- Hiroki… - Dijo una voz femenina llegando por detrás y abrazándome. ¿tan temprano fastidiando?
- Tomoyo ¿que crees que haces? – dije soltándome del abrazo
Han pasado aproximadamente 8 meses desde la muerte de Daiki. Comencé a aislarme de todos y de todo. Mis padres al notal esto decidieron que me haría bien un cambio de ambiente por lo que nos cambiamos de ciudad.
Solo recuerdo que me despedí de los padres de Daiki antes de irme, tome su urna y la abrace con todas mis fuerzas. De una forma inexplicable sentí como si él me hubiera devuelto el abrazo. Daiki suelo recordarte, ya no me duele tanto pensarte, pero jamás podré sacarte de mi corazón.
- Kamijou sigues soñando despierto – dijo la voz de otra chica - ¿en qué estarás pensando tanto? – se acercó demasiado a mí - ¿acaso es que te gusto mucho?
- Ni hablar – respondí irritado
- JAJAJAJAJAJJA – ambas chicas rieron.
Ellas son Aiko y Tomoyo, desde que llegue comenzaron a hablarme. A veces pueden ser un verdadero dolor de cabeza. Tomoyo chaparra, de piel morena acanelada, tiene una voz suave y tiene un ojo azul y el otro café, es fanática de lo sobrenatural y las cosas raras que pasan. Creo que tiene problemas mentales porque a veces dice que puede hablar con Dios. Luego esta Aiko, bien ella es más, agresiva. Es de complexión gruesa, igualmente de baja estatura, voz realmente chillona, ella es más una persona que sigue tendencias, si hoy esa de moda alguna serie ella es fanática y si mañana es otra cambia.
No las critico ni nada por el estilo, a veces es divertido estar con ellas, a veces es irritante. No sabría explicarlo con certeza pero a veces logran distraerme de la tristeza que aun siento. Suspiro todavía cada vez que por coincidencia escucho su nombre.
- Kamijou, que bien te ves hoy – escucho una voz detrás de nosotros y veo pasar a un chico. Su nombre es Takeshi.
- ¡¡KYA!! ¡Takeshi es tan lindo! – gritan en par de locas mientras yo solo volteo la mirada para no verlo.
En la escuela a la que acudimos hay nivel de secundaria y preparatoria por lo que los recién ingresados (como nosotros) podemos convivir o llegara convivir con los del ultimo año (como Takeshi).
- No deberían emocionarse tanto, ni siquiera las vio a ustedes – dije mientras seguía caminando como si nada
- Hiroki está celoso – dijeron las dos al mismo tiempo
- Aiko no te va a engañar, verdad que no aiko..- dijo Tomoyo
Cabe destacar que ellas dos son pareja, por lo que nada de lo que digan de mi y Aiko podría ser tomado como cierto, de echo es una de las parejas más conocidas y al mismo tiempo más negadas de todas. Se puede decir que desde que me obligaron a estar con ellas ha sido la mejor cuartada.
Otra cosa que cabe destacar es que a la escuela a la que acudimos, la homosexualidad eta totalmente prohibida, debido a que es una escuela religiosa. Si se llega a saber de una pareja el procedimiento es que al mayor se le castiga severamente y luego lo expulsan mientras que al menor de la pareja se le obliga a tomar clases de “orientación”.
Al llegar a la entrada de la escuela pudimos encontrarnos a Takeshi con una chica de secundaría, seria de un grado más arriba que nosotros tal vez.
- Takeshi-senpai – decía la chica que no podía con su sonrojo. Cerro lo ojos.
- Miraya-chan… - ley sus labios mientras observaba como se acercaba cada vez más a los labios de la chica. Entonces me volteo a ver al tiempo que la besaba, sin dejar de verme. En ese mismo instante sentí mi cara sonrojarse y me voltee inmediatamente.
- Hiroki ya empezó la clase – dijeron ambas chicas mientras corrían al salón.
Aun ni siquiera sonaba la campana y el profesor de ciencias ya estaba pasando lista, de cierta forma agradezco que mi apellido no sea de los primeros o los últimos.
- Kamijou…- dijo apenas entre al salón –
- Presente – grite caminando a mi lugar de siempre.
- Retrasado… - En ese momento no sabía si me decía por haber llegado tarde o por otra cosa.
- Igualmente – dije por lo bajo. Una mano se puso frente a mi rostro antes de que el borrador del pizarrón me diera justo en medio de los ojos.
- Señor Takeshi, por favor salga de mi clase.
- Perdón señor Kuma, pero no podía dejar que lastimara a otro alumno más, no después de lo ya hablado con la junta de alumnos – dijo mientras se dirigía a la puerta
¿Por qué entraría Takeshi a nuestro salón? ¿Por qué me ayudaría?
Hora del receso, salimos las chicas y yo, desde luego ellas dirían algo así como
- Vamos al baño – dijeron al unísono
- ¿juntas? – les pregunte como si fuera una rutina
- Obvio Kamijou, aunque a Aiko no le molestaría que se perdieran juntos ustedes dos en el baño de atrás de la escuela – dijo Tomoyo riendo.
- No, gracias. – conteste mientras caminaba hacía las escaleras de los laboratorios. Ahí era donde siempre comía.
- Kamijou kun - me llamo una voz ya bastante conocida.
- Kotaru-san – respondí. Era Takeshi, seguramente intentando molestarme de nuevo.
La diferencia de edad se podía notar muchísimo. Yo estaba en mis apenas 12 años mientras que él ya había cumplido los 19. Yo era si bien la mitad de alto que él. Su cabello era negro totalmente lo cual resaltaba con su piel completamente blanca, su cuerpo atlético pues pertenecía al club de basquetball y atletismo. Tenía los ojos claros, casi color miel.
- Kamijou, ¿y tu novia Aiko? – pregunto en tono burlón. No respondí – Vamos Kamijou… dime algo, lo que sea.
- Algo….
- Jajajaja, chistoso, me debes una por lo del borrador. Estaba buscando a mi linda chica Miraya ¿la has visto? – negué con la cabeza esperando a que se fuera de una vez por todas. – hablando de ver. Empecemos a ver cómo me pagaras lo del borrador, ¿Qué te parecen… mil yenes? – me dijo mientras esbozaba una enorme sonrisa
- Yo no te lo pedí así que ni lo sueñes
- Vamos Kamijou… Ya sé cómo pagarme. Note que te gusto mucho el beso con Miraya-chan. Si esa será una buena forma… Te daré un beso de aquí a la vacaciones de invierno – me dijo al tiempo que tomaba mi rostro y antes de poder decir nada me dio un beso obligado, podía sentir sus labios sobre los míos, su olor a sudor y su aliento a chicle de menta.
- ¿QUÉ DEMONIOS CREES QUE HACES?! – le grite a todo pulmón, no importaba, nunca había nadie cerca de ese lugar – aléjate de mí y no vuelvas más – seguí gritando al tiempo que tomaba mis cosas y me alejaba demasiado rápido. ¿Qué se cree?
Después de clases, de nuevo me encontré con Aiko y Tomoyo, parecían divertidas. ¿Debería contarles lo que paso hacía un rato?
- Hiroki…- me llamaron ambas, me acerque a ellas – vamos a ir los tres – recalcando tres – a la casa de la esquina, es a que esta quemada.
- ¿para? – pregunte- tengo demasiadas cosas que hacer
- Hiroki, tú no eres de aquí así que te vamos a contar la historia, veras. Hace muchos años existió un hombre, no recuerdo su nombre, el punto es que lo acusaban de que practicaba brujería. El día de su funeral donde estaban todos reunidos, de repente su cuerpo comenzó a incendiarse y al final todo termino quemándose y el edificio quedo tostado.
- Pero de ser así ¿no es peligroso entrar a un edificio que podría derrumbarse? – dije pensando las cosas con calma
- Pues si, pero eso será lo divertido. Así que vamos.
- Pero…
- No hay peros vamos – y de nuevo me vi arrastrado por este par de chicas.
Continuara.