Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El arco y las flechas carmesí por Shinjimasu

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Mientras más tiempo pasa, más angustiado está.

Levi no suele llegar tarde, más bien nunca lo hace, entonces ¿Por qué tarda tanto? ¿Dónde está? Habían quedado de verse en el mismo lugar de siempre y ya estaba muy atrasado. Eren sencillamente podría ir a buscarlo a su casa, pero no quiere parecer imprudente.

Aguarda algunos minutos más y decide irse a contra de su voluntad. Si pierde más el tiempo, su madre se molestará con él y lo castigará. En ese caso, prefiere irse ahora y no tener prohibido salir después.

Baja por una de las empedradas calles rumbo a la calle principal y recorre los puestos donde su madre había dejado encargadas algunas verduras para la comida. La gente de los puestos lo saluda y otros más también. Al ser hijo de uno de los doctores de la ciudad, es bien conocido por aquellos a quienes su padre les ha dado su servicio, por no decir que a la gran mayoría de los lugareños de la zona.

Pasa un lapso de tiempo considerable y Eren regresa a su casa, deteniéndose al inicio de una de las calles tras escuchar sonidos ajetreados. El eco de las paredes lo alerta y presta atención un poco más, lo suficiente para ver a unos chicos corriendo rumbo a uno de los callejones que sale a la calle principal. Tiene un mal presentimiento al respecto y los persigue aún con su carga del mandado. Hubiera sido mejor dejarla en algún lado, pero ya es tarde para eso.

Corre un par de calles hasta que se topa con el grupito de los mismo chicos buscapleitos de siempre haciendo alboroto en la entrada de un establo. Aquello no le da una buena impresión y deja los empaques junto a unas cajas contra la pared a su lado, esperando poder volver por ellos sin contratiempos después.

-¡Oigan ustedes! ¿Qué hacen?- se queja intentando interponerse entre la multitud, pero es ignorado y empujado. Las burlas crecen y lo obligan a persistir, encontrándose con Levi en el fondo del establo.

-¡Oigan! ¡Aléjense de él!- grita de inmediato, interponiéndose entre ellos y deteniendo sus puños a punto de golpearlo -¡¿Cuál es su problema?!-

-Eren, no te metas en nuestros asuntos- responde uno de los chicos.

-Déjense de tonterías ¿Qué diablos les pasa?-

-¿A nosotros?- responde otro –Más bien deberías preguntárselo a esta ratita de alcantarilla que acabamos de atrapar. Nuestro hogar no es lugar para pestes como él-

Eren sonríe y se burla –Quisiera entender tus palabras, pero solo escucho balbuceos-

-Mocoso, no te creas mucho solo porque tienes a Mikasa para defenderte-

-¡Yo no necesito de nadie para defenderme!- exclama –Además, los únicos arrogantes aquí están siendo ustedes ¿Qué iban a hacerle a Levi?-

-¿Levi? Entonces ustedes se conocen- sonríe el primero –No me sorprende, quién mejor que Eren Jaeger para juntarse con las pestes de la ciudad. No te basta con tu amigo hereje ¿Verdad?-

-¡No permitiré que llames a Armin así!- exclama preparándose para dar un golpe, pero la débil voz de Levi llamándolo lo detiene.

-Eren, vámonos de aquí, por favor- pide aún oculto tras él.

-Ah no, tú no irás a ningún lado ratita- dice otro de los chicos jalándolo por su espalda para apartarlo de Eren, quien apenas reacciona cuando recibe un golpe que lo hace caer.

-¡Eren!- exclama Levi, pero por más que intenta zafarse, no puedo competir con la fuerza de ese otro chico.

Los demás se burlan  y acorralan de nuevo al pequeño de cabello negro, ignorando la furia que comenzaba a crecer dentro de Eren. Él sabe que debe defender a Levi, sabe que no puede dejarse salir con la suya a esos bribones, y principalmente, que debe demostrar todo el valor del cual se jacta ser poseedor. No lo piensa más y se pone de pie, lanzándose contra uno de los chicos, logrando derribarlo fuera del establo para golpearlo.

Los demás reaccionan y tratan de atacar a Eren, pero él logra esquivarlos y golpearlos por separado. También se lleva varios golpes y finalmente llaman la atención de unos guardias que pasaban, quienes llegan hasta ellos y los detienen.

Eren aún está envuelto en la pelea, pero de reojo alcanza a ver a un guardia tomando a Levi, a lo que él se asusta e intenta escapar. Quiere gritarle que no lo toque, pero Levi logra zafarse y escapa justo cuando los otros chicos también lo hacen. Él no lo piensa y los imita ante la confusión de los guardias y escapa, una vez más, de aquellos que deberían protegerlos.

Intenta seguir a Levi por las calles empedradas, pero pronto lo pierde de vista. Se desorienta un momento por haber corrido sin cuidado y por los golpes recibidos, pero pronto se orienta de nuevo y comienza a pensar en la posible ubicación de Levi. Después de todo no hay muchos lugares a los cuales podía ir, y en su estado, tampoco habría llegado muy lejos.

Entonces lo sabe de inmediato: obviamente iría a su casa.

Se detiene unos minutos tratando de pensar en el camino más rápido desde donde está y cuando al fin lo hace, emprende la ida. No es difícil, pues aquellos rumbos ya los conoce y no quedan tan lejos de su casa… aunque en realidad, en esa ciudad pocas cosas estaban relativamente “lejos” unas de otras.

Cuando llega intenta sacudirse la ropa y esparcirse la tierra del rostro. Por fortuna no tiene moretones, así que no dará una mala impresión. Toca y espera unos segundos.

-Eren…- lo llama la madre de Levi algo sorprendida.

-Buenos días- saluda el chico –Disculpe, Levi… ¿Levi está aquí?-

-Sí, llegó hace rato. Creí estaría contigo- dice con pena –Él llegó muy agitado y se encerró en su recámara ¿Sabes lo que le sucedió? ¿Acaso ustedes pelearon?-

-No, no fue eso… unos niños lo estaban molestando y se fue antes de que pudiera hablar con él-

-Entonces por eso no quiso decirme nada- dice Kuchel para sí –Mi pequeño....-

-¿Puedo pasar a verlo?-

-Por supuesto, Eren, pasa- responde –Subiré contigo… Levi no puede quedarse solo si está herido. Te alcanzaré en un momento-

El chico asiente y entra directo hacia las escaleras, topándose con la puerta cerrada. Se acerca y toca -¿Levi? ¿Estás ahí? Soy Eren- pregunta, pero no obtiene respuesta. Toca una, dos, tres, cuatro veces más y sigue sin obtener respuesta –Levi, por favor-

Pasan un par de minutos y Eren termina por sentarse a un lado de la puerta, esperándolo. No va a irse sin hablar con él, tiene que saber la verdad sobre las terribles palabras de esos niños. Espera un poco más hasta que la madre de Levi llega, sorprendiéndose por la situación tan diferente a la imaginada.

-¡Eren! ¿Has estado aquí afuera todo el tiempo?- pregunta pese a la obvia respuesta. Se molesta un poco y toca la puerta –Levi, abre ahora mismo-

Eren se pone de pie y la puerta se abre, decidiendo entrar atrás de ella. El chico está parado a la mitad de la habitación intentando limpiarse el rostro.

-Levi, no puedo creer que hayas dejado a Eren afuera. Él solo ha venido a verte-

-No quiero verlo- contesta sin darse cuenta de su presencia.

-Oye, no digas eso ¿Por qué no quieres verlo? ¿Qué sucedió entre ustedes?-

-Nada- solloza.

-¿Entonces? Levi, dime ¿Qué fue lo que pasó con esos niños?-

-¡No pasó nada!-

-¿Y por nada estás así?- le dice hincándose frente a él, limpiándole el rostro con su pequeño pañuelo –Dime lo que sucedió, Levi-

El pequeño gimotea, pero al final entienda que su madre no lo dejaría si no le contaba todo –Ellos dijeron cosas malas… que no deberíamos estar aquí porque no pertenecíamos aquí- se queja –Y dijeron cosas malas de ti, mamá-

-Levi…-

-Me persiguieron y me metieron en el establo, entonces comenzaron a jalarme y a pegarme- llora antes de abrazar a su madre.

-Mi niño ¿Por qué no me dijiste?-

-Porque no quería preocuparte- gimotea sujetándose con fuerza contra su pecho -¿Por qué no nos quieren aquí? ¿Por qué son tan malos?-

-Levi, no es que no nos quieran, es solo que… a las personas les cuesta entender que no porque vengamos de la Ciudad Subterránea somos malas personas- le dice consolándolo –Y por eso nosotros debemos ser amables, demostrarles que podemos vivir todos juntos en paz ¿No lo crees así?-

El pequeño asiente entre lágrimas.

-Pero no por eso debes dejar que te lastimen ¿Me oíste?-

-Eren me salvo…-

-Sí, lo sé, y por eso vino a verte, porque estaba preocupado por ti. Le agradezco mucho que te haya…- intenta terminar, pero al no ver a Eren cerca, no logra seguir -¿Eren? Estaba aquí hace un momento-

Levi mira por la habitación y se asoma al pasillo, pero el chico ya no está. Como consecuencia, la tristeza vuelve a él y regresa decepcionado a los brazos de su madre, temiendo ser rechazado por el mismo chico que hasta hacía unos días le había prometido quedarse con él para siempre.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).