-Vamos chico, aún eres muy pequeño para meterte en semejantes problemas. No puedes pelearte con todos esos niños todo el tiempo-
-¡No es como si quisiera hacerlo! Pero no podía quedarme con los brazos cruzados-
-Nunca lo haces Eren, nunca lo haces- responde Hannes terminando por limpiarle el rostro tras haberse topado con el chico poco después de salir de casa de Levi –Bien, ya está. Al menos tu madre no se infartará cuando te vea-
-Gracias por ayudarme-
-No es nada… pero prométeme que intentarás ser más prudente-
Eren no contesta. No puede prometer eso si Levi está de por medio, y su mismo silencio alerta a Hannes, obligándolo a indagar más en lo que fuera que sucedió.
-Vamos Eren, dime lo que te preocupa, muchacho. Quizá podamos encontrar una solución, y si no, al menos te servirá como desahogo-
El chico no duda demasiado -Se trata de… una persona que conozco-
-Ah ¿Alguno de los chicos con los que peleas?-
-No, es alguien más… es una persona que me agrada mucho-
-¿Hablas de uno de tus amigos?-
-Sí, algo así… fue la razón por la que me peleé-
-Entonces eso pasó- suspira Hannes –De nuevo peleándote por otros ¿Eh?-
-¡Es que no podía dejar a esos sujetos hacerle eso! Me enojé mucho y no pude detenerme…-
-Oh, así que estás enamorado- dice sonriéndole –¡El pequeño Eren se ha enamorado!-
-¡Hannes-san! ¡No digas eso, claro que no!-
-Vamos Eren, no hay de qué avergonzarse, es completamente normal, sin embargo esa no es razón para estarse peleando con todo mundo- dice acercándose para tomarlo por su hombro –Dime ¿Quién es? ¿Acaso esa amiga tuya, Mikasa?-
-Claro que no, Mikasa es diferente, nosotros somos como hermanos- contesta –Se trata de alguien más… alguien a quien conocí hace poco tiempo-
-Mmm… ¿Y qué te tiene tan nervioso? ¿No eres correspondido, acaso? ¿No le gustas también?-
-No lo sé- contesta algo irritado –Ni siquiera sé a qué te refieres con eso de “gustar”-
-Pues a lo que es- responde –Si te agrada pasar tiempo con alguien, te sientes solo cuando lo está y sonríes cada vez que esa persona también lo hace, entonces es porque te gusta-
-No entiendo muy bien…-
-Bueno, bueno, eso también es normal. Después de todo solo eres un chico joven e inexperto-
-No hace falta que te burles de mí-
Hannes se ríe -No me burlo muchacho. Es más, te daré unos consejos de hombre a hombre que seguramente te ayudarán a conquistarla-
-Ah, la verdad es que…-
-¡No digas más!- exclama sentándolo a su lado –Lo primero que debes saber es que las mujeres son seres muy bellos, pero complicados y peligrosos. Nunca hagas enojar a una mujer o tendrás problemas-
-Eso ya lo sé- contesta Eren –Lo sé por mi mamá y Mikasa…-
-Bueno, pero esto es diferente. Se trata de la chica que te gusta, no de tu mamá y tu amiga-
-Pero es que Levi no es…-
-Ah ¿Se llama Levi? Lindo nombre, muy lindo- dice sacando de su ropa su pequeña botella de licor –Como sea ¿En qué estaba? Oh, sí, te decía que las mujeres son seres muy bellos y peligrosos, pero si les das lo que quieren te harán muy, muy feliz-
-¿Y qué es lo que quieren?- pregunta curioso –Aunque dudo que todo eso funcione con Levi…-
-No te confíes Eren, no importa que sea una niña pequeña o una mujer adulta, siempre pasa lo mismo. Como sea, cuando llegue el momento estarás listo-
-¿Listo para qué?-
-Para tener sexo con ella-
-¿S-Sexo? ¿Con Levi?-
La temblorosa voz del chico alerta a Hannes sobre sus apresuradas palabras y lo hacen arrepentirse de inmediato –Ah, E-Eren, yo no quería decir eso…-
-No, lo entiendo- responde algo nervioso por semejante suposición –Hannes-san… si Levi y yo…-
-¡No, eso no!- se precipita hacia el chico –Eren, eso no, no puedes hacerlo. Olvida lo que dije ¡Olvídalo de inmediato!-
Eren suspira. Sabe que preguntar más sería imprudente, pero no puede quedarse con la duda –Yo no sé si Levi me gusta- dice –Entonces no podría hacerlo… porque dos personas tienen sexo solo si se gustan ¿Cierto? Por eso lo hacen-
-Sí, supongo que sí- contesta más tranquilo –Cuando dos personas se aman mucho y quieren demostrárselo, hacer el amor es lo más usual. Es la muestra de un cariño indescriptible… ah, pero eso está extremadamente prohibido para los niños ¿Entendiste? ¡Prohibido! ¡Ni se te ocurra investigar cómo se hace eso!-
-Ya lo sé… además no me interesa averiguarlo- responde para alivio de Hannes –Pero eso del amor suena más complicado de lo que parece ser-
-Muchas veces solo es complicado porque lo piensas así- contesta -¿O es que no sabes lo que sientes por Levi?-
-¡Eso ya te lo dije! No me haces caso porque estás borracho-
-Bueno, bueno, de cualquier forma, lo importante es que primero entiendas tus sentimientos para que después puedas expresárselos a la persona por quien te preocupas- dice llamando su atención –Eren, tú eres un niño todavía. Tus sentimientos son mucho más puros que los de un adulto. Si Levi te gusta, te gusta y ya ¡No tienes que dar explicaciones de nada! Y si no te gusta, sucede lo mismo. Nadie tiene derecho a juzgarte-
-Sí, eso parece más lógico-
-Por supuesto… y una vez que lo tengas claro, entonces sabrás si debes esforzarte o no-
-¿Esforzarme para qué?-
-Para que seas correspondido, Eren- le dice mirándolo –Amar a alguien implica muchas cosas, incluso aquellas que están fuera de tu alcance, sacrificios que muchas veces no estás preparado para hacer, obligaciones que no estás preparado para tener. Y eso viene de ambas partes ¿Eh? No solo es responsabilidad tuya-
-Pero Levi y yo aún somos niños-
-Y tienen suerte de serlo, ya te lo dije- responde dándole un sorbo a su botella –Pero no por eso quiere decir que eres libre de actuar mal. Claro que no me refiero a nada serio, pero con el simple hecho de portarte bien cuando ella este contigo ya es algo. O en tu caso, no pelearte apropósito con esos niños si ella está viendo-
-Suena como si yo fuera un delincuente-
Hannes se ríe –Pues casi casi, Eren-
El chico suspira, toma sus cosas y se levanta –Gracias por todo, Hannes-san. Ya tengo que irme-
-Está bien muchacho, te veo luego- se despide mirándolo alejarse -¡Ah! ¡Y preséntame a tu chica un día de éstos, yo te diré si es buena para ti!-
Eren evita responderle y camina de vuelta a su casa. Había regresado por el mandado de su mamá y esperaba no encontrarla muy molesta con él por haber tardado tanto. Sin duda tendría que explicarle lo sucedido para justificar los moretones que ya se habían formado en su cuerpo, pero no le importaba. Si debía ser regañado, asumiría las consecuencias.
No se había atrevido a mirar a Levi después de eso. Sus lastimeras palabras de desahogo con su madre le habían traído amargos recuerdos de cuando él lo trató mal, aquel día cuando la Legión de Exploración salió de la muralla. Saber que le ha causado un dolor parecido a Levi a causa suya le molesta, por eso no pudo encararlo después.
Derrotado, llega a casa. Los reclamos de su madre no lo molestan, ni siquiera los toma en cuenta. Esa es razón suficiente para que Carla le preste atención e intente averiguar las razones de su desanimo, pero Eren no quiere hablar sobre ello. No se siente a gusto haciéndolo.
Su madre no le pregunta más y le permite retirarse a su habitación. El chico apenas empieza a subir cuando el sonido de la puerta lo detiene. Su madre abre y recibe a Kuchel, completamente agitada y nerviosa.
-Carla- la llama respirando agitada –Levi… ¿Levi está aquí?-
-¿Cómo? Levi no se ha aparecido por aquí…-
-Es que salió corriendo hace un rato, pensé que vendría a buscar a Eren- responde antes de tener al chico justo frente a ella -Eren ¿No has visto a Levi? ¿No está contigo?
-¡Eren!- lo llama Kuchel apareciendo de pronto -¿Levi no está contigo?-
-¿Conmigo? No…-
-¿No lo has visto?- le preguntó Carla.
-No…no desde la mañana ¿Por qué?-
-Porque no logro encontrarlo, y esperaba encontrarlo aquí- intentó no sollozar –Él se puso muy triste después de que te fuiste… dijo que ya no querrías ser su amigo. Yo intenté tranquilizarlo y darle algo de comer, pero cuando subí de nuevo a la habitación, Levi ya no estaba-
Eren ya no pudo seguir escuchando y salió corriendo de la casa sin hacer caso al llamado de su madre, quien, pese a todo, entendía la reacción de su hijo.
-Kuchel, tranquila, encontraremos a Levi- le dijo haciéndola pasar –Él es un niño listo, Eren debió pegarle alguna de sus malas mañas y sabrá mantenerse en calma-
-Carla… yo traje a Levi aquí para que pudiera vivir bien, no para que sufriera por el desprecio de los demás- solloza sin poder soportarlo más -¿Me equivoqué? ¿En verdad no hay lugar para nosotros fuera de ese horrible lugar?-
-¡Claro que lo hay!- respondió ella tomando sus manos –Haz hecho lo que debías hacer, eso y mucho más. No te atrevas a dudarlo ni un momento-
Kuchel no contestó. Las simples palabras de Carla la habían hecho sentir mejor, logrando, al menos, tranquilizarla un poco.