En el preciso momento en el que llegué a la cocina con Namjoon detrás de mí, noté que los chicos estaban metiendo ambas pizzas al horno, me habían esperado para meter las dos al mismo tiempo.
Namjoon inmediatamente se volvió a sentar en el lugar en el que había estado antes, mientras yo me acerqué a los otros chicos para revisar que hubiesen puesto correctamente la temperatura del horno ya precalentado.
Tras verificar que todo estaba en orden con las pizzas y el horno, todos decidieron sentarse en los taburetes de la isla mientras esperábamos que nuestra cena estuviera lista.
Fui el último en quedarme de pie, por lo que tuve que sentarme en el único lugar que quedaba vacío, y era el taburete que estaba sólo al costado de la isla, el mismo en el que había estado mientras respondía los mensajes de Namjoon minutos antes.
Estando ahí todos juntos, los tres menores se encargaron de no mantenernos aburridos mientras esperábamos, por lo que, ellos fueron quienes comenzaron a hacer conversación tratando de que todos fuéramos participe de ella.
En todo ese tiempo no pude dejar de lado las miradas que hubo entre Namjoon y yo, ambos nos mirábamos con curiosidad sobre los besos que nos habíamos dado.
Había algo diferente en Namjoon después de eso. Cuando reíamos a causa de alguna locura de los chicos todos estábamos atentos a ellos, pero Namjoon también se dedicó a mirarme en medio de sus sonrisas, y noté su semblante diferente.
Cada vez que me sonreía sentía como si sólo nosotros dos estuviéramos ahí; como si sólo nosotros dos fuéramos los únicos ahí en la cocina, como si éramos los únicos en el mundo, nuestro mundo, el que ambos habíamos creado inconscientemente para amarnos.
Hasta cierto punto de todo ese tiempo mientras conversábamos con los demás, todo transcurrió entre miradas y sonrisas que dediqué a Namjoon. Sin embargo, después de eso hubo momentos en los que me ponía a pensar sobre lo que le diría a él, y era inevitable no sentirme inquieto.
De repente, los nervios y el miedo por saber cómo reaccionaría se apoderaban de mí haciéndome perder un poco en la conversación con los demás, pero, de pronto recordaba lo que él me había dicho: sobre lo que sentía cuando me besaba, el hecho que había aceptado que me había hecho el amor, el beso que me dio en el cual me hizo sentir su amor, la manera protectora en que me tenía entre sus brazos, el momento en que me hizo suyo,… Eso y más volvía a mi mente haciéndome recapacitar e inmediatamente mis nervios y mis miedos se esfumaban.
Cuando eso me pasaba notaba las miradas que Namjoon me daba, sentía su preocupación al ver mi mente divagar, parecía que le preocupaba aún más el no saber qué me tenía divagando de esa manera.
Quise decirle que no se preocupara, que todo estaba bien, que simplemente no dejaba de pensar en él ni un segundo, y que, me moría por sentirme nuevamente entre sus brazos.
Por obvias razones no podía decírselo en ese mismo momento, pero, trataba de sonreírle cada vez que él me miraba con preocupación, para hacerle sentir en cada una de mis sonrisas todo lo que él despertaba en mí.
Era evidente que cada vez que me veía perder el hilo de la conversación de los demás, donde se supone que yo también debía participar, Namjoon se preocupaba por mí, por lo que simplemente en las miradas que me dio después, su preocupación por mí se notaba en cada una de ellas.
A pesar de eso traté de siempre sonreírle a Namjoon para que en mis sonrisas sintiera que no tenía por qué preocuparse, o al menos, para hacerle saber que no era algo tan grave lo que me ponía de esa manera, pero muy a mi pesar, sus miradas de preocupación eran aún más notorias.
Al final, notar que su preocupación continuaba ahí, me hicieron creer que a lo mejor no sólo el verme así le preocupaba a Namjoon, quizá había algo más en él que le preocupaba, pero, no podía averiguarlo, al menos hasta asegurarme de que tendríamos el tiempo suficiente para conversar.
Minutos más tarde y nuestra cena finalmente estuvo lista.
Entre Yoongi y Hoseok se encargaron de servir su porción de pizza a todos nosotros, solo después de contemplar la creatividad de Jungkook al decorar las pizzas con el pepperoni como el escudo de "Capitán América".
Con todos ahí riendo y conversando mientras cenábamos, me fue casi imposible no volver a sentir esa sensación de tristeza que me hacía pensar en todo lo que estaba pasando con nuestra agencia.
Las risas de los chicos, sus locas conversaciones, las locuras que hacían… Eso y más no hubiera sido lo mismo si ellos hubiesen sabido lo que estaba pasando, y me lastimaba ser uno de los únicos en saberlo.
Lo que más mal me ponía era sin duda, saber que Namjoon y yo éramos los únicos que sabíamos la situación en la que estábamos y que, para nuestro colmo éramos los únicos que podíamos hacer algo para remediar toda esa situación. O talvez no éramos los únicos que podíamos remediarla, pero, por lo menos éramos los únicos que seríamos discretos con lo que estaba pasándonos, y es por eso que en parte podía comprender por qué el señor Lee y nuestro Mánager escogieron a Namjoon y a mí para involucrarnos en ello.
Suspiré muchas veces mientras disfrutaba de comer la cena que los chicos habían preparado para todos cuando los miraba sonreír y hablar mientras comían. Hablaban, comían, reían, se divertían, me sentía especial estando ahí junto a todos ellos, y en ningún momento sentí que algún día eso pudiera terminar. Sólo estábamos viviendo como un grupo de chicos que disfrutaba cada momento con sus amigos.
Sabía que no me quedaba de otra que solamente disfrutar cada momento con ellos, quererlos, consentirlos, apoyarles, y servirles; después de todo no sabía con exactitud el tiempo que me quedaba con ellos.
Solo un deseo tenía en ese momento, y es que, no quería que nada de eso terminara jamás.
En solo unos minutos y ya habíamos terminado de comer.
Los menores antes de dejar pasar más el tiempo se encargaron de dar a cada quien su postre, el cual consistía en un helado del sabor favorito de cada quien, con la única diferencia de que yo recibí uno de vainilla de parte de Jimin, uno de chocolate de parte de Jungkook y uno de fresa de parte de Taehyung, ya que explicaron que sabían que los tres sabores me gustaban pero que no estaban seguros cuál era mi favorito. Es más, casi hasta intentaron comenzar una discusión cuando trataban de argumentar por qué habían elegido cada sabor pensando que era mi favorito, pero tuve que intervenir diciendo que mi helado favorito era el llamado Napolitano, ese que tiene una rara combinación de vainilla, fresa y chocolate y que extrañamente sabe muy bien. Así que al final todos quedaron contentos porque llegaron a la conclusión que cada uno había formado parte de mi helado favorito. Sí, siguen siendo unos niños, pensé.
Cabe mencionar que tuve que compartir mis tres helados puesto que los demás acabaron pidiéndome de cada uno de los que yo tenía porque decían que no era justo que yo era el único que tenía tres helados, y como me había dicho a mí mismo que debía consentirlos, no me quedó de otra que hacerlo.
Al final, una vez terminado nuestro postre y cada quien con el estómago más lleno que antes, Hoseok y Taehyung se ofrecieron a lavar los platos y demás utensilios sucios, además, dijeron que tenían tiempo para ver una película en la sala antes de dormir, por lo que planeaban no tardarse lavándolos para verla cuanto antes.
Minutos más tarde, mientras Tae y Hoseok estaban en su labor, todos los demás con Namjoon incluido se les sumaron a ver la película, puesto que comentaron que la película era de superhéroes, esa donde salen varios superhéroes juntos, entre ellos el favorito de Jungkook, por lo que éste no dudó en unirse a ellos para verla, y el resto porque tenía curiosidad por ver de qué iba la película si tanto le gustaban al menor. Los Vengadores: Era de Ultron, se llamaba si no mal recuerdo; entonces tomé la decisión de también unirme a ellos.
Cuando por fin Taehyung y Hoseok terminaron de lavar los platos, todos, con ellos dos y yo incluidos, aprovechamos para irnos a poner nuestros pijamas, a lavarnos los dientes, y a alistar nuestra ropa para el día siguiente; esto solo para que cuando terminara la película pudiéramos irnos directamente a la cama y no atrasarnos haciéndolo hasta esa hora porque además al día siguiente tendríamos que levantarnos temprano para seguir con nuestro trabajo.
Mientras Taehyung buscaba la película en la aplicación de la TV, cada quien buscó un lugar para sentarse. Jungkook se acomodó en el suelo detrás de la pequeña mesa entre la pantalla y el sofá, Namjoon optó por sentarse en la esquina derecha del sofá frente a la pantalla, Hoseok desde la otra esquina del sofá guardaba un espacio para Tae a su lado, mientras que Yoongi se sentó en el sofá individual del lado izquierdo, y Jimin prefirió permanecer cerca de éste sentándose de ese lado de la pequeña mesa en el suelo.
Por mi parte, estaba debatiendo internamente si debía o no sentarme entre el espacio de Tae y Namjoon, pero, por cuestión de comodidad por lo que Namjoon y yo hicimos antes, decidí sentarme en el otro sillón individual que permanecía vacío frente al de Yoongi del otro lado de la pequeña mesa, estando ubicado cerca de la esquina donde estaba Namjoon, por lo que de igual forma me sentara donde me sentara iba a estar cerca de él aunque no quisiera.
Y no, no era que lo estaba evitando, pero es que de una forma u otra tenía miedo de que el tenerlo cerca hiciera a mi cuerpo actuar por voluntad propia, después de los dos encuentros que había tenido con él después de haber entregado mi cuerpo al suyo había experimentado una necesidad de sentirme entre sus brazos nuevamente con solo tenerlo cerca, y temía que ahora que sabía lo que él sentía, ni siquiera la presencia de los demás pudieran detener mis impulsos. No podía arriesgarme, no cuando sentía que las cosas entre Namjoon y yo se aclararían muy pronto.
La película comenzó, y los chicos apagaron las luces para apreciar mejor la pantalla. Debido a mis pensamientos respecto a la cercanía de Namjoon, tuve que ponerme un poco de lado en el sillón dándole un poco la espalda a él y al resto de los chicos en el sofá grande, además, pensé que talvez en esa posición, sin verlos a ellos de frente, podría concentrarme más en la película y comprender mejor la trama, aunque yo no fuera tan fanático de las películas de superhéroes.
Sorprendentemente la película comenzó con mucha acción; eso hacía que tuviera un punto a favor debido a que logró mantenerme entretenido viendo a los dichosos superhéroes ir de un lado a otro luchando e intentando derrotar a los que me suponía eran villanos, dejándome a la expectativa de lo que pasaría después.
La película avanzó, y entre más avanzaba iba comprendiendo un par de cosas de los personajes entre cada diálogo, de vez en cuando en el transcurso de la película habían cosas que no comprendía y tenía que preguntar, pero no sólo yo, también Namjoon, Yoongi y Jimin, quienes en esos casos acudíamos a Jungkook para comprender, pues éste aseguraba ser un experto en el tema, y otras veces hasta Taehyung y Hoseok también explicaban, pues estos recientemente se habían visto todas la películas anteriores a esa y por eso ellos comprendían muy bien todo lo que pasaba.
Debo mencionar que me sorprendió bastante ver algo de romance en la trama entre dos de los personajes. Se me hacía extraño mirar a la pelirroja y al hombre que se vuelve verde, en una especie de coqueteo; pensaba que las películas de superhéroes se trataban solo de villanos y héroes tratando de salvar el mundo, pero no me esperaba encontrar algo de romance en ella, sin duda no me lo esperaba, tanto así que hasta cada vez que había una escena entre la chica y el hombre comenzaba a sentirme un poco incómodo al ver su manera de coquetear, sobre todo por parte de la chica.
Me sentía incómodo, y no sabía por qué diablos lo hacía, trataba de no ponerle mente a las escenas de esos dos personajes mirando hacia otra parte, aunque no lo hacía tan evidente pues estaba sentado en un lugar donde todos los demás podían verme y si me miraban actuar extraño ante esas escenas podrían sospechar que algo no andaba bien en mí, y vaya que lo menos que quería era dar explicaciones de por qué me ponía incómodo cuando la pelirroja coqueteaba con el hombre, y mucho peor por las miradas que le daba en las cuales hasta yo sentía las ganas que ella tenía de besarlo.
Vaya, con solo pensar en la acción besar mi mente automáticamente pensaba en Namjoon y en sus labios devorando a los míos. Traté de reaccionar, pero mis dientes atrapaban inconscientemente mi labio inferior con ganas de que fueran reemplazados por los de Namjoon.
Me removí en mi lugar tratando de acomodarme y rápidamente solté mi labio inferior de entre mis dientes, no podía perder el control frente a los demás.
Y si pensaba que eso iba a ser lo peor estuve totalmente equivocado, la cosa fue de mal en peor para mí, pues hubo un momento, después de muchas escenas de acción, en el que una escena mostraba a la chica en una bata gris esperando su turno para ducharse mientras el hombre estaba saliendo de la ducha medio secándose con una toalla.
Diablos, pensé en ese momento. Mis ojos viajaron a algún lugar en la pared detrás de la pantalla, esperando que la escena acabase pronto. No obstante la película no estaba a mi favor, pues segundos después cuando volví mi mirada a la pantalla, la chica estaba lo suficientemente cerca del hombre como para poder besarlo, hasta había puesto una de sus manos en el cuello de él, y yo al verlos así, no podía dejar de pensar en mi cara en el rostro de ella y la cara de Namjoon en el hombre, mis ganas de besarlo se acrecentaban rápidamente en mi pecho, ansiaba tanto besar a Namjoon que hasta deseaba ver a la chica besar al hombre de una vez por todas. En cuestión de segundos mis labios estaban nuevamente atrapados entre mis dientes. Necesitaba verlos besarse.
Al ver que lo que yo esperaba no ocurrió, sintiendo algo de decepción en mi pecho, y volviendo a la realidad de que Namjoon estaba solo a unos metros de mí y que podía besarle si me levantaba y me acercaba hasta él, sentí que no podía soportar estar ahí ni un segundo más.
Me levanté de mi lugar y rodeé el sillón en el que estaba, caminando del lado opuesto al sofá grande, no quería pasar cerca de los demás..., corrección, no quería pasar cerca de Namjoon, por lo que hasta decidí no mirar ni a Namjoon ni a los demás mientras mis pies me llevaban torpemente hasta la cocina, y mi corazón revoloteaba por mi repentina reacción.
Caminé hasta topar con la encimera a un lado del refrigerador en la pared del fondo de la cocina, apoyé mis manos en el granito y bajé mi cabeza suspirando, tratando de calmarme, me sentía nervioso y no sabía por qué.
Cerré mis ojos, esperaba que los chicos no hubiesen notado mi raro actuar, no quería que ninguno de ellos llegara a ver lo que me pasaba, además, pensaba en que solo necesitaba un par de minutos para poder quitar de mis pensamientos las ganas que tenía de besar a Namjoon, por lo que planeaba no tardarme tanto para no hacer sospechar a los demás.
Sin embargo, claramente mis planes se vieron estropeados cuando un minuto después unas manos se posaron en mi cintura desde atrás de mí, haciéndome sobresaltar a lo inmediato.
—Shhh…— Por su forma de susurrar y su forma de mantener su agarre en mí sabía que era Namjoon.
Demonios, todo puede volverse una mala idea, pensé en ese momento.
En fracciones de segundos Namjoon había logrado acelerar mi respiración -más de lo que estaba aparentemente- cuando sus esponjosos labios recorrieron desde la parte de atrás de mi cabeza hasta ese punto debajo de mi oreja, logrando que al final una corriente de energía viajara por todo mi cuerpo mientras cerraba mis ojos para soportarlo.
—N-Nam...— Susurré, de forma que solo él pudiera escucharme, asegurándole que sabía perfectamente de quién se trataba.
Su respuesta a mi llamado la obtuve de parte de sus labios, los cuales jugaron con el lóbulo de mi oreja apretándolo entre sí, haciéndome vibrar nuevamente.
—N-Namjoon…— Repetí en un susurro. Esta vez se había escapado de mis labios. Cada vez se me hacía más difícil respirar.
Era la primera vez que me había permitido saborear el nombre de Namjoon en mis labios mientras estábamos en una situación como esa. Se sintió tan terriblemente bien. Me había encantado.
—Quieres besarme Seokjin— Abrí mis ojos totalmente sorprendido. Las palabras de Namjoon no habían sido una pregunta. Él sabía perfectamente lo que yo quería en ese momento.
Tenía a Namjoon detrás, y estábamos en la cocina, la idea de que alguien entrara y nos encontrara en esa escena advertía en mis pensamientos, pero, a mi cuerpo no parecía importarle pues no hacía nada para detenerlo.
—N-Namjoon… E-Estamos en la cocina...— Titubeé, con la esperanza de que él sí pudiera recapacitar sobre el lugar en el que estábamos y se dignara a detener sus besos y sus caricias en mi piel, que estaban haciéndome perder la cordura.
—En la sala también querías besarme— Reprochó, con su tono de voz más grave que el normal. Sus labios se posaron en la caída de mi cuello hacia mi hombro; lamía suavemente el lugar que la camisa de mi pijama holgada no quería cubrir.
—Estoy en lo correcto, ¿Cierto?— Preguntó, mientras sus manos se metían entre mi camisa para acariciar con sus dedos mi abdomen.
—Mghh— Me quejé, estaba comenzando a excitarme.
—Sí, eso sonó como un sí, Seokjin.
Oh por Dios, pensé, mientras volvía sus labios a mi cuello para saborearlo.
No sabía qué hacer, es más, ni siquiera era capaz de hacer nada, Namjoon estaba haciendo de mí lo que él quería con cada toque y cada beso que depositaba en mi piel.
En ese momento no pensaba en nada, solo era capaz de imaginar los besos que nos dimos cuando hicimos el amor esa tarde y los besos que nos dimos después tras la puerta de su habitación.
Mi labio inferior nuevamente atrapado entre mis dientes, y después, Namjoon juntó por completo su cuerpo al mío haciendo que su miembro presionara contra mis nalgas.
Abrí mis ojos sorprendido, de nuevo la realidad dónde estábamos golpeó a mi cerebro diciéndome que el lugar en el que estábamos no era el correcto para estar haciendo lo que estábamos haciendo.
—N-Namjoon…— Llamé en medio de un suspiro, con la intención de que él pudiera detener lo que comenzó.
—Bésame, Seokjin… Bésame…— Rogó, con su voz ronca y sus palabras restregándose contra mi cuello.
Deseaba tanto besarlo, pero, no sabía si era o no el lugar o el momento correcto.
—N-Nam…— Intenté decir, pero mis palabras se vieron interrumpidas cuando las manos de Namjoon me voltearon hacia él, para que le enfrentara de una vez por todas.
—Mghh— Me quejé por la repentina acción. Sus ojos clavados en mis labios y su hombría rozando contra la mía no eran algo que me hicieran recapacitar.
—Veo que lo quieres tanto como yo— Dijo, sin despegar su vista de mis labios.
Demonios, pensé inmediatamente. El poder de Namjoon sobre mí podía sobremanera contra el poco autocontrol que me quedaba; tanto así, que mis manos buscaron sus mejillas y mis labios se estamparon contra los suyos demandando un apasionado y fogoso beso necesitado.
Había perdido el control de mi cuerpo, nuevamente.