Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

One Night Stand por Aomame

[Reviews - 34]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

One Night Stand

Unión

Lejos de estar contento porque Steve hubiera corrido tras él, Tony se sintió molesto. Molesto por la enfermedad y porque la situación comenzaba a rebasarlo. Estaba harto de sentirse perdido.

 

—¿Qué quieres?—le espetó y estornudó de nuevo.

—¿Estás bien, Tony?

—¿Qué te importa?

Steve le miró, estaba seguro de que Tony había visto ese beso, y por ello le contestaba de esa manera tan brusca. No lo culpaba, pero él también había visto algo así, él también podía estar molesto ¿o no? Con todo, no sabía cómo abordar el tema del beso, y más importante, Tony se escuchaba ronco y sus parpados medio-caídos, le recordaron a sí mismo cuando era un tipo escuálido y enfermizo. Salvó la distancia entre ellos y le tocó la frente.

—Tienes fiebre, Tony

—¡Suelta...!—Tony apartó su mano con la suya y dio un paso hacia atrás, resbaló en el borde de la acera y casi cae; casi, porque Steve lo sostuvo a tiempo y lo atrajo de vuelta a la banqueta.

El castaño se vio entre los brazos amados en un segundo, y por otro par de ellos no reaccionó. Hasta que recordó el beso de la rubia aquella y lo empujó lejos de sí.

—¡No me toques!

—Tony...

—Déjame.

—Tienes fiebre, te llevaré a casa.

—¡No! Puedo tomar un taxi por mí mismo, Rogers, no te metas. No soy un maldito niño, carajo—Tony frunció el ceño, tosió, y señaló la puerta del bar—. Regresa con tu novia.

Steve suspiró y dio un paso hacia él, paso que Tony retrocedió.

—No es mi novia, Tony.

—¡Ah, pues lo parece!¡Ese beso fue muy elocuente!

—¿Estás celoso?

—¡No! ¿Por qué debería estarlo? Ni que me importara con quien te acuestas, capipaleta. Ahora, déjame.

Tony le dio la espalda y echó a caminar calle arriba, sólo quería alejarse de él, y quería volver a casa, ya no quería sentirse tan irritado. Pero, evidentemente, Steve no se iba a dar por vencido tan pronto y lo siguió.

—Yo creía que si te importaba.

—¿Por qué habría de?

—Porque me acuesto contigo.

—¡No me digas tonterías! ¡También con esa te haz de dar vuelo! ¡Maldita sea, no me mientas!

—No tengo por qué mentirte.

Tony se dio la vuelta y le miró furioso.

—¡Déjame en paz! ¡Vuelve con tu novia!

—¡Ya te dije que no es mi novia!

—¿Y ese beso qué? ¿Me vas a decir que fue de amigos? ¡Te recuerdo que soy un maldito genio, y no me engañas!

—¡¿Y qué hay de ti?! ¿Me vas a decir que no besaste a Pepper hoy en la tarde? No tendré tu gran IQ, pero no se puede negar lo evidente.

Tony respiró profundo, le había cortado las palabras. Incluso, había olvidado su "incidente". Bufó, pero ya no estaba enojado, como segundos atrás.

—Eso no fue...

—¿No?—Ahora era Steve el molesto— Te enojas porque Sharon me besó, pero, caray, Tony, ¡besaste a Pepper!

—Yo no...

—¡Es más, vas a casarte con ella! ¡¿Con que derecho me reclamas?!

—¡No voy a casarme con ella!—gritó Tony y al hacerlo se provocó un ataque de tos.

Steve suspiró y se acercó a él para palmearle la espalda, e intentar tranquilizarlo. Cuando la tos amainó, Tony repitió con voz ronca lo que había dicho.

—Cancelamos la boda—dijo y levantó la vista—¿Sharon te besó?

—¿Cancelaste la boda?

—Contéstame. ¿Fue ella, y no tú?

—Fue ella. Contéstame tú también.

—Sí, la cancelé.

—¿Por qué?

Tony lo miró, aún estaban muy cerca uno de otro, es más, Steve le sujetaba de un brazo y apoyaba una mano en su espalda. Ya no estaba enojado. Tenía en sus manos la posibilidad de ser honesto, era en ese momento, o nunca. Si no resultaba, siempre podía culpar a la gripe.

—¿No puedes adivinarlo? Maldita sea, Steve.

Éste sonrió, pero no dijo nada, iba a dejar que Tony hablara; lo cual estaba bien para éste, puesto que estaba en su límite. Tony quería saberlo, saber si era correspondido o no, quería ser sincero y decir las palabras que nunca se había atrevido a decir, porque nunca antes sintió algo así.

—Estoy enamorado de ti. ¿De acuerdo? Bien, ya lo dije. Ahora suéltame, necesito ir a casa, tengo fiebre—dijo rápidamente—. Ah, y para tú información, también, fue ella quién me besó. Te vi después de que lo hizo y...

—¿Viniste a explicármelo?—Steve sonrió y antes de que Tony escapara, lo abrazó contra su pecho—, también te vi hace un momento y por ello vine tras de ti. No quiero que pienses justo lo que pensaste.

Tony estornudó en el hombro de Steve, pero a éste no pareció importarle.

—Te llevaré a casa—le anunció

***

Tony se vio a sí mismo, arropado en su cama con un paño fresco en la frente. Le pareció que se había quedado dormido en el viaje del bar aquel hasta su casa. O tal vez, nunca había salido de ahí y todo había sido parte de una alucinación causada por la fiebre. Ese último razonamiento se vino abajo cuando vio a Steve entrar a su habitación con un plato humeante en una mesita para cama.

—Despertaste, que bien. Te traje algo de sopa.

—No quiero.

Steve no respondió, dejo la sopa en la mesa de noche y se sentó en el borde de la cama.

—Vete, cap, tengo sueño y es mejor que te vayas. No te sientas obligado a cuidar de mí sólo por lo que te dije.

—No me siento obligado. Además, aún no te respondo adecuadamente.

—No necesitas hacerlo, es evidente que...

—Tony, dejemos de suponer cosas, ¿está bien?

Tony se incorporó hasta sentarse en la cama, se quitó el paño de la frente y asintió.

—Sólo para que te quede claro, capsicle, lo que dije no lo dije por la fiebre. Es verdad. Y también es verdad que cancelé la boda, puedes preguntarle a Pepper, si quieres.

—Bueno, yo te reitero que no tengo ninguna relación con Sharon. Es más, ella va a irse a Inglaterra en un par de días, sólo me agradeció la carta de recomendación que escribí para ella.

—Vaya forma de agradecerte.

Steve sonrió.

—También me sorprendió. Pero el hecho es que yo también estoy enamorado de ti, y no estoy buscando ninguna relación con nadie más.

—¿Quisieras una relación conmigo?

—Sí, por supuesto.

—¿Por qué no me lo dijiste?

—Porque no es la manera en la que tu llevas las cosas. Esa noche... pensé que sería sólo esa noche. E intenté tomarlo todo, era mi única oportunidad para ello. Así que...

—¿Pensaste que eras como el resto de las personas con las que he dormido? ¿Qué sólo era curiosidad de mi parte?

Steve se encogió de hombros, como diciendo que no se le ocurría ningún otro motivo por la que Tony hubiera querido pasar la noche con él. Cualquier otra razón, le había parecido inverosímil.

—¿Qué pensaste tú? ¿Por qué tampoco me dijiste nada?

—Que estabas liberando tu siglo de virginidad.

El capitán rió y Tony sonrió contagiado.

—¿Te cuento un secreto, Tony?

—Claro

—No soy virgen desde los catorce.

Tony abrió la boca sorprendido— ¡Nos has engañado todo este tiempo!

—Esa es una idea que ustedes se formaron—se defendió.

—¿Te digo un secreto, también, capsicle?—Steve asintió— Yo también pensé que esa noche, sería la única. Es más, pensé que sería suficiente y podría librarme de todos los sentimientos que tenía por ti, creía que sólo era tensión sexual. Pero al despertar, me di cuenta que no era así, y que dormir contigo, sólo magnificaba todo.

Steve estiró su mano y tomó la de Tony.

—¿Tú quieres tener una relación conmigo? Porque nada me haría...

—Sí, no tienes que decir cursilerías, capsicle—Tony enrojeció y fingió que volvía a ponerse el paño en la frente—. Creo que tengo más fiebre.

El capitán rio, le enternecía esa actitud evasiva, por más que lo hiciera sufrir en otras ocasiones. Tal vez, tenía dentro de sí un componente masoquista; pero no le importaba, se sentía feliz. Así que sin decir nada más, salvó la distancia entre ellos y le besó. Como era de esperarse la boca del castaño estaba caliente y tomado por sorpresa, apenas si pudo responder a la caricia. Cuando se separó, le mordió el labio inferior.

—Lo que importa ahora, es que te recuperes. ¿Te tomaras la sopa?

—No quiero, prefiero una dona.

—Tony, la sopa te hará bien.

—Pero no tengo hambre. Oye, ¿y si mejor hacemos el amor, así como anoche?

—Estás enfermo, no es buena idea.

—Te dejo todo el trabajo a ti.

—Tony...

—Está bien, pero quiero un "vale por una noche" para cuando me recupere.

Steve rio y lo besó de nuevo. Lo obligó a comer algo de sopa, le dio un antipirético y refrescó el paño de su frente. Tony estaba contento de ser mimado de esa manera por el capitán, le gustaba y ya estaba maquinando maneras para lograr se consentido. Ese día, tal vez, no logró tener sexo, tampoco lo deseaba demasiado, pero durmió con Steve, tranquilamente, entre sus brazos. Esa era la mejor manera de combatir un resfriado.

—Cuando despierte—murmuró aferrándose a la camisa de Steve—, ¿estarás aquí, verdad?

—Sí.

¿Y te quedarás en la noche ?

Todas las noches.

—Es un trato, Capitán.

—Es un trato, Mr. Stark.

 

FIN

 

 

Notas finales:

Wola! Espero que les haya gustado.

Se acabó el sufrir, que venga el gozar (?) 

y también se acabaron las solterías de estos dos.

Pero, ¿qué creen?

¡Falta el epílogo!

Así que, 

¡nos estamos leyendo!

<3

Continuará...

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).