Muchas veces las personas se matan pensando por saber la forma indicada para pedirle al amor de su vida que pase el resto de su vida a su lado, en pocas palabras, Matrimonio. Ciertamente muchos no están interesados en ello, sin embargo muchos otros buscan la oportunidad de poder lograr ese sueño que tienen desde pequeños.
Hibari Kyoya era una persona que pensaba como lo primero, no entendía a las personas del porque siempre han soñado con casarse vestidos de negro y blanco, porque las chicas soñaban con firmar un papel que con el tiempo poco a poco se iría destruyendo por la humedad o en los peores de los casos siendo extraviado. Ciertamente Hibari no estaba interesado precisamente en buscar a alguien que quisiera compartir la eternidad con él porque él siempre pensó que esto no era importante, por lo menos para él, además de que esas cosas no eran de su estilo. Pero que sorpresas da la vida ¿No lo crees Hibari-san? Pues ahora piensas totalmente diferente, has encontrado a esa persona que se ha vuelto tu todo a pesar de que tú siempre quisiste ser libre como las nubes, sin embargo habías olvidado algo… Las nubes son libres porque el cielo se lo permite, sin embargo es el mismo cielo quien siempre las está cuidando y tratando de que no se separen mucho de él. Lo mismo ha pasado contigo Hibari Kyoya, conociste a tu Cielo, Aquel pequeño joven de ojos caramelos, cabellera castaña y que sin duda trasmitía la alegría de estar a tu lado, de haber cambiado el miedo que te tenia por algo mucho más importante para ambos, el amor mutuo que sentían. Conociste a Sawada Tsunayoshi más a fondo, aquel que te ha robado el corazón desde un tiempo atrás y que por fortuna has sido correspondido.
En la actualidad llevan más de 3 años juntos y aunque no quieras admitirlo es gracias a sus amigos que le brindaron el apoyo necesario para que al fin dijera sus sentimientos a tú persona, porque asombrosamente tú no has sido el que se ha confesado primero, sin embargo fuiste el que inicio la relación pidiéndole inmediatamente que fuera tu pareja. Estos años que has compartido con él, sin duda han sido los mejores de tu vida, has pensado que has cambiado pero no para mal, Tsunayoshi ha sacado de ti cosas asombrosas, sentimientos que tu creías extintos o que simplemente nunca habías experimentado, te sientes dichoso de tenerlo a tu lado, y para que siempre lo esté ahora mismo estás pensando en pedirle matrimonio.
Sabes perfectamente porque has llegado a esa conclusión, quieres permanecer siempre a su lado y tú quieres que el pertenezca al tuyo y ciertamente no necesitan de un contrato para lograr aquello pero te has enterado por ahí que él siempre soñó con eso, que a pesar de que sabía desde secundaria, desde que comenzó casi lo de la Mafia por la Familia Vongola, sobre sus preferencias sexuales, para él siempre fue un sueño el poder casarse, tener una casa propia y tener una gran familia y tú quieres cumplirle ese sueño. Te has tragado tu orgullo y has ido con Reborn, Dino y hasta con tu peor enemigo, Mukuro, para pedirles que te ayuden con esto y ellos siendo unos protectores con el pequeño castaño primero te han puesto en prueba, prueba que has pasado a la primera y sin trabajo porque ellos saben que tú lo que más quieres es hacer feliz a Sawada Tsunayoshi.
Te han ayudado a montar todo, por dios tú te mueres de los nervios pues no sabes cómo saldrá todo, sin embargo no eres tonto y sabes que Sawada te adora y te quiere y probablemente no serás rechazado. Lo sabes, más los nervios siguen ahí, pues no pueden ser evitados. Regresando a todo aquello que se han montado para pedirle matrimonio a tu Cielo, vez gente pasar corriendo arreglando los últimos detalles… pues has decidió perdérselo justo el día de su cumpleaños, justo en una fecha importante para ambos, para él el hecho de ser su cumpleaños y para ti el hecho de que él haya nacido, agradeces inmensamente a Nana por tener a Tsunayoshi y dejarte estar junto con él. La madre de tu futuro prometido, si es que todo salía bien, siempre agradecía las flores que le mandabas precisamente el día del cumpleaños de Tsunayoshi, nunca olvidaras cuando llegaste el primer cumpleaños que pasaste junto al castaño como pareja, todos reunidos en aquella humilde casa donde Tsunayoshi fue criado y bendecido por buenos momentos. Llegaste con un ramo de flores hermoso y con un obsequio en mano, rápidamente te dirigiste hacia tu novio besándolo cariñosamente delante de todos, no te molestaste en demostrar cuanto lo querías, no, ya no, le diste el obsequio para después dirigirte a su madre quien te vio sorprendida al ver el ramo extendido hacia ella mientras tú le brindabas palabras tan cariñosas que le hicieron derramar unas cuantas lagrimas que tú con tacto le otorgaste tu pañuelo para que las secara, la mujer dándote un abrazo, feliz acepto el ramo y sin duda desde entonces Nana confirmo que había estado en lo correcto contigo. Viste de reojo a tu castaño, que igualmente derramaba lágrimas de felicidad por lo que habías dicho y hecho, ese fue uno de los mejores cumpleaños para el castaño y fuiste realmente feliz siendo parte de él.
Dando los últimos detalles viste que Reborn se acercaba a ti.
-Está todo listo, tú solamente da la seña para que las luces se apaguen y el reflector caiga hacia ti- dijo entre broma, obviamente eso no pasaría pero cuando diera la seña todos pondrían atención a su pareja y él.
-Bien, muchas gracias por todo- dijo serio aunque en verdad agradecía la ayuda.
-Con que lo hagas feliz y no lo hagas sufrir está bien, Hibari- dijo para irse el sicario mientras avisaba a todos los demás que se fueron a preparar que Tsunayoshi no tardaría de llegas de la reunión a la cual había sido invitado.
Hibari lucía un smoking negro con la camisa morada, sus cabellos negros un poco alborotados y su corbata bien acomodada, la cajita con el anillo dentro la guardo en uno de sus bolsillos mientras se dirigía hacia la entrada de la mansión, después de todo el sería el responsable de llevar a Tsunayoshi a su fiesta sorpresa. Vio su reloj abriendo la puerta, a veces le asombrara lo puntual que lo hacía ser el sicario de Reborn, pues era exactamente la hora que había marcado este sobre la llegada del castaño, Tsunayoshi le sonrió dulcemente mientras se acercaba a él.
-Kyoya- dijo corriendo un poco para poder abrazarlo dulcemente- me alegra poder verte, no puedo creer que Reborn me enviara a una junta justo el día de mi cumpleaños- dijo indignado el castaño.
Hibari recorrió con la mirada el cuerpo del menor cuando se separó de él, ciertamente Reborn le había arreglado prácticamente. Su traje era negro con una camisa naranja de manga larga con un chaleco grisáceo, al parecer Tsunayoshi se había quitado el saco dejando ver su cuerpo delgado, era sin duda la persona que más amaba.
-Me alegra también poder verte, pensé que llegarías un poco más tarde de esa reunión- dijo mientras agarrando de la mano a su pareja lo conducía hacia la mansión.
Ambos comenzaron a caminar por el pasillo que los llevaría a la sorpresa de Tsunayoshi mientras platicaban.
-Afortunadamente no- dijo sonriendo el menor- así puedo disfrutar de mi cumpleaños por lo menos unas horas- dijo suspirando- solo me cambiaré y podremos salir- dijo dulcemente tratando de ir hacia su habitación pero Hibari no le dejo.
-Me gustaría pero hay algo que debes hacer primero Tsunayoshi- dijo cuando llego justo al lugar de la fiesta, antes de abrir la puerta Hibari le beso apasionadamente siendo inmediatamente correspondido por el menor- espero te guste- dijo al separarse para abrir la puerta.
-Feliz Cumpleaños Tsunayoshi/Jyuudaime/Tsuna-kun/Tsu-kun/Tsuna- dijeron todos al unísono, ahí dentro todos miraban con una sonrisa al asombrado castaño que no se esperaba eso.
Ciertamente su intuición no funcionaba en esos casos, feliz fue a saludar a su madre y a sus pequeños hermanitos que lo llenaron de abrazos y besos, después sus amigos también lo llenaron de abrazo y obsequio. El castaño realmente se veía feliz estando rodeado por las personas que más amaba en el mundo, aquellas por las cuales estaba como jefe de esa Familia tan poderosa como lo era Vongola, todo era por ellos, para poderlos proteger de aquellos que quisieran herirlos por su culpa, quería que la familia Vongola regresara a hacer como lo era cuando estaba Giotto y poco a poco lo estaba logrando a pesar de su corta edad.
-Muchas Gracias a todos, en verdad se los agradezco- dijo limpiándose unas lágrimas traviesas que salieron de sus ojos, si bien era de emociones fáciles aquello le alegraba a montones.
Fue hacia su pareja que lo recibió con los brazos extendidos, Hibari estaba feliz ver la felicidad de la persona que amas es una de las cosas más maravillosas que puedes sentir.
-Gracias Kyoya- dijo simplemente para besarlos, a pesar de que escucharon chiflidos y ciertas palabras de Mukuro, Dino y Reborn ellos decidieron seguir demostrándose lo mucho que se amaban.
La fiesta comenzó entre platicas, bailes extraños tanto por Ryohei como por Lambo, abrazos hacia el castaño, escenas de celitos patrocinadas por el padre de Tsunayoshi con jaladas de oreja por parte de su esposa, entre muchas cosas más, pero entonces llego el momento que todos ahí estaban esperando. Hibari Kyoya hizo la señal y entonces todos pertenecieron en un silencio que descoloco un poco al castaño quien vio a todos alrededor.
-¿Qué pasa?- dijo preocupado al imaginarse lo peor.
-Nada, solamente necesito decirte algo Tsunayoshi- fue la corta respuesta que dio el pelinegro, este se acercó más al menor y le vio directamente a los ojos, Tsunayoshi detecto nerviosismo en los ojos de su amado, pero no tuvo tiempo de decir nada pues este comenzó a hablar- Tsunayoshi llevamos mucho tiempo saliendo, has llenado mi vida de varias ilusiones y alegrías, también hemos compartido tristezas… a veces me siento algo estúpido por no demostrarte todo el amor que te tengo, sin embargo me calmo al ver que tú me lees fácilmente y me entiendes siendo como soy, la verdad no sé qué hice para merecer a tan hermosa persona en mi vida, eres alguien que hace que mis días se alegren, no tenerte significaría mi fin. En pocas palabras Te amo mucho ¿Desde cuándo? Ni yo lo sé, solo sé que este amor a crecido a través del paso del tiempo que hemos estado juntos, si bien probablemente no físicamente por las misiones o las cosas que nos impiden estar algún tiempo nosotros dos juntos, lo estamos de corazón y alma, sé que todos aquí me harán burla mañana por todo lo que te estoy diciendo, sin embargo no me arrepentiré de estas palabras que te digo, sabes cuánto me cuesta dejar mi orgullo para decirte que Te amo, pero esta vez lo haré con gran alegría delante de todos, quiero que todos sepan que eres mi vida, mi alegría, la persona más importante para mí y por eso y más yo… Quiero que me contestes una pequeña pregunta-
El pelinegro comenzó a inclinarse, Tsunayoshi con lágrimas en los ojos por las palabras hermosas que había escuchado de su pelinegro, abrió los ojos asombrado, no podía ser lo que estaba pensando… ¿verdad?
-Sawada Tsunayoshi ¿Quieres casarte conmigo?- dijo dulcemente mientras sacaba aquella pequeña cajita y abriéndola había un hermoso anillo.
-Kyo-Kyoya- dijo feliz mientras trataba de controlarse para contestar- sí, sí, definitivamente sí- dijo inclinándose mientras su ahora prometido le colocaba el anillo en su dedo- Gracias Kyoya, Gracias… este ha sido el mejor cumpleaños de mi vida- dijo felizmente mientras besaba a su pareja.
Todos alrededor miraban felices a la pareja, si bien después Iemitsu se puso en su estado deprimente porque su retoño se iba a casar, los demás siguieron disfrutando con alegría la fiesta de su jefe, Amigo, Compañero, Hijo y ahora prometido, Sawada Tsunayoshi.
Fin