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Jaula de Cristal por ipen shidemiru

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Notas del capitulo:

jsjaja pues bueno, ya pasó el mal tiempo ahora solo queda la baja temperatura(?)

 

la semana pasada estuve con la asistente del coodinador de mi carrera viendo la organización y toda la p*ta logistica de la semana dedicada a mi carrera, ¿por qué? pues porque se lo dejaron todo a ella y ella tambien es estudiente y mi amiga de juerga :vr

 

ya no no morimos decidimos acabar la semana y no volver a meternos en estos lios donde te dejan morir sola :n

 

hoy les traigo dos capitulos~~~!!

 

el fin de semana me la pasé viendo un dorama chino ambientado en una clase de cielo folklorico, ahora siento que he hecho caca con este fic xD

Akira me dejó pensarlo.

Honestamente lo consideré.

Decir ‘no’ podría significar ser maltratado en su hogar, vivir por debajo de las sobras e incluso el destierro.

Por otro lado, aceptar resultaría en hacer eso otra vez.

Shiroyama y yo continuamos en nuestro mundo mientras en mi cabeza rondaba la insinuación del más alto mando en todas esas tierras. Shiroyama era bastante divertido y muy responsable. Llegaba justo después de la comida a dar las lecciones de Ren y se iba justo antes del anochecer, ese tiempo incluía una charla entre nosotros.

Le costó un poco conocer a Ren más allá de de los ‘sis’ y ‘nos’ que mi hijo le contestaba. En efecto, era la primer vez que debía enseñar a alguien tan pequeño y aunque no lo fuera tanto aún lo parecía físicamente.

— ¿Cómo te sientes?

Preguntó un día luego de la lección.

— Te noto pálido, ¿algo te estresa? ¿Puedo ayudarte en algo?

— ¿Te casarías conmigo?

Solté de repente.

Shiroyama se extrañó. No encuentro otra forma de decirlo. Movió ligeramente su cabeza hacía ambos lados de forma raquítica y sus ojos me evitaron por alrededor de dos segundos.

— ¿A qué viene está pregunta tan repentina? Sé que he estado cortejandote, pero jamás imagine qué fueras tú quién lo diría.

— ¿Por qué casarse conmigo?

— ¿Por qué? Son preguntas poco usuales. No sé, eres agradable, inteligente, hermoso…

— ¿Pero al mismo tiempo lo dudas?

— Dudaré todo hasta no saber la razón de las preguntas. Porque supongo que esa no fue una declaración de matrimonio formal. Y si lo fuera, me encantaría poder compartir mi vida y lo que tengo contigo. El hogar en el que vivo no es tan grande y paso muchas horas fuera, pero jamás te faltaría nada.

— ¿Y Ren?

— Ren… sabes que con él es más complicado, se que lo amas y yo lo aprecio mucho, sin embargo, es hijo de sangre del terrateniente anterior, si simplemente lo lleváramos con nosotros sería cometer traición.

Tomé sus manos entre las mías con suavidad y lo miré al rostro.

Shiroyama se sorprendió aún más. Su cuerpo no sabía cómo reaccionar y el mío no sabía la razón del porque se movía de esa forma.

Sus ojos intentaron mirar algo que no fuera yo, estaba avergonzado. Quizá la proximidad de un ser por el que sentía una atracción le limitaba.

Acaricié sus nudillos hasta sentir que la fricción aumentaba su temperatura.

Entonces lo solté y renuncié a la idea de volver a tocar su piel por ningún motivo.

Un nudo se me hizo en el estómago. Pude ver como Shiroyama se acercaba preocupado por la situación. Intentaba comprender lo que recién ocurrió sin lograrlo.

Me abrazo por mero impulso. Yo aguanté las lágrimas y no las dejé salir por nada, ni siquiera cuando se fue. Pero en ese momento sintiéndome entre sus brazos dudé de la decisión que hacía nada había tomado. Pensé en la vida que podría tener, los paisajes, las puestas de soles, las estrellas y el mar. Todo aquello como una gran fantasía. Mi corazón latía con fuerza y regocijo pero lo aparté. La imagen de Ren disfrutando de otra vida me regresó a la realidad. Ren únicamente saldría de esta casa a casarse, a nada más.

Alejé a Shiroyama con un rostro horrorizado.

Él no supo qué hacer. Le pedí que se fuera.

Habían pasado seis meses desde la primera lección que le dio a Ren.

Al día siguiente un pupilo suyo llegó a la casa con una carta. En ella explicaba que le sería imposible regresar debido a otros labores importantes y que el joven que se presentaba iba recomenzado por él para ser el nuevo profesor.

Akira no mostró disgusto.

Por la noche acepté su propuesta.

Me casaría con Akira.











































































































La boda se llevó acabo dos meses después, durante el equinoccio de primavera.

Una ceremonia bastante apresurada, sin embargo, me sentí mejor que en la anterior.

Akira se portó de forma educada y atenta conmigo desde que hice de su conocimiento mi resolución. Me hizo acreedor de muchos presentes durante la espera, y no solo a mí, también a Ren.

Trató de acercarse a mí,  de estar más con Ren.

Me besó en ocasiones.

Resultó ser mejor persona de lo que yo hubiera esperado. Amable, atento, con un sentido del humor similar al mío, con un gusto enorme por la literatura y la música.

No asistieron mis familiares. Yo ya no era más que alguien de otra familia que solo rectificaría la razón de estar allí. Matsumoto no pudo viajar, así que solo Takashima llegó. La mayoría fueron conocidos de Akira.

Una boda suele llevarse un par de años en planearse y abarcaría muchas actividades dentro de la ceremonia, el tiempo previo y posterior.

La que Akira organizó fue muy acogedora y nada pretenciosa.

Las vestiduras que usamos fueron de gala, no de matrimonio. Los invitados no rebasaron los treinta.

Por la noche Akira no me tocó.

Me dio un beso sobre la frente y fue a otra habitación.

A la mañana me besó el cuello. Una especie de saludo, supuse. Mi cuerpo se encogió mientras la sensación de su piel, temperatura y respiración se dispersaba por todo mi cuerpo.

Él lo notó y rió.

Pasó una semana antes de que Akira entrara por primera vez a mi habitación. Lo hizo en silencio pero sin esconderse. Me dejó verlo y me pidió paciencia.

— En esta ocasión quiero que lo disfrutes y prometo no hacer nada que tú no desees.

A mí me daba igual lo que me hiciera, pero estaba nervioso porque había demorado en llegar.

— Quiero que te cubras los ojos.

Me dio un pañuelo y así lo hice.

Comenzó tocándome las manos y hablándome al oído. Me acarició las mejillas y los labios.

Me besó. Aún con toda la ropa puesta sentí como su calor me invadía. Tocó mi vientre y mi torso intentó encogerse chocando contra él. Tomó una de mis manos con una de las suyas y me susurró al oído que podía moverme tanto como yo quisiera.

No avanzó más allá de mi cuello. Sus labios se detenían justo sobre el límite de la ropa.

Debió ser difícil para él que realmente quería seguir, pude sentir su miembro aplastado contra mí más de un par de veces y cada que lo sentía imaginaba que rompería su promesa.

Akira me quitó el pañuelo y pude verle el rostro. Sus mejillas estaba coloradas y su respiración agitada. Fue gracioso, era la primera vez que lo veía tan inofensivo, usualmente causaría una impresión de miedo o respeto que perdurarían. Pero teniéndolo acostado junto a mí, habiendo se negado a ir más lejos y avergonzado, no parecía tan malo.

Tomó mis manos entre la suyas y las llevó a su pecho.

— No quiero simplemente hacerlo como si fueras una muñeca o una prostituta. Quiero que también sientas deseo y lo disfrutes, por eso te dije y te repito que puedes moverte..

Entonces noté que su corazón latía rápidamente…

Eso se repitió con el tiempo. Cada vez que Akira iba más lejos y mi cuerpo reaccionaba distinto, hasta que una noche quedamos completamente desnudos y yo quise tocarlo.

El cuerpo de Akira era joven y fuerte. Sin arrugas o manchas causadas por el sol o la edad. Sin olor a alcohol o naftalina. Él no buscaba únicamente su satisfacción y se dejaba llevar por un simple rose de labios.

Lo hicimos y se sintió bien.

Hasta ese momento dudaba de si podría sentir algo que no fuera dolor y sufrimiento, y sí, había más sensaciones que desconocía. El dolor dejó de ser sufrimiento y lo que Akira dijo ser placer dolía, y dolía bastante. Sin embargo, era un dolor que estaba depuesto a prolongar y a repetir cuantas veces fuera necesario. Fue un dolor que me llenaba, que me hacía despegarme de mi cuerpo por un momento y regresar en busca de más.

Ese nuevo dolor me enloquecía.

Notas finales:

bueno, bueno. no esa era la acción que quería?? xD

 

Quiero poner algo aquí, pero me suena muuy cruel. Mejor a los rw xD

 

Ay! me mata xDD

 

Saben que les quiero mucho y nos leemos luego <3


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