Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

la cerveza de mantequilla ya no sabe igual por alex solano

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Draco


 


-¡Draco por favor!


-ya te dije que no-


-pero...es muy difícil-


-pues deja de holgazanear-


-pero es que es demasiado difícil...yo tengo mucha tarea para el lunes-


-debiste hacerla al principio de la semana, ahora te jodes-


Infantilmente pataleo el suelo como niño que no tiene lo que quiere, con pucheros que me parten la risa, mirándome intensamente.


-oh...conozco esa mirada, yo la invente, no me convencerás Aedus, ya te dije que no-


Pero que niño más insistente, no hay que dejarse engañar por las apariencias, claro que yo tengo título profesional en eso, Aedus es un slytherin de primer año, ojos azules, piel cremosa ligeramente bronceada con cabello castaño claro, ojos azules, graciosamente dice que el diente faltante en su dentadura lo hace adorable, claro que todo un encanto cuando lo conoces a primera, pero es insistente, mañoso, terco e infantil, claro que no mencione los problemas en que se mete, este niño debería estar en gryffindor.


-pero...dijiste que me ayudarías, que cuidarías de mí-


Oh hay esta la otra cosa, su madre, Sibila Seller, dama encantadora amiga de mi madre, una mujer griega poseedora de mucho conocimiento, ella fue mi maestra de idiomas, buena enseñando el azerí, francés y bokmal, claro que no podía evitar traer debes en cuando a su hijo, no muchas veces nos vimos, era un bebe sin conciencia todavía, una vez en mi segundo año cuide de él, pero nada más. Ahora volviendo a la situación de este año, su madre cayo en coma por un embrujo cortesía de Alecto, ya que tenía intenciones de irse de Inglaterra con su hijo a noruega, mi tía Bellatrix se llevó todos sus secretos a la tumba, fue ella que creo tal hechizo, Aedus cayó en manos rápidamente de mi madre, que lo oculto en Eskilstuna Suecia, apartándolo de la guerra, Sibila no era estúpida, sabía lo que se avecinaba, dejo con su abogado la custodia de su hermano y padrino de bodas, Atwood Seller y Benedict Norman, para desgracia de la familia, Atwood fue asesinado por casarse con una mestiza, Alecto tenía historia con Benedict, ella personalmente fue tras él, Benedict al verse presionado y que muy pronto lo encontraría, contacto a mi madre y la hizo tutora temporal de Aedus, Benedict escapo a Rusia, tratando de engañar a Alecto que fue con el niño, desviando toda su atención a él y no a mi madre, que tuvo el tiempo suficiente de esconderlo.


Al termino de nuestro juicio, mando a traer a Aedus de Suecia, aun no podía contactar a Benedict, no me fue de sorprender, ella le tiene afecto, mi madre al no tener a mi padre a su lado, se enfocó en Aedus, enseñándole lo básico en magia, su madre no tuvo el tiempo de hacerlo, claro que me metió de compinche con sus ideas, no me agrado, era insoportable y chillón, pero Aedus como todo slytherin es bueno en pociones, un gusto que compartimos que no llevo a la mierda nuestra relación.


Era muy tranquilo en Malfoy manor, yo no tenía pensado salir de ahí, cuanta gente habrá que nos odia, además...no me aburría, me gustaba la compañía de Aedus, no tenía alguna necesidad de salir al Londres mágico, donde la sociedad nos rechazaría, hasta que ese día 15 de agosto, llego 4 cartas, una del ministerio que aún está por definir la condena de mi padre, malditos sean, otra expresando odio, no es nuevo, las dos últimas fue lo que mandaron a la mierda toda mi buena vibra, cartas de Hogwarts, ¿McGonagall está loca?, yo no estaba ni cerca de estar feliz, muy por lo contrario de Aedus que brincaba con la carta en la mano, me negué, lloriquee, patalee, básicamente reviví mi yo malcriado de hace unos años, mi madre, con un solo sorbo de su taza de me dijo "vas por vas, porque aun estas en edad de darte nalgadas", oh claro que le creí...


Ahora he me aquí, Benedict me rogo por carta que le ayudara a su ahijado, como un mentor, ¿Qué no sabía mi pasado?, yo no era el mejor modelo a seguir que digamos, pero le echo ojo cada vez que puedo, no es nuevo que los más grandes se metan con los slytherin de primero, pero este niño me confundió con mamá alcahueta que le hace todo.


-cuidarte, no patrocinarte tu flojera, si no lo haces por ti mismo no Valera nada-


Refunfuña en su sitio, comenzando a lloriquear.


-si me ayudas en mi ensayo de DCAO, y el reporte de transformaciones, te doy una cuarta parte de mi reserva de chocolates-


-tentador, pero esfuérzate más-


-¡anda Draco!, sé que estas obsesionado con el chocolate, ¿no quieres?-


-no es suficiente para comprarme-


-los chocolates y no jugare más en tu cuarto-


Ahora si tiene mi atención, este niño se cree con el derecho de entrar en mi dormitorio y revolver todo lo que se le dé la gana.


-la mitad de la reserva y tenemos trato-


-¡gracias!- me abraza y besa mi mejilla, poniendo en mi pecho sus deberes y salir corriendo al castillo.


Me quedo unos minutos más sentado en la orilla del lago negro, cansado de mirar el agua me levanto de mi sitio, tomando mi bolso, metiendo los deberes de Aedus, me gusta caminar, ayudar a pensar, no creí volverme tan filosófico en este año, un pasatiempo que se vuelve mi favorito con el tiempo, porque la verdad...¿Qué más puedo hacer?, ser uno de los más despreciados no es nada bonito, me mantengo alejado de multitudes, de hecho paso más tiempo afuera que dentro del castillo, solo asistir a mis clases, dormir y comer es todo lo que hago adentro, del resto es afuera dando paseos, porque estar rodeado de naturaleza es bálsamo a mis pesares, me siento más libre afuera, además... no creo que les agrade mi compañía allá dentro, no quiero seguir soportando esas mierdas muchas gracias.


Del lago negro camino al bosque prohibido, después de ver todo lo que viví, no creo asustarme tan fácil con las criaturas del bosque, la mayoría de las veces es muy callado, me gusta el sonido del pisar de las hojas, las ramas, el viento frio en mi piel.


Camino más de una hora y no me siento cansado, sigo dando vueltas por los múltiples árboles que conozco como la palma de mi mano, tanto caminando por aquí ya sé dónde ubicarme, entre los arboles distinto algo fuera de la naturaleza, camino curioso acercándome más, resaltando entre las hojas que se tiñen de café rojizo esta una estatua de un hombre, por lo que veo mide un ochenta, tiene una expresión de sorpresa, su vestimenta según veo tallada es típica de la clase media, el rostro tiene una graciosa barba de candado, se ve algo viejo, cabello algo largo.


Si...una muy detallada estatua de piedra, un trabajo que me parece magnifico, parece de esas personas que he visto en el Londres muggle que se quedan quietas, esperando una moneda para moverse.


Parece que debería irme de vuelta, ya me está dando ganas de comer, espero que este en el menú tocino con zarzamoras, por donde yo vine me tomaría mucho tiempo, creo que doblare a la izquierda, pasando la laguna hacia el huerto de calabazas, pero todo pensamiento se detiene, sudo frio al sentir algo con punta pinchándome la espalda, una varita, ¿Quién será? ¿Qué hará conmigo?


Lentamente me doy la vuelta, con mis dedos doblo un poco mi muñeca, sintiendo mi varita debajo de la manga de mi suéter.


Me he vuelto un experto en ocultarla si sacarla en un parpadeo, con esta son 16 veces que me sorprenden por atrás, ¿Qué puedo decir?, mi padre por colaborador que haya sido, no borra los crímenes del pasado.


-¡me cago en todo!-grito indignado, semejante susto que me pego este caballo, bueno no es un caballo, ¡es un jodido unicornio!, ¡¿Qué diablos hace uno aquí?!, oh...reconozco esa mirada, estoy seguro que te divierte el haberme cagado del susto, ya verás cuando use tu piel de abrigo.


El unicornio es pequeño comparado con el que vi en primer año, supongo que es joven todavía, bueno en parte no es de sorprender, los jóvenes son más imprudentes y pueden acercarse a las personas, contrario a los adultos que son desconfiados, si mis suposiciones son ciertas debe haber perdido su madre, o tal vez su grupo.


-bueno...adiós-me voy media vuelta caminando hacia el castillo.


Claro que no contaba que el potrillo trotara detrás de mi chuzándome de nuevo con ese maldito cuerno por la espalda.


-ok, shu, vete con tu mamá-claro, como si me pudiera entender.


El caba-Unicornio, se me queda mirando, creo que estoy volviéndome muy empático, me mira como analizándome curioso.


No tengo tiempo para esto


Tomo camino de nuevo al castillo trotando, pasando unos minutos me detengo mirando hacia atrás, para mi alivio no está detrás siguiéndome, pero toda esperanza muere al sentir de nuevo ese maldito cuerno en mi espalda.


-ok...¿Qué es lo que quieres?-


El unicornio relincha dando golpe con sus patas delanteras en el suelo, no entiendo lenguaje de caballo, mucho menos el corporal, pero me hace entender que busca algo por la forma en que camina desesperado en círculos.


Bueno, ¿Qué se hace en estos casos? ¿Qué se hace cuando caminas por el bosque y te encuentras de repente a un unicornio que se burla de ti, te pulla la espalda hasta tener dolor de columna vertebral y buscando algo?, nada...porque nunca pasa, menos a mí, tengo experiencia con animales pequeños, comunes tanto muggles como mágicos, pero por morgana, ninguno como un jodido caballo mágico, ¿mencione que los unicornios son aún un jodido misterio todavía?


Esto le podría pasar a Potter, claro que sí, el niño que vivió siempre está rodeado de lo raro, solo miren con quien anda, lo digo por Weasley, Granger debo admitir que se ha ganado mi respeto, Longbottom es raro, sus amigos son raros, Lovegood se lleva el premio, ha pero el segundo lugar se lo lleva Potter, nunca puedo descifrar su actuar, ya he notado como me mira de vez en cuando, jodido Merlín que no sabe disimular, esos ojos verdes me dan escalofríos, eso no termina ahí, una voz sale en mi cabeza, susurrante que da miedo, espero y que no me lance otra maldición, ya tuve suficiente con aquella vez en el baño.


Maldigo el dia en que me gusto potter, o claro que lo sigo haciendo, no soy tonto, reconozco la maldita sensación de hipogrifos en el estómago, jodidos ojos verdes, maldito cabello, maldito Potter, pero soy bueno ignorando el problema, y Potter es un problemas que me perseguido desde que me entere que mi maldito corazón se altera por él.


Pero Potter podría ser la respuesta a mis problemas, él es raro, lo raro se soluciona con lo raro ¿no?


-bien caballo...te llevare con el jodido niño dorado, supongo que el podrá ayudarte-


Camino lento de espalda, asegurándome que me siga, el unicornio muy obediente me sigue y aumento más el paso, con cada segundo aumento más la velocidad llegando a correr hacia Hogwarts, el unicornio me sigue el paso sin dificultad relinchando, no puedo evitar reírme por la sensación de libertad, acelero más el paso riendo contra el viento, el unicornio va a la par conmigo a toda velocidad.


A lo lejos distingo las calabazas enormes del huerto del guardabosques, desacelero el paso para caminar tranquilo, recuperar un poco el aliento, el potrillo me puya de nuevo la espalda algo temeroso, acaricio con mi mano su crin y lomo, siento en los dedos esa sensación de magia pura, relajante y alegre, normal en el pelo de un unicornio, le pongo mi mano en su crin y otra a un lado en su carillo, alentándolo a ir al paso conmigo, de buena gana accede, a lo lejos está la cabaña del guardabosques, con la chimenea prendida y las luces encendidas, el murmuro de varias personas me llega a los oídos pero no veo nada, recorro otro metro más y el unicornio se detiene, retengo el aliento al ver su cuerno brillar y como cuchillo rasga el aire, para mi sorpresa una especia de cortina está a mi frente, una barrera creo, el cuerno la corta sin problemas, abriéndonos paso de las protecciones, para mi muy sorpresa esta un pequeño establo al lado de la cabaña.


-un hechizo de ilusión- susurro.


¿Para que querría el guardabosques ocultar eso?


Tomo de nuevo camino con el unicornio a la cabaña, los murmuros se hacen más audibles, me pongo a una distancia razonable de la cabaña


-¿hola? ¿Profesor Hagrid?-digo en voz alta.


Se callan las voces de repente en la cabaña, para mi sorpresa sale Granger seguido de la comadreja que me miran pálidos, alternando su mirada del unicornio a mí, le sigue Potter que tan pronto sale me mira con la boca abierta.


Ojala se atragante con una mosca


-¡¿Qué haces aquí?!-Weasley reacciona enojado.


-no vine aquí a pedir azúcar, ¿estas ciego? tengo a un maldito unicornio al lado ¿no?-


-¡maldito hurón! ¡Lo sacaste del establo!-


-¡¿Qué?! ¡Yo no he sacado nada estúpida comadreja!-


-¡¿Qué pasa aquí?!-la voz de la razón llega.


Sale de la cabaña el profesor Remus Lupin que mira al trio dorado confundido, levanta la mirada enfocándola a mí con sorpresa y luego al unicornio a mi lado.


-¡Remus! ¡Lo ha sacado del establo!-no puedo evitar rodar los ojos con fastidio.


-no he sacado nada comadreja pobretona, ve tú mismo a tu establo de porquería, no que se demonios tienes hay, pero sea lo que sea no saque nada-


-¡¿Cómo me llamaste?!-la iba a sacar mi varita pero el profesor se interpuso entre nosotros.


-ron, cálmate, Hermione y tu revisen el establo-


Se pone colorado de ira, dando media vuelta de mala gana con Granger que me mira inquisidora, enfoco mi mirada a Potter que se ha acercado a mí, con mirada intensa pero difícil de leer, frunzo el ceño desconcertado, otra vez la maldita sensación en el estómago, le sigo mirando retador, incluso no estoy dispuesto a perder un duelo de miradas, pero me lo tenía que arruinar el jodido caballo que me da una lamida en la mejilla, desde aquí puedo ver la mirada sorprendida de él.


-¡Remus, no es el mismo, esta filamina aquí igual!-


A lo lejos, abierto el establo reconozco otro unicornio pero más grande, el de mi lado se remueve inquieto, retrocediendo con incertidumbre, lo tomo de igual manera por la crin acompañándolo.


-shhhh, tranquilo-parece calmarse porque deja de forcejear y camina obediente.


La comadreja y cerebro con patas de miran recelosos y algo de sorpresa, me adentro en el establo con el potrillo, le da una olfateada y hace brillar su cuerno blanco otras vez, relincha feliz acariciándose contra el adulto que no se ha movido del suelo, parece estatua.


-es su madre-el profesor mira con detenimiento a los dos.


-esta petrificada ¿no?, parece muerta pero escucho su palpitar, ¿es normal que se escuche tan fuerte? Desde aquí lo oigo-


Todos me miran como bicho raro, más Potter que me mira como espejismo si soy real o no, no se queda el profesor Lupin, que me miran intenso.


-yo no escucho nada, imaginaciones tuyas-corta Granger el silencio incómodo.


-bueno, se los dejo, me voy a comer-ni di un paso y me detiene Potter con una mano en el hombro.


Me sentía demasiado raro, como descarga eléctrica al hombro, un hormigueo me dejaba el tacto, confundido me separo bruscamente de su tacto, parece que hoy es el día en que tomo su voto de silencio, no ha musito palabra alguna, se queda confundido mirándome con la palma abierta.


-Malfoy, tenemos que hablar-Granger me mira recelosa con brazos cruzados.


-yo no tengo nada que hablar con ustedes-


-es tu problema-


-no, ahora es su problema, ya tengo suficiente con que ese caballo me haya seguido por todo el bosque, ¿no que eras defensora de las criaturas mágicas?, felicidades, te lo regalo-


-¿puedes ser tan ignorante?-


-¿puedes ser tan irritante?-


-basta, cálmense por favor-nos interrumpe el licántropo.


Obedezco refunfuñando con ojos de pistola a la come libros, la comadreja sigue teniendo esa cara de haber olido mierda, Potter se ha ido con los unicornios en el establo.


-Draco, te pido amablemente que te quedes aquí, por favor, es un asunto serio que debe ser hablado con la directora, te explicaremos más adelante, hasta entonces quédate con nosotros-dice con una voz paternal con la mano en mi hombro, las voces de mi cabeza se calman, un cosquilleo nace de mi estómago.


-pero-


-quédate por favor-dice amablemente, me destenso increíblemente y dejo de apretar los puños, su voz es como cantico de sirena que relaja, lo miro a los ojos confundido, me acaricia suavemente el hombro, a pesar que soy un poco más alto que el me siento pequeño, pero no es molesto, me sonríe ligeramente y con resignación acepto con la cabeza.


-gracias, te encanta el chocolate ¿no?, sé que tienes hambre, pero puede comer esto mientras me cuentas claramente cómo te encontraste con el potrillo, ¿de acuerdo?-


Se saca del bolsillo las clásicas barras de dulce que siempre se le ve portar, tendiéndomela con gesto amable, lo miro un asombrado que sepa mi adicción por aquel dulce, sin ser descortés lo tomo entre mis manos, chocolate semi-amargo con leche, mi favorito que me hace salivar, rodeándome con su brazo por mis hombros me lleva más alejado de la cabaña.


 


--------------------------------------------------------------------------------------------------


 


Harry


 


-¿alguna idea del porque está paralizado?-pregunta Remus sentado en el sillón


Apenas y terminamos los deberes tomamos rumbo a la cabaña de Hagrid, Remus estaba afuera reuniendo paja, Hagrid salió al aula de pociones con Slughorn, averiguar alguna forma de quitar la parálisis del unicornio, Pomfrey dijo que entre más tiempo pase así, más difícil será mantenerlo con vida, alimentarlo por vía intravenosa no funcionara por mucho tiempo, ya lleva más de 6 días, ahora estamos nosotros adentro de la cabaña debatiendo.


-hechizo de parálisis no es, ya probé con algunos encantamientos, Pomfrey llego a la misma conclusión, puede ser un encantamiento raro o...alguna cosa-dice ella pensativa


-¿cosa?-pregunto


-pudo ser una criatura-se encoge de hombros.


No se ha visto alguna otra cosa sospechosa en estos días, no encontramos más bandanas muertas, o centauro fallecido, en el profeta no ha reportado nada nuevo, una quietud que puede ser peligrosa.


-¿hola? ¿Profesor Hagrid?-


El sonido de una voz afuera de la cabaña nos alarma, una voz muy conocida para mí que por un momento me detiene el corazón y luego hacerlo palpitar rápido.


Hermione sale primero seguido de Ron, ambos quedan estáticos y pálidos en su sitio, preocupado salgo a fuera, me quedo sorprendido en mi sitio, Malfoy está aquí enfrente de nosotros, lo analizo de pies a cabeza, cabello algo rebelde hacia un lado, piel pálida como la luna, ojos como plata recién pulida, camisa blanca manga larga hasta las manos, corbata verde con líneas blancas y un dije abotonable del emblema de su familia, con gemelos esmeralda, encima un suéter gris oscuro encima, para mi asombro utiliza algo parecido a un vaquero muggle con botines café, analizándolo bien de cerca confirma mis sospechas, siempre luce como el diablo este donde este, no estoy ciego, se apreciar la belleza masculina, soy bisexual después de todo, ideas mías pero se tiene hombros muchos más anchos que antes, esta como Ron, tan malditamente alto que me gana por casi una cabeza, pero olvidémonos de todo lo anterior, lo que sí es alarmante es lo que trae al lado, un jodido unicornio.


-¡¿Qué haces aquí?!-Ron reacciona enojado sacándome de mi letargo.


Malfoy hace expresión de leve sorpresa por la reacción tan brusca, pero reacomoda su máscara social que tanto conozco, levantando una ceja con gesto sarcástico.


-no vine a pedir azúcar, ¿estas ciego? tengo a un unicornio al lado ¿no?-


-¡maldito hurón! ¡Lo sacaste del establo!-responde enojado.


Bueno al principio pensé eso, pero viéndolo bien este se ve más pequeño y joven, además que no está paralizado, solo puedo suspirar cansado, Ron se deja llevar tan fácil que no observa bien.


-¡¿Qué?! ¡Yo no he sacado nada estúpida comadreja!-la expresión confusa y enojada en su rostro confirma que es inocente, otra para agregar al diccionario.


-¡¿Qué pasa aquí?!-Remus con tanto escándalo sale de la cabaña, se detiene también con sorpresa mirando a Draco, analizándolo con la mirada y después al unicornio.


-¡Remus! ¡Lo ha sacado del establo!-


-no he sacado nada comadreja pobretona, ve tú mismo a tu establo de porquería, no sé qué demonios tienes hay, pero sea lo que sea no saque nada-responde arisco con sus ojos tormenta fulminándolo, intrigante ver cómo cambian de tono por sus emociones, parecen más oscuros por la ira, más al fondo puedo captar un pequeño destello dorado que pasa rápidamente, lo cual es demasiado extraño.


-¡¿Cómo me llamaste?!-


-ron, cálmate, Hermione y tu revisen el establo-ordena Remus viendo que la situación sale de control


Se pone colorado de ira, dando media vuelta de mala gana con Hermione detrás, Malfoy enfoca su mirada a mí, estremeciéndome de nuevo con esa mierda gris, no me mira con molestia o como vil chicle pegado a su suela, si no confundido ladeando un poco la cabeza, frunciendo el ceño, el unicornio a su lado le lame la mejilla para mi sorpresa, no tenía idea que le agradara a los animales.


-¡Remus, no es el mismo, esta filamina aquí igual!- suspiro de alivio al ver como se resuelven las cosas.


Malfoy enfoca la mirada al establo, con leve sorpresa al ver a filamina, el potrillo a su lado se mueve inquieto, como domador experto le acaricia la crin con palabras relajantes, calmando al potrillo en caminar tranquilo a su lado, claro que me sorprende esa oculta habilidad que no ha mostrado en todo este tiempo, pensé que los unicornios eran muy desconfiados con los magos, Remus no parece tan sorprendido ahora, si no analítico.


Se adentra al establo, agachándose un poco para no golpearse con el marco de la puerta, ha dado un gran estirón, soltamos un jadeo al ver su cuerno brillar y relinchar feliz, sobándose con filamina.


-es su madre-el profesor mira con detenimiento.


-esta petrificada ¿no?, parece muerta pero escucho su palpitar, ¿es normal que se escuche tan fuerte? Desde aquí lo oigo-lo miro confundido, yo no oigo nada.


-yo no escucho nada, imaginaciones tuyas-corta Hermione.


-bueno, se los dejo, me voy a comer-ni di un paso porque lo detengo por el hombro, me sentía demasiado raro, como descarga eléctrica al hombro, el confundido se separa bruscamente, mirándome algo asustado.


Al ver que comenzaran a discutir mejor me alejo al establo, pensando en el extraño contacto con su hombro, estoy hoy más ido que antes, ni he musitado palabras todo este tiempo, la sola cercanía ya me dejo como idiota mudo, mejor me alejo.


-basta, cálmense por favor-los interrumpe Remus.


Para mi sorpresa Draco-indomable-pedante-imbecil-no me cayo-Malfoy obedece pero con ojos pistola en mione.


-Draco, te pido amablemente que te quedes aquí, por favor, es un asunto serio que debe ser hablado con la directora, te explicaremos más adelante, hasta entonces quédate con nosotros-


-pero-


-quédate por favor-dice amablemente.


Remus le pone su mano en el hombro con gesto amable, Malfoy lo mira confundido y perdido, como oveja perdida de su rebaño, se destensa y relaja, lo cual me hace preguntar muchas cosas, asiente con la cabeza resignado.


-gracias, te encanta el chocolate ¿no?, sé que tienes hambre, pero puede comer esto mientras me cuentas claramente cómo te encontraste con el potrillo, ¿de acuerdo?-Remus no suele dar sus chocolates, pero le tiende una barra que identifico como uno de sus favoritos, que come después de clases, Malfoy se asombra aceptándolo, Remus se lo lleva con gestos de mucha confianza más apartado de nosotros, me hace preguntarme seria mente ¿Qué relación tienen esos dos? ¿Cuál es el interés de Remus por Malfoy?


 


 


comenten si continuo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).