Realidad, suerte y fantasía.
Naruto llevaba en brazos a sasuke, que apenas y estaba consciente de lo sucedido, atravesaron el pueblo bajo la mirada de todos los soldados que no creían lo que veían, pues Naruto, su líder, el hombre más fiero entre todos los guerreros mongoles, abrazaba con gentileza el cuerpo de un doncel de origen japonés, sus actuales enemigos, y a pesar de que eso los descoloco un poco, fingieron que aquello era lo más normal del mundo, pero para Naruto no pasó desapercibido, sentía aquellas miradas clavarse sutilmente en el, haciéndolo pensar en que sus hombres lo considerarían alguien débil. Y aún con ese peligro encima, continuó caminando hasta llegar al lugar en el que el curandero se encontraba.
Entró sin anunciarse, asustando a shikamaru que sentado frente al fuego intentaba contactar a los espíritus del lugar, el moreno Se sobre salto un poco más cuando la flama que antes ardía con fuerza, se apago completamente.
- Que quieres Naruto? – preguntó de golpe, pero al prestar atención en el ser que el rubio cargaba, se quedó pensativo algunos instantes. “ un espíritu del bosque” pensó el moreno de inmediato, resultado de la coincidencia entre su presencia y lo sucedido con su fogata.
- Quiero que lo ayudes, el está sangrando. – le indicó el rubio intentando ocultar su preocupación. .
- Haz tomado su cuerpo? – le preguntó el moreno mientras le indicaba dejar al doncel sobre lo que parecía un colchón de pieles. Sorprendiéndose por aquella blancura en la piel del menor, y aquella fineza en sus rasgos, shikamaru comenzó a creer que su suposición era acertada.
- Si. – fue la respuesta del rubio.
- El es especial Naruto, parece ser un espíritu de la naturaleza . – le contesto shikamaru. Y Naruto simplemente le miró con atención – no puedes dejar que lo dañen de nuevo, ni siquiera tú debes hacerlo.
- No sucederá nada de eso . – le contestó el rubio y shikamaru asintió en respuesta.
- Con el de nuestro lado, tendremos el favor de los demás espíritus para nuestra conquista . – le hablo el moreno.- como lo encontraste?
- Los hombres lo capturaron junto a una mujer, que según ellos, desapareció de un momento a otro bajo la tierra, llevándose con ella a otros dos soldados.
- Y se atrevieron a profanar el cuerpo de este ser, que se tomó la molestia de hacerse carne y hueso como nosotros - refirió con enojo shikamaru. Y Naruto solo bajo la mirada, ahora entendía el por qué lo sentía especial, por qué su corazón le pedía casi a gritos con cada palpitar proteger a ese doncel. – déjalo aquí, me encargaré de lavar su cuerpo y curar sus heridas. – Naruto le vio por algunos momentos y luego obedeció, se encaminó hasta su yurta y se encerró en ella.
Shikamaru molió varias plantas, las calentó en agua sobre el fuego y con lo que resultó, se dedicó a limpiar el cuerpo del azabache, que de tanto en tanto liberaba gemidos por el dolor que las acciones le causaban a pesar de lo cuidadoso que el moreno intentaba ser.
Fue cuando casi al terminar de asearlo, pues ya solo faltaba limpiar las heridas del rostro, que sasuke despertó en un brinco, sentándose de golpe y que por causa del susto shikamaru cayó hacia atrás, y sasuke se levantó aún con las piernas temblorosas y el cuerpo adolorido y débil, notó su desnudes y su mente lo primero que pensó fue que de nuevo lo habían tomado, la adrenalina del momento lo lleno de agilidad, salió de la yurta del curandero, que en un idioma desconocido le gritaba que no debía temer, pero sasuke corrió, hasta verse en el medio de su pueblo ahora conquistado por los mongoles, y los hombres le vieron con actitudes agresivas, el azabache vio como algunos de ellos tomaban sus pequeños arcos, el miedo le hizo reaccionar, volvió a correr tan ágilmente como nunca antes lo había hecho, la desnudez le avergonzaba pero de cierta forma agradecía por ella, pues sin su kimono habitual sus piernas eran libres de dar zancadas tan amplías como él necesitaba, un silbido que se aproximaba rápido a sus espaldas lo hizo encogerse un poco, un sonido extraño llamo su atención y la curiosidad lo obligó a voltear, viendo cómo sobre el suelo un ave nativa yacía muerta con una flecha atravesando su cuerpo, pues está, en una ironía absurda se atravesó en el camino de la flecha en su intento de huir, y de nuevo aquel silbido acompañado de varios más lo alertaron, se dio cuenta de que ese sonido era provocado por las flechas que de alguna forma durante su trayecto lo producían, se tiro al suelo sintiendo el aire de estas rozando apenas su piel , se arrastró solo unos metros y de repente se sintió ser tragado por la tierra, había caído en una especie de madriguera, la tierra al ceder arrastro consigo algunos arbustos pequeñas ramas y piedras de forma que parecía que el terreno seguía siendo firme, escucho a los hombres correr por encima de él, y cuando no escucho sonido alguno, se quitó todo aquello que lo cubría para seguir con su escape, sin embargo los hombres que le seguían eran expertos formados en el calor y clamor de las guerras y no tardaron mucho en localizarlo de nuevo.
El azabache escuchaba los gritos tras él, sentía como los pasos de aquella multitud sonaban pesados y cimbraban la tierra anunciando que cada vez estaban más cerca, y apestar de que el cansancio ya quemaba en cada músculo de su cuerpo siguió corriendo hasta salir de la protección del bosque cuyos árboles con sus troncos le servían de escudo ante las flechas que se incrustaban sin piedad en ellos, al frente el camino se terminaba, no había nada más, pero no se detuvo siguió avanzando y con un último esfuerzo de sus piernas, se impulsó en un salto que se jugaba el todo por el todo, brincando desde un acantilado de altura considerable y cuya ladera completamente en vertical solo ofrecía como fondo las aguas saladas y salvajes del mar, que furiosas arremetían en forma de grandes olas contra la escarpada ladera.
Su cabello revoloteaba víctima del viento que molesto, Silbaba con fuerza en sus oídos, y la sensación de vértigo se clavo profundo en su estómago al tiempo que un nudo en la garganta le impedía respirar, helando su cuerpo y poniéndolo rígido, antes de los últimos metros logró girar su cuerpo, en una acción instintiva de su mente que en un destello de lucidez recordó como los hombres de su pueblo entraban al agua con los pies por delante cuando se lanzaban desde alturas considerables. Lo siguiente que escucho fue el sonido de su cuerpo al entrar al agua, lo fría que estaba está, las miles de burbujas que lo rodeaban, el ardor de sus pies y de sus ojos, y las nauseas provocadas al tragar aquella mezcla salada..
Una vez su cuerpo perdió la tensión que produjo la caída, intentó nadar en contra de las olas que alteradas por su presencia arremetían hacia el sin cuidado, provocando que el doncel se hundiera bajo ella.
Para shikamaru todo se salió de control cuando vio a los guerreros agredir al doncel, el intentó detenerlos, pero que podía lograr un curandero o chamán , en contra de varios hombres que bajo los efectos del alcohol encontraban placentero el acto de cazar a ese pequeño, y vio como estos le disparaban flechas, pero también vio como una noble ave se lanzaba a interponerse entre aquel espíritu y la flecha que ansiaba atravesarlo, sacrificando su vida en el acto, si quedaba alguna duda respecto a la naturaleza mágica del joven, esta se despejó cuando en su huida logró desaparecer volviéndose uno con la tierra, entonces shikamaru supo que su labor era mantenerlo con vida, así que en lugar de intentar detener a los hombres corrió para avisar a Naruto.
El moreno entro desesperado a la carpa de su líder, quien adormilado se removió en un espasmo ante la intromisión.
- El doncel, el espíritu, lo están cazando – fueron apenas las palabras que salieron de los labios de shikamaru, que luchaba por introducir aire en sus pulmones.
El rubio no pregunto nada simplemente salió corriendo lo más rápido que su musculoso y pesado cuerpo le permitía, no necesito preguntar la dirección en la que todo ocurría , le bastó con escuchar las ovaciones y burlas que sus hombres gritaban. Y no perdió tiempo, continuó con su recorrido hasta que un par de minutos después, vio el tumulto de hombres que desde la orilla del acantilado lanzaban piedras al agua.
Al verlo los hombres le abrieron paso y Naruto se asomó a la orilla buscando el blanco de las agresiones, lo vio, vio a sasuke luchando por mantenerse a flote mientras alguna parte de su cuerpo sangraba, pues el agua a su alrededor se teñía ligeramente de rojo, nuevamente no dudó, se lanzó para ayudarlo, su cuerpo cayó al agua emitiendo un ruido más fuerte que el de el menor, sasuke lucía exhausto y asustado, temía tanto a ahogarse que apenas lo tuvo al alcance se aferró al rubio sabiendo que su vida dependía de ello, Naruto observó la sangre de la herida en su frente y una más en su hombro, con coraje nado hacia la lejana orilla, con las olas del mar que amenazaban con terminar sus vidas.
Por fin sasuke vio la brillante arena de la playa estar cerca, una parte de él se sintió tranquilo, la otra tenía miedo a la reacción del rubio sin embargo este lo abrazaba con cuidado de no dañar su cuerpo, algunos guerreros ya se encontraban esperándolos en la playa, y el rubio los fulminó con la mirada haciendo que cada uno de ellos bajará la vista y se mantuvieran en silencio, solo shikamaru tuvo el valor de caminar hacia el y ofreciendo una túnica ayudó a Naruto a envolver a sasuke, quien escuchó hablar al hombre moreno en voz alta, no entendía lo que decía, pero si notaba como los guerreros volvían sus vistas hasta el con asombro y arrepentimiento.
- Nunca más te volverán a dañar – fue lo que Naruto le dijo al tiempo clavaba esos ojos tan azules en los suyos,
Y sasuke sintió como aquellas manos grandes y toscas que en un principio lo lastimaron, ahora lo protegían como si él fuera la más delicada de las flores, sintió uno de esos dedos acariciar la herida sobre su frente, fue consciente del descomunal calor que ese cuerpo irradiaba, se perdió algunos segundos en la apenas curvatura de sus labios, que borraron todo mal recuerdo de Naruto, para dejarle solo ese momento sublime en el que con el mayor de los cuidados el mayor unió sus labios con los suyo, y tal vez por el asombro, tal vez como simple acto de miedo, el doncel abrió ligeramente la boca, permitiendo indirectamente que la lengua y el aliento del rubio le invadieran, un aliento que despertó en su pecho una ansiedad que no había conocido antes, un calor en su corazón y en su vientre, y cuando lo noto, se dio cuenta de que con torpeza el mismo seguía el ritmo del beso.
Las sensaciones y emociones que en tan poco tiempo habían pasado por su mente y corazón, lo tenían en una especie de limbo que no le permitían razonar, dejo de ser consciente y se entregó a todo aquello que su cuerpo sentía, con Naruto ahora sobre su cuerpo en la intimidad de aquella carpa que los alejaba de las miradas, todo parecía seguir un orden natural , todo parecía estar bien, el azabache percibió el recorrido de la mano de Naruto, que con gentileza apenas y rozaba su pecho para detenerse en sus pezones, provocándole un escalofrío, y de su boca salió un sonido desconocido, algo nuevo que por más que intento ocultar, brotó con fuerza, aquel gemido de placer fue la señal de alarma, que hizo a Naruto reaccionar cortando aquel beso y aquellas caricias, vio como el doncel le miraba confundido y con algo de vergüenza, el rubio se levantó molesto por sus actos, lanzó apenas una manta seca al azabache y antes de salir le hablo.
- No vuelvas a escapar, aquí estarás seguro, enviaré a alguien para que cuide de ti- y sasuke lo vio irse, el mismo seguía con la confusión de su pensamientos, y con el acelerado palpitar de su corazón, se enrolló en aquella tela, deseando que todo fuera una pesadilla, recordando que tan solo unas horas antes rogaba por qué ninguno de esos hombres lo tocara ni se le acercara, y ahora sintiendo el deseo de tener a Naruto junto a él.
Solo unos minutos después vio al mismo hombre del que había escapado, y shikamaru con cuidado dejo la bandeja que portaba sobre el piso, levantando las manos, y con gestos indicándole que limpiaría su herida, esta vez sasuke no intento alejarse al contrario camino hasta el moreno, y aún que sabía que sus idiomas les impedían comprenderse le hablo con la decisión de obtener lo que quería.
- Naruto, en donde está? – fue lo que pregunto dejando asombrado a shikamaru. Que en sus pensamientos intuía que un nuevo lazo de sentimientos empezaba a surgir entre ellos. Así que simplemente le sonrió.
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