Lyserg re-leyó la carta un par de veces antes de romperla con molestia. "¿¡¡Como se atreven a hacerme este tipo de... de... jugarretas!!?" Se pregunto muy mosqueado.
Lanzó los trozos de papel al aire sin importarle lo sucia que se vería su alcoba. Se dejo caer, cansado, al borde de su cama. Aquella carta le habia dejado un mal sabor de boca.
Para el peliverde, hao era todo para el. Con aquella mala broma se quedo dormido con una mueca de desagrado en su rostro.
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Hace horas antes...
Un grupo de adolescentes se encontraban esparcidos en un solo circulo en el bosque, todos aferrados a los otro, el ainu abrazaba a el ojidorado, los gemelos estaban siendo graciosamente aplastador por la sacerdotisa, el medico abrazaba a manta y chocolove era el unico que no estaba con nadie, suspendido entre las ramas de un arbol.
El peliverde ya estaba sentado un poco apartado observando a todos. No solo el, si no los espiritus observaban a sus shamanes aun noqueados por el impacto.
El segundo en despertar fue hao, aturdido, giro su cabeza hacia un lado topándose con el rostro de su hermanito a sentimetros del suyo, sintio su calida respiración fluir con calma, suspiro aliviado. Salio de sus pensamientos al notar un peso en su abdomen, se levanto un poco para ver que eran las piernas de la rubia.
Hao aun aturdido miro a su alrededor, los demas seguían inconcientes, regreso su vista hacia su hermano y a su excuñada, notando el vestido de esta muy arriba.
se disponía a bajarlo cuando escucho un grito
El alarido provenía del pequeño manta, quien se asusto al ver a fausto tan de cerca y fue eso quien desperto a los demas.
- ¿¡que te pasa!? maldito insensato!!!!- gritaba ren al verse rodeado por el ainu, sin pensarlo, lo mando a volar contra los arboles, chocando con el negrito sandia.
Anna se levanto sin prisas, notando la mano del castaño mayor muy cerca de su pelvis. Lo fulmino con la mirada esperando una respuesta, este no se alarmo y como si de nada se tratase le bajo el vestido. La sacerdotisa le resto importancia.
Sin saber que hacer exactamente todos se levantaron siendo yoh el unico inconciente.
Hao y anna miraron al menor de manera sombria, a la rubia le irritaba ese tipo de cosas del menor en ese tipo de situaciones y el castaño pensaba que ni con todo el amor del mundo podia dejarle pasar ese tipo de cosas.
El mayor al ver las intenciones de la rubia, levanto a su hermano, zarandeandolo en el proceso para despertarlo.
- *silbido*... chicos, deberian venir a ver esto! - grito chocolove desde lo alto de una rama.
- ¡¡quitate, inutil!!- se quejaba horo horo ya que chocolove lo estaba usando de soporte.
- lo siento, yoh- dijo hao con resignación ya que su hermano no despertaba. Aumento de a poco la temperatura de una de las manos en la cintura de su hermano, poco a poco se fue calentando mas hasta quemar a su hermano.
- AUHH!!! - gritaba el castaño menor sobandose el lugar con daños.
- no exageres, pasara- dijo hao ganandose un puchero de parte del menor quien retenia una lagrima traicionera.
- y luego te preguntas porque te dejo en abstinencia-
Anna, ignorando a los gemelos, camino hasta donde estaban el ainu y el chango bananero.
- ¿que ves?-
- no me creeran si les digo que estamos en una versión un poco retorcida de disneyland, puej-
- hay un castillo- respondio horo horo con una vena petandole en la frente.
- ¿un castillo?- pregunto un poco asombrado el peliverde.
Todos caminaron en esa dirección, con la esperanza de conseguir respuestas. Despues de casi 4 horas de caminata Yoh grito alarmando a todos.
- ¡¡AHHHH!! -
- ¿¡QUE!?- pregunto alarmado su hermano.
Despues de un largo minuto de silencio el menor repondio.
- amidamaru... no esta!- todos cayeron al sentir la estupidez de su amigo.
- se te debio caer su tablilla en casa- comento hao para calmar Yoh
Despues de otro largo rato, lograron llegar al gran reino y todo se veia tan medieval. Hicieron preguntas tales como "¿que año es este?" y "¿como se llama este lugar?".
Enterarse de quienes son los reyes del lugar los asombro a todos. No todos los dias te cuentan que hao es futuro rey y que esta en una relación con el principe liserg. Eso le dolió ha yoh pero, intento no mostrarlo.
El peliverde no terminaba de caer en su alegría y una a parte de el le encantaba ver el gesto de yoh... derrotado.
Cuando por fin se ubicaron espacio y tiempo, notaron que estaba obscureciendo por lo que decidieron buscar un lugar donde dormir.
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Mentiría si decia que había podido dormir, el peliverde paso toda la noche pensando en esa carta, en los detaller, tales como: parecia su letra y no sabía que hao tenia un hermano.
Se decidió por preguntarle personalmente.
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- yoh?- hao notaba el extraño comportamiento de su hermanito.
Todos encontraron donde dormir, era un gran establecimiento y muy victoriano, costo mucho pagarlo pero bueno, al tratarse de esas cosas Ren era increible.
Ahora todos estaban en sus cuartos de a dos en dos. Fausto y manta, ren y horo horo, chocolove y liserg.
- no es nada -
- Yoh!...- a hao le molestaba no recibir repuestas, así que, tomo el rostro de yoh y lo levanto.- si es por lo de liserg, relajate.
Su hermanito no respondió.
Fue cuando una idea se le cruzó. Hao empujo al castaño menor hasta tirarlo en la cama y se posicionó a ahorcadas de el.
- en ese caso espero que no te importe...- dicho eso, comenzó a quitarse la camisa ante la nerviosa mirada de su hermanito.