A veces las cosas sencillas pueden traer grandes cosas. Como por ejemplo, preguntar el nombre de aquella persona que tanto mirabas, podría traer el inicio de algo.
Pero en realidad las cosas habían empezado desde la primera vez que él chico de cabello negro entró al bar, con la recurrencia que lo convirtió en un cliente conocido y con aquellas miradas que desataron sensaciones tanto en él cómo en él pálido de cabello largo.
— ¿Cómo te llamas ?— Aquella pregunta salió de entre los labios de ambos, haciendo que rieran bajito por la vergüenza y felicidad al darse cuenta que ambos estaban “interesados” en entablar una conversación.
—Tu primero—el moreno le ofreció la palabra al bar tender amablemente.
—Nam-Nam Taehyun, gusto en conocerte —algo nervioso estiró su mano hacia quien estaba de frente a él.
Aquel chico tomo su mano gustoso y con una sonrisa pronunció —Song Mino, encantado.
Ambos se sintieron algo tontos por aquella formal y torpe presentación, pero conformes con la idea de saber el nombre del otro.
—Yo debo irme—Algo inoportuno pero cierto, Song Mino debía llegar pronto a su casa y dormir para levantarse temprano al otro día.
— ¡Ah! Sí, claro —rasco su nuca y se quedó sin palabras, ambos se miraron e hicieron un leve gesto con la mano despidiéndose pero, ninguno se movió de donde estaba ni dejó de fijar la vista en él otro, Taehyun carraspeo un poco y dijo —No debías irte.
No es como si él quisiera que se fuera, la verdad es que le hubiera gustado que Mino pidiera otro trago y se sentará a conversar, pero él silencio que hubo entre ellos y esa incómoda “despedida” le había puesto nervioso.
Mino se retiró del lugar con el corazón a mil y Nam Taehyun se le quedó mirando hasta que este ya se encontraba completamente fuera del lugar. Ambos quedaron ansiosos después de la despedida.
La noche siguiente había llegado y como costumbre el chico rubio estaba detrás de la barra, sin ansias ni anticipo de nada ya que era sábado, el no vendría. Distraído limpiando unas copas su mente se perdía en los recuerdos de la noche anterior, a pesar de que no fue una gran interacción, el chiquillo estaba feliz de saber el nombre de aquel que tantas noches lo puso nervioso.
— ¿Podrías darme una copa de vino tinto?
Al escuchar aquella voz se dio vuelta de inmediato solo para encontrarse con el moreno, quien lucía cansado y vestía un traje. Hábilmente tomó una copa para llenarla y dejarla frente a su cliente.
—Este lo recomiendo, es realmente exquisito—se recargo un poco en la superficie de la barra y sonrió levemente —espero sea de tu gusto.
— ¿Es un vino caro? Qué tal si no puedo pagarlo—dijo juguetón sonriendo de manera amplia.
—Podemos llegar a un acuerdo—retiró unos mechones de su cabello rubio que lo estaban molestando y lo puso tras su oreja, ambos se miraron y sonrojaron al notar que habían caído en una clase de coqueteo.
—No hay muchos clientes hoy —Mino miro alrededor del local tratando de ocultar lo avergonzado que se sentía.
—Has venido algo temprano, estoy seguro que más tarde tendré mucho trabajo—rio y suspiró por la larga noche que tendría.
Ambos quedaron en silencio, un cliente en la otra esquina de la barra demasiado hundido en su mundo, y Mino eran los únicos que se encontraban sentados allí ya que el resto de las personas estaban en grupos de amigos en las mesas disfrutando de su tiempo con una buena bebida.
<<Es mi oportunidad de tener una conversación con él >>.Fue lo que ambos pensaron emocionados, era un momento perfecto dada la baja cantidad de clientela.
—Te ves bien en traje…No pensé verte el día de hoy —Dijo Taehyun para iniciar una conversación, pero luego de ver la cara Mino se arrepintió de sus palabras.
Song Mino se encontraba algo perplejo ante las palabras del lindo hombre rubio, <<Él se fijó en mí >>, estaba de alguna forma sorprendido, Taehyun lo noto a él y su rutina, tal vez también era así con otros clientes pero Mino quería pensar que él era especial y por ello no pudo evitar ensanchar una sonrisa, estaba contento.
—Gracias por el cumplido—bebió un poco de vino —Hoy vine porque estaba agotado, tuve un día realmente difícil, me sentí un poco estresado, corrí por aquí y por allá haciendo algunas preparaciones —Suspiro cansado —Así que pensé que sería bueno venir a beber una buena copa de vino—Observó la copa y su contenido para luego desviar su atención al chico frente a él, quien lo miraba con atención, Mino decidió arriesgarse un poco—Además…Quería verte.
El sonrojo en las mejillas del pálido rubio fue inmediato, era notoria la coloración en sus mejillas, se sintió acalorado y su corazón latía rápidamente mientras su cuerpo se estremeció ante el nerviosismo, la vergüenza y la emoción.
—Yo también quería verte —llevo su mano hacia sus labios silenciándose, tímido y continuó —Quiero conocerte, más allá de ser solo un cliente.
Si fuera posible querían que la noche fuera eterna y sola de ellos dos, pero aquello era imposible ya que clientes atravesaban la puerta haciendo que Taehyun desviara su atención de su cliente favorito.
Pasaron el tiempo entre miradas e intentos de conversación frustradas por la inmensa clientela. Mino no podía permanecer más tiempo en aquel lugar por lo que pidió la cuenta para tener al chico de frente, espero mientras el rubio traía su cambio y al recibirlo tomó la mano de Taehyun.
—Fue un gusto—Con una media sonrisa se despidió, mientras deposita un trozo de papel en la mano del contrario—Hasta pronto.
Tomando sus cosas se retiró, de inmediato, Nam desdobló aquel pedazo de papel y no pudo evitar emocionarse al ver su contenido, era su contacto de Kakao.
Cuando él trabaja ya había terminado ya que Song Mino le entregó su contacto, lo primero que hizo Taehyun fue enviarle un mensaje al cliente frecuente de viernes, con un simple “Hola” y al notar que tal vez era demasiado “Frío” ocupó un emoticón sonriente, contrario al rostro del rubio quien mordía sus labios en anticipación a lo que podría responderle y cuando sus ojos ya se estaban cerrando por el cansancio, decidió no desanimarse por no obtener una respuesta.
<<Simplemente debe estar durmiendo>>.Fue lo que cruzó por su cabeza, era bastante tarde cuando Taehyun al fin había llegado a casa, no debía desanimarse por no obtener una respuesta inmediata ya que fueron sus ansias que lo impulsaron a ser tan impertinente y no pensar en él sueño ajeno.
La mañana siguiente para el moreno tuvo un especial buen inicio, al tomar su celular y desbloquear la pantalla con lo primero que se encontró fue con un nuevo mensaje, no pudo evitar sonreír automáticamente e inmediatamente responder.
“Hola, Nam Taehyun, ¿Verdad?”. Nervioso escribió y dudo por un momento en enviarlo pero solo fueron segundos de duda, ya que su dedo se movió rápidamente al ítem de “enviar”. Ansiedad fue lo que sintió mientras miraba la pantalla de su celular en espera que mostrará que él rubio había leído aquel mensaje.
Pero la respuesta no llego ni a los minutos ni a la hora, algo desganado él moreno decidió ser más paciente y menos ansioso por una respuesta, pero cuando menos lo espero llego la notificación de mensaje.
“Sí. Soy yo… ¿Cómo estás?” .Rápidamente contestó emocionado.
“Yo estoy bien, me imagino que debes estar cansado por tu trabajo de noche”. Mino pensó que tal vez Taehyun se levantaría más tarde al trabajar por la noche.
Taehyun ciertamente estaba cansado, bostezando constantemente mientras miraba la pantalla del celular, pero, no sólo no durmió bien por lo tarde que terminó llegando a su casa si no por lo ansioso que se sintió al mandar el mensaje. Ambos sujetaban su celular mientras estaban sentados en sus camas, mirando la pantalla con una sonrisa y tecleando mensajes para él otro de forma entusiasta, respuestas iban y venían con gran rapidez.
Primero se saludaron como cualquier otra persona lo haría, preguntaron sobre cómo se sentían ese día y a medida la cantidad de mensaje incremento junto con las horas que pasaban fueron descubriendo cosas del otro.
Nam Taehyun descubrió que aquel de piel algo bronceada era un artista: Fotos, dibujo, cuadros e incluso figuras de arcilla eran su sustento y su pasión, no solo eso; Si no que al parecer tenía éxito en aquel mundo del arte. Solía trabajar en su taller en casa y se mantiene ocupado en reuniones organizando exposiciones y haciendo charlas a estudiantes de arte.
Él de piel pálida siempre pensó que aquellos que se dedicaban al arte eran algo despreocupados pero al saber lo ocupado que se mantenía él moreno cambió de opinión, también este le contó que va al bar básicamente a tratar de pasar el rato y dejar un poco del estrés que tenía cada semana. Taehyun quería saber más sobre la vida de aquel que hace un muy corto tiempo atrás solo era un cliente.
Quería saber desde la cosa más importante hasta lo más insignificante: ¿Qué es lo que lo hace feliz? ¿Comida favorita? ¿Qué clase de música le gustaba? ¿Qué tipo de personas le gustan y cuáles le desagradan?
Y los pensamientos de Mino, no eran diferentes. Él sabía básicamente cuál era el trabajo del rubio pero quería saber mucho más. Ambos encontraron un gusto común en los gatos, ya que ambos tenían una mimosa bola de pelos de mascota, el pasatiempo de escribir y él rubio le reveló que gustaba de tomar fotografías, preguntas comunes como qué clase de comida gustaba y disgustaba, lugares favoritos fue tema de conversación.
Y ya que había sido Mino quien tomó la iniciativa de contactarse, Nam decidió dar otro paso.
“¿Podríamos juntarnos un día de estos ?...No como un empleado y un cliente”
A penas unos segundos y la respuesta ya había llegado.
“Me encantaría”. Una respuesta corta, pero suficiente para emocionar a ambos muchachos.
La verdad es que ambos chicos querían verse ya, no querían esperar uno o dos días para encontrarse, menos casi una semana para él deseado Viernes pero era imposible dado que ambos tenían obligaciones aquel día y es por ello que ninguno se atrevió a consultar sobre encontrarse ese mismo día. Desafortunadamente para ambos el intercambio de mensajes debía terminar por que él moreno debía atender algunas cosas urgentes.
Los dos hombres dejaron sus celulares a un lado para realizar las tareas que tenían aquel día y mientras las horas pasaban miraban la pantalla de su teléfono celular con la tentación de enviar un nuevo mensaje, ellos querían seguir conversando con aquel que cada viernes le robaba miradas y causaba que los latidos de su corazón tomaran un ritmo apresurado.
La semana paso rápido especialmente para Taehyun que esperaba el viernes ansioso, mientras limpiaba la barra y luego miraba el reloj en su muñeca. Sonriente, respondiendo a los clientes de forma amable y sirviendo lo que se le pedía, él rubio cuando se encontraba desocupado observaba las manecillas de su reloj avanzando, luego su mirada iba hacia la puerta.
Ninguna señal de Mino, por más que las horas pasaban, los clientes entraban y salían del Bar, pero ninguno de ellos era a quien Nam Taehyun deseaba en aquel lugar. Mirando la esquina donde suele sentarse su cliente favorito, se recargo sobre la barra y no pudo evitar suspirar por su ausencia y de alguna manera tener una sensación de vacío.
—No vendrás hoy—Susurro bajito sin despegar la vista de la puerta.
De forma aburrida termino su turno, de alguna manera más cansado que de costumbre llegó a su casa, se tiró a su cama, tomo el celular y miro su chat pero nada, ningún mensaje.
“¿Por qué no fuiste hoy?...”. —Tecleo rápido e igual de rápido lo borro arrepintiéndose de enviar aquel texto.
— ¿Que estoy haciendo?—Se dijo a sí mismo, dejando a un lado el aparato para no cometer una estupidez—Sería raro si le envió algo como eso, no es como que fuera una clase de promesa vernos —mordió su labio inferior y suspiró pesadamente, sintiéndose absurdo por aquella sensación en su pecho.
Acurrucándose en la cama y cerrando los ojos <<Hoy Te extrañe >>. Fue lo último que pasó por su mente, antes de entregarse al cansancio y dormirse