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El Gran Hotel por Andysenpai

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Notas del capitulo:

Hola a todos :)


Agradezco vuestros reviews, la verdad me dan ánimos de seguir adelante con la historia :)


Cabe aclarar que por cuestiones de facilidad, le pondré a los personajes sus nombres originales. Es decir, Misaki seguirá siendo Misaki Takahashi y a pesar que Takano es su hermano, su nombre es Masamune Takano y no Masamune Takahashi. :)


Sin más que decir, os dejo con este capítulo

-¿M-Misaki?-preguntó el ojimiel algo asustado.


En ese momento Masamune se fue acercando donde se encontraba aquel joven. Cuando se iba aproximando, se percató que el menor de orbes esmeraldas estaba portando un traje que a leguas se veía demasiado caro. Le pareció muy extraño que su hermano estuviese vestido de esa manera, ya que venían de una familia humilde. Cuando llegó a la mesa en la que se encontraba el castaño, se dio cuenta que no se trataba de Misaki, ¡solo era un doncel que se parecía demasiado a su hermano perdido!


- ¿Necesita algo joven? - preguntó una voz demasiado ronca. Se trataba de un joven apuesto de ojos color morados y cabello castaño oscuro.


-E-Esto… ¿Quería saber si necesitan algo más? -preguntó Masamune un poco nervioso. Se quedó observando a aquel joven que confundió con su pequeño Misaki, era un doncel demasiado apuesto, irradiaba cierta elegancia en su porte y en los gestos que hacía.


-No seas muy duro con él, Kyo- comentó el ojiverde.- Supongo que eres nuevo- sonrió el menor.- Tráeme por favor un vaso de agua- añadió de forma amable aquel doncel.


-Como ordene, señor- dijo Masamune sintiendo su corazón palpitar. De inmediato se fue a la cocina y respiró hondo. No podía cometer errores o eso le costaría su puesto de trabajo en el hotel, y era lo que menos quería hasta conocer qué había pasado con Misaki. En la cocina vio a lo lejos a Nowaki y le habló.


-Nowaki, ¿quién es ese joven castaño que está en la mesa de allá? - preguntó Masamune, señalando la mesa en la que estaba sentado el ojiverde y su acompañante.


-Ese es el joven Ritsu, es un doncel y es hijo de la señora Aikawa-comentó Nowaki de una forma algo seria. –Acabó de llegar de su viaje a Tokyo, llevaba un mes allá-añadió el ojiazul.


-Es bastante guapo-comentó el azabache sin medir las palabras que había dicho.


-Lo siento Masamune, pero el joven Ritsu está comprometido con el joven que le acompaña-señaló Nowaki al hombre de ojos morados. –Se trata del director del hotel, Ijuuin Kyo-añadió el ojiazul.


Sin esperar más, Masamune llevó la bandeja con el vaso de agua a la mesa del joven doncel. Al llegar a la mesa se quedó contemplando al ojiverde. Tenía unos ojos demasiado lindos, definitivamente era una lástima que el joven fuera de una clase tan alta, porque en otra ocasión, el azabache se hubiese lanzado a robarle un beso.


-Ujum- dijo Ijuuin, haciendo que el ojimiel saliera de su trance y dejara el vaso en frente del doncel.


-Aquí tiene su agua, joven-comentó Masamune mientras hacía una pequeña reverencia.


-Gracias- sonrió el ojiverde. El ojimiel sintió su corazón palpitar. No sabía qué le pasaba, no era común de él que, por un pequeño gesto, se pusiera tan nervioso.


De forma súbita, siguió atendiendo a todos los comensales. Cuando los invitados habían terminado su comida, el azabache, junto a Nowaki y uno que otro empleado, recogieron los trastes y los llevaron a la cocina. Allí, se dio cuenta que estaba todo el servicio reunido. Se hizo al lado de Nowaki y vio a la gobernanta y al metre del hotel entrar a la cocina.


-Quería felicitaros por el trabajo que habéis hecho el día de hoy- dijo el ojiazul. –Fue muy impecable y los huéspedes estuvieron satisfechos con el servicio prestado- añadió de una forma amable.


-Como sabéis, el joven Ritsu acabó de volver al hotel-comentó la gobernanta- espero que vosotros podéis atenderle de la mejor forma, recordad que él ha ido demasiado amable con vosotros-añadió la señora.


En ese instante se escuchó el sonido de la puerta de la cocina abrirse. Era el castaño que con una sonrisa saludó a todos los empleados.


-No creo que sea necesario, Sakura, sé que lo harán sin que se los digas-añadió el ojiverde.


-¡Qué bueno es tenerle de nuevo, joven Ritsu!- exclamó Nowaki con una sonrisa. El ojiazul y el ojiverde se llevaban demasiado bien, los dos habían crecido juntos, claro, Nowaki como camarero, pero eso no evitó que el joven doncel le acompañara y jugase con él.


-Lo mismo digo Nowaki- dijo el menor mientras le daba un abrazo. El peliazul se sorprendió un poco, pero le correspondió luego.-Tú debes ser el chico nuevo-volteó Ritsu hacia Masamune.- Un gusto soy Onodera Ritsu, bienvenido al Gran Hotel- comentó efusivo el menor mientras le daba la mano al mayor.


-El gusto es mío- el ojimiel besó de forma superficial la mano del menor- Soy Takano Masamune, a su servicio- añadió el azabache de forma coqueta.


-Ejem- interrumpió Nowaki, haciendo que Masamune soltara la mano del menor con un pequeño sonrojo en sus mejillas.


-Me agradas-rio el ojiverde- Takafumi, Sakura, me voy a mi habitación, me encuentro algo cansado. Buen trabajo a todos vosotros el día de hoy. Buenas noches-se despidió Ritsu con una sonrisa en sus labios, mientras salía de la cocina.


-¿Pero, qué te pasa Masamune?- le susurró Nowaki algo furioso.- ¿A qué estás jugando?-le preguntó algo serio.


-No estoy jugando a nada Nowaki, solo fui cortes con ese doncel- mintió Masamune. El azabache sabía en el fondo, que le parecía muy atractivo aquel doncel de orbes esmeraldas.


-Solo te advierto Masamune, si no quieres tener problemas con el señor Ijuuin, te pido que no te tomes tantas confianzas con el joven Ritsu- dijo el ojiazul, recibiendo un sí por parte del ojimiel.


Al cabo de media hora, todo el personal regresó a sus habitaciones. Nowaki y Masamune, después de fumar unos cigarrillos se fueron a su habitación. Ambos se encontraban demasiado cansados, ya que el hotel estaba totalmente lleno, lo que significaba que tenían que trabajar más de lo habitual.


-Nowaki, cuéntame más acerca mi hermano-comentó Masamune un poco nostálgico- dime cómo fue el robo al huésped- añadió.


-Según lo que escuché, fue que Misaki le robó unas esmeraldas al señor Usami Akihiko, y este le vio y le comentó a la señora Aikawa-mencionó Nowaki.


~FLASHBACK~


Se encontraba un joven ojiverde en su habitación escribiéndole una carta a su madre. En ese momento se abrió de forma súbita la puerta de su habitación. Se trataba de Sakura, la gobernanta del hotel. Como era habitual tenía su porte elegante y tenía una cara de pocos amigos, Misaki pensó que le iba a regañar por el hecho que no estaba trabajando.


-Misaki, la señora Aikawa quiere que le lleves una taza de té a su habitación-comentó Sakura con voz autoritaria.


-Ya voy, señora Sakura-comentó Misaki.


-Es para YA, Misaki-dijo la gobernanta saliendo de la habitación.


El ojiverde dejó el papel y el bolígrafo que estaba usando para escribir la carta sobre su cama y se dirigió hacia la cocina. Allí tomó una bandeja y puso sobre ella la taza con la infusión y azúcar. Con extremo cuidado se dirigió hacia la habitación de la señora Aikawa, esta se encontraba en el tercer piso al fondo. Al llegar allí tocó la puerta.


-Pase- ordenó la voz que se encontraba adentro. En ese momento Misaki abrió la puerta de la habitación y dejó la bandeja sobre una pequeña mesa que estaba en la habitación.


-Aquí le dejo su té señora- se reverenció Misaki.-Si no necesita nada más- comentó el menor.


-Espera un momento Misaki-dijo Aikawa con una voz aparentemente tranquila. - ¿Hace cuánto llevas trabajando en el hotel? -preguntó la pelirroja


-Hace aproximadamente un año señora- comentó Misaki. En ese momento Aikawa se quedó mirando al jardín a través de la ventana de su habitación.


-¿Y sí has recibido buen trato?-preguntó la señora


-Claro que sí-dijo Misaki pero fue interrumpido por la mayor.


-Mira Misaki, las cosas que más odio en mi vida son los errores y que me mientan y tú me estás mintiendo-se volteó Aikawa y quedó mirando a Misaki con un semblante intimidante.


-N-No sé a lo que se refiere, señora- dijo Misaki algo nervioso.


-¡Sé que tienes algo que me pertenece y lo necesito de vuelta!- gritó la señora


~FIN DEL FLASHBACK~


-Misaki es incapaz de hacer algo así-comentó el ojimiel levantando una ceja.


-No lo sé Masamune, solo te dijo lo que le escuché decir a Shinobu-dijo el peliazul


-¿Shinobu?- preguntó algo confundido el azabache.


-Sí, él era el compañero de cuarto de Misaki, tal vez él sepa algo más. Respondió Nowaki con amabilidad.


En ese momento los dos jóvenes se fueron a dormir. Masamune no pudo conciliar el sueño. Un montón de preguntas estaban en su cabeza. ¿Por qué Misaki tendría la necesidad de robar unas esmeraldas? ¿Por qué desapareció así de la nada sin haber dicho que le habían despedido? Lo único que tenía claro el Azabache era que le estaban ocultando algo y no se iba a quedar quieto.


CONTINUARÁ….

Notas finales:

Gracias por haber leído!


Os mando muchos besos <3


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