Matthew Miller, estudiante de su primer año en universidad y un maldito loco que sufre por no tener dinero ¡ésta es la peor etapa de nuestras vidas! Pues no hay dinero ni para el agua. Sinceramente en algún momento pensé que dormiria en la calle, sin embargo aquí es donde les voy a presentar a mi mejor amigo: Alan Estrada, un rubiecito que viene de Canadá de intercambio a estudiar aquí en Gran Bretaña.
Y claro como hemos de esperar, también un muerto de hambre que entre tantas personas que pudo haber conocido se topo conmigo para compartir departamento y con ello nuestros gastos. Pero miren que vivir con él no es para nada malo, después de todo siempre le puedo ir molestando y su paciencia parace durar siempre.
Al inicio tenía bromas de lo más sencillas, que escondiendo cosas o rompiendo una que otra cosa sólo por maldad pero justo ahora me he estado esforzando en una broma muy buena y elaborada: decirle que me gusta por teléfono. Para ello he dejado de hablarle por casi una semana completa ¿saben? Evadiendo sus mensajes y en cuanto él llega a casa me voy yo, que tenga una duda de qué es lo que está pasando.
Hace una hora se fue a almorzar con uno de nuestros amigos y con ello inicia el plan dando el primer ataque:
-Hey, tenemos que hablar.
-Hasta que contestas mis mensajes, ¿qué es lo que ha pasado? Ya no eres el mismo hace tiempo, me preocupas:(
No sé cuál es su maña de él de enviar caritas en todos sus mensajes así que se los digo de antemano, éste chico es más emoji que palabra a veces.
-Es que te he estado ocultando algo que ya no puedo negar.
-Pues dime (? Sabes que tienes mi confianza:)
_Es que es algo demasiado personal ¿Estás solo?
Justo me estaba riendo en mi habitación, en la cama patalenado de pensar qué es lo que estaba pensando ahora mismo esos ojos verdes. Y lo mejor es que contestaba en segundos, se le notaba la curiosidad.
-Lo estoy, solo dime <3
-Es que me gustas ya hace tiempo.
-¿Qué? ¿Hablas enserio? Dime que no es una broma
-No lo es Estrada.
Después de haberle negado mi rotunda broma mi celular casi sale volando después de que comenzara a vibrar, era Alan quien estaba marcando ... ¡Maldición! Ya no podía seguir con esto.
-Dímelo, hablemos en persona. Voy para allá.
-No te voy a contestar maldito loco.
Fue cuestión de minutos para que él ya estuviera con él sonido de las llaves intentando entrar por nuestra entrada principal. Y yo ahí parado enfrente con la cámara en mano ¡vamos quería acabar con esto antes de que se.me fuera de las manos! Una vez logró abrir la puerta y nuestras miradas cruzaron lo supe: fue mi peor broma.
-¡caíste! Niño bobo, que te crees todo.
-Con eso no se juega estúpido... Me haces venir para nada.
-Sólo fue una broma más ¿Quieres?
-Si claro.
Se le notaba... Distante, espero no haberla cagado.