Namjoon buscó a mis ojos con los suyos en una mirada de sorpresa e incomprensión por lo que yo acababa de decirle.
Acabábamos de hacer el amor, ya por tercera vez, y acababa de darme cuenta que, así como me había prometido a mí mismo hacer que Namjoon se olvidara por completo de todo mientras estábamos entregándonos, también yo mismo fui víctima de mis palabras.
Me había olvidado prácticamente de todo el mundo a nuestro alrededor, y me había dedicado total y plenamente en cuerpo, alma, y mente, a Namjoon mientras me entregaba a él.
Me avergonzaba de mí mismo, pero no de haberme dedicado a Namjoon por completo, sino, de haber olvidado que había decidido grabar nuestro momento íntimo para realizar lo que se supone era el video que debíamos entregar.
En ese preciso instante estábamos ahí, en medio de la cama de la habitación de la suite, con una sábana cubriendo nuestros cuerpos desnudos, y con una cámara en el centro de la habitación que aún grababa todo aquello que sucedía frente a ella, y apenas podía asimilar lo que yo había hecho.
Lo único que podía hacer era mirar fijamente el rostro entre asustado y sorprendido de Namjoon después de haberle dicho sobre el video. Pero, a los segundos después, él se había sentado en la cama, e inmediatamente dedicó una mirada al centro de la habitación para comprobar que mis palabras efectivamente eran ciertas.
Comprendía su reacción de sorpresa, yo acababa de informarle que la cámara había captado cada segundo de las cosas que habíamos dicho y hecho en todo ese momento. Pero, no sabía qué era lo que él estaba pensando.
Parecía haber pasado una eternidad cuando estuve ahí, mirando y esperando la reacción de Namjoon a mis palabras, mientras él miraba hacia la cámara y yo me apoyaba en mis codos solo para mirarle a él; sin embargo, no creo que hayan sido demasiados segundos los que pasaron para que Namjoon haya decidido bajarse de la cama, buscar su bóxer, y una vez lo tuvo puesto, caminar hacia la cámara para obligarla a dejar de grabar cada cosa que hacíamos frente a ella.
En ese momento no sabía qué pensar, pero, me fue totalmente inevitable el sentirme culpable por haber actuado impulsivamente y aventarme a distraer a Namjoon para luego hacer que la cámara grabara nuestro momento sin habérselo consultado a él antes.
La cámara al fin había dejado de grabar. Lo supe cuando miré que Namjoon había dejado la cámara sobre la mesa de centro de la mini sala que teníamos en la recámara, y luego, a paso lento comenzó a acercarse nuevamente hasta la cama, sin buscar con sus ojos mi mirada.
Comencé a sentir algo incómodo en mi pecho por notar que Namjoon no me había mirado.
En un abrir y cerrar de ojos Namjoon se sentó de espalda a mí a un costado de la cama, mientras yo, comenzando a sentir temor por lo que sea que él estuviera pensando, me senté en la cama y me quedé ahí detrás de él, esperando que dijera algo.
Pero Namjoon no dijo nada.
Quería saber qué le pasaba, comenzaba a dolerme su silencio, pero lo que más comenzó a dolerme fue que el hecho que Namjoon parecía no querer siquiera dirigirme la palabra.
Ni siquiera se movía de su lugar. Parecía estar meditando sobre la situación de la que acababa de enterarse.
No podía describir su reacción, pero lo único que comenzó a atormentar mis pensamientos fue que pensaba que Namjoon estaba enojado conmigo por lo que había hecho.
Me sentí terrible exactamente después de ese pensamiento.
La culpa no dejaba de atormentarme. Sin embargo, lo que más me atormentaba era la distancia que Namjoon parecía estar tomando conmigo en ese momento.
Sentí mis ojos comenzar a aguarse. Desvié mi vista de la espalda de Namjoon tratando de evitar que mis lágrimas cayeran a causa de su distanciamiento.
Tenía que distraerme. Tenía que hacerlo. Debía buscar la manera para poder tranquilizarme.
Me bajé de la cama del lado contrario a donde estaba Namjoon, pero, rodeé la cama para buscar mi ropa interior y mi pantalón. Los tomé en mis manos sin mirar a Namjoon, pero, tampoco sentí que Namjoon estuviera mirando lo que yo hacía, y eso me lastimó aún más.
Me coloqué ambas prendas lo más rápido que pude, tratando de ignorar la sensación que dejaba en mi cuerpo el haberme entregado a Namjoon de la manera que lo había hecho, sintiéndome miserable por el hecho de haber disfrutado como nunca el momento y haber sido el culpable de que haya quedado grabado todo en un video.
Ese último pensamiento hizo que ni siquiera quisiera buscar mi camisa para ponérmela, necesitaba estar lejos de Namjoon lo antes posible, al menos, no quería estar en el mismo espacio que Namjoon si él iba a portarse distante conmigo, por lo que entonces, decidí que sería mejor marcharme de ahí.
Su voz me paralizó cuando me había volteado en dirección al pasillo para disponerme a salir de la recámara.
—¿A dónde vas?— Preguntó. No me sentía de ánimos para tratar de descifrar el tono que Namjoon había utilizado para preguntarlo.
Yo estaba de espalda a él, pero no quería saber si él estaba o no mirándome, entonces, simplemente giré un poco mi rostro, sin llegarle a ver por completo, para responderle.
—Tengo sed.
Mentí.
Lo único que quería era dejarle su espacio a Namjoon para que procesara lo que acababa de suceder.
Mentía nuevamente.
Lo que realmente quería era tener un espacio solo para mí para poder desahogarme de lo mal que me sentía por la reacción de Namjoon. Aunque, también estaba seguro de que Namjoon necesitaba su tiempo para pensar.
No dijimos nada más, salí de la recámara y fui directamente hasta la sala de la suite y me quedé de pie frente al ventanal donde había estado antes, mirando hacia la vista que teníamos de la ciudad, esa que había admirado anteriormente cuando habíamos discutido.
Genial, pensé. Antes habíamos discutido y en ese momento ni siquiera teníamos ganas de dirigirnos la palabra.
Quería llorar, pero no lo hice. Inmediatamente limpié las lágrimas que estaban amenazando con caerse de mis ojos, pero, no dejaba de sentir a mi corazón retorciéndose por dentro, eso no podía evitarlo.
No sé cuánto tiempo pasó, pero debieron ser unos cuantos minutos debido a que miré por el reflejo del ventanal que Namjoon salió de la recámara ya vistiendo su pantalón, pero, había optado también por dejar su torso al descubierto de la misma manera que yo estaba.
Le miré quedarse ahí de pie, mirándome fijamente. En sus manos parecía traer unas sábanas blancas, pero optó por quedarse unos segundos más mirándome en el reflejo. Finalmente podía ver sus ojos, pero no podía descifrar su expresión.
Después de unos segundos fue él quien decidió hablarme.
—Sé que puedes verme desde ahí— Aseguró.
Yo me estremecí, pero no me atreví a decir nada. Simplemente me quedé mirando a sus ojos en el reflejo, pues no sabía si iba a ser capaz de hablarle sin romper a llorar mientras tanto.
Él volvió a hablar.
—También sé que no te has salido realmente porque estas sediento.
Debí suponer que él se habría enterado de eso porque me conocía extremadamente bien. Y había acertado, lo que hizo que me incomodara un poco y desviara la mirada hasta perderla entre el grupo de árboles que se miraban a lo lejos en el parque, tratando de que no me afectaran sus palabras.
Seguidamente, Namjoon se decidió a actuar.
Sentí entonces que una suave tela cubrió la parte que tenía desnuda de mi cuerpo… Era la sábana blanca que Namjoon traía en sus manos.
Con esa sencilla acción de su parte no estaba seguro de poder contener mis lágrimas más tiempo.
Namjoon se había acercado hasta mí y me había cubierto con la sábana dejando sus brazos a mí alrededor aún después de cubrirme. Segundos más tarde su cabeza buscó acercarse a la mía colocándose sobre uno de mis hombros.
Namjoon estaba abrazándome. Y el hecho de comprender ese gesto me hizo llorar por la manera tan bella en la que me envolvía entre sus brazos y me pegaba más fuerte contra su pecho descubierto.
Cada segundo de temor que sentí, cada segundo en que me había sentido terriblemente triste, Namjoon estaba logrando desvanecerlo con ese abrazo. Estaba cargado de sentimientos, podía sentirlo, y pude comprobarlo cuando su boca se acercó a mi oído para susurrarme suavemente un:
—Te amo.
Cerré mis ojos fuertemente dejando caer más lágrimas. Lágrimas de felicidad y regocijo al escuchar el tono tan simplemente sincero con el que habló.
No saben lo tonto que me sentí en ese momento. Después de todo había sido yo quien había pensado que Namjoon estaba enfadado conmigo y que no quería estar cerca de mí por lo que había hecho. Ni siquiera habíamos hablado, y parecía que Namjoon era eso exactamente lo que pensaba hacer en ese momento.
Namjoon decidió colocarse frente a mí en ese instante, y no dejó pasar más tiempo. En seguida habló de nuevo, asegurándose que yo le miraba fijamente a los ojos.
—Te amo, Kim Seokjin. ¿Me escuchaste?, Te amo más que a nada en este mundo.
No pude más.
Tomé con mis manos cada extremo de la sábana que habían caído a mi pecho cuando Namjoon las soltó, y con ella envolví el cuerpo de Namjoon en un abrazo.
—Lo sé Namjoon, yo también te amo. Te amo muchísimo como para no poder soportar perderte.
Namjoon envolvió mi cintura con sus brazos y me abrazó un poco más fuerte, dejando que mi cara se acogiera en la curvatura de su cuello.
Entonces respondió:
—Nunca, mi amor, me aseguraré de que no me pierdas nunca, porque yo tampoco soportaría perderte a ti, Seokjin.
Solté un par de lágrimas más en medio de nuestro abrazo, pensando en querer quedarme así con Namjoon para siempre. Sin embargo, comprendí que Namjoon no solamente era eso lo que quería hacer conmigo al separarme lo suficiente de su cuerpo para mirarme a los ojos, limpiar mis lágrimas con sus dedos, y decirme:
—No quiero que estés mal por mí, Seokjin— Hizo una pausa y luego agregó —Es más, ven aquí, tengo que aclararte todo esto en este mismo momento— Dijo, tomando después una de mis manos y llevándome hasta las sillas de la barra que dividía el ambiente de la sala y de la cocina.
Yo simplemente le seguí, y me senté en la silla que él me indicó, colocándome frente a él.
Namjoon se sentó luego frente a mí y se encargó de dejar mis piernas entre las suyas, para luego tomar mis manos entre las de él y acercar su rostro lo suficiente al mío, como para hacer que toda mi atención estuviera puesta nada más que en él.
Para entonces, yo era el único al que las sábanas cubrían, él permanecía con su torso al descubierto, sin darle la mayor importancia a estar soportando un poco el frío frente a mí.
—Quiero decirte que ahora comprendo todo lo que hiciste— Fue lo primero que dijo.
Me estremecí ante sus palabras, pero él inmediatamente agregó:
—A lo de cerrar los ojos, me refiero. Al hacerme escucharte…, Al hacerme mirarte con los ojos de mi alma…, Al hacerme sentir tu desnudez aún con mis ojos cerrados…, Lograste hacerme olvidar absolutamente todo— Dijo, recordando cada detalle de lo que yo había hecho a la perfección.
Yo sentí que debía disculparme.
—Namjoon, lo siento. Lamento lo que hice, sé que estuve mal al esconder de ti que yo…
—Tú no tienes que disculparte de nada, mi amor— Namjoon decidió interrumpir —Soy yo quien debe disculparse por hacerte pensar que estaba enojado contigo.
—¿Acaso no estás enojado?— Pregunté. Debía asegurarme que mis pensamientos sobre eso eran totalmente falsos.
—No, mi amor, no estoy para nada enojado contigo— Aseguró Namjoon, dejando un beso en una de mis manos rápidamente.
—Pero, entonces…
Quise preguntar qué era entonces la reacción que yo había visto en él, pero, no hubo necesidad de hacerlo, ya que él mismo lo aclaró.
—Escucha Jin. Sí que me sorprendió cuando lo dijiste, pero no fue enojo la reacción que viste en mí después. Yo simplemente estaba desconcertado, pero no por lo que habías hecho, sino por pensar cada cosa que había quedado grabada en el video. Y no me refiero a la acción de haber hecho el amor, sino a cada cosa de las que fuimos responsables durante todo ese tiempo… Era sobre eso de lo que iba a hablarte cuando acabamos de hacer el amor, pero luego tú me dijiste lo del video, y en mis pensamientos lo único que pude hacer fue comenzar a analizar la situación. Y después, solamente miré que ibas saliendo de la habitación, y pensé que quizá estabas malinterpretando todo.
Yo aún no lograba comprender. Y Namjoon parecía también comprender eso, pues inmediatamente agregó.
—Jin…, Ha sido la tercera vez que hemos hecho el amor, pero, ha sido la primera vez que nos decimos un "Te amo". Eso es lo que hago, Te amo, mi amor— Recalcó —Pero, además, nos hemos mostrado la confianza que ahora existe entre nosotros en la intimidad, nuestra intimidad— Enfatizó de nuevo —La manera en la que te entregaste a mí y me demostraste lo mucho que me amabas…, Con todo eso nos hemos demostrado lo mucho que significamos el uno para el otro, Seokjin… Para mí, no solo es un video de "Kim Seokjin y Kim Namjoon teniendo sexo" el que quedó grabado en mi cámara. Para mí..., Ha sido un video donde, "Una pareja completamente enamorada se demuestra lo mucho que se ama mientras hacen el amor"— Aseguró.
Podía comprender lo que Namjoon decía. No sabía exactamente cómo lo comprendía, pero sí sabía que había una gran diferencia en los dos enunciados que había mencionado.
Namjoon agregó:
—Esos, éramos tú y yo amándonos, Kim Seokjin. Con cada beso, con cada caricia, y con cada sentimiento que tuve mientras te hacía mío, puedo asegurar que lo único que yo hice fue amarte, Jin. Lo único que ambos hicimos fue amarnos. Y es eso lo que exactamente quiero que comprendas. Desde el momento en que entregaste a mí tu primera vez como yo te entregué a ti la mía, yo estuve seguro en que no iba a ser capaz de tener sexo contigo jamás. Porque cada vez que tú decidas entregarte a mí, y yo decida recibirte, será hacerte el amor lo único que yo haga contigo. Y eso no cambiará, ni siquiera por un video que tengamos que entregar, o por un futuro que dependa de nosotros.
Con todo eso que me dijo sí que le comprendía perfectamente. Y estaba totalmente de acuerdo con él. Nada iba a hacer cambiar nuestra visión de la intimidad.
No obstante, presentía que Namjoon aún no había expresado el punto por el cual había dicho todo eso. Y sé que Namjoon también lo comprendió ya que dejó escapar un leve suspiro antes de agregar:
—Soy yo quien lo siente y lo lamenta, Seokjin— Miraba fijamente a mis ojos asegurándose de que yo también estuviera haciéndolo para poder continuar —Y Lamento decirte que, no estoy dispuesto a compartir con absolutamente nadie, ninguno de nuestros momentos de amor, porque estoy seguro de querer que esos momentos sean solamente nuestros. Y estoy seguro también, de querer que en los únicos lugares que nuestros momentos sean grabados, sea en nuestras mentes y en nuestros corazones.
Me sentía sorprendido por sus palabras, pero, también podía sentirme conmovido por lo que eso significaba.
Lo peor era que yo ni siquiera sabía qué decirle, pero, afortunadamente Namjoon habló antes que yo intentara decir algo.
—Realmente lo lamento, Seokjin…, Porque después de pensar todo esto que te he dicho, sé que No quiero entregar ningún video nuestro. Sé que no voy a entregarlo. Nos han pedido tener sexo y grabarlo en un video, y eso ni tú ni yo podremos cumplirlo, jamás. Y tú también lo sabes.
Por supuesto que lo sabía, y pensándolo en ese instante pude comprender que, cada momento de intimidad que Namjoon y yo tuviéramos, iba a ser una muestra y entrega del amor que ambos sentíamos por el otro. Jamás iba a poder ser solamente sexo.
Sus manos apretaron con más fuerza a las mías antes de continuar.
—Ahora— Hizo una pausa bajando su rostro, pero en seguida volvió a mirarme —Sé que somos una pareja, y sé también que has comprendido cada palabra de lo que yo he dicho. Tú me amas, yo te amo, y porque lo hago es que no voy a entregar ningún video nuestro teniendo intimidad. Y no lo niego, pueda que tengamos malas consecuencias de esto, pero tú y yo, juntos, sé que podremos superarlas. Como alguna vez nos dijimos antes: Juntos hasta el final— Recordó, palabras que una vez llegamos a decirnos cuando nuestra amistad comenzaba a evolucionar hace un par de años.
Sonreí ante el bonito recuerdo que sus palabras me hicieron tener, él me sonrió de igual manera, sin embargo, borró su sonrisa y luego suspiró antes de continuar.
—Así que…— Inició de nuevo —Solo sé que ahora debo preguntarte esto para poder seguir adelante— Tragó un poco y luego preguntó —¿Estás conmigo en esto, o no, Seokjin?
Namjoon tenía razón, siempre la había tenido. Yo le comprendía perfectamente; por eso, comprendía que estaba preguntándome si le apoyaba en no entregar ningún video que nos involucrara a ambos.
Ni siquiera tuve que pensarlo. Solo recordé cada vez que Namjoon y yo habíamos hecho el amor y comprendí las pocas ganas que tenía de compartirlas con nadie, para que entonces Namjoon pudiera escuchar mi respuesta.
—Sí, Namjoon, estoy contigo en esto. Porque sé que pienso de la misma manera que tú. Nuestros momentos solamente serán nuestros. Y las consecuencias, estoy dispuesto a afrontarlas si estoy junto a ti— La mirada de Namjoon era de alivio —Juntos hasta el final, Namjoon— Recordé igual que él.
Namjoon no perdió más tiempo, al terminar de escucharme juntó sus labios a los míos en un beso que pude sentir lo aliviado que estaba.
¿Qué más daba entonces? Yo, como pareja suya, lo único que debía hacer era apoyarle.
Ni siquiera podía pensar en las posibles consecuencias. No, porque lo único que quería era demostrarle a Namjoon que yo estaba con él, y jamás iba dejar de brindarle mi apoyo y mi comprensión.
Me aliviaba muchísimo el finalmente comprender qué era lo que Namjoon había pensado. Pero me aliviaba aún más saber que lo que él había pensado no estaba ni cerca de ser ese enojo que yo pensaba que él sentía hacia mí.
Yo también estaba de acuerdo que jamás iba a tener sexo con Namjoon, yo iba a amarlo cuantas veces me fuera posible. Namjoon y yo nos amábamos y todo lo que estaba por delante tenía que luchar contra nuestro amor.
Y sí que pensaba en la gran diferencia que había entre el video que nos habían pedido hacer, y el video que habíamos hecho. Comprendí que el video que teníamos que hacer nos era imposible a Namjoon y a mí realizarlo, desde el primer momento en que había quedado estipulado, por el simple hecho de que ambos estábamos enamorados del otro incluso desde antes que nos viéramos involucrados en él.
Además, en medio de ese beso yo también pude visualizar cada cosa que Namjoon y yo habíamos hecho durante nuestra última entrega, y estaba cada vez más seguro, de que, nuestros primeros "Te amo", nuestra confianza, nuestros besos, nuestras caricias, y nuestra forma de hacer el amor, no estaba dispuesto a compartirlo con nadie jamás.
A falta de aire nos separamos de los labios del otro.
Después de unos segundos mirándonos, Namjoon fue quien habló primero.
—Admito que fue astuto de tu parte lo de hacer que yo cerrara los ojos— Confesó —Pero ahora…,— Formó una leve sonrisa en sus labios —Creo que es mi turno de actuar.
No sabía qué era lo que Namjoon estaba diciendo, pero, ya me hacía una idea por el simple hecho de que Namjoon llevó sus manos lentamente hasta la sábana que él mismo me había puesto, y entonces, había comenzado a deslizarla desde mis brazos hasta mis hombros, suavemente, para finalmente hacerla caer al piso.