Anthony frunce el ceño ante la declaración de la peli negra. Bufó ante la desesperante situación y dirigió su vista a la de Barnes, esperando algo de apoyo.
James suspiró y se acercó al castaño. Protegería a Tony de esa maldición. Sea falsa o no.
–No te preocupes, Anthoska… Te protegeré –le susurró al oído al más bajo.
Todos miraron sorprendidos la cercanía de ambos jóvenes. Tony solo atinó a ponerse colorado y dejar pasar aquella declaración.
La tensión envolvió al grupo de estudiantes. Estaban confundidos y muy enojados. Querían irse a casa.
Sumergidos en sus pensamientos tristes y desconsoladores, escucharon un grito no muy lejos de donde estaban.
Ryuu aseguró que ese grito provenía de su hermana menor. Por lo que, él y su hermana, corrieron en busca de ella. Peggy sugirió seguir a los desconocidos. Era más seguro estar con ellos que ir a la deriva. Todos estuvieron de acuerdo y siguieron a los hermanos.
Kamala y James R. se miraron mientras perseguían a los dos jóvenes. Por alguna razón, sentían que detrás de ese grito se encontraba Danvers.
Black Moon iba a la delantera, cortando las hierbas que se interponían en su camino. Sin saber realmente por dónde ir. Entonces, un nuevo grito se escuchó.
– ¡Carol! –gritaron Khan y Rhodes.
La morena se guió por el grito. Logrando encontrar a su hermana tirada en el suelo, con Danvers encima de ella.
Todos se sorprendieron al ver como la rubia trataba de ahorcar a la peli celeste. Inmediatamente, Rhodes, Sam, Ryuu y Steve trataron de acercarse para separarlas, pero en cuanto Carol se dio cuenta de la presencia de más personas, alzó su rostro para dejar ver como sus ojos eran completamente negros.
– ¡No se acerquen! ¡No es ella! –gritó Esmeralda, golpeando en el estómago a la rubia al verla distraída, logrando zafarse del agarre.
Carol cayó al suelo y Esmeralda quiso golpearla de nuevo, pero Kamala se interpuso tratando de salvar a su amiga y amor platónico. La peli celeste miró a los demás en busca de una respuesta sobre el comportamiento de la morena.
–Ka-Kamala… –la rubia había recuperado el color azul de sus ojos. –Está loca… –las lágrimas se desbordaron por sus mejillas.
Khan no necesitó más nada para tirarse encima de la chica del parche y golpearla a diestra y siniestra.
Sam y Natasha trataron de alejar a la morena de la peli celeste. Mientras, Rhodes corría a auxiliar a su amada, siendo detenido por el peli blanco.
–No es ella… –trató de convencer al moreno de no arriesgarse y esperar a ver qué es lo que hace, pero James se opuso y se acercó a su chica.
Encantadora frunció el ceño. Algo en Danvers iba mal. Se acercó a ayudarla también, pero en cuánto la rubia fue rodeada por más personas, cogió de la mano al más cercano y sus ojos regresaron a ser negros. Y gritó. Provocando un ligero temblor y que su cuerpo empezara a consumirse en llamas.
Encantadora trató de soltarse del fuerte agarre de su compañera. Pero era inútil. Poco a poco las llamas empezaban a alcanzar la piel nívea de la rubia.
Supervisor y Scott trataron de ayudarla, pero Black Moon los apuntó con una pistola para que retrocedieran.
Era demasiado tarde.
Todos los presentes se alejaron para observar como poco a poco Encantadora era invadida por el fuego. Los gritos desgarradores de su amiga se escuchaban claramente. La rubia mantenía su mano libre estirada, en busca de que alguien la ayude.
Supervisor se acercó para estirar su mano y tratar de alcanzar la de su compañera sin que el fuego lo alcance. En cuanto el fuego se fue consumiendo, un fuerte viento sopló desaparecieron el cuerpo hecho cenizas de la rubia fallecida. El encapuchado mantuvo su mano alzada, tratando de ahogar su llanto.
Scott se acercó a él y entrelazo sus dedos con el contrario. Ambos habían querido de una manera rara a esa chica. Y ahora solo se tenían el uno al otro.
Tony se agarró el pecho, sintiendo como sus latidos se aceleraban. No podía negar que todo era demasiado fantasioso. La ciencia no avalaba la brujería, pero esto... Quizás sólo por esta vez podía permitirse creer.
Bucky lo abrazó por atrás. Susurrándole palabras bonitas para que se calmara. El castaño menor se dejó hacer.
Janet lloraba desconsoladamente en los brazos de Thor, mientras Loki permanecía agarrado de la mano con Romanoff, ambos en estado de shock.
Peggy se mantenía al lado de Steve, quien miraba con preocupación a su enamorada igual que Sam, quien estaba preocupado por Kamala.
Mientras, los trillizos apuntaban con sus armas a Carol, quien parecía haber vuelto en sí. Los hermanos se miraron entre sí. Ella ahora le pertenecía a la maldición y aunque la mataran sería usada como contenedor. Era una clara amenaza.
–Déjenla en paz… –susurró la morena. – ¡Todo esto es su culpa! –gritó, mientras las lágrimas salían con violencia de sus ojos. –Si no fuera por su tonta maldición… –hipó. –Ella no estaría así… –volteó su mirada hacia la rubia que yacía arrodillada y con las manos atadas. –Yo la protegeré… de todos –se limpió las lágrima y frunció el ceño.
Los trillizos rodaron los ojos. Esto no podía estar pasando. Peggy trató de acercarse a la morena y conversar con ella, pero Kamala la miró con tanta impotencia que retrocedió en su accionar.
–Entiendo que estés preocupada por tu amiga –habló Ryuu, tratando de persuadir a la joven. –Pero ella ya no está viva… –frunció ligeramente el ceño. –Tu misma la vista prenderse en fuego… –suspiro.
Khan negó con la cabeza. Eso no podía haber pasado, todo tenía que ser producto de su imaginación o culpa de esos hermanos desconocidos. No podía, o mejor dicho no quería, creer en que Carol estuviera muerta. Y menos que hubiese muerto en su delante.
Sam estaba realmente confundido. Nunca había visto a Kamala tan enojada y necia. Black Moon escuchó el quejar del moreno y comentó que usualmente la gente dejaba al descubierto su verdadera personalidad cuando esa cosa aparece en la isla o al menos mostraban de manera más efusiva sus sentimientos, sobre todo los negativos como la inseguridad.
Steve se sintió un poco aludido con el tema de la inseguridad. No pensó ser tan celoso y posesivo con Margare. De igual manera, Peggy sintió vergüenza de sus amigos y sobre todo de Steve y Tony. Había sido demasiado excesiva con su sobre protección. Aunque ella tenía motivos de fuerza mayor para ser así con su primo.
Nath frunció levemente el ceño, quizás ella también se vio afectada y por eso casi había besado a Janet.
Loki tosió un poco, no se sentía muy diferente de lo usual. Exceptuando que se sentía más celoso de lo normal de Janet. Quizás era por las sensaciones que causaba la maldición.
Supervisor y Scott se soltaron abruptamente las manos, separándose. Scott se acercó a Rhodes, quien miraba con lástima a su amada, y Supervisor se alejó unos pasos del grupo.
Todos habían sido claramente afectados.
Y ahora, eran uno menos.