Su reloj se detiene, el reloj avanza
El sonido del helicóptero sobre sus cabezas no cesaba, la desesperación era evidente en sus rostros, no lograrían salir vivos de aquel lugar, kakashi lo sabía, itachi, naruto, e incluso juugo y sigetsu mantenían la idea en su cabeza, los disparos tampoco se detenían, al contrario aumentaban, cada uno inmerso en sus pensamientos, buscando la salida, aferrándose a la débil esperanza, lo siguiente que escucharon fue el sonido de una voz, un grito desgarrador, amplificado y terrorífico, una especie de gruñido gutural, como salido de la peor pesadilla de toda su existencia, su sangre se helo, el corazón se paralizo por un instante, en el ambiente una especie de niebla morada se esparció, adentrándose en cada rincón de aquella base, traspasando cada puerta, cada ventana.
El rubio lo sintió, sintió un frio provenir de la neblina, también fue capaz de percibir las emociones de aquella extraña masa, ira, temor, desesperación, pero lo peor fue el dolor, el dolor que erizo sus propios bellos, el dolor de la anticipación a un final, el final de una vida, la de sasuke.
- No – fue lo único que pudo expresar el rubio mientras corría a grandes zancadas, sus ojos moviéndose de un lado al otro, buscando a sasuke, - vamos sasuke donde estas- una bala dio en su hombro, las otras heridas parecían no existir para él, la inercia lo freno de golpe y ni siquiera fue consiente de cuando cayó al piso, volvió la mirada hasta el sitio donde la bala perforo su piel y carne, no había dolor, no existía a pesar de que la sangre brotaba, más disparos revelándose entre la neblina, ligeros destellos entre banco y amarillo, que silbaban a medida que pasaban rosando su cuerpo, pero ningún otro proyectil fue capaz de acertar, parecía como si en el último momento estos se desviaran o algo los desviara, y era precisamente la capacidad de sasuke, pues naruto juraba que aquella neblina formaba una especie de remolino en cuanto una bala era disparada y de ahí, solo era posible escuchar el cómo estas chocaban contra la pared de cemento,
- El rubio intento ponerse en pie, pero fue en vano, su cuerpo se sentía cansado, fue ahí cuando sucedió, aquel nuevo gruñido ahora más cerca, oculto entre la neblina morada que ahora era más densa, el gutural sonido dio paso a una voz más humana, un leve susurro, como una especie de mantra evocado con anhelo, al inicio, para el rubio no era posible entenderlo, pero cuando las palabras se fueron aclarando, aquel mantra se repitió.
- Estaremos bien, ellos estarán bien, estaremos bien, ellos estarán bien, estaremos bien ellos estarán bien.
- Los ojos de naruto se abrieron ante la sorpresa, el cuerpo de sasuke era visible entre el mal formado aspecto humanoide de su capacidad, Susano remolinaba adquiriendo un aspecto demoniaco para regresar a uno humano, el rubio estiro la mano, aquel chico lo necesitaba el mismo lo necesitaba.
- Sasuke – le hablo el rubio, pero su voz fue apenas audible, el azabache fue consiente del llamado, un par de segundos en los que sus ojos y rostro volvieron a la realidad, sasuke observo su alrededor con temor.
- Estamos rodeados- la voz del azabache, débil, rasposa, apenas entendible, llevo su mano hasta su garganta – tienes que cuidarlos – fue la petición que dirigió al rubio, más que petición naruto lo sintió como la última de las suplicas de alguien que no tiene esperanza por la vida.
- Naruto intento contestarle, decirle que podían salir con vida, que sus compañeros se habían reunido, pero el potente ruido de una explosión se lo impidió, metros delante de ellos, el techo se hacía añicos ante el poder de una especie de bomba, las hélices de los helicópteros estremecían el lugar completo, lo cimbraban, remolinos de polvo y escombro se levantaban, la voz proveniente del megáfono a bordo de uno de los helicópteros resonaba.
- ¡ríndanse están rodeados, tenemos autorización de eliminar a quien oponga resistencia!
naruto lo entendió, ya no era solo un helicóptero eran varios, regreso la mirada hasta sasuke, su cuerpo se comenzó a sentir liviano, la sensación de nauseas en su estómago fue tan fuerte que vomito aun en contra de su voluntad, su cabeza pulsaba, sus oídos dejaron de percibir sonidos, una luz blanca irradio frente a sus ojos, se vio forzado a cerrarlos con todas sus fuerzas, la respiración le fallo, se desmayaría, o tal vez estaba muriendo, su cuerpo floto lanzado por una fuerza desconocida, segundos después esa misma fuerza parecía atraerlo en el aire, para nuevamente lanzarlo lejos.
su cuerpo cayo, el golpe fue tan fuerte que su nuca resonó contra el pavimento, los sonidos eran una mezcla desagradable, estiro su mano, sus ojos solo percibían luz, sus dedos rozaron algo, algo suave, cálido, se obligó a aferrarse a aquello, y pronto, la mano de alguien más se aferró a la suya, abrió los ojos con lentitud, intentando comprender, su visón aun borrosa, apenas y reconocía el rostro de quien tenía a menos de treinta centímetros de distancia, e itachi parecía estar en la misma situación.
el suelo debajo de ellos retumbo, un movimiento como si de pronto estuviera temblando, una nueva luz ilumino todo alrededor, una extraña luz que matizo por momentos, todo en color morado, con la vista aun fallando, volvió la mirada y sintió un golpe de adrenalina, unos trescientos metros frente a él, por encima de los edificios una nube de polvo y humo negro se levantaba de entre el fuego, una mano cayo de golpe sobre su hombro, levantándolo casi al instante, el cabello naranja de aquel hombre que lo lleva casi como si de un saco se tratara. Era juugo, tras él, siguetsu se las arreglaba para levantar a itachi, reconoció también a karin, y después de eso, su conciencia lo traiciono sumergiéndolo en un profundo sueño.
Todo estaba oscuro, los sonidos amortiguados, como cuando te sumerges en el agua, el rubio comenzó a ser consiente de el mismo, trago saliva sintiendo la garganta seca, abrió los ojos y la luz proveniente de la ventana se le hizo extraña, tanta tranquilidad, y sin embargo el conservaba la sensación de peligro inminente, se incorporó quedando sentado sobre aquel sofá en el que descansaba, el hombro le dio una punzada de dolor, y con ello los recuerdos volvieron.
se puso de pie buscando, recordando, la incursión a la base, la emboscada, sus compañeros en peligro, el rostro de sasuke, camino a tropezones hasta el sitio del que provenía aquella voz, era una mujer, su timbre de era pacifico, se sostuvo en el marco de la puerta, kakashi fue quien se dio cuenta de su presencia, corrió hasta el para sostenerlo, de inmediato juugo, karin y sigetsu le hicieron un espacio en el sillón, el de cabellos plateados lo sentó con delicadeza, él quería hablar, preguntar, pero los rostros que tenía a su alrededor, con sus expresiones, parecían decirle todo.
- Fue un completo fracaso- fue siguetsu entre voz quebrada quien rompió el silencio.
- No te culpes – le contesto juugo en tono consolador
- ¿Qué… paso? – apenas pudo articular el rubio, karin lo miro con tristeza.
- Ellos querían eliminarnos, no importaba el costo, querían borrar toda evidencia de sus experimentos- limpio una lagrima de su rostro- no teníamos salida, estaban bombardeando el lugar completo- para el rubio no había tiempo de explicaciones.
- Sasuke, ¿dónde está?, estaba junto a mí,- ,menciono anhelando porque alguien le diera noticias de el sin tantos rodeos,
- Esta muerto - la voz de itachi sonó dura, sin sentimiento, - el muy imbécil nos sacó a nosotros, y después se volvió un kamikaze, acabo con los enviados del gobierno, no quedo nada del edifico, nada, solo los malditos escombros,- naruto se llevó ambas manos a la cabeza,
- Eso no es cierto, estaba junto a mí, lo vi.- murmuro con temor
- El… el utilizo su habilidad, nos sacó del edificio, pero se quedó dentro, sabía que tenía que acabar con aquellos agentes del gobierno, era la única forma en que nos depararían en paz por un tiempo, después de todo, si los mejores elementos fueron enviados para deteneros, ¿cuánto tiempo les tomara entrenar a los siguientes, si están muertos?- karin comenzó a explicar con calma- creo que el analizo todo eso, además, al sacarnos de esa forma, nadie sabe si seguimos con vida, y, por más poder que tenga el gobierno, el incidente, con la explosión que genero sasuke, se salió de sus manos, no pudieron ocultarlo del público, dieron muchas explicaciones pero aun así la gente ya no confía en ellos.
- Cuanto, ¿cuánto tiempo ha pasado?, ¿lo buscaron? , lo buscaron o solo lo dieron por muerto… maldita sea - naruto se había puesto de pie y en un arranque de ira tomo a karin por el cuello, itachi se abalanzó sobre él, sujetando lo por los brazos y llevándolos hacia su espalda, luego lo derribo en el piso, siguetsu salió de la sala acompañado de karin.
- Regresamos - fue juugo quien le hablo mientras se ponía en cuclillas para verle a los ojos, - le pedí a siguetsu que no lo hiciéramos - admitió sin ánimos - tenía miedo no por nuestra vida, si no, por lo que encontraríamos, - el rubio sintió pequeñas gotas caer a su espalda, enseguida fue evidente el llanto de itachi, - ahí no había nada más que sangre, - juugo siguió hablando, esta vez con asco reflejado en su rostro - ¡dios, deseo tanto olvidarlo, sangre en las paredes, restos de órganos, piel y huesos por todas partes!, como si todos ellos simplemente hubieran explotado, no había nada más que restos irreconocibles - llevo sus manos a su rostro, - no fui capaz de reconocer, que ojo, que brazo, dedos o parte de cerebro perteneció a sasuke - confeso mientras se dejaba caer al piso, naruto volvió a sentir aquellas náuseas y el llanto también broto de sus ojos.
El comienzo de todo