Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El tesoro mas preciado por Noshikiari pyros

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Una disculpa por las faltas ortográficas que se vean a lo largo del oneshot.

Despues de mi larga ausencia decidí publicar esta linda historia porque encerio no podia quedarme de brazos cruzados al saber que mi au favorito de boku no hero academia hacia cannon a un kirishima dragón bajfbsjjebd.

Los personajes no son mios son de kohei horikoshi, lo unico mio es la historia.

Notas del capitulo:

Espero disfruten la historia a ustedes personitas que se decidieron a visitar este humilde escrito xd.

Hice lo que pude, pero me hubiera gustado hacerlo mas largo.

Comenzemos.

 

Cada vez que montaba la espalda de Kirishima en su forma de dragón y surcaban los cielos observando los ligeros cúmulos de nubes con diferentes y hasta graciosas formas, atravesarlos sintiendo esa ligera humedad que se transmitía, mirar hacia abajo notando el paisaje en su mayoría verde con algunos colores cambiantes, aquellas montañas, lagos tranquilos como cristalinos, junto a las aldeas construidas tan bellamente notándose también aquellas grandes construcciones de los castillos o de vez en cuando los horizontes del mar, le hacían sentirse libre.

Libre, tranquilo, pero también poderoso, pero sin lugar a dudas, también amado, porque Kirishima no dejaba a muchos montarse sobre él, Katsuki era la excepción, porque para él era su amo, algunos amigos también podían hacerlo, pero eran contados. 

Pero al que Kirishima le muestra total atención, devoción y disfrute para que monte su lomo es a su amado, su razón de vivir, su destinado y felizmente ahora su pareja que es Kaminari Denki.

Ahí estaban, un chico con cabellos dorados con la particular figura de un rayo de color negro en las hebras de uno de sus flequillos, con un gusto de vestir negro la mayor parte del tiempo, aunque ahora utilizaba una camisa blanca junto a unos guantes negros además de un sombrero elegante colgando en su espalda con una pluma al costado de este, montado sobre un majestuoso y gran dragón de color rojo que mostraba sus escamas brillantes poderosas, extendiendo sus alas por el cielo en un tranquilo y relajante viaje, aunque en los ojos de este se mostrara cierto nerviosismo.

 

Está mañana cuando Kaminari se había despertado alistándose para salir de su sitio temporal para vivir, recibió la visita de un enérgico Kirishima diciéndole que tenía algo genial que mostrarle indicándole la urgencia del asunto, Kaminari viendo el entusiasmo de su pareja decidió tomar su mano para dejar que lo llevase sin problemas, le aviso que estaba algo lejos y que tenían que montar vuelo para llegar más rápido así que el rubio acepto encantado, quien era él para negarse a aquel viaje si era una de las cosas que más le gustaba.     

Así se encontraban ahora surcando el azul cielo, dándole en la cara la fresca brisa que hacía que su cabello se alborotase. Pero llevaban una hora volando los cielos y Denki ya muy picado por la curiosidad le preguntaba varias veces al pelirrojo a donde se dirigían recibiendo la misma respuesta a veces con una o dos palabras más.

-es una sorpresa-.

-me pica la curiosidad Kirishima y se está acrecentando el sentimiento-.

-no puedo decírtelo, tienes que verlo con tus propios ojos, sé que te gustara, además ya casi llegamos no te preocupes-.

Y así el ojidorado se abstuvo de preguntar otra vez mirando hacia los lados aquel paisaje que nunca había visto antes.

15 minutos más tarde Kirishima logra divisar aquel lugar que tenía como objetivo desde el principio, había una pared de rocas naturales de varios metros de altura imposibles de escalar por el ser humano, aquella pared rodeaba una montaña conformada con más rocas en su mayoría viéndose también algunos cúmulos de tierra donde crecían frondosos árboles, en la montaña si ponías gran atención se notaba una gran abertura del suficiente tamaño para que Kirishima entrase sin problemas pero situada a una altura considerable con algunos árboles alrededor que le hacían pasar inadvertido, parecía que su objetivo era ocultar aquel lugar.

-Kaminari, ya llegamos-.

-que, ¡enserio!, ¿dónde?-.

- es esa abertura de la montaña, es una cueva en realidad, te mostrare lo que hay adentro-.

El rubio callo su emoción y espero a que el dragón aterrizara en ese lugar, estaba comenzando a imaginar que clase se fenómeno natural le mostraría esta vez, le encantaba todo lo que Kirishima le mostraba, ¿por qué este no habría de hacerlo?.

El dragón se acomodó para que Kaminari bajara con comodidad, una vez que estuvo en el suelo comenzó a transformarse a su forma humana mostrando aquella rebelde y picuda cabellera color rojo, esos ojos rojos en los cuales uno presentaba una cicatriz hasta la altura de la ceja, dientes afilados como los de un tiburón, unos pantalones blancos con una tela roja de apariencia desalineada rodeándole, un chaleco color gris y una bufanda color naranja con líneas negras simulando la textura de un tigre.

-quédate aquí un poco, tengo que hacer unas cosas antes de que lo veas- le dijo el pelirrojo sonriente mientras se acercaba tomando suavemente sus manos acariciándolas con sus pulgares provocando una tierna sonrisa en el rubio.

-bien aquí espero, pero no tardes demasiado eh- respondió Kaminari amenamente, notó el poco nerviosismo que tenía en su mirar, no sabía el motivo pero quería aligerar el ambiente para él.

Aun con aquella sonrisa plasmada en el rostro soltó lentamente las manos de su amado para después correr hacia adentro de la cueva, Denki de cruzó de brazos decidiéndose por observar la vista que se mostraba fuera de la cueva mientras esperaba, era tan tranquilo que lo relajaba un poco, respiró el aire fresco de los alrededores y se acomodó los mechones alborotados de su cabeza para ponerse su sombrero de nuevo. Unos 5 minutos Kirishima volvió agitado y acercándose miró con ternura al ojidorado.   

-Kaminari ya está listo, pero tengo que cubrirte los ojos ya que es una sorpresa-.

-vaya, así que una sorpresa jeje, está bien, pero no me vayas a dejar caer-.

-nunca lo haría, no te dejare caer no te preocupes, te guiare todo el camino- el pelirrojo se quitó la bufanda acercándose a Kaminari que lo miró con las cejas alzadas -es para no hacer trampas- dijo Kirishima divertido ya que conocía lo tramposo de su acompañante, este negó con la cabeza y suspiro resignado dejando que el ojirojo lo cubriera con aquella bufanda. Y así Kirishima tomando su mano, lo guio lentamente a dentro de la cueva. 

Hubo un momento de silencio hasta que Denki escucho la voz un poco vacilante de su pareja -bueno... puedo transportarlo con mi magia... pero realmente lo prefiero en físico ya que me es más agradable... este es el lugar más grande, escondido y más cercano por ahora, así que ese es el porqué de que viajáramos más lejos-.

Kaminari subió las cejas intrigado, pensaba que Kirishima le mostraría un exótico paisaje natural como siempre lo hacía, pero con esas palabras dedujo que no se trataba de un paisaje, sino más bien de una de las posesiones de su pareja, y al parecer de gran tamaño, eso le acrecentaba su curiosidad, ¿será acaso una estatua?.

Unos cuantos pasos más el pelirrojo se detuvo ocasionando que Kaminari se detuviera también.

-Kiri, ¿ya llegamos?- pregunto el rubio con curiosidad.

-así es... ya puedes quitarte la tela de los ojos- Denki se soltó suavemente de la mano y quitó el nudo de la tela con cuidado.

Cuando abrió los ojos la luz de unas antorchas lo cegaron, pero había otra luz aún más fuerte que lo hizo recuperarse más tiempo de aquel repentino cambio. Y lo que vio, nunca se lo espero en toda su vida.

Porque frente a él se encontraban montañas y montañas de aquel mineral más codiciado en todas las provincias, reluciendo con majestuosidad en diferentes formas y tamaños, con ese color amarillo brillante, así es, aquello era oro, oro a montones.

-ka-kaminari que- Denki volteo rápidamente hacía su pareja que lo miraba con devoción y calidez además de un brillo determinado en esos ojos rojizos.

-lo sabes, no es así Denki, yo te lo dije una vez, lo habías escuchado antes, lo más preciado para un dragón es su oro, somos reservados en eso y nunca lo compartimos- dijo agachándose para tomar un doblón de oro mientras lo pasaba con maestría entre sus dedos para dejarlo nuevamente junto a las otras -pero lo que no sabes es que hay una excepción, esa es hacía la persona con la que planeamos quedarnos toda nuestra vida... nuestra pareja destinada-.

Kaminari cubrió su boca con asombro, aun le estaba costando procesar todo. Si sabía que el oro y los dragones nunca se separaban, pero escuchar lo segundo le hacía sentir un gran revoltijo en el estómago junto a unos latidos frenéticos en su corazón, no pensó que el significara tanto para el mitad dragón, no se sentía tan especial, pero ahí estaba el, tan galante y genial mostrándole una de las cosas más recelosas e importantes de los dragones, su oro.

El ojirojo se acercó a su pareja quitando sin esfuerzo las manos que cubrían su boca, acuno suavemente aquel rostro comenzando a hablar con tranquilidad -Kaminari Denki- dijo saboreando cada letra -todo, todo este oro que vez, ya no es solo mío, desde hoy es tuyo también, porque lo que es mío, es tuyo-.

El rubio no sabía que decir, sintió un nudo en la garganta, su vista se volvió borrosa por las lágrimas que comenzaban a salir de sus ojos, sabía lo importante de esas palabras ¡¡dios!! Le estaba dando su más preciada posesión, pero él no tenía nada que ofrecerle. Poso sus manos sobre las contrarias que aún se encontraban en su rostro y con dificultad hablo. 

-kirishima... te das cuenta de lo que estás diciendo, ¿estás seguro de esto?-.

-estoy más que seguro, además, el oro solo es mi segunda cosa favorita, porque lo que se encuentra en primer lugar son tus bellos ojos del color aún más brillante y dorado que estas baratijas, este oro es insignificante al competir con tu mirada, no me prives de ella, acepta este humilde obsequio- ante tal declaración Kirishima beso dulcemente la frente de su amado que este en respuesta se sonrojo para abrazar con fuerza al contrario -acepto lo que me das tonto dragón, aunque no tenga nada que ofrecerte- así el pelirrojo se llenó de alegría correspondiendo ese abrazó con efusividad.

-eres tan galante Kirishima- dijo Kaminari soltando una ligera risa que contagió a su pareja.

-pero Kaminari, aun no es todo, tu si tienes algo que podrías darme, algo muy valioso- el pelirrojo se separó de un confundido rubio y alisándose nerviosamente la ropa saco de uno de sus bolsillos traseros una caja.

-por lo que se, así es como lo hacen los humanos y yo quiero hacerlo correctamente. Kaminari, ya llevamos años en esta bella relación así que el día de hoy quiero dar el siguiente paso-.

Contra todo pronóstico el pelirrojo se arrodillo frente al rubio abriendo la caja mostrando un anillo de oro bellamente decorado con una piedra preciosa de color ámbar y destellos rojizos acompañado de unas pequeñas figuras sobre el oro simulando pequeñas hojas.

-es el mejor anillo que tengo en mis posesiones así que es el más adecuado para esto.... Kaminari Denki, me harías el hombre dragón más feliz del mundo si deseas casarte conmigo, regálame lo más preciado que tienes, tu vida a mi lado... ¿aceptas?-.

Y esta vez Denki soltó el llanto, varias lagrimas rodaron por sus mejillas sin poder detenerlas, con rapidez se agacho abrazando de nuevo a aquel hombre que le causaría un paro cardíaco mirándolo como pudo a los ojos asintiendo una y otra vez -sí, sí quiero Kirishima, si quiero pasar toda mi vida contigo, esta y las que le siguen, porque te amo demasiado, acepto-.

Con emoción unieron finalmente sus labios en un beso tan profundo como dulce, que demostraba como se sentían en ese preciso momento, en el que después de ese le siguieron otros más cortos y llenos de amor. Un poco más calmados Kirishima saca el anillo de la caja para colocárselo en el anular de su mano izquierda plantándole un beso en el dorso al finalizar mirándolo coquetamente -hay un mensaje escrito dentro, lo hice con mis propias manos, espero que te guste-.

-bromeas verdad, me encanta, es bellísimo- le dijo en respuesta sacando el anillo del dedo para leerlo, una vez echo lo miro con ternura y se coloco el anillo nuevamente el cual le quedaba como si este reconociera su forma desde hace siglos.

-no puedo vivir sin ti grandulón- respondió Kaminari dulcemente mientras acariciaba ese cabello rojizo con lentitud-algún día me mataras por diabetes, pero es una de las cosas que me encantan de ti-.

-yo tampoco puedo vivir sin ti, quiero ver tus ojos todas las mañanas y te aseguro que no me cansaría, te amo-.  

 

Y así culmino aquel acto de unión, acompañado con un beso anhelante y puro. Lo que paso después se contara en otra ocasión, o en otra historia quizá, pero nadie separara estas almas que se quieren y anhelan con fervor, sus destinos ya estaban cruzados antes de nacer, esos lazos que formaron eran irrompibles.

No se arrepentían por nada del mundo, no se separarían jamás.

Pero ¿qué era aquello que dragón grabó dentro del anillo que agrado tanto al Kaminari?

Pues era una pequeña frase bastante simple que lo explicaba todo sin necesitar más vueltas.

'' a mi amado Kaminari Denki, mi destinado''.

Notas finales:

Gracias por llegar hasta aquí, agradezco que se hayan tomado el tiempo de leerlo.

Tratare de ser mas activa lo juro, pero la vida encerio no me quiere.

Este fanfic lo podrán encontrar en Wattpad y fanfiction con el mismo nombre y seudónimo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).