El sonido del tráfico y el sorprendentemente alto sonido de las aves cantar desde el pequeño parque fuera de la ventana de la habitación fue lo que originalmente lo sacó de la agradable nebulosa de sueño. A pesar de los sutiles ruidos, era una mañana agradable y dejó que su cuerpo se levantara lentamente, disfrutando de los últimos rezagos de su sueño antes de que sus cansados ojos se abrieran ligeramente para poder ver las motas de polvo flotando en el pequeño rastro de luz que se colaba por la ventana. Era sábado gracias a dios, y no tenía nada que hacer en todo el día. Él y Jinki habían quedado en su relación el mantener las mañanas de sábados sagrados y reservarlas solo para dormir. Ambos eran realmente buenos al mantener ese acuerdo. Ninguno de ellos eran exactamente una persona a la que le gustara hacer las cosas por las mañanas así que un día dedicado exclusivamente a dormir era un pequeño pedazo de cielo en la tierra para ambos.
Los ojos de Jonghyun se cerraron de golpe mientras sus brazos se extendieron por sobre su cabeza, su columna arqueándose como un gato mientras un bostezo salía de su boca. Flojamente estiró sus tensos músculos, ayudando a deshacerse de los últimos rezagos de su cuerpo antes de voltear su cabeza para ver a su pareja.
No pudo evitar soltar un suspiro ante la vista que tenía ante él. Se había despertado junto a la misma vista cada día por estos dos años, 730 días – más o menos por algunas vacaciones y otras cosas – aún así, era mucho tiempo, y aún ahora, Jinki nunca fallaba en tomarlo por sorpresa. El cabello castaño dorado de Jinki estaba desarreglado, cayendo por la almohada y enmarcando perfectamente sus delicados pómulos. Cuando Jonghyun miró con más detenimiento, pudo incluso ver pequeñas hebras de cabello pegándose a sus pestañas.
Jonghyun dejó a sus ojos recorrer la cara de Jinki, tomando cada línea y facción; los pocos obstinados puntos de acné que estaban por sus rellenas mejillas y la solitaria pata de gallo su ceja izquierda que Jinki intentaba ocultar tanto del mundo.
Jonghyun cuidadosamente se acostó de lado, su codo hundiéndose en la almohada para mantener su cabeza elevada en una posición más cómoda mientras se ubicaba para ver por un largo tiempo a su novio. Sabía que inevitablemente Jinki se despertaría y lo atraparía viéndolo. El mayor probablemente lo moleste con eso toda la mañana, pero ahora, no podía importarle menos. Ese era uno de los beneficios de salir, ¿Cierto? Estabas permitido a ser algo tenebroso a veces y aún estaba considerado bien.
Su mirada cayó sobre la boca de Jinki, sonriendo ampliamente al ver las recientes formadas rajaduras. Jinki probablemente habría perdido su bálsamo labial nuevamente, y aparentemente, la bocanada constante de aire por ocho horas seguidas había tomado acciones en sus hermosos y carnosos labios. Jonghyun resistió sus ganas de alzar su mano y rozarlos con sus dedos; no quería romper el momento solo por rozar a Jinki accidentalmente. Demás, era sábado. Era su pacto que no tenía permitido despertar a Jinki.
Lentamente volvió la vista al paisaje; clavículas afiladas y pecho bien definido que se elevaba y caía acompasadamente con la calmada respiración de Jinki. Su piel era lechosa y suave, hermosamente pálida y Jonghyun sabía por experiencia cuan suave era al tocarla. Sus dedos rogaban por deslizarse por cada centímetro de esta, pero él se resistía lo más que podía. La delgada y bien definida cintura de Jinki estaba ligeramente escondida solo con una sábana blanca, el color complementaba su tono de piel tan bien y hacía cada lunar y curva delicada mucho más prominente.
Jonghyun volvió su vista arriba al rostro de Jinki, midiendo su nivel de sueño antes de estirar su mano gentilmente bajar un poco más las sabanas. Jonghyun mordió su labio para asegurarse de que se mantenía quieto mientras examinaba cada perfecta línea del cuerpo de Jinki. Jonghyun amaba la manera en que los pocos obstinado kilos de más del mayor parecían desaparecer completamente cuando se acostaba, la sutil “V” en sus caderas se veía asombrosamente sensual, ayudando a enfatizar la pequeña cintura que tenía, lo que a la vez, servía para acentuar cuan amplio era su pecho en comparación. Era oficial; un perfecto espécimen de hombre estaba dormido junto a él.
Realmente no pudo evitarlo mucho más y sus dedos rozaron la protuberante cadera y gentilmente subieron, trazando cada curva. Un pequeño quejido se liberó de los labios del hombre dormido mientras las manos de Jonghyun se hacían menos consientes del estado dormido del otro, palmas aplanándose contra la blanca piel y sus dedos hundiéndose solo un poco profundo en la flexible piel de Jinki.
“¿Qué haces?” murmuró Jinki, su voz profunda y densa, floja del sueño.
Jonghyun le sonrió amorosamente, deslizándose más cerca para ubicar su cabeza contra el fuerte pecho, un brazo perezosamente envolviéndose alrededor de la cintura de Jinki, “Eres hermoso” murmuró en respuesta.
“¿Hmmm?”
“Nada bebé, vuelve a dormir” dijo Jonghyun suavemente, volteando sus cabeza, labios rozando los endurecidos músculos de Jinki otro beso antes de acostarse nuevamente. El sonido de los calmados latidos del corazón de Jinki contra el oído de Jonghyun los arrullaron hasta estar adormitado; su corazón ligero y una feliz sonrisa permaneciendo en sus labios.
~FIN~