Premisa Súbita, Capítulo XIII.
Yoongi cayó al suelo, todos nos sorprendimos en demasía, Jungkook corrió a donde él se encontraba y se tiró al piso.
«Si... a veces me parecía un poco extraña la... manera en la que Jungkook se preocupaba por Min»
—¡Yoongi! — gritó mientras levantaba un poco su cabeza del suelo. —¡Maldición! — gritó, nos vió a nosotros, y luego vió a Kai para morder su labio. Se notaba que quería decir algo.
Hoseok y yo nos vimos las caras, y él no pudo contenerse.
— Ya...han pasado casi cuatro días — respondió.
— Mierda... — miró a los lados tratando de calmarse.
Respiró hondo y se levantó.
— Taehyung, toma a Yoongi y llévalo dentro del avión — me dijo seriemente. — Hoseok, acompañame. Dijo para caminar, yo me dirigí de inmediato a buscar a Min.
Lo coloqué en uno de los acientos, y yo hice lo mismo. Me dispuse a ver por la ventana...Jungkook hablaba algo con Kai, cuando terminaron de hablar, todos fueron adentro.
Yo me distraje un poco con mi celular. Esta espera me estaba aburiendo demasiado.
Tenía cuatro días que no me bañaba. Aquí no había señal.
Y mi culo ya empezaba a palpitar por la polla Hoseok.
— Ah...Hoseok — suspiré mordiéndo mi labio mientras sonreía. Aún recuerdo cuando lo conocí, su cabello, sus ojos, su sonrisa... maldita sea, su desquiciada risa me volvió loco desde el principio.
Ah si, también recuerdo que follamos desde el principio.
Sonreí y recosté mi cuerpo cerrando ambos ojos.
POV HOSEOK.
Jungkook habló con Kim unos cuantos minutos sobre unas mujeres a las cuales Yoongi había reservado.
— ¿Dices que ya las solicitaron? — jungkook frunció el ceño, se podía denotar su enojo, gracias a que una vena sobresalía en su cuello.
— Pues sí, Yoongi no elige mierdas. Solicitó a las tres mejores putas que tengo, y están ocupadas con unos Ceos — tasqueó su lengua y miró a otro lado.
— Surán es una de las más ocupadas, pero es barata. Si está aquí, puedo dártela. Si no, tendrás que aceptar a un... puto — soltó una carcajada.
—No me jodas —alzó la voz.
Kim me miró y se acercó a mi tomándome de la cintura y susurrándome.
—Es mejor que controles al novato de Yoongi, Hoseok — soltó una carcajada en mi oreja. Yo hice lo mismo quitándo su mano de mi cintura.
— Es mejor que le hagas caso, Kim — ladeé una sonrisa y le giñé mi ojo. Él se alejó de mi, y sacó su celular.
—¿Surán? ¿Estás ocupa...— frunció su ceño. — Está bien, adiós — colgó sonriénte.
—¿Y?
— Estaba follando, y ella odia que la llame en plena acción — alzó ambas cejas.
Al parecer, pensaba que ibamos a aceptar irnos sin mercancía. Por lo que escuché, ya estaban pagas, y Yoongi había depositado una buena suma de dinero, pues, no estaba solicitándolas, estaba comprándolas.
Jungkook estaba tratando de calmarse, era obvio que estaba preocupado por Yoongi. Pero ¿Por qué no había dicho nada? Hasta Jungkook había recargado energías, ¿Por qué él no?
— Escúchame imbécil... no nos iremos de aquí sin una maldita mujer. Y si, somos unos malditos tirones, y necesitamos coger — se acercó a su cara.
Yo pasé saliva y rogué por Jungkook, él era nuevo y no conocía a ese hombre.
— Si quieren, pueden esperar a que vuelvan, estarán aquí mañana a primera hora.
— Las necesitamos ahora...
— Entonces jódete y cojan entre ustedes, mocoso — la divertida sonrisa de Kai había desaparecido, al igual que su paciencia con Jungkook.
Aquella idea no vendría mal en este momento. Lo único que queríamos en este momento, era que Yoongi despertara.
—Jungkook, volvamos al avión... — lo tomé del brazo con fuerza. Lo miré serio, tal vez con una de las miradas más serias que jamás le había dado.
El suspiró cansinamente, y me siguió en silencio.
Cuando llegamos al avión, mi Taehyung estaba dormido plácidamente como un hermoso angel... mi angel. Yoongi también estaba dormido, se veía tan indefenso, al verlo así, era casi imposible imaginarse que de pequeño chico, salieran palabrotas hirientes y despiadadas, y tuviese una mente cruel y retorcida.
Dirigí toda mi atención al pelicataño que estaba frente a mi.
— Hermoso... despierta... — acaricié sus mejillas y él me otorgó una sonrisa cuadrada aún con los ojos cerrados. — Has que Yoongi despierte.
Los ojos de Jungkook se abrieron exaltadamente, y un impulso lo llevó a acercarse a mi y mirarme con desapruebo.
—¿Qué mierdas dices, Hoseok? — me gritó. Entendía su confusión, pero era lo único que podíamos hacer.
—Jungkook... — lo encaré. — Taehyung, es el único que puede hacer que despierte, si no es ahora, no será nunca.
—¿Taehyung? ¿Taehyung, Hoseok? — gritó aún más fuerte, haciendo que Tae abriera sus orbes.
— Taehyung, es el ciervo de Yoongi — respondí.
— Yoongi lo contrató con ese mismo propósito. Él frunció su ceño, era obvio que no sabía nada. Genial, yo y mi gran bocota.
—Yoongi... y Taehyung.... — se alejaba lentamente, hasta sentarse y llevar sus manos a su cabello.— ¿Cómo pudieron ocultarme esto?
Taehyung se levantó y caminó hacia él.
POV OMNSCIENTE.
Taehyung se agachó frente a él y quitó sus manos, haciendo que lo mirara.
— No te ocultamos nada, Yoongi nunca necesitó mis servicios hasta ahora... Jungkook lo miraba a los ojos.
Aquella era la explicación de que Tae acompañara a Yoongi a todos lados, era la explicación de por qué pasaba tanto tiempo en casa, hasta que se hicieron amigos, quizá, la amistad de él y Taehyung, también sea algo que Yoongi compró.
—Vete, Tae.
El nombrado quedó en silencio observándolo, hasta que Hoseok le hizo una seña, que lo hizo levantarse. Caminó hasta Yoongi y lo levantó, el otro chico lo ayudó y entre los dos, llevaron el cuerpo inmóvil del peli-menta hasta una habitación, cerrando la puerta. Jungkook estaba en una especie de shock emocional.
¿Por qué nadie le contaba nada?
¿Por qué no se enteraba de nada?
¿Era porque era menor?
¿Por ser un mocoso?
¿Era acaso... una carga para Yoongi?
Toda clase de preguntas inundaron su cabeza. Se recostó del aciento, y trató de no pensar en nada. Sacó su celular y le tecleó a JiMin, necesitaba desestresarse con algo.
« JK: ¿Qué haces?»
«JM: Trato de hacer mi almuerzo, pero creo que pediré Pizza»
«JK: ¿No prefieres comerme a mi?»
«JM: ¿Quien dice que no?»
Soltó una pequeña carcajada, que fue callada cuando escuchó los gemidos de Taehyung detrás de la puerta, y no pasó mucho tiempo hasta que los de Yoongi se hicieron presentes.
«Maldita... sea» cerró ambos ojos tapando sus oídos.
Sintió unas manos alborotando su cabeza.
—Hola, pequeño... — y ahí estaba aquella sonrisa que caracterizaba a Hoseok.
— Dejame solo hyung...
— Te contaré todo.
— No quiero saberlo...
— Taehyung, trabajaba para Yoongi. Pero él era un hombre muy ocupado, y tenía miles de mujeres a su dispocisión...
—Basta...
—Taehyung se quedaba en casa haciendote compañía, siempre decía que eras un chico muy misterioso y que le llamabas mucho la atención, hasta que se hicieron cercanos. Era de esperarse, mi Taehyung es un amor...
— Cállate Hoseok...
— ¡Hey! ¡Respeta a tus mayores! — alzó su dedo e hizo puchero. Ambos rieron, Hoseok habló hasta por los codos de cómo conoció luego a Taehyung y follaron el mismo día en la oficina de Yoongi, cumpliendo una de sus locas y peligrosas fantasías.
A decir verdad, luego de que el mayor se enterara de eso, les tomó asco, y trató lo más posible de no tenerlos cerca, despidiéndolos por tres semanas. Que aquellos dos aprovecharon para irse a follar.
Jungkook empezaba a olvidar todo aquello, riendo de las ocurrencias de su hyung. Hasta que Taehyung salió serio de la habitación.
—¿Y Yoongi?
— No quiso seguir follando conmigo.
—¿Por qué?
— No lo sé, traté de convencerlo por su bien...pero no quiere ¡Es un terco! ¡Malagradecido! ¡Yoongi, desconciderado! — empezó a murmurar entre susurros graciosos. — Solo dice que quiere verte, Jungkook.Es mejor que vayas ya, antes de que incendie el avión.
El chico de cabello negro lucía un poco confundido, pero no pudo ocultar su emoción, y salió casi que corriendo a la puerta, abriéndola, y encontrándose con un Yoongi semidesnudo acostado en la cama, tapando su cara con su hombro.
— Yoongi... ¿Querías verme...? — preguntó algo nervioso.
— Pasa — ordenó él. El chico obedeció, entró y cerró la puerta detrás de él.
—¿Pasa algo? — preguntó Jungkook, después de quedar un largo rato en silencio. Pasaron unos cuantos minutos más de silencio, Yoongi tapaba su cara y mantenía un semblante serio.
Su hermoso y blanquecino pecho estaba al descubierto ante los ojos del chico.
Con una respiración tranquila, y sus labios entreabiertos, era una imagen bastante provocativa. El chico aún no terminaba de entender qué ocurría.
— Cojamos, Jungkook.