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Amante extraterrenal {ChanBaek/BaekYeol} por JouM21_

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SeHun guiaba a Park ChanYeol, quien estaba tapado por completo por una capa negra para su protección, por el pasillo hasta la sala del trono, JongIn pasos atrás del humano por si este tenía la fabulosa idea de escapar. Aunque no lo creía, Park ChanYeol había dicho que cumpliría con su parte del trato, y por lo que había visto en los meses de vigilancia, el humano era un hombre de palabra, honesto y con un poderoso espíritu. SeHun se sintió un poco mal por no ser así. Si bien le había dicho a Park ChanYeol que lo llevaría a casa, eso era una completa mentira. Bien no, él no dijo que lo llevaría a casa a decir verdad, pero sabía que el humano lo había interpretado de esa manera. SeHun le dijo que estaría en casa. Bien, de ahora en adelante esta era su casa.

 

SeHun paso su mano por sus rubios mechones, desordenándolos en el proceso. Esperaba que su plan funcionara porque sino estaría en un jodido problema con su hermano mayor. Es verdad que no era su plan en sí, pero él es el que daba su cara y alma en esto. La Diosa había llegado a él en un sueño, su hermano mayor estaba deprimido, se sentía solo y perdido. El Elemento luz no podía pasar más tiempo sin su contraparte, su compañero, su AA'In. En palabras terrícola seria lo que conocen cómo "alma gemela".

 

La Diosa le había dado la misión de encontrar a la pareja del Elemento Superior. Y si bien le había dado las coordenadas del mundo en donde este estaba, solo había sido eso. Nada más. Las palabras de "Lo sabrás en tu alma cuando lo veas, Elemento aire" aunque muy bonitas, no le ayudaban para nada.

 

Su alma cantó al ver al pelinegro una noche, cuatro meses después de que había llegado a la tierra. SeHun mintió a su hermano y dijo que iba a una misión de reconocimiento junto a su hermano, JongIn. Había perdido la esperanza de conseguir a la pareja del rey, hasta que el alto apareció en el escenario del Bar donde había entrado por que algo le decía que lo hiciera. Las palabras de la Diosa se repetían en su mente mientras escuchaba al hombre cantar.

 

 

Era él, su alma lo reconoció.

 

 

En menos de dos lunas había logrado atrapar al hombre de mirada triste, ahora estaban en su mundo y a punto de reunir al Elemento Superior con el que debía ser su compañero de vida. Su AA'in.

 

 

SeHun dio una oración a la Diosa y sus antepasados, pidiendo no estar equivocado.

 

 

*******

 

 

BaekHyun miró aburrido desde su trono a la multitud a su alrededor. Se suponía que él debería estar allí, celebrando su cumpleaños. Quinientos un ciclos era algo para celebrar, según las palabras de sus hermanos. BaekHyun no lo creía así.

 

Habiendo vivido tanto tiempo que el pelirrojo se sentía como si nada lo emocionara últimamente. En realidad, estos días se sentía deprimido sin alguna razón, simplemente lo estaba. La vida había perdido su color y ahora todo lo veía en blanco y negro, solo, oscuro...

 

 

Lo que era hilarante, porque él era el Elemento Luz.

 

 

Sin saber qué más hacer se había resguardado en su trabajo. Manejar más de quince mundos no era fácil, y eso solo era en este universo, ni hablar de los demás. Así que, estos meses los había pasado con su nariz enterradas en documentos, eventos políticos, reuniones con el consejo, y un montón de obligaciones que tenía al día a día. En el principio de su reinado lo había encontrado gratificante, tener el control y la autoridad, el poder de cambiar la vida de su pueblo para su bienestar, era reconfortante. Su padre lo había educado para ser el futuro rey, su madre le enseño todo sobre protocolo y etiqueta, BaekHyun era el perfecto caballero. Más ahora, todo eso que le había parecido satisfactorio en su juventud, cómo todo en su vida recientemente, le parecía insulso.

 

 

Tal vez debería viajar.

 

 

Tomar un descanso y viajar por los diferentes planetas bajo su poder. Conocer lugares, personas, sus exquisitas culturas y costumbres. Hace mucho, BaekHyun disfrutaba mucho viajar, conocer mundos, a sus habitantes, la nueva experiencia llena de emoción y adrenalina...

 

 

Sacudió la cabeza agitando sus mechones rojos, eso era antes, pensó. En realidad la idea de viajar ahora, solo, conocer nuevos mundos, solo, le parecía deprimente.

 

Pensó en sus dos hermanos menores, quienes había estado de viaje hace mucho tiempo. BaekHyun los extrañaba. Los gemelos siempre sabían cómo animarlos. El pelirrojo sonrió. SeHun y JongIn podía sacarlo de quicio muchas veces, pero el adoraba a sus hermanos pequeños. Es verdad que la actitud obstinada y testaruda de SeHun y la relajada y despreocupada de JongIn podían sacarle canas verdes, pero el secretamente admiraba a sus hermanos por su forma salvaje de vivir la vida.

 

 

Quizás solo me este volviendo viejo.

 

 

Porque bien, quinientos un ciclos quizás no era ser alguien viejo en su especie, pero BaekHyun así lo sentía en esos momentos. Su abuelo, que esté en su gloria junto a la Diosa, siempre le había dicho que él era un alma vieja. Toda su vida fue alguien de carácter serio y cauto, hasta en su infancia. Un hombrecito en un cuerpo pequeño, casi puede oír la voz del anciano en su cabeza. Diosa, cómo lo echaba de menos. El antiguo patriarca de los Byun siempre sabia que hacer en cualquier situación. Era un hombre sabio.

 

SeHun se parecía mucho en eso a su abuelo, siempre sabía que hacer o que decir, y JongIn siempre tenía una palabra alentadora para él. Maldición, hasta KyungSoo sabía cómo ponerles los pies en la tierra en momentos como esos, pero el tipo tampoco estaba alrededor.

 

 

Estoy solo, entre esta multitud de personas, estoy solo.

 

 

Suspiró y apoyó su barbilla en su mano. Las mismas personas, los mismos eventos, el mismo vacío... BaekHyun se sentía como un alma solitaria.

 

 

Quizás, si solo consiguiera a alguien con quien compartir mi alma todo seria distinto.

 

 

Pero eso era imposible por los momentos. Su AA'in no había aparecido en todos sus ciclos de vida. Y han sido muchos, pensó irónicamente. Se supone que los de su raza tiene un compañero elegido por la Diosa para ellos. La otra mitad de su alma, su amor. Más, el compañero de BaekHyun no había aparecido en todos esos ciclos, y a su edad eso ya era una extrañeza. Las multitudes hablaban de él como el Rey sin alma, sin su AA'in.

 

BaekHyun miro a las personas a su alrededor. Quizás nací para estar solo. Perdido en sus deprimentes pensamientos lo único que logro sacarlo fue la conmoción de la multitud. BaekHyun miro a las personas moviéndose por la sala con miradas extrañadas. Estaba a punto de pararse a ver que pasaba cuando dos presencias a su lado lo sorprendió.

 

 

—¿Divirtiéndote, hermano?—le llegó la voz de SeHun, su hermano posicionándose al lado izquierdo de su trono.

 

—No lo parece.—contestó JongIn a su otro lado.

 

 

BaekHyun miró sorprendido a sus hermanos. Los gemelos no le habían dicho que llegarían hoy de su viaje de exploración. Los dos le sonrieron cómplices, sus ojos desiguales brillando. Él conocía ese brillo, significaba que los gemelos habían hecho algo travieso, y por lo general BaekHyun era el que tenía que arreglar sus desastres.

 

 

—¿Que hicieron?—BaekHyun preguntó con sospecha.—por favor, díganme que no incineraron el maldito planeta donde se encontraban.—cerró los ojos, esperando hasta lo imposible.

 

—Por favor hermano mayor, ya no somos los mismos niños que le gustaba ver la vena de la frente de papa palpitar.—respondió JongIn con su siempre sonrisa de bastardo.

 

—Además, yo era muy tranquilo, JongIn es quien me incitaba con sus planes malignos.

 

—Si ya, finge que no te gusto.—se burló el moreno.

 

—No han respondido la pregunta.—los interrumpió BaekHyun, era común de JongIn tratar de molestar a su hermano menor.

 

—Para responder a tus preguntas.—dijo SeHun.—no, no quemamos el planeta tierra, y ¿no te alegras de ver a tus hermanos pequeños, mhm?

 

—Por supuesto que me alegro.—BaekHyun se levantó de su asiento y abrazó a los rubios, demonios, por supuesto que los había echado de menos, eso es lo que estaba pensando hace menos de cinco minutos.—¿porque han vuelto tan pronto? creí que estarían fuera más tiempo.

 

—¿Y perdernos el cumpleaños de nuestro hermano mayor?—le dijo JongIn sonriendo de forma dulce al pelirrojo.

 

—Nunca.—dijo SeHun.

 

 

BaekHyun sonrió, por eso es que los adoraba. Los gemelos lo miraron hacia abajo, aun abrazándolo. Era gracioso que el siendo el mayor, sea el de menor estatura entre los hermanos Byun. Y aun así, los rubios respetaban y obedecían al pelirrojo en todo lo que este decía.

 

 

—¿Y solo por eso volvieron?—les dijo en broma, mientras se soltaba de su abrazo.

 

—Bueno eso y para entregarte tu regalo de cumpleaños.

 

 

SeHun codeó a JongIn y estos compartieron una mirada. BaekHyun siempre había admirado y envidiado cómo los gemelos parecía cómo si podían comunicarse con una solo mirada de sus ojos. Era como si compartieran alguna extraña conexión, lo que no lo sorprendería.

 

 

—¿Que regalo?—alzó una ceja interrogante.

 

 

Lo hermanos cortaron su silenciosa comunicación para mirar a su Rey, su hermano.

 

 

—JongIn lo tomó suavemente del brazo y lo guió hasta su trono, sentándolo.—tu solo disfruta de esto, hermano.—se puso al lado del trono.

 

—Sabemos lo mucho que ama la música, su alteza.—dijo en tono burlón SeHun, se puso del otro lado.

 

 

BaekHyun le dio un golpe en su brazo de broma. Los gemelos nunca demostraron tener envidia por ser los siguientes en la línea del trono, siempre le habían dicho que era mucho trabajo y que si no podían mantener una planta Kokobop con vida, mucho menos a un millón de habitantes de los planetas bajo su protección. BaekHyun lo apreciaba, muy feliz por no tener que tener una relación tensa con sus hermanos menores por algo tan anodino como quien se sentaba en el trono. Del mismo modo, BaekHyun trataba de involucrar lo más que podía a los rubios en su reinado. Sus hermanos siempre habían estado a su lado en el trono.

 

 

Además, la inteligencia y audacia de los gemelos los había hecho líderes de la guardia interplanetaria de los doce universos. Sus hermanos eran reconocidos por su valor.

 

 

—Amo la música.—le respondió al rubio.

 

—Lo sabemos.—respondieron al uniso.

 

 

Estaba a punto de responderles con algún comentario hilarante, BaekHyun solo podía relajarse y dejarse llevar con sus hermanos, con ellos podía bromear y actuar normal, no cómo el serio y cauto rey que decían que era, cuando las luces bajaron y la multitud se abrió, dejando el centro del salón vació. No, no vació, había alguien en el medio.

 

 

Un hombre.

 

 

La capa no dejaba ver casi nada de el, pero BaekHyun podía decir que un hombre por los ancho de sus hombres y su gran altura. Aunque podía estar equivocado, muchas especies de diferentes planetas podían ser tan alto como torres, hasta las mujeres. Pero algo en el se lo decía, este era un hombre.

 

La persona con lentitud quito la capa de su rostro y segundos después de todo su cuerpo, cayendo está en el piso a sus espaldas. BaekHyun mantuvo la respiración.

 

 

Que hermoso espécimen.

 

 

El hombre frente a él era la cosa más preciosa que BaekHyun había visto en sus muchos ciclos de vida, y eso era mucho mucho tiempo. Era alto y musculoso, con una piel blanca y tersa, y joder, BaekHyun tenía unas ganas irrefutables de poner la capa de nuevo en ese perfecto cuerpo para que nadie más lo viera. Su rostro de ojos grandes, nariz recta y unos labios gruesos que quería mordisquear hasta dejarlos rojo sangre.

 

 

Era perfecto, hermoso y perfecto.

 

 

Y cuando sus esencia llego hasta a él BaekHyun estuvo a punto de saltar de su trono e ir hasta el hombre alto. El olor terroso y almizclado de hombre, con una suave esencia de vainilla tenía a BaekHyun casi babeando. Sus ojos azules centellearon a la vida y las luces a su alrededor parpadearon. Sentía su poder salir por los poros de su piel, haciendo cosquillar su cuerpo.

 

BaekHyun no podía estar aun seguro, primero debía probar la esencia del hombre. Pero después de tanto ciclos de vida, BaekHyun creía que al fin lo había conseguido.

 

 

Había conseguido a su AA'in.

 

 

*******

 

¡Oh, jodida mierda!

 

 

ChanYeol sentía sus piernas temblorosas y el sudor empezar a bañar su cuerpo. En esos momentos estaba completamente rodeado. Miles de pares de ojos devolviéndole la mirada con un brillo curioso en ellos.

 

 

 

Espero que no estén midiendo si mi sabor puede ser bueno.

 

 

ChanYeol miró a la multitud, vio a uno que se parecía a algún tipo de reptil, su piel rugosa y verde, cabeza alargada y colmillos sobresalientes. Su cuerpo era como el de un humano, más o menos. La diferencia solo en la piel y la cola que veía sobresalir por detrás. ChanYeol tembló cuando este lo miró con sus amarillentos ojos y le gruño. Sus grandes dientes chasqueando hacia él.

 

Miro a los demás, dividido entre la fascinación y el miedo al ver los diferentes tipos de criaturas. Unos eran horribles, como el tipo reptil frente a él. Otros eran parecidos, con cuerpos humanoides pero con alguna característica animal. Cómo el hombre a unos cuantos pasos de él, con rasgos felinos y líneas negras en su cuerpo. Otros eran más humanos, que ChanYeol llegó a pensar que eran como él, como el hermoso hombre de cuerpo esculpido, cabello largo casi blanco y ojos como zafiros. Pero al ver mejor, pudo distinguir las orejas puntiagudas. Y cuando este le sonrió, unos muy afilados dientes y lengua bífida lo saludaron.

 

Diferentes colores, tamaños, formas y especie. Algunos muy parecido a él y otros que nunca soñó que existirían, todos con su vista en él.

 

¿Que era ese lugar? ChanYeol nunca fue de los que creyó mucho en vida fuera de la tierra, leía cómics, veía documentales y películas a veces, pero él era de los de ver para creer; y nunca había visto a uno de los enanitos verdes o a E.T apuntando a "casa".

 

 

Aunque estos tipos no eran para nada parecidos a E.T.

 

 

ChanYeol miró hacia el trono, se suponía que estaba ahí como regalo del rey. Había sentido un gran alivio cuando SeHun, al ver su mirada confusa puesta en la guitarra, le había explicado que a su rey le gustaba mucho la música y él estaba ahí para cantar y tocar para este. ChanYeol sintió cómo un peso se iba de sus hombros, por un momento había pensado que él era el propio regalo del rey. Ahora sabía que solo tenía que cantarle algunas canciones al tipo y listo. Se iría a su hogar y olvidaría esta extraña aunque algo emocionante aventura.

 

ChanYeol vio a SeHun y a JongIn parados junto al trono, su porte y altura daba un aire de poder. JongIn le sonrió mientras SeHun lo seguía viendo con su siempre rostro serio. Dirigió su vista al hombre en el trono.

 

 

Oh, joder.

 

 

Se corrige, si alguien irradiaba poder y fuerza en esa sala, era el hombre en el trono. ChanYeol sin pudor recorrió al tipo con la mirada. El extravagante traje azul metálico se pegaba a su cuerpo y lo hacia lucir malditamente bien. Su cabello rojo fuego despeinado se veía muy bien en él. Y demonios, ChanYeol nunca había visto un rostro tan precioso y delicado pero al mismo tiempo con los rasgo duros que lo definen como el poderoso hombre que era. La posición cómoda de piernas cruzadas y barbilla apoyada en un puño, era la viva imagen de un hombre con poder y autoridad

 

 

Él era el Rey.

 

 

Y ChanYeol estaba malditamente caliente por él.

 

 

Era hermoso y caliente, y ChanYeol tenía unas ganas incomprensibles de arrodillarse y complacer al hombre en todo lo que este quisiera. Los ojos del pelirrojo estaban fijos en el, una brillo curioso en ellos. El alto se obligó a concentrarse, estaba ahí para entretener al rey. Él debía cantar para él, porque él ama la música. ChanYeol pensó en el rey cómo un tipo gordo, viejo y prepotente y agradeció solo tener que presentarse para él, pero ahora mirando al hermoso hombre en el trono, ChanYeol extrañamente deseo estar ahí para algo más.

 

 

No seas imbécil, es un extraterrestre ¡un extraterrestre!

 

 

ChanYeol no deseaba estar con un extraterrestre, él no deseaba a un extraterrestre. No importa lo muy caliente que este sea, por su culpa ahora estaba en un planeta extraño, donde el peligro de ser comido o algo peor estaba por todas partes. Así que, tocaría las jodidas canciones que había elegido por el camino y listo. Buscaría a SeHun y le exigiría que cumpliera con su parte del trato.

 

Con su resolución hecha, tomó la extraña guitarra del paral a su lado y se posiciono, sus manos pasando suavemente por las cuerdas, está sonaba como ángeles cantando. ChanYeol pensó tontamente si SeHun le permitiría llevarse estaba belleza de instrumento con él devuelta a casa. Cuando le había preguntado al rubio por un micrófono y un amplificador este le había dicho que no se preocupara por el sonido. En estos momentos, ChanYeol no estaba muy seguro sobre el no preocuparse, la sala era enorme y estaba seguro que su voz no podría alcanzar al rey, más, dejándose llevar, cerro su ojos, respiro profundo, y cantó.

 

Se sorprendió de sobremanera cuando su voz resonó por toda la sala como si hubiera un micrófono pegado a sus labios, y cómo el sonido de la guitarra se oyó como si estuviera pegada al amplificador. Al parecer los extraterrestre tenían un sistema de sonido más eficiente y fabuloso que los humanos. No lo sorprendía.

 

Siguió con su balada, cantándole a un corazón que buscaba y esperaba por quien sería su otra mitad. Cuando la escribió nunca pensó en una persona en específico para dedicar, pero extrañamente no podía dejar de mirar al rey mientras cantaba. Abrumado por los sentimientos tratando de estallar en su pecho, cerró sus ojos de nuevo y siguió cantando. Al terminar la canción, continuó con la siguiente, una más alegre y con un poco de jazz influenciando su ritmo. Y así también siguió con la siguiente, haciendo un show completo para su majestad y las personas a su alrededor.

 

ChanYeol sabía que su voz no era perfecta, y que había mejores voces por ahí, pero al parecer a las personas le gustaba lo que estaba haciendo. ChanYeol sabía identificar las miradas de placer en los diferentes rostros de los seres a su alrededor. Era la misma mirada que le daban las mujeres y hombres en el bar mientras cantaba. Solo una mirada no podía identificar, el rey era difícil de leer.

 

Al terminar la cuarta canción decidió que había sido suficiente, SeHun no le había especificado cuando tiempo tenía que estar ChanYeol entreteniendo al rey, pero estaba seguro que era más que suficiente. Además, si seguía con la mirada penetrante del tipo en él, ChanYeol no sabía que podía hacer.

 

Se limpio el sudor en su frente con el dorso de su mano y soltó un suspiró. Dio una pequeña venia para la multitud cuando esta aplaudió. En un segundo, ChanYeol estaba solo en medio de la habitación y al otro estaba rodeado de mujeres y hombres de diferente especie tratando de acercarse a él, tocando y acariciando su cuerpo medio desnudo. El pelinegro sintió una ola de pánico al estar rodeado de todos esos seres extraños, estaba a punto de hacer algo poco masculino cómo gritar y patalear hasta que lo dejaran en paz cuando algo paso.

 

Y ese algo era una fuerte voz resonando por toda la sala, la furia e indignación deslizándose en ella. Las luces a su alrededor centellearon y algunas explotaron. Una luz proveniente del trono lo cegó por un momento. Cuando sus ojos pudieron medio acostumbrarse a ella, ChanYeol vio con la boca abierta al rey de pie, su cuerpo rodeado de un halo de luz poderoso. Su cabello rojo brillante y sus ojos centelleando en azul.

 

 

Era un espectáculo tanto maravilloso como aterrador.

 

 

—No lo toquen.—la voz se escucho baja y peligrosa.

 

 

En un segundo la multitud a su alrededor se alejó de él con pasos rápidos. JongIn apareció frente a el, asustandolo en el proceso. ChanYeol solo veía su espalda, pero sabía que una sonrisa torcida estaba en sus labios mientras hablaba.

 

 

—¡Y bien, caballeros y señoritas!—habló en voz alta el moreno.—disfrutamos de un maravilloso espectáculo, pero no queremos asustar a nuestro invitado especial.—su voz se volvió más baja.—y enojar a nuestro rey por ello.

 

 

ChanYeol miró hacia donde estaba el rey, este ya no estaba brillando, solo estaba ahí parado con su mirada fija en JongIn. Pudo ver que el poderoso hombre sorprendentemente era más pequeño que SeHun, quien estaba parado a su lado. Eso significaba que el Elemento Superior era más pequeño que ChanYeol. Y aun así, el alto se sentía de tres centímetros de altura en comparación con el hombre. Y eso era mucho decir para alguien con una actitud tan prepotente, como reconocía ChanYeol que era.

 

En ese momento, el rey lo miro. Sus ojos azules puesto en él. ChanYeol no podía explicar las sensaciones que sentía en ese instante. Su cuerpo hormigueaba y sentía su temperatura subir con cada segundo que pasaba manteniendo la mirada del rey.

 

ChanYeol había oído a personas hablar sobre miradas que te atravesaban hasta el alma, más no lo había experimentando de ante mano. Ahora sabía que en verdad existían. La mirada del rey en él era conocedora, cómo si pudiera ver muy adentro de ChanYeol y conocer sus pensamientos, sus secretos oscuros, sus emociones...

 

 

Era como si pudiera ver su alma.

 

 

ChanYeol no sabía si eso que sentía en esos momentos era miedo, o excitación.

 

 

*******

 


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