A sus veinticinco años Damian puede decir que es feliz. Tiene a Grayson a su lado cuando necesita el amor y la calidez que le recuerde que es una buena persona. Ama a Dick lo suficiente como para nunca juzgarlo. Jason esta para él cuando siente que deben golpearlo, cuando no se merece amor. Jason es ese lado que no muestra a nadie, pero que todos conocen, Jason es sus pensamientos oscuro y lo ama por eso. Cuando necesita la complicidad y la comprensión de alguien, esta Tim. Sus conocimientos, sus experiencias, Tim es la voz racional que le aconseja.
A sus veintisiete años Tim es feliz, Jason está a su lado aprendiendo a amarlo y descubriendo que el amor es más que solo contacto físico. Tim se encarga de ser lo que Jason necesita y es feliz porque Damian se mantiene a su lado cuidándolo, protegiendo cada herida que Jason intenta cerrar. Si alguien los viera ahora dudaría realmente que muchos años atrás, Damian había intentado en más de una ocasión matarlo, pero eso solo es pasado.
A sus treinta y dos años, Jason vive tranquilo. Damian lo acepta, sana sus heridas. Es su hermano, su amante y su socio; cuando el mundo le da la espalda es Damian quien le tiende una mano, lo levanta y le recuerda que sin importar lo que el mundo diga, Damian siempre va a estar para él así como Tim y Dick.
El amor siempre le ha parecido un misterio, pero Tim se encarga de enseñarle que no solo es físico, hay mucho más y que tenerle miedo era una estupidez. Jason se encarga de cerrar cada herida que él le causo con gestos y palabras bonitas que Dick le aconseja.
A sus treinta y cinco años, Dick es feliz. Tiene a Damian a su lado y es consiente del amor que este le profesa. Grayson puede volar libremente y regresar porque Damian es su hogar, sin importar lo que escuche Damian siempre le espera con los brazos abiertos. Tim es su pequeño hermano menor al que cuida mucho y se ríe de Jason cada vez que Damian los ve juntos, siendo este el vivo reflejo de un padre que protege a su hija de su novio delincuente y él, bueno es la parte madura que le da consejo a ambos.
Sin importar como lo vieran cada uno tenía una forma diferente de amar. Sacrificios que con el tiempo empezaban a ser buenos recuerdos, emociones que se convirtieron en sentimientos.
Para el final del día solo eran ellos y sus corazones abiertos sin preocuparse por si salían heridos o no. Solo se tenían a ellos para sobrellevar el tipo de vida que habían escogido...Solo ellos podían lamerse las heridas y sanarlas, darse el amor que necesitaban.
Son una familia, son amantes, son hijos y son hermanos que no comparten la sangre, aunque muchos no lo comprendieran. El amor no era precisamente atarse a alguien, para ellos era mucho más profundo. Sin egoísmo, sin envidia o celos.