Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

30 vicios y alguno mas por Justanothergirl

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

una semana mas, un nuevo cap, enjoy ;)

El coche avanza por el camino de gravilla tan despacio que lucia se plantea por un segundo bajarse y hacer esos 40 metros andando, o empujar el coche si hace falta, sin embargo para eso tendría que soltar la mano de diana que aún está sobre la palanca de las marchas, soltarla y enfrentarse sola a la marea de miradas que desde la puerta la escudriñan.


Asique no, definitivamente no. Mejor se queda allí.


diana aparca el coche cerca de un viejo árbol bajo el que solían jugar, y antes de apagar el motor se gira hacía ella.
-lista? - y lucía piensa que debe ser una pregunta retórica, porque está de todo menos preparada para enfrentarse a una masa de familiares intolerantes enfurecidos, asique de forma no tan retórica rueda los ojos y los pone en blanco, provocando una leve sonrisa en diana.


Y parece que esa es la señal porque diana suelta su mano, echa el freno, apaga el coche y se guarda las llaves en el bolsillo de la cazadora en menos de un segundo.


Asique lucia suspira para coger valor y baja del coche sin mirar hacía la puerta, pero mientras diana lo cierra con llave ella aprovecha para echar un vistazo discreto, puede ver la confusión en la cara de su tío y la tibia alegría velada que se esconde en una sonrisa de su primo. También esta la cara de sus padres que no sabe describir pero prefiere ignorar un segundo más, al menos hasta que ya no tenga ningún subterfugio como es ahora la mano de diana, que la agarra de nuevo como si le fuera la vida en ello y con un leve tirón su hermana la obliga a avanzar con la cabeza lo más alta posible. Al menos hasta que están delante de toda la familia y de pronto aquello de presentarse sin avisar no les parece tan buena idea.

Pasa un minuto, quizá dos, o puede que tan solo un segundo, no tiene forma de saberlo, y todos siguen allí de pie a menos de 10 metros sin saber que decir, igual deberían saludar, darse dos besos o algo, empezar por decir hola sería una buena idea, pero diana nota la garganta tan seca que no se ve capaz y mientras espera que algo suceda y acabe con ese incómodo momento, supone, con un atisbo de esperanza, que si aún no han sacado los palos y horcas es porque sus padres jamás contaron una versión de los hechos real.


Lucia en cambio se dedica a cambiar el peso de pierna, incomoda, mientras escudriña con la mirada a todos los presentes. Por un lado se alegra de verlos después de tantos años, ella siempre fue mucho más sociable con la familia que Diana, pero por otro lado los mira y solo ve extraños, el tiempo a pasado para todos y ya no reconoce apenas a esa gente, tampoco la casa, lo único que le resulta realmente familiar es la cara de sus padres y eso le produce una desazón en el estómago que no termina de gustarle. Porque ahora que mira a su madre es como ver el reflejo de Diana en un cristal distorsionado, el mismo arco de las cejas, la característica forma de la mandíbula, incluso los mismos ojos, todo igual salvo la mirada de reproche que oscurece todo su gesto, y eso hace que se encoja un poco.
A su padre no se atreve a mirarlo.


-pero chicas, ¿porque no avisasteis de que veniais? os habríamos esperado para comer- es su tia amalia quien acercándose de pronto con una sonrisa sincera rompe el incómodo silencio después de lo que parecen años, y de pronto son conscientes de que llevan demasiado tiempo mirándose todos muy, muy finamente.


-a sido algo de última hora amali, lo hemos decidido esta mañana y no sabiamos a quien decirselo- trata de justificar Diana al cabo de unos segundos mientras devuelve el torpe pero cálido abrazo que su tía le regala sin preguntar.


-Espero que hayáis dejado algo, me muero de hambre- es lo único que se le ocurre decir a lucía, porque ella es asi. Más directa, más cálida, más ella en general y consigue con solo una frase que la atmósfera se relaje. además lleva todo el dia con una taza de café lo cual hace que su estomago hable por ella.


-sabes que tu madre cocina para un país entero- responde una voz desde la multitud que no sabe identificar. Y de pronto la tensión se desmorona y un coro de voces las deja sordas al tiempo que toda la familia se apelotona en torno a ellas hablando a la vez como un averió de gallinas. Están sus dos tíos, su tía y sus cuatro primos, y en sus caras parece haber sorpresa, alegría y curiosidad, como si se preguntasen porque han desaparecido los últimos doce años sin dar señales de vida para reaparecer así de la nada. Los únicos que no se unen al gentío son sus padres, que siguen estando allí de pie Mirandolas de una forma que no saben descifrar.


Saben que se tienen que enfrentar a ellos tarde a temprano, después de todo han venido para eso, para vencer sus miedo de adolescencia, para dejar las cosas claras. O algo asi ¿No?, asi que con tímidas disculpas consiguen abrirse paso entre su familia hasta estar delante de sus padres, cara a cara, y de nuevo la tensión le seca la garganta a Diana.


-Fe..- le sale una voz rara asi que carraspea antes de volver a intentarlo- feliz cumpleaños.


Su padre la mira de hito en hito como analizandolas, como calculando las probabilidades de fuga que tendría de matarlas en ese mismo instante. Primero mira a Diana sin responder, luego a lucía, después a la familia que expectantes observan el momento y por último clava su mirada unos centímetros por debajo de las caderas de ambas donde sus dedos aún se entrelazan con fuerza antes de volver a mirar a Diana a la cara.


-gracias- Articular después de conseguir tragar lo que debe ser una cantidad importante de odio y desprecio por la forma en que suena al bajarle rodando por la garganta, y por la forma en que lo dice suena como un insulto.


-¿Porque no pasáis dentro?- Lucia parpadea confusa al escuchar hablar a su madre que se había mantenido al margen de la guerra fría durante todo ese rato, y de pronto lo ve todo claro.Por un segundo hasta se siente imbécil por haber pensado que sus padres se someterian a un juicio público contando lo que sus hijas habían hecho, y ahora Como buenos amantes del protocolo que siempre han sido tampoco se atreven a montar una escena delante de nadie y romper así la apariencia de familia perfecta que dan de puertas para fuera.


Seguro que se habían afanado durante años en esconder la verdad bajo toneladas de mentiras bien elaboradas y silenciar cualquier rastro bajo una enorme mordaza.


y allí estaban ellas ese dia, representado la mayor amenaza posible para su elaborada fantasía. De hay las “buenas formas”, el hecho de que les estuvieran dirigiendo la palabra en ese preciso instante en lugar de echarlas a gritos como aquella vez. Asi que pensaba aprovecharse de ello.


-Que buena idea mamá- responde con una sonrisa condescendiente y molesta al tiempo que termina de acortar distancia con ellos y deja caer un beso en la mejilla de cada uno de una forma tan sarcástica y falsa que a Diana se le escapa una sonrisa cómplice porque al parecer se ha dado cuenta al mismo tiempo de la situación de poder en la que se encuentran.


Igual deberían intentar ser lo más correctas que puedan para no empeorar la situación, pero adora a esa lucia, adora esa mirada maliciosa, la forma de sus labios al curvarse en un gesto malévolo, y adora la sensación de euforia que le recorre las venas al saber que nadie de allí excepto ellos cuatro saben que paso, y que con tan solo dos frases podría dinamitar todo lo que sus padres se han afanado durante años en ocultar bajo dios sabe cuántas mentiras.


Asique sigue el ejemplo de lucía y saluda a su padre con un beso en la mejilla y cogiendo a su madre del hombro entran en casa seguidos por toda la familia que algo confusos les miran incrédulos por el cambio de registro en el tono de la conversación. Y casi sin darse cuenta estan en la mesa del comedor compartiendo la comida con toda aquella gente, perdidas en medio de un montón de conversaciones dispersar que se mueven a su alrededor sin tocarlas, hablan de los hijos y el trabajo, se pregunta por los estudios, los coches y lo que suponen que debe ser o un perro o un hijo. Se preguntan por la familia y ellas tan solo intentan seguir el hilo para saber quien se caso o quien hizo que.


-oye chicas, que es de vosotras, estáis ahi sentadas como pasmarotes sin hablar ¿Trabajáis, estudiáis...? - es su primo Cristián quien se dirige a ellas de forma directa, lucía tiene un recuerdo vago de él como un chico tímido y enclenque al que tenía que defender en el patio del colegio, sin embargo esa imagen no corresponde con el hombre alto y musculoso que la mira con bondad.


Diana termina de tragar incomoda por todas las miradas que de pronto se centran en ellas- pues vamos a haber...- mira un segundo hacía el techo intentado buscar la forma de sintetizar sus vidas- yo estudie medicina y ahora trabajo en un hospital como cirujana general, Lucia estudió filología clásica y al terminar la carrera abrió un librería especializada cerca del centro.


-vaya, que genial - exclama su primo- yo ando terminando la carrera y me da pavor pensar que hare despues, supongo que buscar trabajo de lo mio y eso pero puff...


-No te apures, da un poco de miedo pero no es tan difícil como parece, en verdad se agradece salir del ámbito académico y empezar a trabajar, ganar algo de dinero y eso- interviene Lu giñandole un ojo a su primo.


-sabia yo que llegarías lejos muchacha, siempre fuiste la más lista de la familia- afirma su tía al tiempo que mueve un pedazo de carne hinchado al final de un tenedor para darle más énfasis a sus palabras.


-¿Y vivís por el centro? Me han comentado que las casas por allí son prohibitivas, ¿Da para pagar una casa siendo autónoma?- Le pregunta a Lucia su otro tío que de pronto está atento a la conversación.


-no preguntes esas cosas papa, que en la mesa hablar de dinero nunca es bueno- interviene su prima.

-no pasa nada- Diana mueve la cabeza de un lado a otro sonriendo, incrédula por pensar que la situación sería tan cómoda- La verdad es que las casas son caras pero con los dos sueldos nos lo podemos permitir.


-¿vivis juntas? y como haceis para ya sabeis... cuando traeis un amigo a casa...- su tía ataca fuerte mientras levanta las cejas en un gesto seductor y consigue que a Diana se le atragante la carne y empiece a toser de forma desmedida mientras piensa que igual esa mujer a bebido demasiado vino.


-pues mmm...-empieza a balbucear lucia cuando ve que su padre endurecen el gesto y la mira como cuando era pequeña y la advertían para no hacer nada estúpido que les dejara en mal lugar, lo que sucede esque ya no tiene efecto en ella, y ahora que lo observa desde el cristal del tiempo se da cuenta de que esos ojos tan solo están repletos de pavor.


-oh por favor, deja de poner esa cara, que son mayorcitas, ya sabran de donde viene los bebes- dice su tía en referencia a su padre- pero dime dice cielo, ya fuera bromas ¿Aún estas con aquel chico, han llegado las cosas a buen puerto?- dice mirando a lucía con cariño.


Perdón?- consigue articular Diana presa de la confusión mientras su cabeza trabaja a toda velocidad por darle sentido a las palabras de su tía mali.


-vuestros padres nos lo contaron- Su primo se rasca la cabeza incómodo, intentó justificarse.


-¿Que os contaron exactamente?- pregunta lucia con las mandíbulas duras y los nudillos blancos de hacer fuerza, viéndose venir la respuesta.


Su primo mira alrededor consciente de que de pronto el ambiente se ha vuelto a cargar, juega con el mantel un segundo mientras intenta escoger las palabras- bueno... Nos dijeron que Diana estabas saliendo con un chico problemático que ellos no aprobaban, que discutisteis todos un dia y que Diana y tu os fuisteis de casa por ese motivo...- dice un tirón casi sin respirar.
Lucia parpadea confusa, asimilando la tremenda mentira que sus padres han contado durante años a todo el mundo, y los mira como buscando una respuesta, su madre esta tan roja en contraposición con el lívido blanco de su padre que parece que va a estallar. Y desde luego ninguno tiene pinta darle una explicación allí en medio del comedor mientras la comida se enfría en los platos y bocas de la gente.


Y de pronto se siente arder de la ira que le empieza a recorrer las venas, nota como le palpita la sien y todo el cuello se tensa y agarrota despacio.


Es Diana quien carraspea para llamar la atención de todos los presenten con un gesto de piedra y agarra a lucia del brazo para impedir que salte la mesa y estrangule a alguien mientras niega con la cabeza como diciéndole “no vale la pena”.


-No hay, ni hubo nunca ningun chico- lo dice en voz baja pero resuena por todo el comedor y todas las cabezas se giran para mirarla confusos como si le hubiera crecido un tercer brazo- lucia y yo estamos juntas, siempre hemos estado juntas- aclara con toda la tranquilidad y naturalidad del mundo.


Se hace un silencio sepulcral en la sala que solo se ve roto por un grito ahogado que deja escapar su madre, al parecer se le ha caído la mordaza que llevaba puesta desde hace trece años.

Notas finales:

aloha :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).