Pov’s Chase
Han pasado 5 años desde la última vez que vi a Spicer… 60 meses, 1825 días, 43800 horas, 2628000 minutos desde aquel duelo que sería la última vez que vería la pelirroja cabellera de Spicer y desde entonces nadie ha vuelto a saber de él. Cumplió al pie de la letra lo que le ordene aquel día tras que perdiera ante los monjes, desapareció de mi vista y de mi vida.
Su partida marco un antes y un después para todos nosotros. Me resulta increíble como Spicer, siendo aquel al que todos encontraban como alguien miedoso, traicionero y fastidioso, con la sola acción de irse, había cambiado tanto las cosas.
El pequeño monje, ahora no tan pequeño, fue el que más resintió su ausencia. No tardo en culparme de aquello, a lo cual no pude decir absolutamente nada ¿Qué podía responder ante una aseveración tan cierta? El resto de los monjes se sobrepusieron bastante rápido en comparación.
Pedrosa tuvo una reacción regresiva; en un principio no se mostró afectado, pero con el paso del tiempo comenzó a resentir su ausencia, para posteriormente seguir como si nada le perturbase. Tohomiko demostró ser la más afectada luego de Omi, al inicio se negaba a creer que Spicer realmente no iba a volver a los duelos, convencida de que sería una etapa pasajera, pero posteriormente intento encontrar una razón a dicha situación y al igual que el dragón del agua, llego a la conclusión de que era mi entera culpa. Todo termino con la dragona del fuego dejando de lado sus estrafalarios atuendos y disminuyendo sus riñas con Pedrosa al mínimo durante todas sus interacciones. Por su parte, si al dragón de la tierra le afecto, jamás lo demostró, a simple vista pareciese ser al que menos le peso la ausencia del pelirrojo, permaneciendo más como un silencioso apoyo para sus compañeros.
Wuya se jacto de estar complacida con que Spicer ya no estuviese presente, claro que con el tiempo se mostró más decaída. Supongo que incluso una bruja Heylin como ella, después de todo el tiempo que paso con él, llego a agarrarle algo de afecto.
Hannibal apareció en contadas ocasiones, pero jamás expreso su opinión al respecto. Se que al igual que yo, el únicamente veía al joven genio como una marioneta para usar cuando le fuese conveniente y desecharla cuando no.
En mi caso, su ausencia fue un proceso de auto descubrimiento. Sin siquiera haberme percatado, Spicer se había vuelto parte de mi rutina. Sus constantes irrupciones a mi ciudadela, sus lastimeros ruegos y su larga lista de palabras lambisconas se habían convertido en algo cotidiano en mi vida, cosa que pude darme cuenta con el peso de su ausencia.
End’s Pov Chase
***Flash Back***
El adalid inmortal se encontraba meditando en su ya acostumbrada postura de loto. Ya habían pasado 3 meses completos desde que Spicer decidiera alejarse de los duelos, claro que Chase seguía creyendo que esto no era más que un simple berrinche del menor y que en cualquier momento regresaría como siempre hacía para pedirle otra oportunidad o simplemente con algún estúpido plan en mente.
Para estas alturas la esencia a grosellas que tanto le había molestado, finalmente había desaparecido de su ciudadela y gracias a la ausencia del menor, había podido meditar con mucha más tranquilidad.
Luego de la activación del ultimo Shen Gong Wu, el cual había ganado Wuya en aquel pantano, no se habían vuelto a activar ningún nuevo artefacto. Esto era algo que no le quitaba el sueño, entendía a la perfección que los Wus eran cambiantes, como la marea y que se activarían cuando fuesen necesarios.
Con calma abrió sus ojos y observo a su alrededor, sus felinos se encontraban durmiendo en diferentes partes ¿Significaba eso que había anochecido? ¿Cuánto tiempo había estado inmerso en su meditación? Sentía que estaba volviendo a su viejo habito de meditar durante largas horas sin mover un solo musculo.
Tranquilamente se puso de pie e hizo algunos estiramientos para poder desentumecer su cuerpo. A medida que él realizaba esto, algunos felinos se levantaban de sus lugares y se acercaban hasta su ubicación, solo para sentarse y esperar ordenes de su amo.
- ¿Alguien ha venido en estas horas? -Una tigresa frente a él hizo un movimiento negativo con su cabeza, Chase torció su boca con un gesto molesto. - ¿Los monjes? ¿Wuya? ¿Spicer? -Nuevamente la tigresa negó y se quedó estoica observándolo. Aunque el azabache no se diera cuenta, siempre preguntaba por el menor. Al principio sus sirvientes habían creído que se debía a que no quería verlo ni de casualidad, pero con los días se percataron de que el tono de voz de su amo cuando nombrada al menor, era distinto a que cuando nombraba a los demás. -Iré a mis aposentos a descansar, llévenme mi sopa allí. -Tanto la tigresa como la pantera asintieron sumisamente a las órdenes dadas y se estaban preparando para irse, cuando la voz del mayor detuvo a la fémina. -Thaily -La nombrada detuvo su andar en seco y se giró sobre sus patas para prestar total atención a su amo. - ¿Segura que Spicer no estuvo aquí? No es la primera vez que lo cubres. -Nuevamente la tigresa negó y por una fracción de segundos vio en su amo una mirada contrariada que rápidamente fue reemplazada por una de desinterés. -Puedes retirarte a cumplir con tus tareas. -La tigresa hizo una pequeña reverencia con su cabeza y se alejó del lugar. Era cierto que en ocasiones no alertaba a su amo de la presencia del menor, pero esto se debía a que ella no percibía a Jack como una potencial amenaza y después de todo el tiempo que el pelirrojo pasaba en la ciudadela, mucho menos como un intruso. Además, él siempre les rascaba tras las orejas y parecida poder diferenciar a cada sirviente, aunque algunos de ellos se viesen iguales.
Chase observo a su sirvienta hasta que esta se hubiese perdido de su vista. Con pasos firmes camino por su ciudadela rumbo a su bóveda personal. Después de varias veces donde los monjes o el mismo Spicer intentaron robar sus escasos Shen Gong Wus, había decidido trasladarlos a un lugar donde no pudieran tener acceso.
Cuando estuvo frente su bóveda esbozo una sonrisa ladina. Era una enorme puerta de 3 metros de alto por 4 de ancho, hecha en su totalidad de una aleación negra y con decoraciones de plata, tenía 4 dragones tallados en esta y todos apuntaban con sus cabezas a un círculo metálico en el centro. Con tranquilidad coloco su mano en el espacio de aquel circulo y ni siquiera parpadeo cuando sintió algo punzante atravesar su brazo. La sangre comenzó a caer por un sistema de tubos y a su paso los dragones en la puerta reaccionaron, abriendo sus bocas y alejando sus cabezas unos centímetros del circulo. Al alejar su brazo, la gran puerta se abrió y dentro pudo ver sus tesoros personales, aquellos a los que nadie más que él y los más cercanos de sus sirvientes tenían acceso.
Había pinturas de diferentes artistas y épocas, esculturas, un cofre considerablemente grande y repleto de oro y joyas, tenía armas de distintas dinastías y vestimentas de todas las eras y épocas en las que estuvo. Finalmente, y frente a la gran puerta, se encontraban sus únicos Shen Gong Wus, no los poseía por su poder o sus capacidades, simplemente los tenía para que nadie más los poseyera y pudiera usarlos en su contra. Estos eran el Ojo de Águila, el Geiser Wushan, el Yo-Yo Ying y el Mono Bastón. Este último lo había robado hacia unas semanas del templo Xiaolin y al igual que sus acciones en este último tiempo, no encontraba una explicación razonable a dicha decisión, simplemente amaneció y sin pensar demasiado en ello robo aquel objeto.
Poco tardo en guardarlo en su bóveda y adquirir el hábito casi obsesivo de ir todos los días a cerciorarse de que este aun siguiese en su lugar. Sabía que este era su lado dragón en control, pero en vista de que no encontraba que el tener aquel Shen Gong Wu le cambiara de manera significativa su rutina, le permitió dicho capricho a su otro yo.
Con pasos perezosos salió de su bóveda y esta se cerró a sus espaldas. Soltó un tenue suspiro y comenzó a caminar hacia sus aposentos, donde su sopa de seguro ya lo esperaba.
En su camino no pudo evitar lanzar una mirada perdida a todo lo que le rodeaba, todo se encontraba en completa calma, el silencio era roto únicamente por el tenue sonido del agua de sus fuentes y cascadas y por el suave viento al mover las hojas de sus plantas. Y aunque en otro tiempo se hubiera deleitado con aquello, ahora lo encontraba demasiado calmo, muy quieto para su gusto, como si algo le faltase a aquel panorama y la sola idea de pensar en ello le irritaba ¿Qué le podía faltar a él? Lo tenía todo, inmortalidad, sirvientes, un hogar majestuoso y todo el poder del Heylin. Aun así, sentía que algo faltaba para que aquella imagen de su ciudadela se viera aún más perfecta. A su mente vino el recuerdo de una tenue risa y al identificarla un gesto de irritación apareció en su rostro, negó con fuerza y acelero el paso hacia su alcoba.
Una vez en esta, cerró la puerta con brusquedad y se acercó a su sopa, la cual bebió con prisa y sin detenerse a degustarla. La sola idea de haber pensado en el menor le provocaba ira y frustración, no quería tener que recordar aquella patética risa ni aquel gesto estúpido que hacia el pelirrojo cada vez que lo veía, simplemente hacía que una familiar sensación de pesadez apareciera en la boca de su estómago y simplemente no quería pensar en ello.
Tras terminar con su Lao Mang Long, tiro el recipiente al suelo y salió con prisa de su habitación, le vendría bien una noche de entrenamiento con sus sirvientes, le ayudaría a poner en orden sus ideas.
***End Flash Back***
Pov’s Chase
Cuando hubieron transcurrido 6 meses de su ausencia, creí que me había vuelto sordo. Ningún Shen Gong Wu se había vuelto a activar, los monjes no venían a mi ciudadela y Wuya tampoco había vuelto a aparecer, Hannibal estaba muy tranquilo e inactivo y yo ya estaba hastiado de meditar. Comencé a sentir que, sin la molesta y estridente voz de Spicer en mi ciudadela, no había sonido alguno. Que, sin sus palabras aduladoras o su llanto lastimero, no había sonido a mi alrededor. El agua cayendo y el viento no eran suficiente para mí, el rezongar de mis sirvientes tampoco era suficiente, todo estaba demasiado silencioso y eso me ponía los nervios de punta. Era incomodo, era molesto, por lo que comencé a entrenar a diario, varias horas al día, aunque sin resultados satisfactorios para mi desgracia.
Un año hubo de pasar para que sintiera que había perdido mi olfato. El aroma de mi ciudadela me era indiferente, no importaba cuanto incienso pusiera, sentía que no era algo digno de mí. Había comenzado a extrañar cierta esencia a grosellas y aceite de motor, sabía que era demente de mi parte, pero dicha ausencia de aromas me había llevado a visitar la mansión Spicer en búsqueda de respuestas a mis propios dilemas.
End’s Pov Chase
***Flash Back***
El azabache se encontraba de pie frente a la mansión del albino, se estaba comenzando a arrepentir de haber ido y se comenzaba a sentir tentado a darse media vuelta e irse de allí y era justo lo que hubiera hecho de no haber sido interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose. En primera instancia se congelo en su lugar, solo para girarse a gran velocidad y ver de quien se trataba, una parte de él se sintió decepcionado al ver a Anastasia de pie en el umbral de la puerta.
- ¿Chase? ¿De nuevo por aquí? -En un principio el inmortal creyó haber detectado un tono diferente en la voz de la mujer, distinto a cuando hablaron hacia un año.
-Hola Nastia… -Sabia que la mujer esperaba una respuesta más completa, lo noto al ver su gesto inquisitivo, pero no sabía que decir ¿Qué podía decir? “Hola Nastia, he venido a olfatear todo lo que sea de tu nieto ¿Puedo pasar?”, sin duda no diría aquello. - ¿Me invitas una taza de té? -La anciana le lanzo una mirada con los ojos entre cerrados, hizo un gesto dudoso con sus labios y tras acariciar de forma distraída su relicario, hablo.
-Claro, pasa, siempre es bueno compartir un té con un viejo amigo. -El adalid siguió a la mujer por los pasillos de la mansión hacia la sala que habían ocupado la última vez que se vieron, todo, en su opinión, en un asfixiante silencio. - ¿Viniste sin tus sirvientes? -Chase parpadeo algo confundido al procesar la pregunta de la rubia, era cierto, aquel día había pedido a estos que lo esperaran en su ciudadela, lo que menos necesitaba era que sus guerreros lo vieran cual perro olfateando en la casa del albino.
-Si, pensé que sería productivo dar un paseo sin ellos a mi lado, les sirve descansar de vez en cuando de sus obligaciones a para conmigo. -Mentiras y más mentiras, pero lo que Anastasia no supiera no le afectaría. Ahora lo importante era deshacerse de su vieja amiga y conseguir subir a la habitación de Spicer.
-Eso es bueno Chase ¿Té verde? -El mayor solo hizo un gesto afirmativo ante la pregunta y cuando vio que la mujer desaparecía por una puerta que supuso llevaría a la cocina, se puso de pie y haciendo uso de su magia apareció en el umbral de la habitación del menor.
Dudo un momento sobre si debía o no entrar ¿Qué estaba haciendo? No era mejor que un simple perro si hacia lo que había estado considerando hacer, pero al mismo tiempo necesitaba sentir aquella fragancia de grosellas que tanto le había irritado hasta hace unas semanas. Sin querer demorar mucho más entro en la habitación, cerro sus ojos e inspiro profundamente. Aunque tenue aun podía sentir el aroma de Spicer, aquel aroma a aceite de motor aun predominaba, pero podía distinguir las grosellas y al cerrar sus ojos pudo distinguir aún más aromas…
A diferencia de su primera vez en aquella habitación, esta vez pudo distinguir las distintas notas de fragancia perteneciente al menor. Lilas y grosellas, aceite de motor, maquillaje y pudin de bananas. En circunstancias normales consideraría dicha mezcla como algo asqueroso, pero por alguna razón ese no fue el caso.
Se sentía embriagado por los diferentes aromas y esto era algo nuevo en él. No podía entender como habiendo estado tanto tiempo Spicer en su ciudadela, no había podido distinguir ninguna de estas fragancias. Podía percibir lo tenue que eran en el ambiente y que probablemente en poco tiempo estas ya no estarían allí.
Toda línea de razonamiento se vio interrumpida por un suave carraspeo de garganta que lo devolvió abruptamente a la realidad. Al girarse a observar hacia la puerta, pudo ver a Anastasia, quien lo miraba con un gesto entre burlesco y divertido.
- ¿Quieres que te traiga el té aquí? Así puedes seguir con lo que sea que estuvieras haciendo. -Chase no pudo evitar sentirse cohibido ante las palabras de la rubia, era la segunda vez que esta lo encontraba en la habitación de Spicer y comenzaba a temer que esto se hiciese una costumbre entre ellos.
-Solo pensaba Nastia, me distraje con el libro que se encuentra sobre el escritorio de tu nieto y no pude evitar recordar algunas cosas. Lamento haberte dejado esperando. -Técnicamente no mentía, era cierto lo que había dicho, aunque esto en realidad hubiese ocurrido hace 1 año y no ahora. La mujer no le creyó absolutamente nada, ella había estado en la habitación de su nieto antes de la llegada del mayor y esta se encontraba tal cual la había ordenado, eso incluía el único libro de su Jackie, el que Chase había mencionado, guardado bajo algunos cuadernos de notas del menor, pero aun así no despego su sonrisa burlesca de su rostro.
-Entiendo, no te preocupes ¿Aún quieres tu té? -El adalid no tardo en notar el noto sardónico en la voz de la anciana, pero fingió demencia. Era preferible pretender e irse rápido de allí a quedar atrapado en las redes de la rusa.
-Muchas gracias Anastasia, pero recordé que tengo cosas que hacer, se me había olvidado por completo. Si estás de acuerdo, me encantaría que nos viéramos para tomar el té en otra ocasión y así poder charlar con calma. -El azabache sonrió de forma cordial o, lo más cordial que se podía ser en una situación semejante. La rubia por su parte asintió tranquila mientras le regalaba una sonrisa ladina y porfiada.
-Me agrada la idea Chase, estaré más que encanta de aceptar esa futura taza de té. -El nombrado se inclinó levemente para tomar la mano de la anciana y depositar un suave beso en su dorso. Tras recibir una mirada divertida por parte de Anastasia, Chase simplemente hizo uso de su magia y desapareció de la mansión.
La mujer observo de forma divertida el espacio que antes hubo ocupado el guerrero inmortal, solo para soltar una tenue risa, afianzar el agarre sobre su bastón y dirigirse con calma hacia la cocina donde minutos atrás había estado preparando té.
***End Flash Back***
Pov’s Chase
Aquel día tras volver a mi ciudadela no tarde demasiado en ordenar a mis felinos que consiguiesen maquillaje, aceite de motor, pudin de banana y muchas lilas y grosellas. Había llegado a la conclusión de que me estaba volviendo completamente loco, pero una vez todos los materiales estuvieron reunidos y dispersados en cantidades iguales por toda mi ciudadela, pude hallar mi centro una vez más.
Era fascinante como esta mezcla de aromas, que muchos encontrarían desagradable, podía hacer que me concentrase. Yo mismo lo encontraba absurdo y más sabiendo a quien pertenecía la mezcla de estos aromas.
Otro año hubo de pasar para que esta vez sintiese que había comenzado a ver todo en blanco y negro. Los vividos colores de mis felinos no eran más que algo rutinario, incluso los verdes paisajes de mi ciudadela se habían vuelto algo sin color a mis ojos. Sentía que había un color que faltaba, uno que lograría darle vida a todo a mi alrededor.
Una semana me tomo darme cuenta de que aquel color faltante en mi ciudadela era el rojo de la cabellera de Spicer, pero no cualquier rojo, ese rojo tan vivido y aunque ahora supiese que era artificial, era algo que faltaba en mi entorno y sin el cual, el resto de colores carecían de brillo propio.
Otra semana me tomo atar todos los cabos sueltos a mi alrededor, yo no solamente extrañaba su voz, su aroma o su cabellera roja… yo lo extrañaba a él y por un momento me sentí estúpido. Nunca me había tomado tanto tiempo llegar a una conclusión, por más que esta no fuera de mi agrado.
Está de más aclarar que fueron necesarios otros 3 meses para que yo aceptara el hecho de que extrañaba a Spicer en mi vida, de que extrañaba su irritante voz, su asqueroso, pero adictivo aroma y su repelente cabellera rojiza. Y qué decir del darme cuenta de que había comenzado a sentir cosas por una persona que ni siquiera se encontraba presente… eso me tomo unos 8 meses más.
No pude evitar sorprenderme de como con su simple ausencia, Spicer había provocado más cosas en mí que cualquier otra persona. En 3 años de no saber nada de él, había pasado de considerarlo una simple sabandija y un gusano inservible a comprender que albergaba sentimientos por él.
Esta epifanía vino acompañada de un acontecimiento por demás sorprendente en mi aburrida rutina.
End’s Pov Chase
***Flash Back***
El guerrero Heylin se encontraba absorto en sus pensamientos y con su mirada perdida en ninguna parte. Había permanecido de esta forma por la última semana, limitándose únicamente a tomar su sopa y volver a su posición original. Aun encontraba sorprendente los sentimientos que había desarrollado por alguien completamente ausente y si debía ser honesto, no sabía cómo lidiar con ello ¿Qué se supone que hiciera? Jamás había sentido esta clase de cosas por nadie o al menos, no a este nivel ¿Debería buscar a Spicer? Una idea que había cruzado su cabeza era el enfrentar la situación una vez el albino regresase, pero ya habían pasado 3 años y no pareciera que el menor fuera a volver pronto, pero a su vez creía que si era él quien lo buscaba, seria mostrar debilidad y eso era algo que Chase Young no hacía, si alguien buscaría a alguien seria Spicer a él… Spicer… ¿Debería comenzar a llamarlo por su nombre? No encontraba que llamarlo por su apellido fuera algo malo, pero debía reconocer que sonaba algo impersonal y si volviese a ver al pelirrojo, no quisiera darle una imagen errónea o más errónea de lo que estaba seguro que el menor tenía de él ¿Desde cuándo se preocupaba por qué imagen daba a otros?
Toda línea de pensamiento se vio interrumpida al sentir un escalofrió recorrerle la columna. Este no era por la activación de un Shen Gong Wu, era una alerta de sus sirvientes… había un intruso en su morada ¿Quién podría estar tan loco como para querer meterse en las fauces del dragón?
A pasos firmes llego hasta el pie de su gran escalera principal y allí pudo ver al intruso. Parecía alguna especie de humanoide enmascarado. Llevaba puesto un traje que no dejaba rastro de piel o cabello a la vista, las piernas de su traje eran negras hasta la cintura y de las manos hasta los antebrazos, el resto era de un muerto tono gris. Su máscara era de un material reflejante ya que no tenía orificios para los ojos, la nariz o la boca. El traje tenía una suerte de hombreras mecanizadas y todo el traje tenía algunos círculos de luz verde. Podía discernir que el individuo tenía una estilizada figura y unas piernas entrenadas.
En primera instancia intento olfatear sutilmente el aire en búsqueda de la esencia de su visitante, pero fracaso rotundamente. No sabía que era aquel traje, pero suponía que evitaba que pudiese percibir nada. El individuo frente a él no se movía ni un centímetro, parecía estar en espera de algo ¿Cómo había entrado? Su puerta se encontraba cerrada y bloqueada y la persona frente a él no tenía nada en sus enguantadas manos que le hubiese podido ayudar a entrar.
- ¿Quién eres y cuál es tu motivo para querer morir? -La figura frente a él no respondió a sus palabras simplemente alzo su rostro para lo que supuso era observarlo, algo difícil de decir dada la ausencia de ojos visibles. Antes de que Chase pudiese reaccionar el extraño individuo comenzó a correr escaleras arriba a gran velocidad, algo que hizo que se pusiera en posición de combate. Desconocía las capacidades de su oponente y como experto guerrero no lo subestimaría, por lo que rápidamente mando a sus soldados a que atacaran.
El extraño ante él simplemente siguió corriendo y ante su atónita mirada, sus soldados lo atravesaron como si de un fantasma se tratase sin poder detener su marcha y antes de que pudiera hacer algo la figura simplemente desapareció a escasos centímetros de su rostro. Por primera vez en mucho tiempo Chase se sintió amenazado, no podía sentir la presencia de su oponente y tampoco percibir su aroma o movimientos, era algo sumamente desconcertante y fue justamente su desconcierto lo que le jugo en contra, cuando de manera sorpresiva la figura re apareció a su espalda y con una rápida patada lo tiro escaleras abajo.
El adalid se recompuso rápidamente y observo a su agresor, este lo observo durante una fracción de segundos al tiempo que inclinaba su cabeza de lado, con un gesto claramente infantil, antes de seguir corriendo por el pasillo que momentos antes había estado a espaldas del inmortal. Chase no tardo en pensar en todos los posibles objetivos de aquel intruso y rápidamente se teletransporto a su bóveda personal.
Una vez en el lugar pudo ver al individuo frente a la gran puerta y soltó un leve suspiro, la bóveda seguía cerrada y esta no se abriría sin su sangre. Horrorizado observo como la figura atravesaba la puerta, sin demorar corrió hacia esta y puso su brazo en la cerradura. El dolor que sintió al ser su brazo perforado no pudo importarle menos y por primera vez sentía que su bóveda estaba tardando demasiado en abrirse.
Cuando las puertas finalmente se abrieron ante él pudo ver al aún desconocido individuo sostener el Ojo de Águila en sus manos. El enmascarado simplemente giro su cabeza para observarlo y antes de que Chase pudiese reaccionar, un portal de niebla violeta se abrió y la figura se adentró en el para rápidamente desaparecer…
Le acababan de robar frente a sus propias narices y él no había sido capaz de hacer nada para evitarlo y aún más importante ¿Quién demonios era aquel individuo enmascarado? Todo este asunto le había tomado por sorpresa, jamás se había imaginado que alguien entrara a su ciudadela de manera tan abrupta y que en menos de lo que le gustaría admitirlo le hubiesen robado una de sus pertenencias…
***End Flash Back***
Pov’s Chase
Luego de aquel incidente reforcé mi seguridad y doble la cantidad de sirvientes que vigilarían la bóveda, no podía estar seguro de que aquel extraño individuo no volviese a intentar robarme de nuevo. El resto del tiempo lo invertí en mi meditación y en mi entrenamiento físico, no iba a dejar que me volviesen a tomar desprevenido nunca más.
Eventualmente no pude evitar intentar buscar a Spi… a Jack, aunque todo intento fue infructuoso. Anastasia no parecía saber dónde se encontraba, aunque se la notaba demasiado tranquila para ser alguien que no veía a su nieto en años, por lo que deduje que, si sabía no me lo diría, quizás por petición del mismo Jack.
Siempre había encontrado el paso del tiempo como algo completamente intrascendente. Luego de haber tomado la sopa Lao Mang Long uno aprende a ignorar el paso del mismo. Al poseer una cantidad ilimitada de este recurso, el más valioso para algunos, contar los días, meses o años no es más que algo fútil.
Han pasado 5 años desde la última vez que vi a Jack… 60 meses, 1825 días, 43800 horas, 2628000 tortuosos minutos desde la última vez que pude ver su pelirroja cabellera, su pálida piel y sus ojos escarlata. Aún no he vuelto a saber de él. Jack cumplió al pie de la letra lo que le ordene aquel día tras que perdiera aquel duelo, desapareció de mi vista y de mi vida.
End’s Pov Chase