Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Álbum por MrsHunter

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +



Track 7—Pacify Her.Melanie Martinez.

Continuación de Bittersweet Tragedy

 

 

[+]

 

 

[Un triste hombre cansado paso por mi lado, tomado de la mano de un chico. Ese bastardo por fin se fue, ahora podré tomar a su hombre.]

Siempre quise ir a ese lugar, desde que lo inauguraron hace un año atrás. Era un antro, pero a la vez un tranquilo bar, dos lugares completamente diferentes en el mismo complejo, separados por plantas. En la primera el tranquilo bar, ya en la segunda un antro demasiado ruidoso, lleno de ambiente divertido y libre, ahí se aceptaba de todo.

Moría de ganas por ir a bailar un poco, animarme con todo el ajetreo de la segunda planta, pero aún sentía un poco de tristeza por mi vida, mi pareja y todo lo que nos sucedía.  

Me lleve a la boca rápidamente el tercer trago de tequila, en ese momento se me apetecía. El sabor un poco amargo y el calor que dejaba en la garganta era lo único en que podía concentrarme para no derrumbarme y llorar en la solitaria barra.

Me lleve el cuarto más, y fue ahí en que mis ojos se desviaron a una pareja de varones que venían bajando de las escaleras. El que parecía más chico, se veía ya algo pasado de alcohol, por no decir que estaba ahogado de borracho; Su acompañante, un hombre alto, lo tomaba de la cintura, con un gesto algo molesto alojado en su rostro.

Un trago más y concentré más mi atención en el alto hombre. De cuerpo fornido, atlético y perlado. Era una tonalidad canela bastante atractiva, resaltando a la perfección con su bien peinada cabellera oscura. Llevaba unos pantalones de vestir negros, bastante ajustados debía añadir, resaltando por completo sus buenos atributos. Su camisa blanca tenía las mangas dobladas hasta la altura de sus codos, y algunos botones fuera de su lugar, dándole un toque demasiado atractivo, más de lo que ya era a simple vista.

Vi como miraba con fastidio la hora en su reloj plateado, diciéndole un par de cosas al chico borracho.

 —Llamaré un Taxi para que te lleve a casa

—Quiero que me lleves tú…—El atractivo hombre dejo al chico sentado a mi lado en la barra, concentrándome así en lo que decían—.

—No. Sabes bien lo que sucedió la última vez que te lleve así

—Pague por los daños a tu auto

El chico ya no podía ni mantenerse en pie. Sonreí para mis adentros al ver con gusto el rostro demasiado molesto de aquel Adonis moreno. Que lastima por el chico, y que fortuna para mí.

—Quédate quieto, intento llamar al Taxi

El joven manoteaba y pataleaba como todo un infante. Sonreí y mordí mi labio inferior. Me levante de mi lugar, girando enseguida al ya fastidiado hombre.

—Sí me permite, puedo ayudarle

— ¿De verdad? Enserio te lo agradezco

—No hay problema

Sonreí con fingida inocencia, complacido de ver como el moreno me miraba de arriba abajo, sonriéndome después. Me dio su celular y marque el número que me indicaba, hablando a la estación de taxis, diciendo que tardaría alrededor de cinco minutos.

Fuimos afuera, ambos sin decir nada, yo tan solo me divertía al ver al moreno tratar de calmar al más chico. Parecía un padre ante un berrinche de su hijo.

El Taxi no demoro demasiado para mi fortuna, y, aún haciendo berrinches, el joven fue metido a la fuerza al  vehículo. Él atractivo hombre a mi lado no suspiro hasta que vio el auto hacer su marcha.

—Gracias por tu ayuda, enserio que a veces se pone difícil

— ¿Es tu pareja?

—Lo es, pero ya estoy pensando seriamente en eso

— ¿Cansado?

—Algo…por no decir demasiado

Compartimos una ligera risa y entramos entre breve charla de nuevo al bar, sentándonos en la barra y pidiendo más bebidas. Hablamos como si nos conociéramos de años, yo pude confesarle un poco lo que me sucedía y él hizo lo mismo.

 

[Alguien me dijo: “Mantente alejado de las cosas que no son tuyas”, Pero, ¿Era él tuyo? Si me deseaba tanto a mí…]

 

Sin saber cómo o en qué momento, ya estábamos en la habitación oscura de un Motel que ya ni sabía de su ubicación.

 Le besaba con fuerza y él me correspondía enseguida. Mordía mis labios y adentraba por completo su lengua a mi húmeda cavidad. Tan solo era capaz de soltar jadeos placenteros y repetidos gemidos con su nombre, que recién me decía.

Hacía tanto tiempo que no sentía desbordante pasión, excitación, esa llama que te quema de placer a cada segundo, exigiendo cada vez por más.

Mordiscos, besos y mucho toqueteo. Sexo desenfrenado, sin tregua alguna, sí que aprovechamos la noche que pagamos en aquel lugar.

Me sentía tan vivo y complacido. Fue el mejor momento de mi vida. Ya no me importaba si había amor de por medio cuando las caricias no cesaban.

El hombre era todo un semental, me sometía y me encantaba. Aquí no era yo el primerizo que insinuaba algo más allá de un simple roce, aquí obtenía lo que ansiaba con tan solo soltar aquellos gemidos que enloquecían al hombre sobre mi cuerpo.

Una vez que termino toda nuestra divertida travesura, el moreno se quedo completamente dormido. Sonreí con diversión mientras tarareaba una ligera cancioncita, recordando la contraseña de su móvil que me dio al momento de yo llamar al Taxi muchas horas atrás.

Clique en la cámara, me posicione lo más apegado a él, abrazándole y sonriendo con diversión mientras sacaba ligeramente la lengua. Tome la fotografía y enseguida me busque el contacto del chico, no fue difícil dar con él, el hombre tenía una fotografía suya.

Sin pensar si quiera en lo que hacía, envié la foto, y no solo eso, la mandé a un correo que me sabía de memoria.

Sí su trabajo le jodía en exceso, quisiera hacerme la ilusión de que esto podría molestarle aún más.

Enserio le deseaba regresar todo el dolor y desprecio que me hizo sentir.

Sonreí una última vez, deje el móvil en la mesita de noche y me acurruque al lado del imponente hombre.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).