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Mi Historia por Leo-chan y Kirito-san

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Notas del capitulo:

Jueves 2 de Agosto

 

I: Y aquí estoy con un nuevo capítulo, lo siento pero había dicho que estaba equilibrando mi vida y pues estuve una semana ideando el capítulo mientras jugaba y trabajaba así que esto es lo que me salió y mejor nos vemos en las notas finales.

 
“Fue hace 11 años justamente el 7 de Julio del 784 cuando mis hermanos y yo tomamos una misión cualquiera. La misión consistía en ir por un objeto mágico que se encontraba dentro de la mansión, nos habían informado de todo los detalles de la misión, sus peligros, los detalles del objeto, ubicación.”
 
 
“Los cuatro aceptamos la misión, nos habían dicho que sería fácil y que creía que fuera a pasarnos algo malo por su conocimiento de la ubicación, una mansión muy grande que había sido abandonada y siendo propietaria ahora de vampiros y otros monstruos que mantenían una alianza, pero no era algo que el equipo de dragon-slayer no pudiera vencer.”
 
 
-Me estás diciendo que ¿Ustedes cuatro fueron solos a una misión donde habían muchas criaturas peligrosas? -no se lo podía creer.
 
-Bueno, si, pero nuestra objetivo no era luchar contra ellos sino más bien tratarlos de convencerlos de que nos dieran el objeto que nos habían pedido -explicaba rascándose la mejilla.
 
-Continua por favor -se recargo en el sillón enterrandose un poco en este.
 
-Como estaba diciendo, habíamos ido los cuatro a razonar y convencer a los habitantes de la mansión que nos dieran el objeto, pero no pudimos llegar a un acuerdo y hay fue cuando se acabó el pacifismo -estaba sentado derecho con sus manos sobre sus rodillas con sus brazos igual de derechos.
 
 
“Nos atrevimos a escabullirnos y enfrentar a cada miembro de la mansión con tal de conseguir el objeto, nosotros sabíamos que era, era como una especie de cetro o algo por el estilo. Estuvimos dando vueltas y vueltas por toda la mansión escondiendonos, luchando y buscando, mientras que ninguno de los habitantes, por decirlo de alguna manera, podía detenernos.”
 
 
“No sé cuánto tiempo estuvimos allá adentro, pero si sé que cuando encontramos el objeto nos enfrentamos a una fuerza que pudo detenernos, intentamos de todo, intentamos vencerlo, escaparnos, pero pareciese que tenía todo preparado para hacernos las cosas imposibles.”
 
 
“Fue entonces cuando un espejo dentro de la gran habitación donde nos encontrábamos comenzó a brillar formando un vórtice de luz que giraba. El vórtice comenzó a jalar a todos en la habitación ignorando por completo a los objetos que había en la habitación.”
 
 
-¿Fue entonces cuando paso el viaje a la otra dimensión? -el chico asintió.
 
 
“El portal nos comenzo a jalar a todos a la vez que todos nos aferrabamos a algo, ya sea una pared, una estatua gigante o usando la magia para no entrar en el vórtice. Desgraciadamente fui jalado junto al demonio que enfrentabamos en ese lugar, use mi magia para que viniera conmigo, al menos así protegí y salve a mis hermanos”
 
 
-Oh, eso debió de ser… muy duro -no sabía que decir ante eso, sentía que era un tema algo delicado para el menor y no quería arruinar el ambiente que tenían.
 
-Lo fue *suspiro pesadamente* cuando llegue a la otra dimensión pensé que las cosas no iban a salir bien para mí, era ingenuo aún teniendo 15 años -bajo la mirada.
 
 
“Al estar allá podía sentir como toda la magia que portaba en mí comenzaba a desvanecerse, aparecí en medio del bosque y yo camine unos minutos hasta sentir que no podía sostener mi cuerpo por la pérdida del mana. Caí al suelo respirando agitadamente, empezaba a sentir los párpados pesados y me vi forzado a tener que cerrarlos a la vez que sentía un inmenso calor, no podía hacer nada... sentía que ese era mi fin.”
 
 
-¿Y qué pasó después? -pregunto intrigado como si le estuvieran contando una historia de terror.
 
 
“Desperte en un lugar desconocido muy parecido a un hospital, pero era…” -se quedó callado tapándose la boca- “Bueno, era más... Avanzado que los hospitales que tenemos en Rakuen, todo lo era; estaba asustado por todo cuando logré despertar después de mi inconsistencia, por suerte… había personas preocupadas por mí y que me apoyaron para poder volver a, pues bueno… aquí y seguir con mi vida. Espero poder volverlos  a ver algún día pero creo que eso no va a ser posible”
 
 
-¿Ya no me vas a contar más? -pregunto a la vez que veía como el peli-azul se levantaba apuntando a la puerta con una sonrisa pequeña en su rostro.
 
-Tenemos deberes que atender y aparte creo que no debería contarme más, todo lo que pasó allá era muy avanzado pero también era algo un poco… adictivo “mas bien bonito y entretenido” -penso, el rubio suspiro aceptando que no iba a poder saber más de lo que le había contado- ¿Eso eso todo? -pregunto incrédulo.
 
-¿Eh? -miro a su amigo sin entender su reacción.
 
-¿Eso es todo? ¿No vas a preguntar nada más? ¿Vas a creer todo lo que te dije sin creer que estoy loco?  -no iba a mentir, deduba que su amigo pudiera creer todo lo que le acababa de decir. Este asintió mostrando una sonrisa que dejaba ver sus dientes, el mago de hielo entrecerró los ojos haciendo que su amigo le respondiera.
 
-Bien, bien, tú ganas -se levantó de la cama del menor- seré sincero, yo sí te creo.
 
-¿Por qué? -el rubio levantó una ceja mientras que la otra la bajaba un poco.
 
-Porque somos amigos y también porque no tienes razones por las cuales mentirme y según lo que he aprendido de la psicología es que no has mostrado ningún signo de demencia o de que me estés mintiendo, lo que significa que me has contado la pura verdad -el peli-azul río un poco por lo tonto que había sido, se daba cuenta que no conocía muy bien a su amigo ¿Y a quién conocía por completo? Es alguien muy ocupado y con sus propios problemas como para poder descifrar a una persona, conocerla y entenderla.
 
-Eres un tonto -sonrio, el rubio sabía que no era un insulto, sino un cumplido.
 
-No, tú eres el tonto -le disparo con sus dedos índices haciendo que el menor rodará los ojos negando con su sonrisa.
 
-Lo sé -se encaminó a la puerta- nos vemos en la noche, y sobre lo que pasó -giro la perrita de la puerta abriendola- tal vez algún día te cuente las cosas, eres el primero que se lo tomo con calma y fue algo extraño lo que me pasó allá así que -salio listo para cerrar la puerta.
 
Asintio- muy bien, alli estaré para escucharte, Ice-chan -el nombrado saco la lengua por como le había llamado y cerró la puerta dejando a su compañero solo en el departamento.
 
 
 
---------- Mientras tanto, en otro lugar cercano ----------
 
 
 
Se encontraba un pelirrojo caminando por las calles de aquella ciudad dirigiéndose a una reunión con los líderes del consejo mágico rakueniano, su rostro era inexpresivo y sus puños estaban siendo apretados por su propia fuerza, se encontraba enojado por lo que había pasado minutos atrás cuando estaba con el peli-azul. No dejaba de sentirse mal por la actitud de aquel chico ante su indiferencia, no lo culpaba, se lo merecía después de todo lo que había pasado.
 
 
Se detuvo al llegar al lugar de la reunión, un gran edificio que parecía ser un castillo pequeño que se encontraba en medio de la ciudad, las puertas delanteras medían alrededor de 2.5 metros (2 metros y medio) y parecían ser de acero y las paredes y muros de este parecían ser de piedra.
 
 
Se quedó ahí parado durante unos segundos esperando a que las puertas fueran abiertas y así paso, las puertas fueron abiertas hacia dentro dejando que el pelirrojo entrará, al cruzar las puertas pudo sentir una gran presencia mágica haciendo que se detuviera un momento para luego continuar caminando hacia la siguiente puerta, había llegado a su destino, había llegado a las instalaciones del consejo mágico.
 
 
Ya habiéndose adentrado a las instalaciones entro a la sala en la cual se encontraban los miembros del consejo mágico rakueniano todos sentados en sus respectivos lugares, había una mesa rectangular en medio de toda la sala con doce sillas alrededor de esta pero con diez sillas ocupadas contando once con la suya. Se sentó en su lugar ante la atenta mirada del consejo.
 
 
-¿Pudiste convencerlo? -dijo un hombre moreno de cabello púrpura y ojos grises con cejas en forma de rayo y con el ceño un poco fruncido. El mencionado negó- ya veo, no es una sorpresa que no allá aceptado el puesto -dijo cruzándose de brazos con el mismo ceño fruncido cerrando los ojos.
 
-¿Cuantas veces van? ¿Catorce? -pregunto un azabache de tez común de ojos color ámbar, había golpeado la mesa con uno de sus puños enojado por la noticia.
 
-Calmate, Ian -dijo una mujer con mirada neutral. Su cabello era gris, sus ojos rojos y su tez era blanca, tenía una cicatriz en su frente de un tamaño mediano, su cabello estaba hacia los lados y amarrado en una cola de caballo, por su apariencia parecía tener no más de 40 años.
 
-¿Cómo quieres que me calme? Si hemos estado buscando al último integrante durante mucho tiempo y después de todo todos ustedes le quieren dar un papel tan importante a una persona ingenua que no le importa nada de lo que hacemos ¿Por qué no buscamos otro integrante? -una persona en la sala se rió a carcajadas golpeando la mesa repetidas veces llamando la atención de todos los presentes.
 
-Lo siento, lo siento, es que -se seco una lágrima de su ojo derecho- me da tanta risa que nuestro querido Ian sea como es él, algo inconformista y -iba a empezar a reír otra vez a la vez que el azabache iba a volver a quejarse pero no pasó nada de eso gracias a la voz potente de la persona que se encontraba en la silla más alta y que se encontraba al final de la mesa el cual era el principio de las posiciones de cada mago presente en la habitación siendo el que está cerca de la puerta el más débil de los once integrantres.
 
 
El moreno se encontraba en la segunda silla del lado derecho con el puesto número cuatro (#4), el azabache estaba en la cuarta silla de la derecha con el puesto número ocho (#8), la mujer de pelo gris estaba del lado izquierdo en la tercera silla con el puesto número siete (#7) y la chica que se había reído estaba del mismo lado pero en la quinta silla dejándola en el puesto número once (#11).
 
 
-Ian, ya sabes la razón por la cual necesitamos que el chico forme parte de nuestro grupo -dijo con seriedad.
 
-Pero señor, hay miembros del consejo mágico que son una buena opción y el chico no parece estar interesado -trataba de convencer al líder de los once magos- tengo una lista de magos que son incluso más fuerte que ese chico -algunos rodaron los ojos, otros suspiraron fastidiados y otros lo miraban serismente- y aunque no cumplan con el mismo objetivo que puede cumplir Iceen Leónir, podemos darle un buen propósito a ese mago elegido tal y como nuestro propósito -mantenia una sonrisa confiada y una pose recta estando parado.
 
-Parece que no entiendes nunca las cosas ¿Verdad? -dijo el pelirrojo llamando la atención del azabache- ¿Cuántas veces te lo tenemos que recordar para que te entre en la cabeza? Eres uno de los doce magos elegidos y tú andas todavía con tus ideas -el azabache frunció el ceño poniendo una mano en la mesa listo para hacer algo al respecto.
 
-¡Suficiente! No quiero nada de discusiones ni peleas aquí ni en ningún otro lado -el azabache quito su mano de la mesa y se sento- Pride tiene razón, ya tienes muchos años aquí y aunque eres de mucha ayuda estás comenzando a ser muy molestó Ian ¿Por qué no te comportas tal y de acuerdo a tu papel en esta mesa? -lo regalo provocando que el azabache soltara un “tsk” y mirara para otro lado enojado- tenemos que convencerlo de algún u otro modo, sino, nuestro plan nunca se realizará con éxito y nuestra misión nunca llegará a su fin.
 
 
Era un hombre de 38 años aproximadamente, tenía tez común, ojos blancos, era albino y llevaba puesta ropa blanca y elegante como la túnica que llevaba que tenía una decoración dorada. Su pelo era corto y su mirada era afilada, su voz gruesa y potente.
 
 
-Señor -llamo el pelirrojo captando su atención- no quisiera decir esto pero él jamás va a estar interesado en formar parte del consejo mágico, podrá ser controlado y limitado por nosotros pero según lo que sé y he visto estamos muy lejos de convencerlo de que se nos una, como una meta imposible -el mago líder pareció pensar lo que había dicho el pelirrojo.
 
-¿Es imposible que se una? -el pelirrojo negó dándole a entender que había una pequeña posibilidad de que se uniera a ellos- entonces solamente tenemos que encontrar la manera adecuada de traerlo aquí por voluntad propia -hizo una pausa un poco pensativo- sino, tendremos que usar la fuerza ¿Estás de acuerdo, SunDiamond -todos voltearon a ver al pelirrojo quien seguía con su mirada seria, este asintió. Acto seguido el líder suspiro pesadamente, todos sé miraron entre sí algo nerviosos, en especial el pelirrojo quien no deseaba que las cosas se dieran por las malas.
 
Notas finales:

I: Como iba diciendo, esto es lo que salió de mi imaginación y pues está interesante, no tanto como quisiera pero interesante, espero y les haya gustado, el próximo capítulo creo que lo tendré listo la próxima semana (qué horror, ya entro a la universidad TnT tengo miedo) o antes *ríe de forma nerviosa* espero poder vivir para seguir escribiendo porque no dejo de fantasear con esta historia.

 

Bueno, sin nada más que decir, nos vemos en el próximo capítulo, se despide Leo-chan o Leo-san (es que soy el mimado de la casa ;-; ^w^)


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