Carta número uno.
Lunes, 17 de abril.
Debo escribir, no, debo gritar para lograr expresar el dolor de cabeza que ha sido conocerte Park Chanyeol. En mi vida había visto a alguien tan alto como imbécil. Y no digo imbécil de una manera linda, sino de una manera despreciable; despectiva. Te crees mucho por ser el nuevo estudiante y ya haberte ganado el puesto de favorito del docente, la mariposa social del instituto, el tipo que habla tres idiomas, como si eso fuera un logro considerando que tus padres te han dado todo desde que saliste de tu madre, literalmente, saliste de ahí y tus padres te colocaron en una cajita de cristal sobre un pedestal de oro con el cordón umbilical enmarcado y colgado. Te odio por si no lo habías notado. Aunque odiar es muy fuerte. Te desprecio. Sí, eso es mejor.
Byun Baekhyun.
Carta número dos.
Jueves, 20 de abril.
¿Por qué te gusta sentarte a mi lado? ¿Es alguna clase presunción? ¿Te hago sentir más alto, si es que se puede? Ugh. Desaparece, fuera, largo, shu.
Carta número tres.
Viernes, 28 de abril.
No veo el objetivo de escribirte cartas que no te he entregado, pero mi psicólogo dice que son una gran ayuda. Entonces lo seguiré haciendo. Te sigo detestando, no tanto como el primer día, supongo que eres un buen tipo, algo bizarro para mi gusto y demasiado alto.
Carta número cuatro.
Martes, 6 de junio.
Hace tiempo que no te escribía una carta. Los exámenes son muy difíciles para ti, hay palabras que no entiendes y confundes muchas otras. Al menos puedes jactarte de tus notas en inglés porque en las demás tienes problemas. Es raro verte tan preocupado Chanyeol… Me gustaría ayudarte pero tú dijiste que ya te consiguieron un profesor particular, tus padres odian que tus notas bajen, es demasiado notorio. Suerte Chanyeol.
Carta número cinco.
Martes, 20 de junio.
No me lo creo. Me alegró verte tan feliz hoy, se podría decir que brillas cuando eres feliz, casi radiante. Incluso organizaste una fiesta en tu casa la próxima semana, y me invitaste. Me invitaste. A pesar de que todos saben que me desagradas, incluyéndote, lo hiciste con una enorme sonrisa dándome tu número por si me perdía en el camino.
No creo poder asistir, pero quiero agradecerte la invitación. Ojalá tuviera el valor de entregarte esta carta, o enviarte algún mensaje de texto.
Carta número seis.
Sábado, 24 de junio.
Jamás en mi vida bebí como hoy, mi caligrafía es un desastre. Park Chanyeol, eres el diablo en persona. Te dije que no iría y de pura casualidad Kyungsoo apareció en mi puerta para ir a tu fiesta y tú sabes que es imposible decirle no a Do Kyungsoo. Beber contigo fue divertido, lo he de admitir. Eres muy agradable cuando estás ebrio ¿o ese soy yo? Respóndeme Chanyeol, si es que algún día te envío estás cartas… respóndeme.
Carta número siete.
Domingo, 2 de julio.
Amé a tu madre. Es la mujer más amable del mundo. Tu padre me da miedo y más su hermana, pero el ángel que es tu madre opaca a esos dos. No te ofendas, pero ella es demasiado para tu padre. Espero volver pronto a tu casa para completar nuestro proyecto de ciencias o emborracharnos con nuestros amigos a espaldas de todos. Te quiero Chanyeol, eres un buen amigo.
Carta número ocho.
Viernes, 14 de julio.
Hoy tomaste mi mano. No dije nada. Tú tampoco dijiste algo. Y creo que eso lo hizo más perfecto. El silencio es algo que tú, mi querido Chanyeol, no conoces y hoy al estar a solas te dedicaste a mirarme de una manera tan extraña, tan intensa. Antes de que pudiera preguntarte algo tú solo tomaste mi mano y la acariciaste un poco con la yema de tus dedos, me hizo cosquillas, me dio una sensación tan cálida que casi sonreí. Luego llegaron nuestros amigos y me soltaste. ¿Mañana tomarás mi mano de nuevo? ¿O algo más? Dime Chanyeol. Dímelo.
Carta número nueve.
Sábado, 15 de julio.
Solo entrelazamos nuestras manos. Nada más. No sé si eres muy reservado a solas o algo porque te quedas muy callado cuando estamos solos y solo me miras, antes solías hablar pero ahora solo quieres compartir silencios conmigo y es… es bonito. Son silencios tan agradables, como si soltara mis problemas sin decir una palabra y tal vez por ello solté una lágrima cuando me soltaste la mano para irte. Admito que te necesitaba un poco más conmigo.
Me gustaría vivir más cerca de ti. Te haces extrañar Chanyeol. Ahora mismo te extraño y recién te acabas de ir.
Carta número diez.
Miércoles, 19 de julio.
Te escribo ya que son cuatro días sin saber de ti. Estoy enfermo; un resfriado fatal. Te envié varios mensajes de texto pero aún no respondes. ¿Cuándo me responderás? Confío en que tu madre te crio bien Chanyeol, no seas descortés conmigo. Ahora la cabeza me duele demasiado como para escribir algo más extenso.
Carta número once.
Domingo, 23 de julio.
Estoy comiendo las frutas que me trajiste. Me dio tanta vergüenza que entrarás a mi horrendo cuarto, un nido de bolitas de papel higiénico y gérmenes, soy algo flojo para la limpieza y como estoy enfermo mucho peor. Por poco no vienes de rodillas a verme para explicarme que te confiscaron el celular por haber bajado tus calificaciones. Repito. Tu padre no me cae bien. ¿Comunicarnos por cartas sería más efectivo ahora? Igualmente tu tardía visita me subió el ánimo.
Nota.
Las cartas de la 12 hasta la 28 fueron destruidas Chanyeol. De todas formas en ellas solo había un poco de lo mismo que acabas de leer.
Carta número veintinueve.
Jueves, 5 de octubre.
Adoro tomar tu mano. Acariciar tu frente para despejar tu flequillo Chanyeol ¿qué me hiciste? Desde que viniste a mi casa cuando estuve enfermo no podemos separarnos. Tú dices que mi sonrisa te gusta, que yo te gusto, que me quieres mucho y que perderme te haría muy infeliz. No veo como pueda ser eso posible cuando eres tú el que trae alegría a los momentos más sencillos y difíciles. Te quiero contar cosas que jamás le conté a nadie. Ya te tengo la confianza suficiente, de hecho, siempre la tuve.
Carta número treinta.
Domingo, 8 de octubre.
Hoy vi algo, algo que espero jamás volver a presenciar Chanyeol. Te conté los problemas que tengo en casa y tú te pusiste a llorar, debí ser yo el de las lágrimas pero tú eres Park Chanyeol, mereces ser el protagonista. No me malinterpretes, no estoy enojado. No esperaba que te afectara tanto, incluso prometiste que viviríamos juntos. No quiero ilusionarme pero si la ilusión contiene un futuro contigo, yo soy un completo iluso.
Carta número treinta y uno.
Martes, 14 de noviembre.
Hablamos demasiado estos días. Son nuestras primeras vacaciones y la hemos pasado de lugar en lugar, hablando, riendo, tomando nuestras manos y jalándonos de un lugar a otro. Nuestros amigos se sienten algo excluidos cuando hablamos solo tú y yo, me hace gracia que intenten entender nuestras indirectas. Quisiera escribir más, pero tú vendrás en cualquier momento porque tenemos una fiesta en casa de Jongdae.
Carta número treinta y dos.
Viernes, 24 de noviembre.
Besarte fue lo mejor de noviembre. Aunque fuiste tú quien inició el beso, luego yo estuve pidiéndote más besos durante toda la noche. Me arrepiento de haber regresado a casa y no haberme ido contigo a la tuya, pero prometí regresar temprano de esa fiesta a la que ni siquiera entramos, seguramente Jongdae nos preguntará por qué no fuimos. Ansío verte mañana, no te lo dije, pero mañana te haré una visita muy especial Chanyeol.
Carta número treinta y tres.
Domingo, 10 de diciembre.
¿Tuvimos sexo? ¿Hicimos el amor? Tú dices que hicimos el amor. Vaya manera de hacerlo. No entraré en detalles pero fue la mejor noche de mi vida Yeol, podría llorar con tan solo imaginármela de nuevo. Somos tan inexpertos en esto del sexo Yeol, pero cada beso y caricia… tú encima de mí, moviéndote dentro de mí mientras me mirabas, diciendo que me amas, besándome y haciendo que cada parte de mi cuerpo tiemble. Parece que escribo una carta erótica y debo detenerme. Te amo Chanyeol. Gracias por hacer mi vida un poco muy perfecta, por verle el lado bueno, por llenarla de ese brillo que solo tú sabes dar.
Carta número treinta y cuatro.
Lunes, 25 de diciembre.
Te amo más. Simple, claro y directo. Te amo; tú me amas. ¿Qué puede salir mal?
Carta número treinta y cinco.
Jueves, 15 de febrero.
Casi no te escribo, olvido hacerlo ahora que somos novios. Consumes mi tiempo y me encanta. Creo que te dedico cada día, solo a ti, tú y solo tú. Quiero que dure para siempre Yeol ¿es eso posible? Seguimos en el proceso de escoger una universidad y veremos un departamento pequeño la siguiente semana. Estás cumpliendo con tus promesas. No sé por qué, pero estoy sorprendido. Todo ha pasado demasiado rápido. Tanta felicidad no puede ser procesada. Aunque tuvimos nuestras peleas hace poco ya que tú elegiste la universidad a la que iremos, esa universidad no me gusta, pero tu enorme terquedad te impedirá ver otras opciones y yo terminaré aceptando a esa universidad. A veces tu lado de niño malcriado sale a la luz Chanyeol.
Carta número treinta y seis.
Miércoles, 28 de febrero.
Me duele el culo Yeol. Te culpo, ya que vivir juntos nos ha traído más de tres encuentros semanales. El departamento es muy pequeño pero solo lo usamos para dormir y hacer el amor, por suerte mi familia no apareció desde que les dije que viviría contigo, eso me alivia y a ti también por lo visto en estos últimos días. Espero llegues pronto para ir a cenar algo, tengo mucha hambre Yeol ¡Apresúrate!
Nota.
Aquí empieza el periodo donde dejé de escribirte cartas Chanyeol.
Carta número X.
Viernes, 10 de agosto.
Me siento tan extraño al escribirte de nuevo. Tanto que no recuerdo el número de la última carta que te escribí, debo buscarlas y ponerle el número que les corresponde. Este último año tenía que ser un cambio para ambos, y lo ha sido de tantas maneras que no sé si puede ser algo positivo o negativo. ¿Por qué siento que nos distanciamos? Es normal darnos nuestro espacio, lo es. Incluso recuerdo haberte pedido mi espacio una vez, pero estas semanas han sido tan frías y tajantes Chanyeol. Cuando entras en nuestro pequeño apartamento traes contigo el estrés que te produce la universidad, la exigencia de tus padres, tus propias expectativas y aspiraciones. Y en medio de eso estoy yo, él que tiene una beca y un trabajo de medio tiempo para los gastos, el que perdió contacto con su familia y no le debe cuentas a nadie. Siento que eso último te molesta, no te sientes comprendido ya que yo puedo dejar la universidad y nadie vendría a preguntarme el por qué. ¿Quieres libertad? ¿Qué clase de libertad? ¿Libertad de tus padres? ¿Universidad? ¿Yo?
Carta número treinta y ocho.
Domingo, 12 de agosto.
Encontré las cartas. Me pasé horas leyéndolas y riendo con todos los recuerdos. Recuerdos. En mis cartas describo a un Chanyeol tan diferente del que ahora me muestras ¿o es que es este tu verdadero yo? Te extraño Chanyeol, y lo peor de todo es que te extraño cuando tú ahora estás a mi lado leyendo tus apuntes. ¿Dónde andas Yeol?
Carta número treinta y nueve.
Lunes, 3 de septiembre.
Aprobaste todos tus exámenes, idiota. Te dije que lo lograrías pero tú solo sabes llevarme la contraria. Yo también aprobé todas, pero no quiero opacar tu logro, te esforzaste tanto y por fin lo obtuviste. Espero que podamos salir a divertirnos esta noche Yeol, lo necesitamos.
Carta número cuarenta.
Viernes, 7 de septiembre.
Encontrarnos con nuestros viejos amigos fue la cereza del pastel. Todos cambiaron tanto, aunque en el fondo siguen siendo los mismos. Se notó tu alegría al verlos, hace tanto que no sonreías de esa forma Chanyeol. Fue como viajar un año atrás en el tiempo, cuando salíamos por las calles y hablábamos de todo ¿cómo fue que perdimos esa costumbre? Te esperaré hasta tu última clase para poder caminar, tomar nuestras manos y conversar como antes. Me llevaré un abrigo tuyo, ese gris que te llega hasta las rodillas, mi favorito.
Carta número cuarenta y uno.
Sábado, 30 de noviembre.
Nuevamente estoy dejando el hábito de escribirte seguido. Tal vez porque no hay nada que escribir. Nuestras conversaciones son de la universidad y terminas más estresado, inclusive los silencios se han vuelto incomodos y eso me da miedo Yeol. ¿Por qué me da tanto miedo? Bueno, yo conozco la respuesta pero no quiero ni puedo admitirla.
Carta número cuarenta y dos.
Viernes, 7 de diciembre.
Creo que hoy fue la peor pelea que tuvimos. Cuando tiraste los apuntes que tenía sobre la cama, se cayeron sobre el charco de soda que dejaste caer antes de comenzar la pelea, no solo destruiste mis apuntes sino varias cartas que estuve leyendo. Esas cartas valían oro para mí y por eso reaccioné tan violentamente, aunque tú tampoco te quedaste atrás Park Chanyeol. Ahora una parte que me recordaba por qué me enamoré de ti quedó destruido. Se perdió Chanyeol, se perdieron para siempre y tú ni siquiera lo sabes. Y si lo supieras dudo que te llegase a importar ya que solo eres la sombra de la persona que solías ser.
Carta número cuarenta y tres.
Miércoles, 19 de diciembre.
Hoy tuvimos sexo. Bebimos demasiado y lo hicimos sin problemas ni miramientos. Cuando te corriste te levantaste y te dormiste inmediatamente. Ahora si tuvimos sexo Chanyeol, no fue hacer el amor. ¿Qué tienes que sentir después del sexo? Solo me siento aburrido y por ello vine a la sala para escribir esto en vez de dormir como tú hiciste. Siento que no podemos respirar tranquilos estando juntos. Esto es asfixiante.
Carta número cuarenta y cuatro.
Jueves, 27 de diciembre.
Creo que hemos sido claros con nuestra relación. Me alegra que lo hayamos tomado con tanta madurez. El apartamento está a nombre de tus padres y por lógica el que se va soy yo. Después de cumplir mi primer año universitario me mudaré a los cuartos universitarios, he pensado en hacer mi transferencia a la universidad que yo elegí hace un año y que dejé de lado por ti, para poder estar juntos. Fui demasiado iluso Chanyeol, incluso tú mismo me lo dijiste.
Carta número cuarenta y cinco.
Martes, 8 de enero.
Tu mamá sigue siendo el ángel que conocí hace tiempo. Me ayudó tanto con la mudanza. Al llegar al nuevo campus ella no se sorprendió de que haya hecho mi transferencia, prometió que no te diría nada al respecto. Sé que contigo he perdido el contacto desde la noche en que decidimos terminar, entonces tampoco pude decírtelo y creo que es lo mejor.
Carta número cuarenta y seis.
Sábado, 20 de abril.
El cambio ha sido excepcional. Nada es igual. Siento que mi vida brilla con luz propia ¿así te sentías cuando tenías ese brillo tan extraño en el instituto? Es maravilloso Chanyeol. He llorado por ti los primero días, sí, pero ahora solo leo las cartas que nunca te envié y creo que debería dártelas.
Carta número cuarenta y siete.
Domingo, 21 de abril.
He intentado buscarte en nuestro, bueno, en tu apartamento y ha sido imposible. El portero dice que llegas muy tarde, y no me atrevo a ir a tu universidad pero creo que tengo que hacerlo. Incluso preparé una caja para las cartas que aún quedan para ti. Espero encontrarte hoy.
Carta número cuarenta y ocho.
Lunes, 13 de mayo.
Te vi hoy, te grité a todo pulmón pero pasaste de largo en tu automóvil, ¿fue imaginación mía o ya me reemplazaste? Pero ya no somos nada, entonces es normal y me alegra que continúes sin mirar atrás. De todas formas, antes de ser mi novio fuiste mi amigo, mi mejor amigo, y extraño tanto hablarte de todo. No pido caricias ni besos, solo pido un par de minutos para conversar, para reír, para meternos en ese mundo que solo nosotros dos conocíamos y queríamos. ¿No lo extrañas? Esa alegría sin sentido en tu vida ¿no la extrañas?
Carta número cuarenta y nueve.
Jueves, 16 de mayo.
Por fin te vi, me acerqué y te hablé. Te sorprendí al aparecer de la nada Chanyeol, tu cara lo decía todo. Incluso me sonreíste un poco, te ves bien, luces mejor que cuando estuviste conmigo y sé que piensas lo mismo sobre mí. Ambos brillamos de maneras diferentes.
Carta número cincuenta.
Sábado, 18 de mayo.
Te pedí vernos hoy, y seguro ya me fui dejando esta caja. No sé dónde leerás estás cartas. Tal vez una por día, las leerás en una hora, las dejarás tiradas en alguna parte de tu vida, o ya empezaste a leerlas apenas me fui. Quién sabe; solo tú.
Escribo esto desde mi nueva vida. Una versión mejorada. No menosprecio nuestra relación, fuiste una parte tan esencial en mi vida Park Chanyeol. Creo que te di mi juventud. Lo mejor de ella. Antes de que llegaras mi vida era horrible, y tu llegada me mostró lo mucho que puede brillar alguien. Y ahora que te fuiste de mi vida descubrí mi propia luz, una que puedo llamar solo mía.
Sin ánimos de explayarme solo quiero decir que te amé Park Chanyeol, tan sincera y profundamente que ni yo lo puedo creer. Siempre te llevaré en mi corazón. Nadie te quitará el puesto como mi primer amor. Al fin entiendo por qué nunca pude darte estas cartas, solo fue porque no era el momento indicado. Yo ya no necesito de estas cartas, a pesar de que fueron mi alegría y desdicha durante un buen tiempo. Solo sentí que para poder continuar mi vida debía contarte mi último secreto, el cual ahora tienes entre tus manos, manos que una vez me guiaron.
Gracias por todo lo bueno. Gracias por todo lo malo.
Byun Baekhyun.