JungKook y Taehyung tomando una de las latas de la bebida a base de cebada. Por su parte, el si bebía, pero debido a los medicamentos que tenía recetados no podía beber nada de alcohol hasta que su tratamiento terminara. Los bocadillos que había preparado Jin estaban muy buenos, definitivamente el mayor había mejorado en el arte culinario, envidiaba a NamJoon por tener a Jin y su comida, siempre para él. Habló de todos con sus amigos, rieron y recordaron muchas anécdotas pasadas mientras lo ponían al día con lo que había pasado en el tiempo que estuvo en coma, pero a pesar de todo eso no pudo evitar pensar en la única persona que no se encontraba con ellos, Jimin.

Por un momento pensó que el menor llegaría después, que tal vez estaba ocupado y no pudo llegar antes, pero que de todas formas, lo haría y después de esperar tres horas, perdió la esperanza. Miró a su alrededor y a nadie parecía preocuparle la falta del pelirrojo, eso le parecía bastante extraño, porque al menos TaeHyung se estaría quejando de la impuntualidad de su mejor amigo, pero el chico solo hablaba amenamente con los demás.

-¿Por qué no está Jimin?- soltó la pregunta de la nada, llamando la atención de los otros cinco.

-Hobi hyung, estamos nosotros, ¿está bien así, no?- V lo miró preocupado.

-Sí y me alegro de tenerlos aquí, a todos ustedes- podía ver los rostros preocupados de todos, JungKook bajo la mirada, evitando chocar con la del pelinegro. –Pero Jimin ni siquiera fue al hospital-

-Hoseok, la otra vez te explique que estaba ocupado y…-

-¿Entonces esta tan ocupado que no puede darse un poco de tiempo para verme?- NamJoon fue interrumpido por su pregunta, de verdad no entendía que estaba pasando y su cabeza empezaba a doler. -¿Él está bien?-

-Claro que está bien, Hobi- habló el mayor de todos, sujetándolo del brazo para calmarlo.

-¿Entonces? ¿Ya no me quiere?- todos se quedaron en silencio, miro a cada uno buscando una respuesta, el menor de todos seguía mirando al suelo y no había dicho nada; TaeHyung esquivo su mirada cuando se cruzaron y SeokJin se quedó en silencio. Miró a su mejor amigo, esperando.

-Jimin… Jimin no está en el país- habló por fin el peli rosa. –Se fue de intercambio hace un año, está estudiando en Europa-


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