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Lagarto Cornudo por evolet kun

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Notas del capitulo:

dije que iba actualizar hasta el cumpleaños del teme pero, ña :V

es el cumpleaños de una amiga, asi que es igual de especial, no sabe que me gustan estas cosas sukulentas y no tiene por que saberlo ¬w¬ , como sea, lo de actualuzar para el cumpleaños del teme sigue en pie, y solo faltarian 3 meses para octumbre y de neuvo el cumpleaños de Naruto hermoso. 

que rapido pasa el tiempo D:

Un año después dio a luz a una niña de extraños cabellos negros y con minúsculos cuernitos, casi no se le notaban pero a él le fascino, aunque no se explicaba el color de pelo. Cuando nuevamente su marido quiso comprobar su virilidad, cargó a la niña en brazos, la gente en la sala esperaba en silencio y Naruto sudado y débil con la paciencia a punto de reventar, se apretaba las manos sobre el regazo.

Momoshiki activó el Byakugan y la nena al notar que su padre lo hizo instintivamente como una animalillo salvaje maquiavélico lo despertó también.

_ Ya tenéis a su heredero al trono_ Dijo satisfecho._ Tu inútil hijo se salvó._ dijo groseramente. Le entregó la niña a su madre._ felicidades, tu otro vástago debería estar agradecido, su hermana le salvo la vida._ Fue el único elogio que recibió desde aquella vez.

Nombraron a la niña Himawari, al rubio le encantó el nombre, hasta que supo que en ese planeta no se referían a la hermosa flor que sigue al sol, ya que ni siquiera existían plantas con capullo, el bautizo hacía referencia a un concepto más obsceno y que no entendió porque sencillamente las costumbres de ese lugar eran extrañas, pero él se quedó con el significado de la florecilla.

Sus hijos crecieron muy rápido, tanto que sintió que no los pudo disfrutar, al parecer se debía al extraño transcurso del tiempo en cómo se manejaba ahí, sólo por pensar en algo, era como si por cada mes pasara un año en el cuerpo de sus hijos, así que al año ya lucían de 12 y 11 años respectivamente, pero para las demás personas no era así, por lo que entendió, la primera etapa de crecimiento llegaba a esa edad, luego había una especie de congelamiento y permanecían con esa apariencia por un tiempo hasta que dieran el segundo “estiramiento” y tendrían esa apariencia para toda su vida. Ahora entendía porque muy pocos lucían viejos como su suegro, en cambio él, no parecía que cambiara ni un poco con el tiempo.

Si bien, su Lord cumplió su palabra al pie de la letra, perdonó el que Boruto haya nacido pero no le estimaba, ni un poquito, toda su atención se derivaba a Himawari, en esa etapa, sus hijos heredaron expresar sus sentimientos, así que su hija buscaba a su padre, le abrazaba, le tomaba de la mano cuando caminaban, le platicaba efusivamente como le iba tan excelente en su estricto entrenamiento y su esposo, aunque no correspondía con la misma excitada alegría, le escuchaba solamente, aunque no volteara a ver a la chiquilla, en ese momento Naruto descubrió que su consorte demostraba cariño, a su hijita nada más, por muy poco que fuera pero era algo.

Tal vez Naruto ignoraba que Momoshiki llego a sentir algo parecido al enamoramiento por él, que por ello se había rendido a sus pies en muy pocas y contadas ocasiones. Como el perdonarle la vida a Sasuke para que le mostrara su amor, cuando dejo vivir a Boruto por su capricho o el que encontrara estimulante y digno de presumir que su hija fuera más parecida a él por los sentimientos y la dulzura de sus ojos.

Lo lamentable de la situación venia cuando su primer hijo intentaba hacer lo mismo que su hermana menor, a cambio, era rechazado, reprendido y humillado cuando lo único que quería era un poco de amor por parte de su padre, pero este no tenía piedad en demostrarle que no lo quería. A pesar de ello, el rubito menor no se rendía, quería el cariño de su papá, aunque sabía bien que éste no lo apreciaba por su ausencia de cuernos y por no tener los ojos blancos, no sabía como pero lo conseguiría.

Una vez de las tantas ocasiones que comían los 4 juntos en el enorme comedor, Himawari hablaba avorazada de su entrenamiento, tenían un estilo de pelea similar al puño suave que los Hyuga pero más duro y exigente. Y como era de esperarse, la niña era muy buena. Así que la nena hablaba de su progreso.

_ Excelente, tienes que ser la mejor, después de todo, tu eres la futura monarca de esta tierra._ algo poco usual, era que Momoshiki se refería a todo el planeta, ya que éste tenía casi el mismo tamaño de la luna de su antiguo hogar. O al menos era con lo único que podía comparar.

_ Incluso mi hermano y Yo aprendimos un nuevo movimiento. Vamos Ni-chan, cuenta le ha Padre._ La idea, la mirada gentil y atenta de su madre y la excitante narración de la chiquilla lo entusiasmaron a seguir con el alegato.

_ ¡Sí, aprendimos a-¡

_ ¡Silencio! _Demandó su padre._ Tu opinión no es necesaria en la mesa, ya sabes que no me gusta oírte hablar._ La molestia fue tal que el pobre niño se sintió cohibido.

_ ¡Momoshiki-sama!_ Reclamó el consorte por el trato hacia el mayor de sus hijos. Himawari ya estaba acostumbrada pero no se aprovechaba de la situación con malicia.

Esa y otras situaciones semejantes se presentaban, la más cruel había sido hace poco tiempo, cuando los niños se encontraban entrenado en su cuarto de combate, casi siempre peleaban con sirvientes con rango de guerrero y Boruto se esforzaba al máximo, uno pensaría que al ser el príncipe no deseado de su deidad recibiría de igual manera un exagerado e inequívoco trato de debutante respeto y obediencia, por consiguiente la servidumbre sería un tanto más flexible, pero si había algo que caracterizaba a los hospedantes de ese planeta era la ausencia de sentimientos y nula tolerancia, por lo tanto, los contrincantes plebeyos del príncipe eran despiadados, dando como resultado que Boruto tuviera pocas victorias. En esa ocasión, Momoshiki los fue a ver, más que nada a la niña pero como era de esperarse el hijo mayor buscaba aprobación, el primer encuentro de tres ganó, pero el Rey ordenó al rival de su hijo lo siguiente.

_ No te contengas, aumenta tu fuerza para vencerlo de un golpe._ El otro asintió, aceptando las ordenes de su amo dando como resultado un desastre ya que fue estrepitosamente derrotado._ Continua.

_ Podría matarlo, Momoshiki-sama_ Advirtió sin mucha emoción.

_  Dije que continuaras._ El lacayo se acercó amenazante al chiquillo que seguía en el suelo, con sangre escurriéndole por la barbilla, ahí sintió pavor y pidió piedad.

_ ¡No! ¡Basta! ¡Me rindo, me rindo!_ Exclamó a punto de llorar. Aunque al otro no le importo.

_ Alto_ dijo su padre que se acercó y Naruto que recién entraba a la habitación vio la última escena desde el otro extremo del cuarto, corrió para agacharse y auxiliar a su hijo, cogiéndolo de los hombros._ No me sorprende tu actitud cobarde, si no fueras parte de esta familia hubieras muerto hace mucho._ alegó maldoso._ eres una decepción, me avergüenzas._ Se giró con estilo y su extravagante ropa se movió elegantemente, dejando la alcoba y a un niño con el corazón roto.

[2]

_ ¡Auch!_ Se quejó el niño al ser rozado por unas hierbas medicinales que su madre descubrió en los confines mohosos del palacio hace tiempo.

_ Quédate quieto, cariño._ Le decía dulcemente Naruto mientras lo curaba._ sino no te servirá la planta.

_ ¿Por qué nosotros usamos remedios para aliviarnos?, en cambio, Padre y los otros no necesitan de nada._ Preguntó el pequeño, refriéndose específicamente a él y su mami que eran los únicos que requerían cuidados más delicados.

_ Porque somos más sensibles._ Lo decía en ambos sentidos._ Nuestra fisonomía es diferente a la de tu padre y hermana.

_ Y al resto de Otusky._ Agregó con fastidio tristón._ Padre no me quiere._ Aseguró. Y Naruto alzó la vista inmediatamente para ver a su hijo con sorpresa.

_ Claro que te quiere._ Le tocó la mejilla con la mano para acariciarla._ Sólo que Momoshiki-sama tiene una forma distinta de demostrarte su amor._ dijo un tanto dudoso, retirando la mirada hacia al suelo con lo último que dijo, después clavó su mirada azulina de nuevo en la del niño._ No es el mismo amor que Yo te doy.

_ Pero Himawari…

 

_ Y tu naciste parecido todo a mí, por eso lo resientes más que Himawari._ No lo dejo terminar y justificó._ Pero Yo te amo por los dos, así que debería ser suficiente._ Le sonrió conciliador. Boruto comprendía que los genes de su madre eran los extraños en Otusky y aunque había heredado sus sentimientos también tenía parte de la familia de ese planeta, por lo tanto sabía que Naruto moriría ya que las condiciones no eran las adecuadas para él, incluso si buscaban la forma de adaptarlas lo más posible para que fuera más confortable, él con la poca herencia de su padre seguiría su vida de casi inmortal y en algún momento se quedaría completamente solo porque ya no tendría el amor, la comprensión y el apoyo de su madre con él. El único ser que lo entendía. Esos días le asustaban y dolían._ Pronto será el día del Dios árbol, ¿ya estás listo?

_Sí. _ contestó sin muchos ánimos.

_ Recuerda que debes estar en tu habitación cuando eso suceda, no quiero que te lastimes._ Recomendó con consejo paternal.

_ ¿Dime una cosa? ¿Cómo la pasas tu solo el día del Dios árbol?_ cuestionó con mucha incertidumbre el pequeño.

_ mmm._ Se encogió de hombros quitándole importancia._ No hago mucho. Casi siempre me paseo por el castillo o cuido que tu hermana no se haga daño porque es más atolondrada, supongo que eso se lo di Yo._ terminó juguetón._ Ahora, ve a descansar un rato, hare lo mismo, creo que ya paso mi hora de sueño, nunca puedo acostumbrarme a estos sistemas horarios._ Se sobó las sienes con un poco de dolor, era por lo que no terminaba de entender, nadie parecía dormir excepto él, había días tan largos que no sabía dónde terminaba uno y empezaba otro, cosas como esa lo debilitaban no solo mentalmente sino que también afectaban su salud. Boruto de vez en cuando dormía pero tampoco lo hacía tan seguido y Himawari lo hacía raramente.

Naruto se retiró a su habitación y de inmediato ordenó a las sirvientas que cerraran las espesas y pesadas cortinas oscuras que tapaban sus ventanas, con el propósito para que él pudiera dormir. Así como había días largos también había noches interminables, esas veces tenía que estar acompañado de más secuaces para que guiaran su camino, le hicieron lámparas especiales exclusivamente para él y que pudiera trasladarse debido a que los demás usaban su Byakugan natural y no requerían de luz en ningún momento.

El doncel tomo su sueño reparador y no supo que tanto fue, cuando despertó y les pidió a sus damas de compañía que abrieran la cortina no obtuvo respuesta, entonces se levantó y él mismo recorrió la tela, hallando un mar rojo, era el Día del dios árbol. Ese día aparecía una luna roja que iluminaba todo del mismo color, esos días que para él ocurrían más seguido, calculaba dos veces por mes, la gente Otusky se volvía más… mansa, como si entraran en una especie de letargo que los mantenía muy dóciles, después de que pasaba la luna roja no recordaban casi nada, no sabía a qué se debía tal comportamiento pero Naruto aprovechaba esas oportunidades para salir del reino y llegar incluso a los pueblos más alejados a pie.  Como esta ocasión, sólo previno una capa que ponerse y fue a revisar a sus hijos; Boruto dormía y eso fue bueno, se quedaría en cama lo que durara la luna roja en cuanto a Himawari, ella jugaba reordenando perlas de colores sentada en el piso, así que se salió del reino tranquilo a sabiendas de que sus hijos no se lastimarían mientras no estuviera cerca.

[3]

Llegó a un pueblo que era vecino de un bosque con maleza que no conocía pero de tamaño tan descomunal que daba miedo siquiera asomarse. Sin embargo, las casitas que estaban por un lado le agradaban, había piedras preciosas tiradas en el piso como simples rocas, lo había descubierto hace mucho y regresaba en esos chances para recoger diamantes, esmeraldas, perlas, zafiros y ópalos que eran sus favoritos, ya había hecho algunas joyas con esas piedras, planeaba hacerle un vestido brillante a la muñeca de su nena que se lo había pedido y un brazalete a su niño. En lo que el reposaba hincado en el suelo, la gente del byakugan pasaba caminando a su lado de forma lenta, sin molestarle en su tarea.

Hasta que se vio interrumpido.

_Mi señor._ Una voz que le sonó conocida, de un pasado que no deseaba olvidar, aunque doliera, su tono de voz le resultó tan familiar que sintió melancolía mezclada con anhelo. Sin embargo era muy profunda que le confundió. Alzó la mirada encontrando a un ciudadano común de ese planeta. Debería verse igual a los demás no obstante era distinto, tenía una complexión y porte demasiado varonil y hermoso. A diferencia de su suegro que era tosco y su esposo que en cierto modo era más de una apariencia andrógina. Tenía un cuerpo ciertamente marcado, con una camisa sin mangas permitiendo ver sus brazos fibrosos y de tono lechoso, qué decir del pantalón ligeramente más gris que la acostumbrada camisa con los emblemas. Las cornamentas eran simétricas, imponentes pero no tan grandes como las de Momoshiki, y los ojos grises se tornaban tristes y ansiosos.

_ Saludos campesino, ¿Cuál es tu nombre?

_ Kowareta._ contestó sin vacilar, con la seriedad que caracterizaba a los Otsusky. Sin embargo era el único que le había mostrado empatía por primera vez desde que llegó al planeta, y también el primero en no ser afectado por la luna roja.

_Hola Kowareta-kun, ¿Cómo es que no tienes el estado vegetativo como los demás?

_ ¿Por qué el consorte se encuentra tan lejos del castillo?_ respondió con otra pregunta._ ¿Su majestad sabe que corre peligro al salir de la morada?, pone en riesgo su bienestar.

_ Como si alguien le importara aquí._ después de tanto tiempo se permitió ser caprichoso, girando la cara molesto para ver a otro lado y no al hombre de piel blanca.

_ Si no fuera así ya estaría muerto desde hace mucho._ le rectificó. Y Naruto tuvo que darle la razón._ Venga conmigo, le daré el desayuno._ Ofreció servicial como cualquier lacayo del castillo; donde parecía que le daban ordenes con timbre de regaño cuando el que debía mandar era él.

_ Acepto tu amabilidad._ el rubio le sonrió sutil, a sabiendas de que el otro no estaría tan identificado con él por las emociones, aun así lo seguía haciendo porque no quería perder esa parte de si mismo.

[4]

_Muchas gracias._ Decía cordial. Kowareta lo había llevado a un puesto de comida simplón, sirvió rápida y eficazmente dos tazones con la acostumbrada comida del planeta Otsusky; una extraña sopa que era muy espesa con verduras raras de aspecto casi animal. Él por supuesto ya estaba acostumbrado a ese tipo de comida y por suerte el platillo en particular era el más tolerable para si.

_Os digo de verdad que me sorprende verle tan lejos del resguardo del castillo su alteza._ Dijo sentándose enfrente de él.

_Es porque estoy acostumbrado desde hace… ¡bueno! Hace mucho que tome el hábito de salir cuando esta la luna roja, he llegado más lejos._ Le dijo hasta animado._ Lo digo de verdad, jamás había visto a alguien como tú, eres el primero que no es afectado por el día del dios árbol.

_ supongo que soy un poco diferente a los demás, como usted mi señor.

_Sí…_Se deprimió un tanto._ Es bueno sentir empatía, hace mucho que no la disfrutaba._ ambos platicaron por un buen rato y el rubio se sintió en casa como antaño, pero algo albergaba a su pecho de angustia, debía faltar algo pero no supo que, hasta que Kowareta le dio la respuesta.

_ concuerdo en eso, Naruto._ Soltó nada más así, revolviendo la comida con la cuchara. Al Uzumaki se le esfumó la sonrisa que tenía, ya sospechaba que ese sujeto era demasiado perfecto como para ser alguien bueno. Ningún Otsusky le llamaba por su nombre de pila, porque nadie lo sabía, ni siquiera su esposo le llamaba así.

_ hemos durado bastante, Yo me tengo que ir._ Anunció, asustando al otro.

_ No es necesario que se vaya tan pronto mi señor._ Su amabilidad le atemorizó más, era el primer Otsusky sin ser afectado por la luna roja, los demás, incluso los que le protegían eran afectados por ella, eso y que estaba muy lejos del castillo para resguardarse, no sabía que podría hacerle este hombre, no volvería a ver a sus hijos.

_ Debo hacerlo pero igual, gracias por el desayuno._ Le dio la espalda y caminó apresurado mientras se colocaba la capucha sobre la cabeza.

_ La primera vez que te vi, ibas detrás de tus padres con una Yukata de color azul pastel, Yo estaba en el puesto de frutas y te lancé un durazno en la cabeza._ Se detuvo de seguir caminando._ Cinco días antes de que me rompieras el corazón tan cruelmente te proclame mi amor con una rosa roja y pedí que te casaras conmigo con el anillo que llevas en el dedo que lleva mi nombre.

_ E-eso es… no es posible, tu moriste, Yo lo vi._ aun sin darse la vuelta.

_ Sobreviví._ exclamó con convicción y la voz sonó diferente haciéndolo voltear finalmente, encontrándose con el Uchiha que amó hace un tanto, y por el que lloraba tantas veces. Con una apariencia más madura y deprimente, ya que vestía con una capa negra y usaba un fleco que le cubría la mitad de la cara, pero aun así Naruto creyó que se veía hermoso.

_ ¿Cómo?

_ Por los equipos de rescate, los que me perseguían llegaron justo después de la explosión, entre ellos estaban mi hermano Itachi y mis compañeras de equipo, Sakura y Karin; ambas son ninjas medico así que me curaron incluso a costa de su propia vida._ No quiso entrar mucho en detalle con esa parte porque sin duda fue algo complicado._ luego de eso me tomó año y medio poder recuperarme y librarme de Konoha, me tuvieron retenido por un tiempo, sabían de mi desesperación por recuperarte así que me aislaron, si no fuera por el poder de mi padre como capitán me hubieran matado para facilitarse las cosas._ Se acercó a Naruto y luego de tanto tiempo sin estar juntos, le abrazo lentamente para que el contacto entre ambos no sea traumático._ Ansiaba tanto poder abrazarte de nuevo._ El doncel tenía la cara sobre el hombro de Sasuke._ Te amo tanto que duele._ Y Naruto comenzó a llorar de alegría por recuperarlo, era un inmenso alivio saber que estaba vivo, que todo el tiempo de su martirio estuvo a salvo y que le tocaba otra vez.

[5]

_ No te pasara nada._ Aseguró.

_ ¿Estás seguro?, toda esa maleza del tamaño de un elefante parece maligna.

_Pero no lo es, créeme, de aquí provengo todos los días._ Le tomó la mano y aló de él, introduciéndolos a ambos en ese espantoso lugar, Naruto se le arrimó más para sentirse más seguro, y sobre todo, sentir el calor de su cuerpo y disfrutar el hecho de que Sasuke siguiera vivo. Hubo un momento en el que él se detuvo y así pudo recargarse en su ancha espalda, cerró los ojos, imaginando un presente diferente, donde Sasuke llegaba de una misión, mientras se quitaba las sandalias él lo abrazaba como ahora y al momento siguiente llegaban sus hijos saludando eufóricos para recibir también su cariño._ Aquí es…_ Despertó de su letargo, se alzó de puntillas para ver sobre el hombro del azabache, encontrando una cabaña simplona y hogareña.

_ No sabía que los Otsusky construyeran casas de madera también.

_ No la hicieron ellos, fui Yo.

_ ¿De verdad?

_ Así es, la hice con mis propias manos.

_ Te tomaste el tiempo de construir una cabaña, que flojera._ Sinceró el rubio, ya que él no lo hubiera hecho por lo tedioso.

_ Tenía que, no sabía cuánto tiempo me tomaría encontrar un chance de recuperarte, así que…_ Señaló su casa nuevamente esperando que lo elogiara.

_ Es perfecta, lo digo enserio._ Le abrazó un brazo y recargo la cabeza en su hombro, dándole una mirada pizpireta.

_ Entremos._ dijo sin más.

_ es bastante limpio.

_siempre fui muy ordenado._ Era un cuarto bastante simple con todo lo necesario para vivir cómodamente.

_Me agrada el lugar._ Naruto observaba la cabaña con los ojos de Sasuke sobre él, aunque no se daba cuenta. El Uchiha por fin podía dulcificarse la pupila mirándolo otra vez, también había cambiado, pero solo en tamaño, era más alto, seguía conservando la misma hermosura y apariencia con la que lo había dejado atrás, ahora utilizaba esas vestimentas de consorte que le sentaban tan bien pero que sin duda no expresaban su verdadera personalidad.

Tuvo que dejar muchas cosas valiosas atrás para alcanzarlo, porque no lo persiguió tanto tiempo por capricho sino por amor, él sabía cuánto lo quería, si no correspondiera sus sentimientos no hubiera llegado tan lejos por él.

Esperaba que Naruto entendiera cuanto lo había extrañado.

_ Ey, mi amor, ¿recuerdas esto?_ Le mostró el collar que le había obsequiado tiempo atrás, partido por la mitad.

_ Tu…¿lo conservaste?_ Le dijo con melancolía. Cogiendo el collar en sus manos.

_ como no hacerlo, me recordaba a ti y la promesa que nos hicimos aquella vez en casa de tus padres, ¿lo recuerdas?

_ Sí… ¿Cuánto tiempo ha pasado? No sé cómo se maneja el tiempo aquí así que no tengo la noción de los años._ Ver a Sasuke le hizo darse cuenta que quizá había pasado mucho tiempo, al principio fue fácil con el nacimiento de Boruto y Himawari pero cuando estos permanecieron con la edad de 12 años fue más complicado, pudieron tener esa edad por mucho tiempo y el Uchiha ya se veía como un hombre entrando casi a la madurez.

_ Eso no importa ahora, lo que interesa es que puedo tenerte otra vez._ le tocó la mejilla con la mano y no la retiro de ahí, ambos se miraron con anhelo, como antes de que los separaran, Naruto podía ver el amor apasionado en sus ojos y el mismo tacto de su mano sobre su cara se volvió erótico, como si fuera la continuación de lo que habían dejado pendiente en el corredor de su anterior casa.

_No… espera Sasuke, no puedo hacerlo._ alegó con sumo dolor, pues se prohibía el premio de yacer con su antiguo amado por sensatez.

_ No pasara nada, los demás están aletargados por la luna roja, no se darán cuenta.

_ Tal vez ahora no, pero en su momento._ acalló y el ojinegro le miro herido.

_ ¿Es por tu actual esposo?, ¿te hace el amor?_ Esa pregunta tan insensata le causo rubor, él se sentía virgen, después de que naciera su segundo bebé Momoshiki no hizo un intento nuevo por tener un tercer crio.

_ No, no se trata de eso._ Con esa respuesta le había dicho al azabache sobre su abstinencia y le prestó mayor atención, con esos ojitos negros tan bonitos._ Ahora soy papá, no puedo dejar a mis hijos en las manos de esos monstruos, Sé que Himawari estará bien pero mi primer hijo es el que más me preocupa, estoy seguro de que lo mataran si me voy.

_ No te preocupes, también nos los llevaremos.

_ ¿cómo?

_ nos iremos a un sitio donde estemos a salvo, iniciaremos de nuevo, los 4 seremos una familia._ le conmovía tanto que Sasuke estuviera dispuesto a criar a sus hijos como suyos.

_ Este planeta es demasiado pequeño, no hay un lugar seguro.

_ No nos quedaremos aquí, usare esto…_ Se apartó el fleco mostrando su rinnegan.

_ ¿Qué es?

_ Lo que me permitió llegar hasta aquí, puedo viajar a través de dimensiones, me tomó bastante tiempo entrenar este ojo y encontrar la dimensión en la que estabas, pero con este ojo podremos viajar a un sitio optimo donde puedan crecer tus niños adecuadamente.

_ Pero nos perseguirán de todas formas, destruirán mi antiguo hogar, no descansaran hasta matarnos._ Se deprimió profundamente y Sasuke le abrazó de nuevo.

_ Descuida, ya pensaremos en algo.

[6]

Abrió sus ojitos luego del largo letargo en el que se mantuvo, lo primero que vio fue a su mami mirándolo tiernamente, pero Boruto alcanzó a ver que gesticuló en su boca una mueca de preocupación.

_ ¿Cómo te sientes?

_ Bien mami, ¿sucede algo?

_ ¿Eh?, no, no pasa nada hijo, todo está bien._ Le tranquilizó._ sólo sentí que estuvieron más ausentes de lo normal, es todo._ Sonrió._ ¿porque no bebemos algo? ¿Te parece?

_ ¡Sip!_ Se levantó de un brinco, muy entusiasmado, tenía muchas ganas de jugar.

_Ven._ Tomó la mano de su progenitor, caminaron juntos hasta el cuarto de comida, ahí vio como preparaba un té con ingredientes que nunca había visto, entre ellos un polvo blanco (azúcar). Naruto preparó una bandeja con tres tazas y se dirigieron a la alcoba de su hermana menor, ambos niños juguetearon mientras el rubio servía el té._ Vengan un momento niños._ Los dos chavales obedecieron._ Beban esto y luego sigan jugando._ Una vez hecho volvieron a corretear por el cuarto mientras el doncel los veía desde la cama de Himawari y tomaba de su taza.

Comenzó a adormecerse, pero aun así checaba que sus niños no se hicieran daño.

_ Estaba muy rico el té, ¿puedo servirme más?_ dijo la pequeña.

_Claro, amor._ Le dijo somnoliento. Entonces cuando la criatura se quiso servir la manita le tembló y terminó por tirar y romper su taza.

_ ¡Hay! ¡Perdóname mami! ¡No fue mi intención!_ Dijo algo alterada ya que era una niñita habilidosa y nada así le había ocurrido antes.

_ No te preocupes, deja que las sirvientas se encarguen de limpiar, ven a mi lado._ Le extendió los brazos y la nena contenta le siguió, el ojiazul la tomó por las axilas y la subió a su cama, sobre su regazo, donde la pequeña Himawari recargó la cabeza en el esternón de su papi.

_ Yo también quiero estar con ustedes._ Dijo boruto. Quien ya se había aburrido de jugar solo y comenzaba a dormirse su lengua. Se subió solito a la cama y se puso a un lado de Naruto, éste le rodeo con su otro brazo para así abrazar a sus dos hijos por igual, él fue el último en quedarse dormido.

Pasó poco tiempo para que los encontraran después, creyendo que el consorte del señor Momoshiki se había envenenado por error junto con los príncipes. Los dieron por muertos, exceptuando a la niña, ésta había despertado tiempo después, pero solo podía mover los ojos, con el paso de las horas recupero la movilidad de su cuerpo, pero lastimosamente, los rubios no despertaron  jamás e hicieron una ceremonia de luto.

Vistieron los cuerpos galantemente con ropas doradas y los pusieron en ataúdes forjados en piedra roja  con apariencia hermosamente humana, mientras el reino Otsuky se visitó de blanco, pasaron un día oscuro velando los cuerpos, ofreciéndolos al dios árbol, para luego dejarlos en la abadía de reyes caídos.

[7]

Una persona encapuchada se escabullía entre los pilares que sostenían las torres del reino Otsusky, sus habilidades innatas y experimentadas le permitían no ser percibido por los guardianes o ciudadanos comunes. Logró llegar hasta la enorme iglesia, o eso parecía, que resguardaba el cuerpo de Naruto y sus vástagos. Abrió la pesada puerta de piedra, y después buscó entre los muchos ataúdes, en su mayoría vacíos, hasta dar con los recién usados, guiándose por las magulladuras que indicaban que la piedra había sido dañada y recién estrenada.

Sacó a los rubios y se hecho al hombro al más grande y el otro lo cogió bajo el brazo. Así, de la misma manera en que entró salió y se escabulló nuevamente sin dejar rastro alguno de su visita.

[8]

Había despertado en un sitio diferente a la cabaña que esperaba, pero sin duda lucía acogedor, de hecho, le recordaba a su antiguo planeta, no sabía cuánto había pasado desde que le sacaron de la tierra.

_ Que bien que despertaras, estaba empezando a preocuparme, Bebé._ a su lado se encontraba Sasuke viéndolo con esa expresión de muchacho enamorado como antaño.

_ ¿Qué es este lugar?, ¿estamos en la tierra?._ Se levantó levemente, aun tenia puesta la ropa con la que lo velaron, era exagerada y muy pesada.

_ Sí… y No._ respondió.

_¿qué?

_ Déjame explicarte, estamos en el planeta tierra, pero no de nuestra dimensión, este es un universo paralelo.

_ ¿de verdad eso existe?_ Murmuró no tan convencido. Sobándose la sien porque le dolía la cabeza.

_ Así es, todo aquí es igual, las costumbres, los sitios, la gente, solo existen hechos históricos diferentes y algunas personas tienen una personalidad distinta además de la época.

_ ¿cómo cuál?

_ Bueno… esta dimensión nos es conocida por el clan Otsusky, en Konoha el kage es el padre de Sakura, la mayoría de los que conocíamos son su alter ego y estamos en el año en el que nos conocimos, es decir, cuando éramos más jóvenes.

_Así que podemos encontrarnos con un Naruto y un Sasuke adolescentes.

_ Sí, si viviéramos en Konoha.

_ ¿en dónde estamos?_ dijo con más afabilidad.

_ En el país de la Roca. Lo más lejos posible de las personas que nos hicieron daño  o puedan causarlo nuevamente._ Terminó de explicar._ Aquí estaremos cómodos, esta vivienda es prestada, pero pronto podremos comprar la propia, no  seré ninja otra vez por el riesgo que correríamos y sé que no estás acostumbrado a esta forma de vida pero…

_ ¿Estas bromeando?_ Le exclamó excitado de felicidad._ No podría estar más feliz, empezaremos de nuevo y seremos una familia como dijiste, por cierto, donde están  mis bebés.

_ Respecto a eso...

[9]

Naruto estaba muy triste y no decía nada, solo se quedó junto a la cama donde dormía su hijo mayor, tomándole la mano delicadamente y recordando a su hijita, que se había quedado en el planeta Otsusky.

_ Lo lamento tanto, Naruto, no pude traerla con nosotros, ella logró vencer la droga del té y despertó antes de tiempo, ni siquiera prepararon una tumba para ella._ El rubio no le dijo nada, aun dándole la espalda. Sasuke se sintió muy decepcionado de sí mismo, de verdad quería traer a la hija de su enamorado, pero no pudo, la niña no estaba acostumbrada a dormir como para secuestrarla y además era más talentosa de lo que pensaron, seguramente se hubiera defendido de Sasuke hasta que acudieran a auxiliarle con la pelea, su padre los hubiera descubierto y todo el plan se hubiera echado a perder, Sasuke tuvo que tomar una decisión muy difícil, pero de verdad quería recuperar a Naruto con toda su alma, sin embargo no quería sacrificar a la niña porque eso afectaría la felicidad de su doncel.

_Está bien, Sasuke._ Murmuró resignado y herido._ Mi hija me ha perdido y a su hermano, pero al menos puedo estar seguro de que la trataran bien, ella sera feliz, pero me duele no haberme podido despedir. Te recupere pero a cambio cargare con este dolor toda mi vida._ Se giró a verlo y le dedicó una sonrisa triste._ Ya no hay nada que se pueda hacer._ Y presto de nuevo atención a su varoncito._ Me alegro que haya sido Himawari y no Boruto, le hubieran matado, no podría cargar con la muerte de uno de mis pequeños._ estuvieron callados un momento._ ¿cuándo podrá despertar?

_ Él es más pequeño y la droga tardara un poco más en salir de su sistema, despertara en unos días, no te preocupes, estará bien._ dijo conciliador.

_ De acuerdo._ observando a su hijo dormir.

Luego de haber aclarado como estuvo la situación, ambos se sentaron en las escaleras de la entrada a la casa, viendo el paisaje verdoso, amplio y fresco que se anteponía a sus ojos.

_ ¿Y ahora qué?_ Dijo con quietud.

_Pues nada, nos queda disfrutar de la vida que siempre quisimos._ Lo dijo en ese timbre de voz tan galante y tranquilo que no evitó que se le saliera una sonrisa melancólica. Cuanto habían cambiado en ese tiempo.

_ buscare un empleo, con el tiempo, compraremos nuestra propia casa, una más grande con un patio de juego para que tu hijito pueda jugar.

_¿Te presentaras en los exámenes jounin?

_No… ser ninja en este mundo sería muy arriesgado, por mi apellido y mi habilidades podría hacerme popular rápidamente, nos pondríamos en peligro.

_Pero… a ti te gustaba-

_ Eso ya no importa, antes quería ser el mejor ninja pero solo porque quería quedar bien con tu padre._ confesó con la cabeza gacha._ Si obtenía su respeto como buen shinobi, sería más fácil pedirte como mi esposo._ Le miro indulgente._ ahora que estás conmigo, finalmente, puedo ser feliz._ El rubio correspondió su felicidad, se recargó entre su hombro y cuello mientras Sasuke lo rodeaba.

_ También, soy feliz, y te ayudare en todo lo que pueda, buscare un empleo junto contigo o podemos abrir un negocio.

_ Me parece bien.

_ y adoptaremos un perro de mascota, como dijiste.

_ Sí Naruto, tendrás todo lo que quieras.

Notas finales:

nos vemos.


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