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SIVE MALEDICTIO por Esmeraldaxx200

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Notas del capitulo:

¡Gracias por leer y comentar! <3

 

¡Espero les guste el cap! ¡Ya empieza lo bueno! :D 

Caminaron juntos alrededor del campamento. No se decían nada, solo disfrutaban de la compañía del otro. No de manera romántica. Era distinto. Querían estar solos, pero el tenerse el uno al otro, sintiendo lo mismo y habiendo pasado por lo mismo, les hacía sentirse bien. Les hacía sentirse menos despreciados.

Se detuvieron un instante al escuchar un leve crujido a pocos metros de ellos. El peli negro protegió con su brazo a su amiga, quien frunció ligeramente el ceño. El silencio volvió a reinar. Ambos compañeros se miraron y suspiraron. Lo mejor sería regresar al campamento y dormir un poco.

No estaban muy lejos, por lo que decidieron dar una última vuelta antes de regresar. La peli roja mantenía su mirada fija en el cielo oscuro, caminaba tratando de sentir el viento sobre sus cortos cabellos. Su oji verde amigo, mantenía la mirada en el suelo. Pateaba una pequeña piedra que se había encontrado.

Ya estaban por girar para regresar al campamento, cuando se dieron cuenta que se habían desviado mucho del camino que estuvieron marcando mientras daban vueltas. Maldijeron con un gruñido y trataron de visualizar alguna señal del campamento.

Mientras ellos intentaban encontrar el regreso al campamento, Anthony trataba de controlar sus latidos acelerados del corazón.


– ¡Estúpido, Barnes! –le gritó, tratando de no llorar.


James había escuchado salir a Loki de la carpa y le pareció que estaba demorando demasiado, por lo que salió a buscarlo. De casualidad, terminó en el lago en donde vio a Tony desvestirse y entrar al agua. Al principio no quería acercarse, pero sus piernas y pies se movieron involuntariamente hacia el castaño.


– Lo lamento, no quise asustarte –trató de calmar al menor.


Stark se mantenía en el lago, dándole la espalda a Barnes. Tratando de que su corazón latiera normalmente. Afortunadamente, había tomado sus medicamentos antes de ir a dormir o hubiera terminado muerto por el susto.


– Deberías salir de ahí o podrías pescar un resfriado –el castaño mayor sonó realmente preocupado.


Anthony volteo su mirada hacia su contrario, viéndolo extender su mano hacia él para ayudarlo a salir. El joven genio lo pensó bien antes de dejarse ayudar, pero finalmente acepto la oferta y cogió la mano de su compañero. En cuanto Tony pisó el suelo, Barnes le pasó su ropa para que se la ponga y evite resfriarse. El oji miel bufó, pero aceptó las ropas agradecido. El viento empezaba a soplar fuerte y las nubes comenzaban a tornarse grises.


– ¿Crees que llueva? –hizo una mueca de fastidio, logrando sacarle una sonrisa al mayor, quien negó la posibilidad de que llueva.


Anthony suspiró aliviado. Un clima tan frío no le favorecía al corazón. Después de que terminó de cambiarse, le dijo a Barnes para regresar al campamento.

James se sacó la casaca que tenía puesta en cuanto notó que su castaño empezó a temblar ligeramente mientras iban avanzando. El menor agradeció la preocupación, pero no quería incomodarlo. Además, al llegar el mayor aún mantenía el rostro rojo, síntoma de fiebre; según Stark.


– Hablo en serio, no es necesario. Solo tiemblo porque está haciendo un poco de frío, pero no me voy a enfermar –frunció ligeramente el ceño ante la insistencia de su compañero. – ¡Ya dije que no, Barnes! –gritó, dándose cuenta al instante de su mal comportamiento. –Yo… –se puso levemente rojo y volteo su mirada. –Es tu culpa por contradecirme… –bufó.


James no dijo nada. Simplemente tapó a Tony con su casaca, mientras lo abrazaba por la espalda. –Eres un engreído –le susurró al oído, logrando estremecer al menor, quien trato de escapar del agarre.

– ¿Qué crees que estás haciendo? –frunció ligeramente el ceño, tratando de ocultar su nerviosismo.

–Te estoy protegiendo del frío –le habló cerca al oído.


Anthony dejó de insistir y suspiro. El calor que le proporcionaba el castaño mayor era cálido y para nada sofocante. Empezaron a caminar despacio, sin separarse del otro.

Bucky aprovecho la oportunidad para oler de cerca al joven genio. Su cabello olía ligeramente a miel y su cuello empañado por las gotas del lago y el sudor, olían ligeramente a algún perfume caro que el castaño seguro usaba. James rió ante ello. Tony pudo sentir la pequeña risa provenir de su abrigo humano y gruñó sutilmente.

El  caminar tan lento los haría llegar al campamento cuando todos ya estuvieran despiertos y tomando desayuno. Anthony trató de apresurar el paso, pero el mayor lo retuvo. ¿Por qué ir rápido? Nadie los esperaba, nadie sabía que estaban ahí, juntos. Demasiado juntos.

Tony pudo sentir como Barnes apretaba más fuerte el agarre e iba mucho más lento que antes. Casi ni se movían. Estaba empezando a ser muy incómodo.


– Ya… ya no tengo frío –detuvo todo movimiento. –Ya puedes soltarme, Barnes –lo miro de reojo.


El mayor deshizo el agarre con el ceño fruncido, dejando su casaca en la espalda del castaño. Clara evidencia de la molestia de separarse del menor.

Ambos se quedaron un momento en silencio y fue James quien retomó el camino al campamento. El oji miel no tardó en unirse con algo de incomodidad. ¿Por qué Barnes se puso tan serio después de soltarlo? ¿A caso no es más cómodo caminar separados?  Muchas preguntas venían a la mente del brillante joven, pero muchas de las respuestas terminaban en una misma conclusión: Le gustaba a Barnes.

Negó con la cabeza ante la sola posibilidad de gustarle a uno de los jugadores más temidos del equipo de fútbol. Si bien ahora, ya no le daba tanto miedo y le parecía una persona regularmente agradable. No se veía teniendo citas con alguien que para serio todo el tiempo. Aunque, si se ponía a pensar detenidamente; cuando Barnes estaba con él, siempre sonreía. Una sonrisa casi imperceptible, pero que estaba ahí. Su semblante no era tan atemorizante, al contrario, estaba mucho más relajado pero siempre alerta por si le faltaba algo.

Vale, había que admitir que Barnes podía ser un buen prospecto de saliente futuro. Suspiro. Quizás un clavo podía sacar otro clavo.

–Barnes… –llamó despacio al chico delante de él.


James voltio de inmediato al escuchar su nombre. Su rostro se mantenía con el ceño fruncido.


– Yo… tengo frío –cerró los ojos y sus mejillas se tornaron rosadas.


Pasaron unos segundos y sintió como dos brazos fuertes lo abrazaban por la cintura. Tony abrió lentamente los ojos mientras alzaba su mirada hacia su contrario. James tenía una ligera sonrisa en el rostro. Anthony sintió como sus mejillas empezaban a arder más. Trato de respirar pausadamente. Se acomodó en el pecho de Barnes y sonrió. Estar rodeado de los brazos del mayor era cálido y seguro. Quizás conocer a fondo a James Buchanan Barnes no sería tan mala idea.


– ¿Estás cansado? ¿Quieres que te cargue hasta el campamento? –el mayor preguntó, mientras acariciaba los castaños cabellos de un adormitado Stark.

– No seas tan confianzudo, Buchanan –le sacó la lengua en forma de broma y deshizo el abrazo. – ¡Quien llega último al campamento es un huevo podrido! –gritó, mientras dejaba a Barnes atrás.


James sonrió y sintió arder levemente sus mejillas. Estaba feliz por estar profundizando su relación con el joven genio. Despejó rápidamente su mente y empezó a correr para alcanzar al castaño menor. Lo cual, no le tomó mucho esfuerzo.


– ¿Quieres que te deje ganar? –sonrió. –Estamos cerca y no creo que quieras ser un huevo podrido. Eh, Stark –su sonrisa cambio a una sarcástica.

– Cállate, Barnes –sonrió divertido y empujó a Barnes para intentar tomar ventaja, pero el tiro le salió por la culata.


Tony terminó por empujar tan fuerte a Barnes, que no se percató de su propio equilibrio y terminó junto a su compañero en el suelo. Ambos empezaron a reír. James se puso de un lado, apoyándose en su codo para poder ver reír a Tony. Ambos se quedaron mirando por un rato.

 

– ¿Qué me miras tanto, Barnes? Me voy a gastar –sonrió orgulloso.


El castaño mayor rió ante comentario egocentrista del oji miel.


– Veo lo lindo que eres, Stark –volvió a repetir su apellido. Tratando de seguirle la broma al menor.


Anthony rodó los ojos y se sonrojo ligeramente. James llevó una de sus manos a las mejillas del menor y empezó a acariciarlo suavemente. De nuevo se quedaron mirando. Tony empezó a cerrar lentamente sus ojos, mientras James iba acercando sus labios a los ajenos. Un casto beso estaba a punto de ser consumado.


– ¡AAAAAAAHHHHH! –un grito aterrador se escuchó a lo lejos.


Ambos se pararon de inmediato, agitados por el susto del grito. James sintió como Tony empezó a temblar.


–Regresemos rápido al campamento –cogió la mano de un shockeado Stark y empezó a correr rumbo al campamento. Pero un nuevo grito los detuvo.

–Janet… –susurró. – ¡Ese es el grito de mi mejor amiga! –gritó, empezando a temblar con más fuerza y a hiperventilarse. – ¡Te-Tenemos que ir por allá! –le señaló el camino opuesto al campamento. –Por favor… –no faltaba nada para que las lágrimas empezarán a derramarse por el miedo.

–Tranquilo –lo abrazó con fuerza. –Vamos para allá –entrelazaron sus dedos y corrieron hacia la dirección del grito de Van Dyne.


La escena era digna de una película de terror. Janet se encontraba entre los brazos de un sobreprotector Thor. Carol, Kamala y Peggy se encontraban detrás de sus acompañantes y Encantadora se encontraba abrazada de los brazos de Scott y Supervisor.

Varios cuerpos mutilados yacían al centro del grupo. Peggy, la más valiente, se acercó para observar con más detenimiento los cuerpos. No podía decir a ciencia cierta si eran turistas o gente de la isla. Ya que no habían tenido la oportunidad de toparse con pueblerinos de la zona. Carol y Rhodey se acercaron también y aportaron que por las cosas tiradas alrededor de ellos, eran definitivamente turistas. Tenían un mapa bajado de internet y algunas identificaciones que encontraron, confirmaron sus sospechas. Algunos incluso eran extranjeros.

Encantadora gritó histérica que deberían irse de ahí. Todos apoyaron la idea. Steve pidió mantener la calma y agruparse en dos grupos para poder ordenar rápido las cosas, mientras Stark llamaba a Jarvis.

En ese momento, se percataron que no solo faltaba Anthony, sino también James, Natasha y Loki.

Thor empezó a caminar de un lado a otro, tratando de visualizar a su hermano a lo lejos. Empezó a gritar, tratando de mantener la calma y no entrar en pánico al no ver sano y salvo a su hermano. Janet también empezó a desesperarse al no ver a Natasha. Todos empezaron a llamar a gritos a sus amigos. Peggy no pudo aguantar las lágrimas y llamaba a su primo llorando.


– ¡Peggy! –se escuchó a lo lejos. Todos, a excepción de Thor, voltearon su mirada a un Anthony que llegaba corriendo de la mano de James. –¡Chicos, están bien! –el castaño también había estado derramando algunas lágrimas en el camino. –¿¡Dónde está Janet!? –preguntó preocupado y sintió como un cuerpo delgado se lanzaba encima de él hasta hacerlo caer.

– ¿¡Dónde estabas metido, idiota!? –gritó, llorando la castaña. –Natasha y Loki también desaparecieron –le comentó a su amigo, mientras limpiaba sus lágrimas.


James ayudó a los amigos a levantarse, mientras les informaba que había visto a la peliroja salir junto a Loki poco después de que todo estuviera en silencio.

Encantadora rodó los ojos y le gritó a Stark que llame con urgencia a Jarvis para poder largarse de ese horrendo lugar.


– No tengo mi  celular, lo deje dentro de mi mochila –retrocedió y se escondió detrás de Bucky por miedo a la mirada amenazante de Encantadora.


Carter se puso delante de la rubia. –Si tanto apuro tienes de irte, entonces danos tu celular –frunció el ceño. Ambas se miraban retadoramente. La ojiverde sacó de su bolsillo un móvil rosado y se lo entregó de mala manera a la castaña. –Gracias –fingió una leve sonrisa y guió sus pasos hasta su primo. –Toma, cariño. Llámalo cuanto antes –sonrió amablemente.

Tony agradeció el apoyo y empezó a teclear el teléfono de su mayordomo.

Kamala miró a sus compañeros y suspiro. –Podemos hacer la llamada en otro lado… –miró al suelo con asco. –No me siento cómoda… con… esto –se ocultó en el pecho de Sam.

Carol sugirió caminar rumbo al campamento mientras esperaban la respuesta de Stark.


– ¡No podemos irnos sin buscar a Nath y Loki! –se impuso Van Dyne. –Ellos… –inhaló aire despacio. –Podrían estar en peligro… –bajó la mirada triste.

–No hay señal… –interrumpió James, quien tenía entre los brazos a un tembloroso Tony. –Quizás son los árboles los que tapan la cobertura para la llamada… –trató de calmar las miradas intensas que le daban sus compañeros.


Las cosas empezaban a complicarse. Steve pidió calma y sugirió olvidarse de ir al campamento y mejor ir al pueblo. Quizás ahí la señal si entraba y podían pedir ayuda. Además, de camino podían buscar a sus dos compañeros extraviados.

Rhodey y Carol apoyaron la idea. Pero, Supervisor y Encantadora se opusieron. Querían regresar a recuperar algunas pertenencias importantes. Peggy escuchó la discusión y pensó en oponerse a la idea de regresar, pero escuchó un ligero gruñido de parte de su primo. Se acercó a él para cerciorarse de que todo estuviera en orden, pero un nuevo grito los detuvo de toda pelea.

Todos se miraron aterrados, aquella voz era conocida. La primera en reaccionar fue Janet, quien salió disparada en dirección al grito. Thor movió la cabeza para despejarse y corrió tras su chica. Los demás se miraron entre sí, de nuevo, y también corrieron detrás de Van Dyne.

Janet no estaba segura de por donde debía seguir corriendo. El grito no había sido muy lejano, por lo que no debería estar lejos.


– ¡Janet! –escuchó que la llamaron y regresó en sus pasos. Al girar la cabeza, encontró a Natasha tirada en el suelo con una mano en su tobillo junto a Loki, quien trataba de ayudarla a pararse.

– ¡Nath! –soltó en llanto y se tiró encima de su amiga. – ¡Pensé que te había pasado algo malo! –gritaba en el oído de una feliz peli roja.


Romanof disfrutaba del fuerte abrazo que su amiga le proporcionaba, además de la calidez que emanaba. La castaña quiso deshacer el abrazo, pero Natasha no la dejó ir. La abrazó con más fuerza y le susurró al oído que se sentía feliz de verla tan preocupada por ella. Janet bufó. <<¡Eres mi mejor amiga!>> le contestó. Nath suspiro y dejó libre a su prisionera. Se miraron, una feliz por encontrar a su mejor amiga sana y salva, y la otra feliz por ver a su amor platónico sonreír.


– ¡Hermano! –un agitado Thor se lanzó encima de sorprendido Loki.

– ¡Quítate! ¡Estás todo sudado! –se giró entre los brazos de su hermanastro para evitar que viera su sonrojo y su cara embobada.


El rubio suspiro. Estaba feliz de encontrar a su hermano. El abrazó se volvió más calmado. Odinson aprovechó para oler el aroma dulce que a veces le gustaba sentir de Loki. Era un secreto. Olía tan bien. No estaba seguro si era el perfume que usaba o si de por sí su hermanastro emanaba un aroma suave y embriagante. Loki empezó a removerse incómodo. Que el grandulón respirara cerca de su cuello, le causaba cosquillas.


– ¡Chicos! –llegaron los demás, preocupados. Pero se quedaron en silencio al ver dos escenas algo íntimas.

– No creo que sea momento de que hagan incesto –refiriéndose a los hermanastros. –Ni tampoco de que se declaren su amor lésbico –gruñó Encantadora. Los demás fruncieron el ceño y la ignoraron para acercarse a sus amigos.


Supervisor se rió por lo bajo de su rubia amiga y a cambio recibió un golpe en la cabeza de parte de ella. –Idiota –hizo un puchero y se cruzó de brazos, mientras veía como Carol revisaba la pierna de Natasha. 

La rubia sonrió y comentó que no era nada grave, en un par de horas podría caminar con normalidad. Por ahora, el descanso era una prioridad para su recuperación. Janet sugirió que Thor la cargará en su espalda. Pero, Loki se opuso y fue él quien cargó a la peli roja.

Van Dyne y Odinson se miraron confundidos. ¿Desde cuándo eran tan unidos esos dos? No podían evitar sentir molestia ante la reciente confianza de sus amigos. Steve y Peggy llamaron la atención del grupo para poder coordinar lo que harían. Encantadora insistió en querer regresar al campamento para al menos poder salvar algunas cosas. Kamala y Carol se opusieron rotundamente ante la peligrosa idea de volver. Para la sorpresa de todos, Natasha estuvo de acuerdo.


– Deje olvidado algo y lo necesito –frunció ligeramente el ceño, para mostrar su seriedad.


Su mejor amiga le preguntó qué era eso tan importante que no podía dejar atrás. A lo que la peli roja le contestó, <<Mi amuleto de la buena suerte>>. Rhodey bufó ante la respuesta de Romanof y Carol trató de hacerle entrar en razón. Pero, no había nada que cambiara el pensar de Nath. Ella debía volver si o si al campamento por ese amuleto.  Peggy quiso intervenir, pero Tony la detuvo.


–Yo también necesito volver… –desvió su mirada al suelo. –Olvide algo importante… –miró con vergüenza a su prima.


La castaña se acercó a Anthony y le susurró que tan importante era eso que había olvidado. La respuesta le hizo abrir los ojos y obligar al grupo a regresar al campamento. Steve se sorprendió por el repentino cambio de su enamorada, pero la mirada decidida de Carter lo hizo apoyarla. Rhodey se acercó confundido a Margaret para preguntarle por el repentino cambio de opinión. Pero, sería Tony quien despeje esa duda.


– ¿Cómo es posible que te hayas olvidado de eso? –trató de no gritar, para evitar llamar la atención de los demás. –Se supone que siempre debes traer algunas contigo –gruñó.


Barnes, quien se mantenía distante, frunció el ceño al ver como Peggy y Rhodey rodeaban tan sobreprotectoramente a Tony. Quiso acercarse, pero Steve lo detuvo. Bucky iba a quejarse ante la acción de su mejor amigo, pero este le hizo entender que parecía una pequeña reunión de viejos amigos. El peli negro suspiro, sintiéndose lejano a Tony. El llamado de Rhodey al grupo, sacó de sus tristes pensamientos a Barnes.


–Tendremos que regresar al campamento –sentenció. –No podemos obligar a nadie a seguirnos, pero lo lógico es permanecer unidos –afirmó.


Carol, Kamala y Sam no estaban de acuerdo con regresar al campamento. A Scott le daba igual, en el campamento o en el pueblo corrían el mismo peligro para él. Encantadora y Supervisor apoyaron la idea de regresar. Thor y Janet eran los más indecisos del grupo. Rhodey se acercó a su rubia, para tratar de persuadirla. No podía decirle el motivo real de su cambio.

Sin darse cuenta, Encantadora empezó a levantar la voz alterando a Kamala, provocando una pelea entre todos los integrantes del grupo. El único que permanecía callado era Anthony, quien se cogió fuertemente del pecho al sentir una punzada en el corazón.

El sonido escandaloso de un trueno los hizo callar a todos.


– ¿Truenos? –frunció el ceño. – ¿En esta época del año? –bufó, Carol. –Todo está en nuestra contra, James. Me niego a volver al campamento y es mi última palabra –se cruzó de brazos. Teniendo de lado a Kamala y Sam.


Peggy frunció el ceño y se puso cara a cara ante Carol. –Iremos al campamento, quieras tu o no.

Carol arqueo una ceja ante el raro comportamiento de la castaña. Usualmente era muy serena, pero parecía ocultar algo.


– ¿Qué es lo que James y tú quieren recuperar, eh? –camino alrededor de Carter, analizándola. Para luego voltear su mirada hacia el moreno. – ¿Por qué no son capaces de compartirlo conmi- con nosotros? –se corrigió a sí misma y frunció el ceño. Refiriéndose más a Rhodey que a Peggy. 


El moreno volteo la mirada, como huyendo de la de Carol. Peggy miró a Steve en busca de apoyo.


– Si ellos no quieren decirlo, no puedes obligarlos –intervino Steve.


Una vez más, una pelea verbal se llevó acabo. Janet empezaba a perder la paciencia, pero Thor y Natasha la calmaban. Encantadora rodaba los ojos a cada rato, aburrida por la situación. Los truenos sonaban de rato en rato, pero ya no parecían asustar al grupo.


– ¡Basta! –gritó enojado, Stark. –Soy yo el que necesita regresar urgentemente al campamento, soy yo el motivo por el cuál Margaret y James quieren volver… –su miraba permanecía en el suelo. Agitado y con una mano en el pecho, Anthony pidió que dejaran de pelear. –Necesito volver por mis medicinas –sentenció. Dejándose al descubierto. 


Todos se quedaron callados. Carter y Rhodey agacharon la cabeza. Janet, Loki y Natasha miraron sorprendidos al castaño, durante sus años de amistad nunca había mencionado nada sobre alguna enfermedad. Steve, Sam, Thor, Carol, Kamala, Scott, Encantadora y Supervisor se quedaron sorprendidos ante la revelación. Y Bucky no podía creer lo que escuchaba. Su castaño siempre se veía lleno de vida, pero eso explicaría el extraño comportamiento que tuvo en el pueblo.

Encantadora irrumpió el silencio, alegando que ese era un motivo de fuerza mayor que los obligaba a regresar al campamento. –No podemos negarnos a volver –miró fijamente a Carol, quien huyó de la mirada de la rubia.

Ciertamente debían volver, pero el miedo de morir en el camino no dejaba en paz a Danvers. –Vayan ustedes, yo me adelantaré al pueblo y trataré de comunicarme con Jarvis –insistió.

La oji verde empezaba a perder la paciencia. No se podían separar, era mucho más peligroso estar separados que regresar juntos por las medicinas. Encantadora cogió del brazo a Carol y le obligo a mirarla a los ojos. << ¿A qué le temes? >> Le preguntó. Dejando a Danvers sorprendida. Kamala se acercó a las chicas y les pidió calma. Todos tenían miedo de morir y peor aún sin saber a qué era lo que se enfrentaban. ¿Un asesino? ¿Muchos?

Rhodey se acercó a Carol, alejando en el proceso a Encantadora, y le pidió que lo reconsidere. No podía obligarla a ir con ellos, pero tampoco podía acompañarla y dejar a su hermano solo.

 

–No estoy pidiendo que me acompañen, puedo ir sola –contestó de mala gana.


Supervisor intervino, sugirieron dividir el grupo en dos. Los que querían regresar si o si al campamento y los que irían al pueblo en busca de señal telefónica. Steve y Thor dudaron de la idea, pero era la más lógica en ese momento.

Se dividirían en dos grupos equivalentes. Carol iría al frente del grupo que se dirigiría al pueblo y Peggy guiaría al grupo que retornaba al camping.

Danvers estaría con Thor, Loki; quien dejó a Nath en manos de Steve, Sam, Kamala, Scott y Supervisor, quien le pidió a Encantadora recuperar de su mochila su billetera.

Carter iría con Steve cargando a Nath, Janet, Tony, Encantadora, Bucky y Rhodey.

Cada grupo siguió su camino, sin saber que las cosas se pondrían peores conforme el tiempo iba avanzando.  

En el otro lado de la isla, se encontraban tres adolescentes en una extraña cabaña llena de papeles con círculos de invocación y muñecos vudú. Una de ellas, era la chica de cabellos negros que se había encontrado con Tony y los demás en el pueblo.

–Tengo todo lo necesario –se dirigió a sus acompañantes. –Yo iré primero –sonrió divertida. –Si lo encuentro, lo mataré –sacó al lengua, divertida por sus palabras.

–Es inmortal, idiota –habló una chica idéntica a ella, pero de cabellos celestes como el cielo.

–No se peleen, por favor –intervino un joven idéntico a ellas, pero de cabellos blancos.

La pelinegra suspiro y les dio la espalda a sus hermanos. Susurró un <<nos vemos>>, y se fue corriendo por el bosque en dirección al pueblo. Lugar que permanecía vació. Parecía un pueblo fantasma. Hasta que una cosa negra enredada en llamas apareció lentamente, caminando por en medio de la pista. Dejando rastros de fuego por donde pasaba. Cualquiera que lo viera pensaría que era un árbol en llamas, pero en realidad era la construcción de miles de almas que se había comido con anterioridad. Al no encontrar nada más que carros y casas vacías, se desvaneció. Dejando una enorme llamarada en el suelo, que pronto se propagó entre las casas y los autos. Provocando un incendio.

No muy lejos de ahí, Carol y su grupo escuchó como las alarmas de los autos empezaron a sonar y como de pronto varias explosiones en simultaneo ocurrieron. Supervisor se puso en frente de la rubia y sugirió ir de frente al muelle en donde habían sido dejados. Kamala se negó a ir hasta allá. Scott, quien había permanecido callado, apoyo la idea. Argumentando que en todos lados estaban en peligro, y que quizás podían encontrar algún bote varado en la orilla. Sam le pidió calma a su enamorada y la convenció de ir hasta la playa. Una vez todos de acuerdo, cambiaron su rumbo hacia el mar.

Mientras tanto, Tony buscaba y buscaba sus medicamentos en su mochila. Peggy le quitó la mochila y empezó a indagar ella. Quizás con lo nervioso que estaba el castaño no se dio cuenta de las pastillas. Janet lo abrazaba para calmarlo, pero el joven genio no dejaba de temblar.

– No están –Carter miró con reproche a Anthony. –Recuerda, ¿Dónde las viste por última vez? –trató de sonar calmada.


Tony tenía la respuesta en la boca, pero no estaba segura de querer darla.

Mientras tanto, Natasha se ponía el collar de mejores amigas que Jan le había regalado hace algunos años. Nunca se lo quitaba, pero esa noche lo había guardado en su mochila por los acontecimientos de la tarde. Salió de la bolsa de dormir con ayuda de Steve y se acercó a Janet y Tony.

Bucky y Rhodey permanecían con Encantadora, quien había logrado recuperar sus aretes y después había ido por la billetera de su compañero. Los dos James rodaron los ojos cuando se dieron cuenta de los aretes que llevaba puesto la rubia.


–Sí, ríanse de mí. –se alzó de hombros. –Estos aretes son importantes para mí… –dijo sería, dejando a sus acompañantes asombrados. Ahora entendían porque no aprovechaba para llevarse algún cosmético adicional que entrara en sus bolsillos. –Como sea, ¿Por qué se demoran tanto?


Los tres se acercaron al resto del grupo, sintiendo un aura triste. Encantadora se acercó a Janet para saber qué era lo que sucedía.


–No puedo creerlo –Carter miraba con mucho enojo a Anthony. – ¡Te has olvidado lo más importante de todo! –sus ojos empezaron a volverse acuosos. – ¿¡Qué tienes en la cabeza, Anthony!? ¿¡A caso es para mí o para alguien más!?


Tony recordaba a ver dejado sus medicamentos en la mesa de noche para no olvidárselos. Siempre llevaba un par en el bolsillo y lo demás en la maleta. De suerte tenía un par en el bolsillo que ya había tomado antes de dormir. El enojo de Peggy era completamente justificable.


– ¡Oye! Gritándole no vas a encontrar las pastillas –Encantadora intervino en la situación. –Si se las ha olvidado vayamos al pueblo en busca demás –Se cruzó de brazos.


Anthony miró con agradecimiento a la oxigenada, quien volteo su mirada a otro lado. Tony sonrió ante el leve sonrojo de su compañera.

Inmediatamente, Barnes apoyo la idea. Rhodey, Janet, Natasha y Steve también. Peggy se quedó callada y asintió con la cabeza. Había sido muy dura con su primo, pero sentía que había sido muy irresponsable al dejarlas olvidadas sabiendo lo miedoso que es.

Dan Vyne ayudó a Tony a levantarse. El castaño aún sentía leves punzadas en el corazón que le preocupaban, además de sentirse agotado y agitado. Steve cargó de nuevo a Romanof y Encantadora propuso que Rhodey o James carguen al castaño. Bucky se propuso de voluntario, pero Stark elegiría a su mejor amigo para cargarlo. Encantadora palmeo la espalda de Barnes en forma de broma, tratando de darle ánimos para que no se sienta rechazado. Era obvio que Tony elegiría a su hermano.

Encantadora tomó el puesto de guía, dejando a Peggy casi atrás. La castaña mayor se sentía decaída y frustrada. Pero debía ser fuerte. Debía proteger a su primo de lo que sea que pasará de ese momento en adelante. 

Notas finales:

¡Gracias por leer! :D 

 

He actualizado casi por tres días seguidos :) y es porque eran fechas de terror jeje

La actualización será una vez por semana y tengo previsto que sean unos 5 capítulos más a lo mucho :) 

 

¿Qué días quieren que actualice? ¿JUEVES O VIERNES?

 

¡Dejen sus comentarios votando por la fecha de la siguiente actualización! :D ¡Gracias! 


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