Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Premisa Súbita ;BTS por Chihara-chan

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

«La iglesia no es la asamblea de los puros, sino el hospital de los pecadores»

—Anónimo.

 

Jimin sabía cómo tratar con tipos como Yoongi. Y no entendía por qué hacía berrinches si muy fácilmente podía extender sus preciosas y perfectas alas y largarse de ahí.

Pero no.

Se estaba divirtiendo demasiado como para irse así. Aunque no quisiera admitirlo.

Salió de la tina después de haber estado ahí como cuatro horas, hasta tomó una siesta, adoró las escencias y velas aromáticas, vaya que lo disfrutó. Hasta había olvidado lo de hace un rato.

Secaba su cabello con la toalla cuando su reflejo divisó un hermoso y elegante traje, y unos zapatos a juego en la cama. Lo miró de reojo mientras seguía con la tarea de secar su cabello. No era la primera vez que un mafioso le daba obsequios caros. A decir verdad, una cara bonita como la de Jimin no pasaba inadvertida entre un mundo de hombres perturbados y al acecho. Casi todos los amigos de su hermano quisieron follárselo en incontables ocaciones.

Pero... los otros eran viejos verdes y tacaños. Y con lo poco que conocía a Yoongi, soltaba los verdes muy fácilmente. Era guapo, joven, poderoso...

Se sorprendió a sí mismo mordiendo su labio, decidió acercarse. Acarició la tela del saco, era muy, muy suave. Sonrió. El color era bonito, le agradaba.

Su estómago rugió y recordó que no probaba bocado desde hace tres días. Y bueno, no se refría precisamente a las bocas de Jungkook o Yoongi.

—Maldición... —miró a los lados y se dió cuenta de que con lo único limpio que contaba, era la bata de baño. Se dispuso a revisar el armario, y consiguió unos pantaloncillos blancos y una camisa de igual color. Parecía como si en ese armario solo hubiese ropa blanca.

Bueno, era una mansión de verano.

El short le quedaba muy ajustado, y hacía que su trasero se viera muy abultado, más de lo que ya era. No le molestaba, pero apretaba un poco. 

—Joder, Jimin — se regañó así mismo por haber comido todas esas porquerías que cocinaba Jong In. Salió de la habitación y bajó las escaleras. El segundo piso estaba vacío, de seguro era de Hoseok y Taehyung. Entonces... el primero era el de Jungkook.

Su vista se dirigió a la piscina, todos estaban ahí menos Yoongi. Decidió acercarse un poco.

—Hey, ¿Se están divirtiendo? —dejó salir una sonrisa que curvó sus ojos.

 

Pov Jimin.

 

Jungkook bajó sus lentes de sol y me miró con ironía. También tenía un conjunto blanco que le sentaba muy bien, dejaba ver su ancho cuello, su lunar sexy, y su perfecto pecho definido. Me senté en otra de las sillas, grandes y largas sombrillas nos daban una sombra.

—¿Por qué no te bañas? —pregunté.

—Por que estoy leyendo —me respondió sin siquiera dirigirme la mirada. Este imbécil lograba ponerme a paciencia como la mierda.

—Bueno, en ese caso... —me levanté y estiré mis brazos, me quité la camisa y la coloqué en la silla. —Yo nadaré con los chicos un rato...

Él me miraba fijamente, y yo en ese momento me sentí agradecido con los matones que me enseñaron artes marciales, gracias a ellos tenía un abdomen y piernas de las que me sentía orgulloso. Ni hablar de mi trasero, era gloria. Caminé por la orilla juguetonamente.

Se quitó los lentes y me miró descaradamente con una sonrisa plasmada en su rostro.

Me senté en la orilla a ver cómo Hoseok se frotaba en el cuerpo desnudo de Taehyung. Mi sonrisa desapareció. ¿Y quién se frotaba en el mío? Metí mis pies en el agua y empecé a chapotear.

Por inercia dirigí mi mirada a la mansión, en el ventanal del cuarto piso una silueta me observaba fijamente, sentía su mirada fría como un témpano de hielo. Mi piel se erizó, era Yoongi. Tenía una mirada seria, su ceño ligeramente fruncido. Lentamente quité mi mirada de ahí y miré el agua, luego miré mi torso descubierto.

No tengo idea... del por qué sentí la necesidad de cubrirme. Pero eso era lo que la mirada penetrante de Min me dió a entender.

Me levanté, tomé mi camisa y me dirigí a la cocina, después de todo, era a donde iba desde el principio.

—Maldita sea... —abrí el refrigerador y fruncí el ceño. —¿Una mansión tan lujosa, y no hay ni una manzana en el refrigerador? —grité. De inmediato estaba Min Hoo detrás de mi.

Le expliqué mi situación y de inmediato se dispuso a preparar algo. Los chicos entraron y el único que se acercó a oler la comida fue Taehyung. Y al estar lista, solo comimos nosotros dos. No tengo idea de qué clase de demonios eran, de seguro encontraría una bodega secreta llena de botellas con sangre y su linda pajita para beber más fácilmente.

—¿Yoongi no hará fiesta de bienvenida hoy, Min Hoo? —preguntó Jungkook con el control remoto en su mano.

—En efecto, Joven Jeon. Sus trajes están en sus habitaciones.

—Ya veo —asintió.

Él se tomaba todo esto muy calmado, tal vez demasiado calmado.

Metí un trozo de carne entero en mi boca y lo mastiqué.

 

Pov Omnisciente.

La tarde trajo consigo un hermoso atardecer, Hoseok estaba afuera observando sus alrededores, Taehyung miraba la televisión junto con el heredero de los Jeon.

El pequeño Park Jimin estaba en su piso, en su balcón habían unas macetas vacías, aquello sería un buen entretenimiento mientras se encontraba en aquel lugar. Siempre se le dió muy bien la jardinería. Le pidió al fiel mayordomo unas cuántas semillas y las plantó con mucho cuidado. Hizo pequeños y lindos carteles coloridos con las flores que tenía cada maceta. Había flor de loto, margaritas, y algunos tomates. Para el final de la tarde estaba lleno de tierra y sudor. Sonrió. Hace mucho tiempo que no se relajaba de esa forma, estas eran como vacaciones.

Estaba ansioso por tomar un baño, cuando tocaron la puerta, ató fuerte la toalla a su cadera y abrió la puerta.

El chico bajó su mirada y lo observó de pies a cabeza con repugnancia.

—¿Qué quieres, Jeon?

—¿Por qué estás tan asqueroso, idiota? — habló fuerte, parecía un regaño. A Jimin no le importó. 

—Estaba plantando en aquellas macetas de...

—¿Qué esperas para alistarte? —frunció su ceño. —Toma esto — le acercó una pequeña bolsa color rojo pasión. Jimin la tomó y observó su contenido curioso, sacó una pequeña caja y la abrió, era un perfume.

Jungkook miró a otro lado mientras los ojos de Jimin lo penetraban con confusión.

—¿Y esto?

—Solo no quiero que huelas al perfume barato que usas —metió una mano en su bolsillo. —Tíralo, puedes quedarte con este. Es un obsequio.

Jimin abrió su boca y llevó su mano a su pecho, Auch.

Lo último que vió fue su ancha espalda bajar las escaleras y desaparecer.

Soltó un largo suspiro, se dirigió a la tina y se metió en ella. Jugó con las burbujas, con las esencias. Los brazos de Morfeo lo sedujeron y durmió por unas cuántas horas. Cuando se divisó a sí mismo dormido con la boca abierta, casi se le escapa un grito.

«Eso de quedarse dormido en a tina se estaba volviendo ley»

Había música afuera, una música de ambiente muy relajante, los instrumentos estrella eran el piano, el violín y el chelo, haciendo una perfecta armonía.

Saltó fuera de la tina y secó su cuerpo. Caminó frente al espejo, tomó el perfume y puso un poco en su muñeca, la acercó y aspiró.

Pudo

Su exalada sonó como un gemido muy agudo. Frunció el ceño, aquello poseía un olor... embriagante, era delicioso.

Había concentrado su atención en cosas absurdas, y no se había percatado de que tenía todo, accesorios, perfume, un traje, zapatos... Pero no tenía ropa interior.

En efecto, nadie le había llevado un par de bóxers a Park Jimin para la valada de esta noche.

—Demonios... —ajustó sus pantalones azulados al mismo tiempo que metía su camisa blanca. La abotonó lentamente hasta llegar a su cuello, tomó el moño con forma de lazo y lo amarró. Soltó un cansino suspiro y se miró al espejo. Ese tono de azul le sentaba bien con su plateado cabello, todo iba a juego, estaba perfectamente planeado. Tomó su reloj y lo colocó en su muñeca. Aquello se lo había regalado su hermano el día de su cumpleaños, caminó hasta la cama y tomó el perfume. Lo roció a ambos lados de su cuello, roció el aire frente a él y dio un paso, impregnándose en su olor.

Ahora estaba listo, solo faltaba su saco

 

 

 

Lo colocó sobre sus hombros y estuvo listo. Se dirigió a paso firme hacia su puerta, casi pegó un salto al techo al ver parado ahí a Yoongi, justo frente a él con su mirada fija.

Su cabello amarillento le daba un aura mucho más lúgubre que antes, más misteriosa, mucho más sensual y llamativa. Su mirada de ojos negros gatunos estaba al acecho. Pasó saliva rápidamente y cerró la puerta detrás de sí.

—¿Esperaste mucho? —curvó sus labios en una divertida sonrisa que infló sus cachetes.

Yoongi fruncó su ceño. Se acercó a él, tomó su muñeca y lo acercó levemente a él para aspirar.

—Hueles... delicioso —gruñó. Jimin no pudo evitar sonreírle, no sin antes ver aquel atuendo bañado de un tono azul medianoche que sentaba tan bien con su nuevo look extravagante.

 

—¿Te gusta? —acomodó su saco mientras mostraba sus encías en una sonrisa.

A decir verdad, Jimin estaba encontrándome un poco de cinismo a esa sonrisa tan "alegre" suya.

—Si, está muy...elegante —miró a otro lado rascando su nariz. ¿Por qué aún no avanzabamos?pensó tratando de mantener la calma.

La sonata de Sleep Away, interpretada por el pianista Bob Acri acompañó su momento. Ya las cosas no podían ponerse en peor situación.

—¿Y el tuyo? —dió un paso hacia él, Park dió uno hacia atrás y pegó su espalda contra el mármol de la puerta. —¿Te gusta? —susurró muy seriamente.

—Si, m-me gusta —bajó su mirada. —Gracias.

—Esta noche, serás mi acompañante —extendió su codo, Jimin lo observó confundido por unos cuantos segundos, pero lo tomó. Y así bajaron los escalones hasta el segundo piso, donde los esperaba un balcón que daba una perfecta vista al amplio salón.

 

 

Pov Jimin.

Había arreglos florales hermosos, personas caminando, platicando y bebiendo Champagne. Viejos amigos reuniéndose nuevamente, personas presentándose con otras. Hoseok platicaba con un grupo de chicas, y Taehyung con otro grupo.

Todo aquello me daba mala espina. Todo estaba demasiado tranquilo.

Demasiado tranquilo para el gusto de Yoongi.

Uno de los sirvientes nos trajo unas copas, y ambos las tomamos. Fue entonces cuando llamó la atención de todos.

—Disfruten la noche, caballeros —hizo un ademán y sorbió su copa. Un aludido resonó entre las blancas paredes, opacando el hermoso sonido de la música. Todas las miradas se centraban en Yoongi, en mí. La luz del candelabro nos daba de lleno al rostro, iluminándolo más de lo que me habría gustado. Jungkook aplaudió fuertemente detrás de nosotros justo cuando los de los demás se detuvieron.

 

Tomó la copa de Yoongi de sus manos y la sorbió entera y volvió a ponerla entre ellas.

El de cabello negro saboreaba su boca con una sonrisa. Su esmoquin era monocromático, en un blanco y negro, cosa que hacía resaltar el estampado de su chaleco. Se veía realmente bien.

 

Ambos intercambiaron miradas, el ambiente se colocó pesado de un momento a otro y sus ojos destellaron en carmesí con mucha intensidad. Sorbí de mi copa mientras alzaba mis cejas y miraba al techo.

—Comida — susurró Kook.

—En mi habitación están las putas —me rodeó con su brazo. Jungkook observó su mano apretando mi cadera por unos segundos antes de fusilarlo con la mirada.

—Mmmmh, Alemanas... —sacó un tabaco de marihuana del bolsillo de su chaleco y lo encendió. Dejó salir el humo con lentitud y soltó una ligera carcajada. 

Cierta aura de rivalidad comenzaba a sentirse en el aire, al igual que el olor a cocaína, cigarrillos y alcohol.  Mujeres con vestidos muy cortos de tela de blonda roja caminaron por todo el salón con máscaras y bandejas con pistolas y pastillas.

 

El Crimen Organizado tendría cabida esta noche.

¿Una tranquila velada a la luz de la Luna? 

¿Una fiesta de Bienvenida? 

Esas cosas no iban con Min Yoongi. 

 

Esta era la oportunidad de tener la mejor venta de toda su maldita vida.

Taehyung tomó una máscara blanca y la colocó lentamente sobre su rostro. 

—Empieza la venta —alzó su varonil voz, la cual resonó hasta el candelabro. 

 
Notas finales:

Se preguntarán; 


¿Por qué Yoongi es Narco si es millonario de Cuna? 


Pues, averiguenlo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).