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I Care About You (NamJin) (BTS - Yaoi) por ArShaBeuKPopLover

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Un par de horas pasaron.


El tiempo que estuve dormido había sido un excelente momento de descanso.


Ni siquiera había soñado nada. Había sido una de esas pocas veces que me dormía plácidamente y realmente descansaba sin tener ningún tipo de sueño o mensaje de mi subconsciente.


Abrí mis ojos lentamente, a duras penas comencé a acostumbrarme a la tenue luz que alumbraba la habitación. No recordaba el momento en que me había quedado dormido.


Mi cuerpo se sentía muy bien. Sentía que estaba totalmente relajado. Me removí en mi lugar hasta quedar acostado boca arriba.


Inmediatamente me sentí un poco incómodo, y es que, al moverme, una ráfaga de viento recorrió toda mi piel haciéndome sospechar el estado en el que estaba y dudar del lugar en el que me encontraba.


Eché una mirada hacia mis piernas solamente para verificar mi sospecha, y al hacerlo, pude comprobar que efectivamente, mi cuerpo estaba totalmente desnudo, además, no era mi habitación en la que me había quedado dormido.


Cerré mis ojos con fuerza a causa de la sorpresa, dejando caer mi cabeza sobre la almohada, deseando encontrarme en un sueño, sin embargo, sin poder evitarlo abrí mis ojos lentamente y éstos, viajaron sobre el cuerpo que sentía inerte a la par mía.


Mis ojos recorrieron desde el cabello, la espalda, el trasero, y las piernas de un durmiente Namjoon en el mismo estado que el mío, completamente desnudo, dándome la espalda, mientras se mantenía descansando muy cómodamente sobre su cama.


Imágenes donde Namjoon me besaba apasionadamente mientras me hacía suyo una y otra vez entrando y saliendo de mi interior, fueron las que invadieron mi mente en forma de recuerdos que mi memoria deseaba atesorar.


¡Demonios!, Pensé, cubriendo mi rostro con mis manos. Entonces fue que recordé, me había quedado dormido en el momento que había terminado de hacer el amor con Namjoon. Bueno, al menos eso era lo que yo pensaba haber hecho con él.


Bajé mis manos hasta mi boca, aún sin poder creerlo. Desde lo que recordaba, los dos nos habíamos entregado el uno al otro, pues claramente pude sentir la pasión, el deseo, la desesperación con que hacíamos cada uno de nuestros movimientos mientras ambos entregábamos nuestra primera vez.


Indudablemente, Namjoon y yo habíamos hecho el amor, ¿Había alguna otra explicación para eso?


¡No!, No lo había. Y eso que ni siquiera habíamos logrado darnos explicaciones por los besos que antes nos habíamos dado, y luego, habíamos sumado a la lista ese momento que ambos compartimos entregando nuestros cuerpos el uno al otro, ¿Cómo se supone que explicaríamos el habernos hecho el amor si ni siquiera habíamos explicado aún el porqué de los besos que nos habíamos dado?


¿Qué se suponía que debía hacer ahora?, Me pregunté. Estaba totalmente desnudo a la par de un desnudo y durmiente Namjoon horas después de haber entregado mi cuerpo al suyo.


¿¡Qué diablos debía hacer!?… ¿Despertarle y decirle que tenía que irme a mi habitación aún sin querer hacerlo?, ¿O esperar a que se despertara y tras verle adormilado decirle cuánto me había encantado lo que había hecho conmigo?… No, definitivamente ninguna de ambas.


Fijé mi vista en el techo de su habitación con una expresión en mi rostro que me hacía sentir que estaba horrorizado, no sabía qué hacer, comenzaba a sentirme como un intruso en su habitación, haciéndome sentir incómodo.


Los recuerdos iban y venían por mi mente una, y otra, y otra vez. Sus besos desesperados, sus embestidas desenfrenadas, nuestros gemidos sincronizados los unos con los otros, era todo lo que recordaba.


¡Demonios!, Pensé. Debía salir inmediatamente de ahí, o estaba seguro que mis impulsos me iban a domar y mi cuerpo cometería cualquier otra locura.


Intenté pensar en que solamente había sido un sueño; solo de esa manera no me sentiría tan culpable al salir de ahí sin decirle una palabra. Sin embargo, cuando tomé la decisión de sentarme sobre la cama para buscar cómo salir de allí, sentí una incómoda sensación en mi trasero.


Mi cuerpo se encargó de decirle a mi mente cuán estúpido estaba siendo al pensar que había sido un sueño, debido a que cada una de las imágenes que pasaban por mi cabeza habían ocurrido de verdad.


Una mueca de dolor se plantó en mi rostro cuando me moví hacia el borde de la cama con sumo cuidado para no despertar a Namjoon y para aminorar el dolor en mi trasero.


Lo que me faltaba, el dios de la destrucción ahora también ha destruido mi trasero, pensé. Genial, no era momento para pensar en esas cosas.


Me bajé de la cama lo más cuidadoso posible. Miré a Namjoon removerse, pero no se despertó. Debía apresurarme antes de que lo hiciera.


Rápidamente comencé a buscar mi ropa, si no mal recordaba ésta permanecía tirada sobre el suelo de la habitación.


Recogí mi ropa interior y me la puse luego de ponerla al derecho. Hice lo mismo con mi pantalón y justo cuando estaba haciendo lo mismo con mi camisa, miré que Namjoon empezó a removerse en la cama.


Con un poco de temor a que se despertara, le miré, esperando a que me buscara y me encontrara con su mirada después de darse cuenta que yo no estaba en su cama, no obstante, al contrario de lo que yo imaginé, Namjoon solamente se volteó hacia el otro lado y continuó durmiendo.


Me quedé mirándolo, era imposible no hacerlo puesto que estaba desnudo frente a mí acostado en su cama. Recordé su manera de besarme, su manera de acariciar mi piel, su manera de tocar mi miembro, su manera de hacerme el amor.


¡Diablos!, Pensé. Me era sumamente imposible no pensar en lo que había ocurrido.


Debía dejar de pensar en ello porque mi cuerpo comenzaba a estremecerse a causa de esos simples, pero tan significativos recuerdos.


Finalmente coloqué mi camisa, y luego, mis ojos volvieron a posarse sobre el cuerpo de Namjoon; parecían no querer despegar la mirada sobre su piel.


El momento había sido maravilloso, no podía negarlo. Me había encantado lo que Namjoon había hecho conmigo.


Uno de mis brazos se aferró en un abrazo a mi cintura, y el otro, se apoyó en él para poder llevar mi mano hasta mis labios y poder acariciarlos.


Mordí un extremo de mi labio inferior y tragué un poco de saliva recordando la sensación de cuando Namjoon me besaba.


Estaba deseando besarle de nuevo.


Namjoon había logrado hacerme adicto a sus besos.


¿¡Cómo diablos me desharía ahora de esa nueva adicción!?, Pensé.


Suspiré, cerrando mis ojos fuertemente y quité la mano que acarició mis labios, haciéndola un puño, tratando de controlar mis pensamientos.


Debía aprender a controlarme, pero, ¿Cómo diablos haría eso posible?


Después de todo estaba sintiendo nuevamente el deseo de volver a entregarme a Namjoon, y sabía que ni siquiera habíamos terminado nuestra conversación. Más culpable que eso no podía sentirme.


Le miré nuevamente, Namjoon estaba dormido profundamente. Verle así descansando tan plácidamente me hizo cuestionarme si Namjoon realmente habrá estado consciente de la situación respecto a todo lo que hicimos juntos.


¿Qué habrá pensado Namjoon al llevar a cabo el momento?


Sea cual sea la respuesta, sabía que no podía culparle de toda la situación, yo también fui parte del momento y ni siquiera tuve fuerza de voluntad para controlar los deseos de mi cuerpo.


Hubo momentos en los que claramente desee que Namjoon no se detuviera. ¡Por Dios, por supuesto que los hubieron!, Cada una de las cosas que Namjoon hacía conmigo me hacían querer solamente seguir disfrutando más y más. ¿Cómo podía yo pedirle a mi cuerpo que no lo disfrutara?, ¡No podía!, ¡Era totalmente imposible!


Había deseado con todas mis fuerzas a Namjoon. ¿Estuvo bien desear hacer el amor con él?, ¡No!, por supuesto que no lo estuvo; mucho menos por el simple hecho que mi cuerpo lo estuviera deseando.


La lógica y el raciocinio de mis pensamientos me decían que estaba mal, pero la sensación que recorría una y otra vez todo mi cuerpo cuando Namjoon me tocaba, me hacían darme cuenta que era lo único que yo quería en ese momento; todo ese tiempo había estado deseándolo.


Mordí mi labio inferior a causa de mis pensamientos. Necesitaba salir de ahí, era lo único que sabía, de lo contrario, estaba seguro que acabaría encima de Namjoon pidiéndole a gritos que me hiciera nuevamente el amor.


Me puse mis pantuflas, y con todo el dolor de mi alma, caminé hacia la puerta de su habitación para dignarme a salir de ella.


Miré hacia atrás, un dolor en el pecho fue el que sentí al hacerlo cuando sentí que una parte de mí se estaba quedando en esa habitación, justo en la cama de Namjoon a la par suya, y estaba abandonándola.


Cerré la puerta cuidadosamente tras salir de la habitación, y luego, me dirigí a la mía para tratar de ordenar mis pensamientos.


Caminé hacia mi cama después de cerrar la puerta, y luego, me tiré al suave colchón de mi cama en un vano intento de despejar mi mente; no obstante, sentí mi espalda pegar con mi celular, así que, metí la mano debajo y le saqué para revisarlo.


El reloj de la pantalla indicaba que ya eran las 18:47, deslicé el dedo sobre la pantalla para desbloquearla y lo primero que vi, fue la imagen en la que aparecíamos Namjoon y yo abrazados mientras dormíamos en la sala, misma que había mirado cuando venía hacia el apartamento.


Sentí mis ojos aguarse, comencé a sentirme lamentable, ya nada podría seguir siendo como antes.


NADA sería como antes.


Lloré. Me desahogué todo lo que pude.


Mi cuerpo comenzó a sentirse totalmente extraño.


¿Qué acabo de hacer?… ¿Acabo de huir de lo que yo realmente quería?, Me pregunté.


Mis lágrimas caían una tras otra, estaba sintiéndome culpable.


Culpable por saber que estaba mal y no haber podido detener a Namjoon desde un principio.


Culpable por permitirle hacer todo lo que él quisiera hacer conmigo.


Culpable por haber disfrutado de cada una de las acciones que habíamos realizado junto a la entrega de nuestros cuerpos.


Absolutamente culpable, porque a pesar de aceptar cuán culpable era por todo lo que había pasado entre Namjoon y yo, mi cuerpo seguía sintiendo la necesidad de permanecer junto a él.


La culpa corroía todo mi cuerpo. No podía hacer nada para evitarlo.


Estaba seguro que si antes me habrían dicho que todo eso iba a pasar, obviamente no lo hubiera creído. Mucho menos al saber que Namjoon y yo teníamos que hacer un video en el que nos grabaríamos haciéndolo para poder salvar a nuestra empresa de la quiebra, y al final, ni siquiera habíamos necesitado recordarlo para que nuestros cuerpos se dejaran llevar por el momento hasta terminar el uno enredado en el cuerpo del otro.


Increíble, ¿No es así?, Ni siquiera la obligación que debíamos cumplir para tener relaciones, había sido la que nos había llevado a hacerlo; si no, que fueron nuestros propios cuerpos los que habían tomado la decisión de entregarse el uno al otro por cuenta propia.


Pero eso no era lo peor.


Lo peor de todo era que aún después de haber pasado por toda la situación y sentirme culpable por ello, prácticamente mi cuerpo lo seguía deseando; deseaba con todas mis fuerzas volver a la cama de Namjoon y entregarme nuevamente a él para disfrutar del placer que me consumía mientras él se encargaba de hacerme suyo entre sus brazos.


Lo deseaba, aun sabiendo que no era para nada correcto.


Lastimosamente había tomado una decisión apresurada, y ya no podía hacer nada para remediarlo. Me había escapado de Namjoon al volver a mi habitación, y después, me sentía terrible tras descubrir que eso no era lo que mi cuerpo realmente quería.


Limpié mis lágrimas, sabía que ya no podía seguir así, sintiendo lástima por mí mismo porque todo lo que estaba haciendo siempre terminaba mal.


También sabía que no podía dejar pasar nada de lo que hice con Namjoon, debía hablar con él sobre lo que habíamos hecho. A más de algún acuerdo teníamos que llegar para ver de qué manera podíamos lidiar con la situación, necesitábamos enfrentarlo.


No estaba muy seguro de lo que le diría, pero, ya estaba harto de siempre tratar de controlar la situación al pensar las cosas, y que éstas nunca resultaran como las imaginaba; por eso, simplemente debía hablar con él de lo que sea que se nos presentara al momento y dejar que las cosas resultaran según se tornara la situación.


Me senté en mi cama, y después de respirar acompasadamente para tratar de controlarme, decidí tomar un baño primero, y después, ir a buscar a Namjoon para hablar con él de una vez por todas.


Después de unos cuantos minutos ya estaba dentro del cuarto de baño. Me estaba cayendo de maravilla, eso sí, no me esperaba que las gotas de agua mientras caían sobre mi piel me hicieran recordar todas las caricias que Namjoon depositó por todo mi cuerpo.


Sacudí mi cabeza para tratar de concentrarme en lo que estaba haciendo; lastimosamente no lo logré.


Si tuve que sacudir mi cabeza para tratar de despejar mi mente unas cincuenta veces, eso fue poco. Las imágenes que llegaban a mi mente de cuando Namjoon se dedicó a hacerme suyo se apoderaban de mis pensamientos cuando enjabonaba toda mi piel, logrando estremecerme solo de recordarlo. Me di por vencido, no podía sacarme esas imágenes de la cabeza por más que lo intentara.


Minutos más tarde donde mi mente se mantuvo recordándole a mi cuerpo las sensaciones que Namjoon me había hecho sentir, mientras enjuagaba todo mi cuerpo, pude finalizar mi ducha.


Me sequé el cuerpo con una toalla, mordiendo mi labio inferior al comparar la sensación con el suave tacto de Namjoon; luego, muy a pesar de la sensación de los recuerdos, me puse una bata para disponerme a salir del baño.


Caminé en dirección hacia mi armario mientras me mantenía pensando en vestirme rápidamente para luego ir a buscar a Namjoon y de esa manera no perder más el tiempo que se supone teníamos para conversar. No obstante, al llegar hasta mi armario para buscar mi ropa, una voz me hizo saltar del susto que me dio al hablarme.


—¿Necesitas que salga de la habitación para que puedas vestirte?— Giré inmediatamente para verle.


—¡Dios, Yoongi!… Me asustaste— Dije, llevando mi mano a mi pecho para tranquilizarme.


—Lo siento Hyung, no fue mi intención. Quizá si cierras la puerta la próxima vez yo toque antes de entrar y así no pueda asustarte— Comentó, mientras colgaba en su armario la chaqueta de cuero negro que vistió durante el día.


—Pero yo sí cerré la puerta, Yoongi— Dije pensativo mirando hacia la puerta que estaba entreabierta, estaba seguro que sí lo había hecho.


—Pues estaba abierta hace unos segundos, y como te miré ahí supuse que podía entrar— Explicó, tomando un par de piezas de ropa de su armario, tenía intenciones de cambiarse.


—¿Estás seguro?— Pregunté, esta vez mirándole fijamente a él.


—Sí Hyung, estoy seguro— Respondió, dedicándome una sonrisa al final, de esas sonrisas que casi nunca regala.


Sin darle importancia a la expresión de mi compañero de habitación, giré de nuevo a mirar hacia la puerta, cada vez se me hacía más raro lo que pasaba con ella.


—¿Pasa algo?— Preguntó, tras notar que no le había respondido nada.


Pensé en contarle mi experiencia paranormal con la puerta, pero, pensé un poco y no creí que tuviese demasiada importancia, por eso, simplemente le respondí:


—No, no pasa nada, Yoongi. Son solo ideas mías, no te preocupes— Tras decirlo, inmediatamente me giré en busca de la ropa que me pondría.


—Genial, Hyung. Entonces dejaré que te vistas, iré a cambiarme al baño— Dijo Yoongi, tomando su ropa y dirigiéndose al lugar mencionado.


—Ok— Respondí.


De mi ropa tomé lo primero que vi, ya no me sentía con ánimos de nada. Además, Yoongi estaba en casa, y eso significaba que también los demás muy probablemente también estaban, y, por ende, mi tiempo de conversación con Namjoon estaba oficialmente terminado.


Genial, ya no podré ir a hablar con Namjoon, bufé para mí mismo. Sin embargo, recordé que al menos Namjoon ya sabía lo que Mánager Hyung me había pedido que le dijera, y aunque no hubo necesidad de habérselo dicho yo mismo, me sentía aliviado porque éste ya estaba enterado de todo lo que más importaba saber.


Claro, no era como que las explicaciones que teníamos que darnos no importaban, también ésas tenían su importancia, pero era obvio que ellas importaban más en lo personal a cada uno para poder saber qué es lo que realmente estaba pasando por la mente del otro al actuar de la manera en la que lo estábamos haciendo, que, sin duda, no era la manera en la que debíamos actuar, no sin antes explicar qué era lo que nos estaba pasando.


Finalmente logré vestirme tratando de pensar en la manera de hablar con Namjoon, y a pesar de que no la pude encontrar decidí que tenía que hacerlo. Ya no quería seguir escapando de él, debíamos afrontar todo lo que nos estaba pasando, y si eso significaba tener que decirle lo que sentía por él, entonces no importaba, lo haría si era necesario, pero ya no podía permitir que nuestros actos empeoraran las cosas entre los dos.


A los segundos de haber terminado de vestirme, Yoongi salió del baño vistiendo la ropa que había llevado para cambiarse.


—Por cierto, Hyung. Nosotros habíamos pensado hacer la cena, ¿Estás de acuerdo o prefieres que llamemos al delivery?— Preguntó al mirarme.


—¿En serio lo pensaron?— Cuestioné incrédulo tomando la toalla con la que me secaba el cabello del armario. Sin embargo y para mi sorpresa, Yoongi solamente asintió encogiéndose de hombros.


—Vaya, entonces me encantaría verlos hacer la cena— Respondí, secando mi cabello con la toalla.


—Genial— Dijo, y luego volteó hacia su armario diciendo:


—Entonces, tendré que sacar esto de nuevo— Agregó, mientras descolgaba la chaqueta que había colgado minutos antes.


—¿Y qué tiene esa chaqueta que ver con la cena?— Le pregunté.


—Bueno, es que, si estabas de acuerdo a que nosotros hiciéramos la cena, entonces tenemos que ir al supermercado para comprar los ingredientes— Explicó.


—¿Ingredientes?— Pregunté, terminando de secar mi cabello.


—Sí, Hyung. Haremos unas pizzas, o bueno, al menos intentaremos hacerlas— Al final de decirlo soltó una risita, misma que me contagió a mí, pero, a pesar de ello me alegraba que por lo menos tuvieran la voluntad para intentarlo.


—Está bien. Ya me siento ansioso por ver los frutos de su esfuerzo— Dije sincero.


—Solo espera y verás Hyung— Dijo con una sonrisa optimista.


Después de nuestra pequeña conversación, ambos salimos hacia la sala. Tres de los chicos estaban ahí, ya habían cambiado sus ropas a unas más cómodas.


—Adivinen qué— Habló Yoongi, al llegar hasta los otros tres.


—¿Qué Hyung?— Preguntó Jimin curioso. Yo solamente me fui a sentar al sillón individual.


—Jin Hyung accedió a que nosotros hagamos la cena— Respondió para los tres.


—¡Oh!, ¿En serio, Hyung?— Chilló Taehyung de la emoción.


—Sí TaeTae— Respondí con una sonrisa.


—¡Qué emoción, Hyung!… Entonces ya vengo Hobi Hyung, iré a traer nuestros abrigos para que vayamos al supermercado con Yoongi Hyung y Jimin— Le informó a Hoseok sentado a la par suya, y rápidamente se levantó y se fue corriendo hacia su habitación.


—¡No corras Tae!— Le regaño éste, pero el otro ya había desaparecido por el pasillo, así que agregó:


—¿Y tú Jin Hyung, quieres acompañarnos?— Me preguntó.


Estuve a punto de aceptar su invitación, sin embargo, recordé mi adolorido trasero e inmediatamente las ganas de acompañarlos se esfumaron, no quería ir cojeando en el camino y me preguntaran por la causa.


—No creo Hobi-ah, me siento un poco cansado, estaré aquí esperándolos— Respondí, acomodándome en el sillón.


—¡Oh!, Jungkookie, Namjoon-ah, vamos al supermercado ¿Quieren acompañarnos?— Preguntó Jimin, haciéndome congelarme al escuchar el nombre de Namjoon salir de sus labios.


—¿Jin Hyung aceptó que nosotros cocináramos?— Preguntó el Maknae, y tras una afirmación de parte de Jimin agregó:


—Entonces sí voy, solo iré a traer mi abrigo— Respondió, y luego se fue.


—¿Y tú Namjoon-ah?— Cuestionó Yoongi.


—Mmm, no lo creo Hyung, no tengo ánimos de caminar— Respondió.


Diablos, debía quedarme de nuevo en el apartamento, a solas…, con Namjoon.

Notas finales:

Adelanto Capítulo 17...

Mis ojos comenzaron a aguarse. Namjoon estaba arrepentido de haberme tocado, y yo, ahí frente a él como un idiota muriendo por volverme a sentir entre sus brazos.


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