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La primera vez que nos vimos por DSara22

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Al siguiente día...

Despertó sobresaltado, observo a su alrededor y vio que se encontraba en su habitación. Que extraño, no recordaba haber llegado a su casa, es más ni siquiera recordaba haberse ido a dormir... ¡Ah! Ya lo recordaba fue al claro del bosque y después sintió que lo estaban siguiendo.
Eso no era raro a veces su amigo Kuroko lo seguía y después le jugaba una que otra broma sin querer, otras veces era uno que otro pequeño zorro que lo seguía para jugar un poco, otras incluso era alguna persona que lo seguía para asegurase de que no se perdiera, aunque eso era muy improbable ya que él conocía perfectamente el bosque o al menos eso sentía ya que nunca se había perdido.

En el momento en que preguntó para saber quién era ya había descartado que fuera Kuroko ya que él normalmente le llamaba antes de llegar al claro, de igual manera había descartado opción de que fuera el pequeño zorro que siempre lo seguía ya que el siempre aparecía nada más entraba al bosque, era extraño pero el pequeño animal siempre se daba cuenta de ello. Por lo tanto solo quedaba la última opción, y sus padres le habían dicho que siempre preguntara quien era por cuestiones de seguridad. Aunque claro no conto el detalle de que la otra persona le pidiera -de manera no muy amable- presentarse primero, sin duda alguna eso lo avergonzó incluso llego a sentir como la sangre se le subía a la cabeza, cuando le dijo en la cara que el solo se había contra decido. Sin embargo eso quedo en el olvido al notar que la voz que le había contestado había salido de la nada. No había nadie. En ese momento sintió como si hubieran tirado de él hacia abajo. La peor sensación en su opinión.

Aunque, tal vez se había sobresaltado tanto al saber que en verdad no estaba solo que no había podido enfocar bien de donde había venido el sonido. Tomo un poco de valor -que no sabía de donde había sacado- y le contesto a la voz misteriosa.

Y esta volvía a responderle y aun así no lograba encontrar de dónde provenía. Había logrado captar en su nerviosismo que pertenecía a un hombre, buscando una explicación lógica de porque estaba imaginando voces, concluyo con que la comida que su madre había hecho esa tarde estaba en mal estado. Con ese pensamiento en mente se tranquilizó, ya sabía él que ese estofado tenía un sabor raro. Por lo tanto debía estar alucinando ¿no? Con eso en mente y aun un poco nervioso enfrento a la voz misteriosa y le exigió que se mostrara.

Y fue por eso que cuando el dueño que su mente había creado para esa voz apareció enfrente de él no se sobresaltó tanto e incluso tuvo curiosidad por observar lo que su infantil mente podía crear en ese estado. Tuvo la osadía de levantar la mirada y cruzarla con él.

Ojos rojos, parecían de esos rubíes que utilizaba la señora Yoshida -su vecina- en sus pendientes e incluso se veían más brillantes y bonitos, incluso llego a creer ver un destello dorado en el ojo izquierdo. El joven frente a él -por qué se veía muy joven como para ser un adulto- vestía un yukata blanco con flores rojas en la parte de abajo, era muy hermoso, no podía ni siquiera compararse con el suyo de peces naranjas. Sus cabellos cortos eran del mismo tono que sus ojos y su mirada era analítica o al menos así lo sintió cuando el chico se quedó viéndolo fijamente, parecía que estaba pensando en algo, su rostro era muy bonito incluso más bonito que el de Momoi- san de la clase de al lado, aunque eso no era lo más llamativo en el chico eso podía incluso ponerlo en la categoría "normal", lo que sin duda destacaba en el joven pelirrojo eran las pequeñas y puntiagudas orejas en su cabeza y las 9 colas que estaban en su espalda. A simple vista se veían esponjosas y suavecitas y como a todo niño le ganó la curiosidad, total, era una alucinación no sentiría nada y probablemente caería al suelo, pero aun asi lo quiso intentar.
Fue por esa razón que cuando estiro su mano y logro confirmar su suposición de que serían suavecitas se sintió como si un balde de agua helada le hubiera caido encima, lentamente levanto la mirada para ver otra vez al chico y pudo ver que sus orejas se movían, por algún motivo ahora lo veía más alto que antes y tal vez un poco más intimidante, ya no pudo sostener más la mirada e incluso sintió la sensación de como su sangre bajaba hasta sus pies, con lentitud soltó la, ahora, enorme cola, se enderezo - ya que se había inclinado para alcanzar la cola del ahora desconocido ser- y sonrió con pena y aura oscura y después todo se volvió negro. Eso era todo lo que recordaba.

Entonces, ¿Cómo fue que llego a su casa?.

"¡Kouki baja! Ya es hora del desayuno" grito su madre desde el comedor.

Ya después pensaría sobre eso, de algo estaba seguro, aunque tuviera un poco de miedo, el rojo se había vuelto su color favorito.

Se levantó de su cama y salio corriendo hacia el comedor.

OoOoOoO


Pasaron los meses y llego la primavera, decidió guardarse ese acontecimiento para él mismo, no quería preocupar a su madre, no le dijo a Kuroko tampoco, decidió que ese sería su secreto.

Hoy iniciaría un nuevo curso, esperaba tocar con Kuroko en la misma clase. Se miró en el espejo por última vez antes de bajar y despedirse de su madre. Tomo su mochila y salio de casa.

De camino a la escuela noto como los cerezos comenzaban a florecer, le gustaba tomar ese camino por que había un sendero lleno de árboles de cerezo, cuando los capullos florecían formaba un camino rosa. Era demasiado temprano, decidió madrugar para poder buscar en que clase le había tocado con mas tranquilidad, asi que la calle estaba casi vacía, cuando se acercó más logro distinguir a alguien, cuando estuvo casi a su lado logro reconocer a Momoi Satsuki, nunca había hablado con ella pero Kuroko le había dicho su nombre al notar que siempre estaba sola, parecía una persona agradable pero todos la ignoraban incluso los profesores, al final pensó que era como su amigo, Kuroko tenía una presencia muy debil, cuando salio de sus pensamientos noto que ella estaba tocando un árbol de cerezo y parecía que le hablaba, no presto atención a lo que decía ya que se enfocó en verla, si bien había escuchado que era muy bonita - cosa que no desmentía- no puedo evitar compararla con el chico zorro ( nombre que le habia otorgado al pelirojo) se puso un poco nervioso cuando noto que esta lo miraba fijamente.

"A-ah buenos días, Momoi-san" intento saludarla con mucha vergüenza nunca había sido bueno iniciando una conversación y menos con una niña.

Ella lo vio con sorpresa y hasta curiosidad y después le dijo
"¿Puedes verme?"

Eso lo confundió pero de igual modo le contesto "Claro, ¿ya va hacia la escuela?"

"¿Escuela? Ah si, solo estaba saludando a algunos amigos" dijo mientras sonreía.

Sentía sus mejillas arder.
"¿Q-quiere que vayamos juntos?" le pregunto.

"¡Claro!" respondió con entusiasmo "y bien ¿Cuál es tu nombre?" le pregunto mientras se adelantaba unos pasos y comenzaba a caminar de reversa mientras lo veía.

"¡Lo siento! Lo olvide mi nombre es-" fue interrumpido por una voz monótona.

"Furihata-kun buenos días" dijo el peli celeste saliendo de la nada.

"¡Kuroko! ¡No salgas de la nada! ¡Casi me matas del susto!"

"Lo siento" dijo mientras se situaba a su lado.

"Asi que tú eres "ese" Furihata" dijo la chica mientras lo veía con más curiosidad "Vaya eres diferente a lo que me contaron"

"¿P-perdón?" No sabía cómo reaccionar a ese comentario, la chica solo sonrió y después se dirigió hacia el peli celeste.

"Aunque supongo que tal vez no tanto, ya conozco a Furi-kun pero no sé quién eres tú, ¿Cómo te llamas?" le dijo con curiosidad.

Volteo a ver a su amigo y esta tenía la mirada fija en la pelirosa.

"Me llamo Kuroko Tetsuya, un gusto conocerla Momoi-san, mi abuela me ha contado de usted" dijo viéndola a los ojos, por un momento creyó que había un mensaje escondido tras esas palabras, mensaje que pareció la pelirosa entendió.

"Ya veo, asi que tú eres Tetsu-kun, conocí a tu madre, Yukina era una buena amiga" En cuanto la niña menciono a la madre del peli celeste este se tensó.

Él no conocía mucho pero sabía que la madre de Kuroko había muerto hace algunos años.

"Bueno, ¿deberíamos comenzar a caminar? Llegaremos tarde" dijo tratando de aligerar el ambiente que se había vuelto pesado de un momento a otro.

Recibió un asentimiento de parte de Kuroko y una sonrisa de Momoi.

Al llegar a la escuela se separaron para checar a que clase pertenecerían ese curso, busco su nombre en la listas que estaban colocadas en la pizarra localizada en medio del patio.

Cuando al fin encontró su nombre noto que Kuroko estaría en la misma clase que él, se alegró, al menos no estaría solo.

Cuando toco el timbre de inicio de clases se dirigió hacia su salón, encontró a Kuroko sentándose al lado de la ventana y más atrás para su sorpresa vio a Momoi-san saludándolo con la mano.

Sonrió hacia ella y después tomaba asiento, algo le decía que ese curso seria interesante.

OoOoOoO


Antes de que se diera cuenta el verano estaba tocando puertas, durante todo ese tiempo de alguna extraña forma Kuroko había logrado enamorar a Momoi, la cual cada que lo veía trataba de abrazarlo, Momoi se había convertido en una buena amiga aunque fuera un poco extraña, había veces en que no aparecía en la escuela o se saltaba clases pero curiosamente nunca se metía en problemas ni le llamaban la atención, otras veces incluso se ponía a hablar con los árboles para después decirle que era un secreto y no podía decirle a nadie que lo hacía, aun con todas esas cosas era una persona agradable, a veces le regalaba flores de papel.

Esperaba poder despedirse de ella, Kuroko le había dicho que ella se iría a otra parte de la ciudad por asuntos familiares asi que hoy sería su último dia en la escuela y aunque le entristecía saber que su amiga se iba ella le aseguro que volvería el próximo año, en cuanto el invierno terminara, eso le extraño pero viniendo de Momoi ya estaba acostumbrado.

Sin embargo dejando eso de lado ese asunto tenía una ligera molestia, desde que se había despertado tenía un mal presentimiento y aunque trataba de ignorarlo se hacía cada vez más fuerte en cuanto más se acercaba la hora de irse a la escuela.

OoOoOoO


Iba caminando hacia la escuela y sentía una mirada en su nuca, el presentimiento que tenía empeoraba. Cuando llego al sendero de cerezos -los cuales ya habían perdido todas las flores- este desapareció, de la nada, solamente lo abandono, se extrañó pero aun así siguió su camino.

Cuando llego a la escuela se extrañó de no encontrar a Kuroko en la entrada como normalmente lo hacía, no le dio mucha importancia y se dirigió al salón de clase, sin embargo cuando llego noto que el peli celeste no estaba por ningún lado, comenzó a preocuparse al recordar el presentimiento de la mañana, vio a Momoi sentada en la parte de atrás del salón viendo por la ventana, tenía un gesto preocupado, se acercó a ella y se sentó a su lado.

"Buenos días Momoi-san" Intento saludar con tranquilidad, cosa que fallo.

"Buenos días Furi-kun" dijo con voz preocupada.

"¿Ocurrió algo?" pregunto mientras trataba de dejar de lado el pequeño dolor en su pecho.

"No, nada ¿Te ocurrió algo a ti Furi-kun?

"No para nada..."dijo mientras volteaba a ver hacia afuera "parece que lloverá" menciono al notar las nubes grises en el cielo.

"Supongo..." respondió ella en un susurro.

El timbre de inicio de clases sonó y pareciera como si fuera una prueba más de que algo iba mal, el dolor en el pecho empeoro, Kuroko no llego a clases en el primer periodo...

Fue hasta después del receso que noto que las cosas de su amigo estaban en un asiento, se alegró un poco sin embargo no lo vio por ninguna parte.

Kuroko apareció a media clase después de que hubiera tocado el timbre que culminaba el receso, el profesor no se tomó muy bien eso y le castigo, debía quedarse después de la salida para ir a hablar con el director.

El clima afuera parecía sereno pero aun asi solo podía recordar las palabras que había escuchado decir alguna vez a su madre "Es la calma antes de la tormenta"

Le dirigió una mirada a Momoi pero esta estaba mordiéndose los labios y las manos le temblaban, sea lo que sea que estuviera ocurriendo no era el único en notarlo.

OoOoOo

 

El timbre de salida sonó, sus compañeros recogieron sus pertenecías y comenzaron a salir después de que el profesor se retirara.

Kuroko se acercó a él en cuanto tomo sus cosas.

"Furihata-kun ¿Puedes esperarme en la entrada? Tengo que ir con el director" le dijo con voz intranquila, como si le preocupara algo.

"Claro, te esperare afuera" le respondió con un intento de sonrisa.

Kuroko asintió y se dirigió a la puerta, antes de salir se volteo y le dirigio una mirada preocupada.

"Furihata-kun, espérame ahí y no te vayas solo, porfavor, incluso si tardo, espérame tratare de no tardar, no salgas de la escuela, pase lo que pase no lo hagas ¿de acuerdo?" le dijo serio antes de salir del aula.

Eso no ayudo ni un poco en los nervios del castaño, tomo sus cosas notando que era el último en el salón, se dirigió hacia el portón de la escuela para esperar a Kuroko.

Llegando a la entrada vio a Momoi-san parada como si esperada a alguien. No estaba muy lejos asi que logro escuchar lo que decía.

"Moo~~ Dai-chan tarda demasiado..." dijo mientras hacia un puchero o al menos eso creyó "Apresurate..." dijo con un tono nervioso.

"¿Porqué las prisas?¿eh?" dijo una voz masculina con burla "Y yo que me tome las molestias de buscarte"

El mal presentimiento que tenía desde esa mañana se elevó por los aires al escucharla, vio como la pelirosa se tensaba.

"¿Qué quieres Nash?" dijo mientras volteaba a ver a un hombre rubio que había salido de la nada.

"¿Divertirme un poco? Parece que tienes carácter " le dijo con sorna el rubio "Sin duda será algo divertido, asi que ¿Qué tal si vamos a algún lugar donde podamos divertirnos más?" Dijo mientras intentaba tomarla del brazo.

"¡Suéltame! Yo no ire a ningún lugar contigo" le respondió apartando su mano con brusquedad.

"¿Quién dijo que era una propuesta?" dijo mientras la tomaba del brazo con fuerza.

"¡Suéltame! ¡No me obligues a-!" grito la niña pero fue interrumpida.

"¿A qué?" le pregunto con burla "¿Crees que no investigue sobre ti antes? Se perfectamente que en estos momentos no eres más que un simple intento de espíritu de baja categoría" dijo mientras aplicaba más fuerza en su brazo.

Pudo ver como la expresión de la pelirosa se llenaba de pánico.

Tenía que buscar ayuda, pero si se iba ese tipo podía llevarse a Momoi-san y no serían capaz de ayudarla, estuvo a punto de salir, pero recordó lo que le había dicho Kuroko "no salgas de la escuela pase lo que pase no lo hagas", aun si salía ¿Qué podría hacer contra ese tipo? Era enorme...

"¡Sueltame! ¡Dai-chan! ¡Dai-chan ayúdame! ¡Por favor! ¡Ayúdenme!" gritaba desesperada la niña mientras lagrimas comenzaban a inundar sus ojos.

Era su amiga, la niña con la hablaba de cualquier cosa, esa chica rara que le regalaba flores cuando lo notaba triste, antes de que siquiera fuera consciente de lo que hacía corrió hacia ellos y comenzó a forcejear con el tal Nash intentando que soltara a la niña sin mucho éxito.

"¡Suéltala!" grito mientras trataba con toda su fuerza separar la mano del rubio del brazo de Momoi.

"Vaya, que interesante un mocoso humano, uno capaz de vernos" dijo con sorna el rubio "Parece que tienes suerte, no crees ¿Chica?" decía mientras miraba a la pelirosa "Asi que ¿qué harás, niño?" decía con burla mientras lo veía.

"¡Furi-kun corre! ¡Vete de aquí!" gritaba la niña ya con lágrimas por su rostro.

Sintió un escalofrió en cuanto conecto miradas con ese tipo.

"¡No lo hare! ¡Suéltala! ¡s-suelta a mi amiga!" decía con dificultad haciendo su máximo esfuerzo sin lograrlo.

"¡HAHAHAHA! Eres muy idiota, ¿quieres que te diga algo? planeaba divertirme con ella, matarla y después enviársela de presente a Aomine, pero parece que tendré otro juguete con el cual pasar el rato" dijo con diversión y una sonrisa terrorífica.

Lo que dijo solo le dio más razones para no rendirse, no dejaría que nada le pasara a Momoi-san, no dejaría que tocara a su amiga por nada del mundo.

"Debiste de haberle hecho caso a la chica, asi tal vez hubieras tenido unos minutos más de vida"

"Lo siento Furi-kun, Lo siento" repetía desconsoladamente la niña...

Tenía miedo, mucho miedo, pero no la abandonaría.

"... suéltala, ¡TE DIJE QUE LA SOLTARAS!" sin saber que estaba ocurriendo una luz dorada apareció entre ellos lanzando una ráfaga de aire intensa, ráfaga que lanzo a Nash contra una pared.

Sin pararse a pensar en que había pasado tomo la mano de Momoi y comenzó a correr hacia el bosque sin voltear hacia atrás.

 

oOoOoO

 

"Maldito mocoso, con que tenías un as bajo la manga" dijo mientras observaba su mano, la cual tenía una marca oscura como si se hubiera quemado con algo, aun asi sonrió "¿Con que quieren jugar a lobo y cazador? Asi será entonces" menciono con una sonrisa terrorifica antes de desaparecer de ahí y buscar la presencia del castaño.

 

OoOoOoO

 


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