/Young Saeng/
Desperté en mi habitación sintiendo tanto placer que no pensé que fuera posible. No importaba como había llegado a casa, ni como había terminado envuelto entre mis sabanas con él. Solo importaba lo bien que se sentía su piel junto a la mía, sus labios chocando con los míos y aquello entrando y saliendo de mi cuerpo. No importaba nada más que eso, ni siquiera la voz de mi padre que sonaba tan lejana.
La voz de mi padre que me llamaba…
La voz de nuestro padre…
Desperté sin despertar y al ver a Kyu Jong olvidé que iba a hacer.
Vi su rostro sudoroso, su boca ahogando gemidos y la sentí invadir la mía, sus manos apretando mis muslos y caderas, las mías apretando su vientre y arañando su espalda. Vi cómo se mordía los labios y luego sonreía. Se atrevía a sonreír.
-Young Saeng hijo… Sé que estás ahí – pero no estaba ahí, estaba en la habitación de Kyu Jong y ni siquiera supe porque la tomé como mía – Tenemos que hablar Young Saeng – y su voz me sonó un poco más clara recordándome que era eso que haría, me incorpore esperando que Kyu Jong entendiera pero solo logre que encontrara algo. Aquel punto dulce… Gemí. Y ahí estaba de nuevo la boca de Kyu Jong sobre la mía.
-No hagas ruido – y siguió embistiendo mientras lo decía, no tenía piedad y ciertamente no quería que la tuviera.
-Vamos hijo, sal…
-Kyu Jong… - me sentía tan mal porque la idea que mi padre se encontraba tocando la puerta de mi habitación, a pocos metros, solo lograba excitarme más y era obvio que a Kyu Jong también.
-No hagas ruido – volvió a decir con un tono que más me alentaba a hacerlo. Él quería que lo hiciera. Su mirada me lo había confirmado pero no pensaba caer en eso. Aquel hombre fuera de estas cuatro paredes aún era mi maldito padre. Volví a incorporarme y mordí su hombro en intento por acallar mis gemidos. Funciono…a medias.
-Kyu Jong ¿Estás ahí? – pude sentir al miembro de este aumentar y a su toque volverse más salvaje - ¿Estás con alguien?
-Con tu precioso hijo – susurro él, lloriquee sintiéndome tan cerca al cielo.
-Demonios – fue lo último que escuche de su parte.
-Se fue… - y fue lo único que necesite para soltarlo. Gemí sin hacerlo realmente, evitando perderme. Claro que para suerte de Kyu Jong no pude evitar casi gritar su nombre cuando el orgasmo llego. Y otra vez me deje llevar por la oscuridad.
/Kyu Jong/
8 de la mañana y Young Saeng aún duerme como un bebé. Como un precioso bebé. Lo he estado admirando por un largo tiempo-de seguro horas- y no me canso. He estado debatiendo si debo irme o no, los sucesos de la noche/madrugada aún rondan por mi cabeza y sé que siempre lo harán como un muy GRAN hermoso recuerdo pero no sé cómo tomara a esos –bellos- recuerdos Young Saeng.
Él suelta un suspiro que me hace saltar en mi lugar y correr hacia la puerta, tengo miedo de lo él pueda decir al despertar en una habitación que no es suya y… Decido no pensar y salgo de mi habitación con gran agitación. Solo soy libre por unos momentos… El padre de Young Saeng me intercepta en las escaleras.
-¿Trajiste a una chica a casa? – su tono no es de enojo sino de emoción mientras siento que a mí me dará un ataque.
-Yo… es…
-Eso es un sí – me coge de los hombros y luego me da unas palmadas en la espalda – mi hijo es todo un hombre – le sonrió preso del pánico.
-¿Podemos bajar? – él asiente y juntos nos dirigimos al comedor donde Yuna se sorprende al vernos.
-Oh… ¿Y Young Saeng?
-Sigue sin salir de su habitación.
-Pues más le vale hacerlo pronto – ella lo dice de forma nostálgica y recuerdo como hace un tiempo atrás nos sacó de nuestras habitaciones – O iré a sacarlo yo misma.
-¡Iré yo! – es algo que digo de inmediato antes de siquiera pensarlo y aunque me arrepiento no me retracto. Obviamente debo ir yo.
-Claro, tal vez a ti te haga caso – él me anima pero solo me siento una cucaracha, los pensamientos sobre lo que pasó vuelven a atormentarme. ¿Y si él no era consciente? Con la mirada de ambos sobre mí me alejo con dirección al segundo piso. Sin darme cuenta ya estoy dentro de mi habitación mirándolo con la devoción de antes… pero él también lo hace.
-¿Qué hora es? – dice con total naturalidad, mira alrededor de la habitación bostezando y de nuevo a mí – Claro, ya no tenemos clases – sonríe de manera triste y le correspondo, también estoy dispuesto a acercarme cuando su mirada cambia - ¿Qué hago aquí? – está asustado, aterrado, se mira y al notarse desnudo busca su ropa que está al pie de la cama esperando por él.
-Young Saeng por favor hablemos – va hacia la ropa y se la pone ignorándome por completo – tenemos que hablar Young Saeng – vuelve a mirarme con terror.
-No tenemos que hacerlo.
-Si tenemos y lo haremos – afirmo poniéndome entre la puerta y él – además tus padres están fuera, van a verte. Saben que estuve aquí con alguien.
-Saltare por la maldita ventana – quiero reír por su comentario pero en cambio grito cuando efectivamente va hacia esta.
-Estás loco. Hablemos.
-No hay nada de qué hablar Kyu Jong, lo que paso fue un jodido error – me había preparado para toda clase de reacciones incluso esta, pero escucharla es cien veces más doloroso que imaginarla. Dejo que se vaya sin retenerlo, se siente como si fuera la última vez que lo veré.
/Yuna/
Se supone que Kyu Jong había estado con una mujer, él había traído a una… eso dijo él. Mi marido lucia tan orgulloso por su hijo que decidí ignorar sus palabras al no recordarle que cuando mi Saeng hizo lo mismo se ganó un castigo de varias semanas pero lo que él había dicho había sido claro. La conversación de hace horas aun rondaba en mi cabeza.
“Mi Kyu Jong trajo a alguien a casa”
“¿Disculpa?”
“Él ya es todo un hombre”
“¿Qué está pasando?”
“Trate de hablar con Young Saeng pero se niega a verme mientras que Kyu Jong en su habitación…”
“Esta casa no es un hotel cariño”
“No pero… “su sonrisa era tal que me enfermaba. Realmente pensaba que estaba bien aquello y sin embargo…
Él no confirmo que era una chica. Solo ha salido mi Young Saeng de aquella habitación, hecho un completo desastre.
/Hyun Joong/
Definitivamente la resaca me había tocado fuerte esta vez. Estaba teniendo alucinaciones.
Mi hermano estaba frente a mi puerta con la gran sonrisa que lo caracteriza y …
-¿Puedo pasar? – Y HABLABA!
-Debo estar soñando aún – dije riendo, su sonrisa decayó solo un poco.
-No es un sueño.
-Joder, es más bien una pesadilla, Hwang Bo me matara cuando se entere que bebí tanto… Oh… Haré que venga a matarme. Suena terriblemente cursi.
-Eso no es nada cursi.
-¿Por qué sigues aquí? Me gustan más mis sueños con Hwang Bo – él suelta una carcajada y luego un gran golpe en mi rostro. No es un sueño, me digo para mí mismo. Lo miro con odio y cierro la puerta sin esperar una sola palabra más.
-¡Hyun Joong, abre!
-¡Vete a la mierda!
-¡Abre la puerta! – y lo hago pero no porque me lo mande sino porque mi intuición me dice que la derribara y efectivamente lo encuentro tomando impulso.
-¿Qué quieres?
-¿Puedo pasar?
-No, así que habla rápido.
-No podemos seguir así, sé que usaste la tarjeta.
-Necesitaba algo urgentemente.
-¿Qué hay con esa niña? Debe ser muy importante.
-No te atrevas a mencionarla.
-No lo hice de esa manera, estoy curioso. No hemos hablado en años y de seguro tienes novia. ¿Hwang Bo es tu novia?
-Si lo es. ¿Para qué viniste?
-Necesitamos arreglar esto.
-Sé sincero.
-Estoy siendo sincero. Yo estoy…solo.
-Siempre lo has estado.
-Quiero recuperarte Hyun Joong.
-Debiste pensarlo antes de matar a nuestros padres.
-¡NO LOS MATE! – Las lágrimas han cubierto su rostro de un momento a otro y siento lástima y ganas de llorar también.
-Fue tu culpa, es lo mismo. Ahora lárgate – y cierro la puerta sin importarme si la piensa derribar. Me dejo hundir en el llanto cuando oigo sus pasos alejarse.