---Do
El día es claro y tranquilo, solo quería recostarme un rato al lado del lago y disfrutar de la naturaleza, estaba por quedarme dormido cuando escuche a alguien recostarse a mi lado, gire la cabeza para ver al intruso.
-¿Qué haces en mi lago Kai?
-¿Tu lago? – Bufo - ¿Desde cuándo es tuyo? No me molestes yo puedo estar donde me plazca enano.
-Bueno pero al menos aléjate un poco, me robas oxigeno – no se movió ni un centímetro, solo nos quedamos recostados por un buen rato sin decirnos nada, solo volviendo a disfrutar del clima.
Decidimos regresar juntos a las chozas, bueno más bien ese niño me siguió, yo trataba de acelerar el paso para dejarlo pero sus zancadas son mayores y pronto me alcanzo.
-Bueno ya que estas aquí ¿Por qué mejor no nos teletransportamos para evitarnos la fatiga de andar? – lo tome del hombro – Anda ¿Qué esperas?
Rio ofendido - ¿Qué crees que soy? ¿Tu transporte personal? – aunque se quejara sabía que de todos modos accedería a llevarme.
Nos teletransportamos y llegamos a la aldea, frente a nosotros estaba la jirafa orejona y su cachorro comiendo juntos, riendo como idiotas y Chanyeol le había ayudado a Baek a quitarle restos de comida de los labios, ¡iugh!
-Qué asco con esos dos, no pueden ser un poco menos… melosos ¿Qué demonios pasa en esta aldea del amor? – arrugue la nariz y Kai solo me miro negando con la cabeza -¿Qué? ¿A ti no te da fuchi? O… ¿será que estás enojado de que tu hermanito ya no te haga caso?
Estaba por recriminarme pero de pronto se escucharon explosiones cerca de nosotros, las cosas comenzaron tan rápido, el caos se instaló en toda el área, muchas criaturas que nunca había visto antes tomaban la delantera y se preparaban para atacarnos con todas sus armas.
Tratábamos que movernos para confrontarlos, nuestro dragón y fénix atacaban desde los cielos; Xiumin y Suho creaban grandes olas que congelaban e impactaban en las criaturas. Los hechiceros ya hacían aparición, cientos de ellos, de donde habían salido tantos, Luhan quitaba armas, Tao daba patadas y modificaba el tiempo, todos los demás atacaron.
Todos empezábamos a cansarnos y los hechiceros parecían salir como ratas por todos lados.
Estaba provocando temblores y moviendo la tierra, pude ver a unos metros de mí a Kai, peleando contra uno de esos monstros con doble cabeza exterminándolo con gran habilidad.
Yo termine con un par de hechiceros y estaba por ir por una de esas criaturas, pero atrás de mi apareció un maldito hechicero, atacando por la espalda, fue demasiado rápido para defenderme, recibiría un ataque potente, un rayo oscuro salió de su bastón en dirección a mi pecho, pero, pronto la sombra de alguien apareció ante mi recibiendo el impacto, cayó sobre mis brazos, lo tome por la espalda y entonces supe que era el, se había teletransportado para recibir el ataque por mí como el idiota que es.
Kai gimió por el dolor y pude ver como en su pecho había un enorme agujero, sangre, sangre por todo su cuerpo.
-Kai… - lo llame en un susurro - ¿Por qué?
El desgraciado que lo ataco reía y yo enfurecí, por lo que lance una enorme piedra, terminando con su vida.
Estaba asustado, busque por Lay, pero solo veía a mis compañeros cayendo uno a uno y Kai muriendo en mis manos.
-Do…
-Tranquilo Kai, estarás bien…
-Do, no te vayas, quédate a mi lado.
-No me iré, estaré aquí, lo prometo.
Tome su mano y lo vi, cada vez más débil, intentando articular alguna oración.
-Yo… - era difícil escuchar sus palabras por la poca fuerza en ellas – Siempre desee estar a tu lado, te necesito… - un gran suspiro y la presión que ejercía en mi mano se hizo nula.
-¡No, no, no, no, Kai, espera! – Mi corazón se estrujo, un inmenso dolor se instauro en el, nunca me di cuenta de lo mucho de lo necesitaba a mi lado, de lo mucho que deseaba estar con él, incluso tal vez como lo estaba Baek y Chan, o como lo estaba Lay y Suho, no podía aceptar que se fuera, había sido un idiota al darme cuenta solo al final.
-Kai, Kai – y de pronto… desperté. No sé cuántas veces pronuncie su nombre, pero abrí mis ojos con lágrimas en ellos. Trate de regular mi respiración y me di cuenta que estaba en uno de los cuartos de la guarida y que en verdad había una presión en mi mano, Kai.
Este ya empezaba a despertar, pues estaba al lado de mi catre, sosteniendo mi mano con fuerza no se durante cuánto tiempo –Hey, Do.
Nunca creí alegrarme tanto por escuchar su voz y ver su cara adormilada con rastros de saliva - ¿Qué…? Trate de sentarme pero mi estómago estaba adolorido.
-No te levantes, aun estas lastimado, esas criaturas te dieron una buena paliza – sonrió y yo recordé todo lo sucedido, incluido a Lay siendo alejado de nosotros.
Mi mirada cayo en la mano de Kai sosteniendo la mía, él se percató y la aparto de inmediato, lo que me hizo sentir el contraste en las temperaturas, Kai sabía que todo toque sentimental me molestaba y desesperaba, pero ahora prefería tenerlo lo más cerca posible, aún seguía con las imágenes frescas de mi sueño.
Kai se levantó e intento excusarse para irse – Mmm creo que mejor voy – movía nervioso sus manos en dirección a la salida.
-Espera – lo detuve sosteniendo nuevamente su mano –No… No te vayas ¿Puedes quedarte un rato más? – ¿Yo dije eso? ¿Y qué demonios me pasa a mí?
Era extraño y me sentía avergonzado pidiéndole que se quedara pero no podía dejarlo ir después de tener tremenda pesadilla, necesitaba verlo sano y a mi lado, no estaba por completo seguro del porque pero quería ser un poco más cercano a él y tal vez, solo tal vez dejar de molestarlo tanto.
El me miro extrañado, pero cambio su expresión por una sonrisa sincera.
-Está bien Do, no me importaría quedarme todo el día contigo, aunque eso pueda afectar mi salud mental – rio – pero estoy preparado y a demás extraño tus raros comentarios.
-Lo sé, nadie puede resistirse a mis encantos.
ESPECIAL V – SULAY
----Suho
Lay y yo habíamos estado juntos desde el principio, el me ayudo a levantar esta aldea cuando mi padre fue asesinado, junto a él no me sentí mas solo ni asustado.
Parecía estar siempre perdido en sus pensamientos, cualquiera que lo vea pensaría que es una persona muy distraída y rara, y bueno lo es, pero solo un poco, esconde grandes intelectos y sentimientos.
Fue con él con el que descubrí muchos de los misterios de nuestro poder, cuando estaba por volverme loco siempre estuvo ahí para calmarme y hacer las cosas objetivas y menos pesadas.
Nuestra amistad era bastante sincera, así como podíamos hacernos los mejores cumplidos, también podíamos ser capaces de mencionar nuestros errores regresándonos a la realidad firmemente, sacudirnos para reaccionar pero sin llegar a lastimarnos.
Sin darme cuenta me convertí también en una madre para los chicos y algunos decían que Lay era como su padre, lo que nos hacía sonrojar y avergonzarnos.
En el laboratorio me gustaba trabajar solo con Lay, pues con él las cosas salían más fácil; sin embargo, de vez en cuando teníamos a alguno de los chicos queriendo “ayudarnos”, en especial nuestro gigantón y nuestro chico asustadizo, aunque eso no nos quitó recibir la visita de todos los demás de vez en cuando.
Pero fue exactamente hace un año cuando las cosas cambiaron de alguna forma entre nosotros.
Ese día terminamos de trabajar en el laboratorio y los niños metiches se habían retirado, dejando todo el desastre para nos encargáramos nosotros. Acomodamos todo el material en su lugar y sacudimos el polvo acumulado, Lay no se dio cuenta de que había una probeta rota por lo que al levantarla corto de su dedo, pronto la sangre salía sin parar, era algo desafortunado pero la única cosa que él no podía curar era su extraña enfermedad que impedía que la sangre coagulara correctamente despues de un corte, era el único que sabía sobre esa condición y respetaba su decisión por dejarlo solo entre nosotros.
Tome de su dedo y lo eleve, coloque un pañuelo para detener la pequeña hemorragia, no fue una herida grave pero trate de cuidarlo todo lo que pude, así como el siempre cuidaba de nosotros.
Su dedo ya estaba bien, pero seguíamos sentados en el piso, vi que en su cuello había un poco de polvo, mis manos aún seguían ocupadas limpiando la herida y cubriéndola, por lo que se me hizo fácil soplar para retirarlo, su reacción fue… peculiar, curvo su espalda y se tensó al máximo.
-¡Ah! No hagas eso, mi cuello es muy sensible.
Me dio gracia su reacción por lo que volví a soplar en su cuello, él se retorcía e intentaba esconder su cuello de mis soplidos.
-Ahora se tu debilidad – me reí de él y continúe molestando esa zona sensible, ahora no solo se retorcía, también reía a carcajadas.
Tomo de mis manos para alejarme.
-De verdad quieres seguir este juego – me reto con la mirada.
-Sí, si ¿Qué?
Trate de nuevo de acercarme a su cuello, pero él me tenía fuertemente sostenido por las muñecas, solo sentí ser jalado y en un instante yo estaba encima de él y lo siguiente fue por completo inesperado…
Tomo con sus dientes mi labio inferior, mordiéndolo ligeramente, mis ojos no podían estar más abiertos y mi cara más roja, lo sostuvo por un momento que sentí demasiado largo.
Me soltó pero no me dejo moverme del lugar – Eso es para que aprendas a mantener quietos esos labios, mi cuello es muy sensible y podrías provocar otras cosas en mí, recuerda que ya no somos unos niños – bajo la mirada indicándome hacia cierto problema, si, ambos sentíamos cierta incomodidad en la parte baja y las cosas no mejorarían si no me quitaba de él pronto, así que rodee rápido quedando a su lado.
-Mmm – trate de articular palabras, pero no sabía que decir – lo lamento, creo.
-¿Por qué? La verdad yo no lo lamento – hizo una pequeña pausa y luego volteo a verme - Hyung desde hace un rato he querido decirte algo.
-¿A… a mí?
-Si a ti
-¿Qué? – pregunte con cierto nerviosismo.
-Quiero… quiero que estemos juntos.
-Lo estamos, Lay.
-No de esa manera, hemos sido buenos amigos desde hace tiempo, pero tu como yo sabemos que nuestros sentimientos van más allá de una simple amistad. Por lo que te pido que seas mío y que nunca te vayas de mi lado.
Mis palabras se trababan y no podía formular una oración coherente, su cara comenzó a mostrar preocupación, tal vez pensaba que lo iba a rechazar, pero era verdad que lo nuestro iba más de una bonita amistad, pero me sentía un poco ridículo de que yo siendo el hyung no fuera capaz ser el que le pidiera que solo fuera mío, las palabras nos saldrían por lo que solo se lo demostré acercándome nuevamente a su cuello, pero esta vez para dejar un delicado beso, el sonrió y dirigió mi boca hasta la suya.
-Espero que eso sea suficiente para hacerte saber yo también te quiero a mi lado.
-Mensaje recibido, fuerte y claro – ambos seguíamos con cierta molestia en los pantalones – pero será mejor ir despacio, así que es mejor que nos alejemos un poco solo por unos momentos.
Asentí pronto, nos alejamos pero sabíamos que solo sería por el momento, porque habíamos prometido estar siempre juntos y cuidar de nuestros niños hasta que fuera necesario, pues ellos también estaban creciendo.