Aquella noche transcurría como de costumbre, después de todo aquella sería una fiesta normal y corriente a las que ellos estaban más que acostumbrados.
—¡Te ves realmente sexy Jungkook!—gritó Taehyung abalanzándose a él. —Podría follarte ahora mismo...—mordió su labio inferior.
— Solo lograrías que me diera más sueño del que tengo...—frunció el ceño.
Aquellos dos se trataban de una manera peculiar que hacía crecer celos en Hoseok.
—¿Y tú qué me dices Yoongi...? —se detuvo al ver que el pálido estaba dormido en la silla.
—¿Ves? Das sueño—dijo Jungkook divertido acomodando su corbata rojo pasión.
Todos ya estaban listos para ir a la fiesta, tenían sus respectivos trajes, que les sentaban de maravilla.
—¿Estamos todos ya? —preguntó Hoseok cerrando la puerta del asiento trasero.
—Sí—todos respondieron al Unísono.
—¡Oh, esperen! —gritó Jungkook saliendo apresurado del auto. Al rato volvió con unas tres bolsitas transparentes. Dos tenían una especie de polvo blanco, y una un montón de pastillas.
Todos sonrieron, sus ojos destellaron al verlas.
—¿Casi dejábamos a estas bebés?—murmuró Yoongi arrancándoselas y besándolas.
Llegó el momento de irse, todos iban cantando y escuchando músicas grotescas por todo el camino.
Taehyung y Hoseok casi estaban que follaban en la parte trasera.
—Malditos imbéciles... No quiero que manchen mi camioneta con su asqueroso semen—dijo Yoongi mirándolos por el retrovisor.
—¿Qué? ¿Y qué haré con esta erección que me causó Taehyung?
— Aguanta.
—¡Pero me duele! —chilló.
—¡Basta! Ya hemos llegado, joder —dijo Jungkook sacado de quicio.
Se estacionó el auto, todos bajaron tranquilamente, menos Hoseok quien se llevó arrastrado a Taehyung al baño.
Yoongi rodó los ojos y se limitó a seguir a Jungkook.
A decir verdad, el de cabello menta juraba que el menor no iría a esa fiesta, hace unos días dijo que era para idiotas.
Pidieron unas cuantas copas mientras observaban cómo chicas desnudas bailaban en la tarima y los chicos le metían tabacos y rollos de dinero por las vaginas.
«Jump, no está tan mal» pensó Yoongi sonriendo al ver eso.
De repente su concentración se posó en un chico de cabello grisáceo y sedoso quien estaba rodeado de chicos y chicas. Llevaba pantalones ajustados de cuero, unas botas negras, y una camisa del mismo color.
El chico y él cruzaron miradas, él le sonrió y alzó su copa. Yoongi hizo lo mismo.
—¿A quién saludas? —preguntó el pelinegro.
—A nadie —sorbió su copa.
—Iré al baño a abrir esto —sacó una bolsita. —¿Vienes? —le sonrió sensualmente.
—Iré luego, ve tú.
Jungkook lo miró extrañado, nunca había respondido algo como "Iré luego, ve tú" él era más como... "¿Qué esperas para sacar esa jodida mierda? Quiero drogarme, YA"
Pero bueno, se fue él solo.
Mientras tanto, aquellos dos no paraban de mirarse coquetamente, no era un secreto para nadie que Min Yoongi era un hombre sumamente atractivo.
Llamaba la atención de todos en la fiesta. Era sensual, poseía un aura siniestra y atrapante.
Mientras pedía otra copa el contrario se fue acercando.
—Hola — sonrió. Sus blanquecinos dientes relucieron ante la mirada del pálido.
—Hola — ladeó su cabeza y sonrió mostrando sus encías.
Ese era Min Yoongi tratando de ligar.
—¿Cómo te llamas?
—Jimin —pasó su dedo índice por su labio inferior tratando de juguetear. —¿Y usted?
—Oh, por favor puedes tutearme, mi nombre es Yoongi—sorbió de su copa.
— Vale, vale...Yoongi —miró al piso sonriendo, para luego subir la mirada, y cruzarla con aquellos profundos ojos negros.
—¿Estás solo? —preguntó el mayor.
—Ehhm...— buscaba a alguien con su mirada, pero al no ver rastros de Jeon, decidió improvisar —Sí.
—Mmmm —sacó un cigarrillo. —¿Te molesta? —lo alzó.
—Oh no, para nada.
Yoongi encendió un cigarrillo, inhalando su aroma para luego sacarlo al aire. —Yo también estoy solo.
Ambos se sonrieron.
—¡Yoongi! —gritó Hoseok, mandando al diablo todo el ambiente que se había creado.
«Maldito...seas...» pensó el de cabello menta. Quien no respondió.
—¿Has visto a Jungkook? Él tiene el polvo.
Jimin frunció el ceño. ¿Había dicho Jungkook?
—Se fue al baño. También tiene las pastillas.
—¡Nosotros venimos de ahí, y no está!
—Jódanse.
—Como sea, nos quedaremos aquí hasta que llegue —se sentó, para luego poner a Taehyung en sus piernas. —¿Y él? —preguntó subiendo sus cejas señalando al nuevo.
—Soy Jimin...—respondió levantándose.
—¿A dónde vas?
—...Olvidé algo —comenzó a caminar.
Yoongi lo miraba de pies a cabeza, «Puta, mira ese trasero...» se mordió el labio inferior. Min Yoongi tenía nueva víctima para esta noche. Y no se le iba a escapar.
Mientras tanto Jungkook se encontraba dentro de uno de los baños con los ojos cerrados y la cabeza recostada de la pared, sonriendo. Puso nuevamente un poco de ese polvo en su nariz aspirándolo.
Jimin escuchó el ruido que hacía con su nariz y caminó lentamente hasta él hasta posicionarse justo frente a la puerta y pegar su oído de ella.
Cerró los ojos mientras escuchaba los sollozos del pelinegro.
Jungkook abrió la puerta de repente.
—Park Jimin.
El de cabello grisáceo abrió los ojos con exaltación.
—Jeon Jungkook...
Ambos se miraron retóricamente.
—¿Me estuviste buscando? —preguntó Jungkook mientras guardaba la bolsita en su saco.
—No te creas tan importante—miró sus uñas mientras ponía una pose diva y sonreía.
—Que bien...—se acercó lentamente tomando su cintura. —Porque yo si te estaba buscando—de un tirón jaló el cuerpo de Jimin haciendo que sus miembros chocaran. —Y te encontré—susurró en su oído para luego pasar su lengua.
Supongo que la cocaína empezaba a tomar control en el cuerpo de Jungkook, o en realidad estaba pensando en penetrar la pequeña entrada de aquel moreno.
—Cuanta brusquedad, Jeon—lo separó.
El de cabello negro suspiró cansinamente y sacó un cigarrillo, lo encendió y aspiró profundamente.
Jimin lo miraba con detenimiento, se veía realmente sensual haciendo eso. Jungkook lo miró mientras soltaba el humo.
—Si no vas a dejar que te la meta, lárgate.
—¿Qué te hace pensar que serás tú quien me la meta? —bufó.
Jungkook soltó una carcajada, arrojó el cigarrillo al suelo y lo pisó. Tomó la barbilla de Jimin bruscamente y lo acercó a él.
—¿Qué te hace pensar lo contrario—dijo para salirse.
Jimin sonrió, Jeon Jungkook se estaba volviendo una persona bastante interesante...