Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una Madre Para Damian por dannymay

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Hace muchos años un niño visitó a un gran hechicero, pues contaban que aquel ser con grandes poderes era capaz de cambiar el corazón de cualquier ser. Un alma corrompida por la oscuridad se volvería un ser sin malicia ni maldad, su poder era tan grande que fue conocido por todos los reinos, aunque el hechicero sólo aceptó quedarse ante una petición que resultaba prohibida para cualquier usuario de magia. - no puedo - respondió cuando aquel pequeño príncipe de ojos azules llegó a su morada con un deseo al borde de las lágrimas. -¿porqué? - el niño preguntó ante la negativa, intentando parar las lágrimas que habían aflorado ante su más íntimo deseo. - No se puede revivir a un muerto - le dijo con pesar, bajó a la altura del niño y lo tomó del hombro - no existe ningún hechizo para devolverlos a como eran antes, si lo hiciera... serían muertos en vida, sin ningún tipo de emoción o recuerdo.- El menor agachó su cabeza, estaba triste y sentía como su única esperanza desaparecía. Hizo un largo viaje para nada, para saber que jamás podría volver a ver a sus padres. - Príncipe de la Oscuridad, si me permite - llamó nuevamente la atención del niño que levantaba su rostro con el rastro de lágrimas y unos ojos desolados - me quedaré a su lado, seré su consejero si se encuentra con alguna dificultad, su amigo en cualquier momento que requiera ser escuchado y su escudo cuando necesite.-  ~☆~

Cuando Alfred veía correr por todo el jardín al menor de los chicos junto al gran perro, una mezcla de pastor alemán y gran danés, de la familia. En ocasiones se preguntaba cómo el amo Bruce dejaba pasar el tiempo y perdía, a su punto de vista, momentos valiosos con sus hijos.

 

El dia que le dieron los resultados Richard y a Jayson, él estuvo con ellos cuando abrieron la carta con sus resultados, vio como Richard bajaba la mirada un poco decepcionado con ser un beta de rango alto pues, en palabras del menor, era como si “la vida pensara que no era suficiente para ser un alfa”; también vio a Jayson derrumbarse al saber que era un omega, pues recordaba todo lo que vivían los omegas que llegó a conocer en las calles e incluso a su propia madre la vio sufrir por ser una omega.

 

El mayor tuvo que encontrar las palabras para subirle el animo a Richard, encontrando un modo de mostrarle que ser un beta de rango alto tenía más puntos positivos que ser un alfa, logró hacerle ver como su segunda naturaleza sería menos agresiva que un alfa y no dejaría de tener esa fuerza para oponerse.

 

Con Jayson fue más difícil, le costó que este le abriera la puerta y cuando logró se vio hablando con Jason sobre sus propios temores. Logró que este bajara un poco sus barreras al decirle que el se encargaría de darle la noticia a Bruce. Fue un tanto duró para el mayor el decirle a su niño, al cual seguiría llamando de ese modo sin importar su edad, que tendría que hablar con Jayson sobre su casta secundaria sin su ayuda.

 

Alfred sentía al amo Bruce tan suyo desde hace años, recordaba cada parte de la infancia del Wayne que le costaba en ocasiones creer lo mucho que había crecido y en otras ocasiones recordaba lo mucho que sufrió al perder a sus padres y aquel par de zafiros llenos de agua preguntando si él se quedaría a su lado.

 

Salió de sus recuerdos para continuar con sus labores y pensar de qué forma podría ayudar al joven Damian a convivir más con su padre.

 

~☆~

 

Sólo necesitaba estirarse más y lograría alcanzar su objetivo. John y Colón veían a su amigo estirarse sobre aquella rama intentando alcanzar una gran manzana roja, intentaron decirle que era  mala idea y que se metería en problemas… más tardaron en decirle que el Wayne en subir al árbol.

 

Para Damian esa manzana podría ser un buen regalo, le diría su travesía y el profesor Jordan le daría unas caricias en su cabeza mientras le sonreía. Sonaba perfecto, más si tenía a Rayner entreteniendo a su “querido hermano” que desde hace días lo seguía para todos lados.

 

-Damian… - el de pelo negruzco intentaba llamar la atención del otro con un tono suave que llegaba a compararse con una súplica - por favor, baja.-

 

- ya...casi - aunque se agarraba con una mano para no caer, aún estaba un tanto lejos de lograr agarrar la manzana, sabía que con un simple roce no lograría tirarla.

 

Dio unos pasos para intentar estar más cerca de su objetivo, su mano izquierda perdía poco a poco la fuerza con la que se sostenía de la rama. Le faltaba posiblemente le faltaba unos 3 centímetros para agarrar la manzana, mientras que una de sus manos se acercaba más a la manzana la otra lentamente se separaba de la rama.

 

Abajo un par de ojos veían con nerviosismo los movimientos del Wayne, el pelirrojo al ver como Damian lograba tomar la manzana y perder el equilibrio solo pudo taparse la boca para ahogar el grito de terror al ver a su amigo caer, cosa que el pelinegro no logró ocultar y causando de este modo captar la atención del par que se acercaba.

 

Ambos niños corrieron para ver cómo se encontraba el de ojos verdes, pasaron por los arbustos que rodeaban el árbol, vieron que Damian se contraba sentado y con su mano derecha siendo sobada con la izquierda.

 

-tt…- chasqueo la lengua al sentir un dolor recorrer su brazo.

 

-¿Estas bien? - John se dejó caer al lado de otro, mientras revisaba si no tenia alguna herida visible.

 

-eso creo - siguio viendo con atención su muñeca, tal vez la tenia inflamada y solo necesitaria un momento para que dejara de doler.

 

-¿que demonios paso? - aquella voz sonaba agresiva, aunque  los ojos del omega se veían preocupados. Damian vio a Jason parado a unos pasos de él, mirando

 

-nada - respondió ocultando dentro de su suéter la manzana y  logró ver a Kyle atrás de Jason. Los demás al ver la mirada que lanzaban los Wayne decidieron no decir nada, la incomodidad que sentían al ver que solamente se dirigían miradas. Fue hasta que otro par de zafiro se sumaron al grupo que la tensión se disolvió.

 

-Jay~jay - el nuevo integrante casi tacle aldea mechón blanco, quien rodeó con sus brazos el cuello del otro.

 

-¡¿QUÉ TE PASA?! - las mejillas de Jason se tornaron en un leve carmesi, mientras dirigía su molestia al recién llegado.

Damian al ver que ya no era el centro de atención de los mayores, y que a su manzana no le paso nada, hizo un ademán hacia Kent y Wilkes para salir de ahí.  Ambos niños le tendían una mano para que pudieses pararse, se negó a aceptar alguna e intento pararse por su cuenta, volvió al césped ni bien pudo dar un paso.

 

El golpe logró llamar la atención, aunque sólo el mayor de ojos azules fue quien decidió ir a hacia lo que parecía el área afectada.

 

-¿qué hacías para lastimarse el tobillo?- preguntó mientras subía un poco el pantalón del niño para, posteriormente, quitar el zapato junto a la calceta y descubrir un morado e pinchado tobillo.

 

-nada - respondió, al parecer el dolor que sentó a en su muñeca cubrió el dolor que tendría que sentir en su tobillo.

 

- Si no dices que te paso en este momento, lo dirás en la enfermería -  suspiró para darse la vuelta y quedar lo suficientemente abajo para cargar al otro -

 

- no me subiré a tu espalda Grayson - soltó con un tono molesto, mientras sus mejillas se coloreaban.

 

-subes a la espalda de Dick o a la mía - Jason empleó un tono tan serio que no daba lugar a réplicas.

 

~☆~

 

-entiendo… enseguida iré a recogerlo - Alfred colgó el teléfono después de dar por finalizada la llamada.

 

Cambio su uniforme por ropa más informal y se dirigió a la cochera para sacar un auto e ir por el menor de sus chicos. Aunque el motivo de la llamada le preocupaba, también tenía curiosidad de saber quien era el motivo de que el menor de la casa le pidiera hacer galletas el domingo para llevar algunas en una bolsa de selofan con un listón verde.

 

~☆~

 

Cuando el gran hechicero decidió que era momento de hablar con el nuevo integrante del castillo, no espero verlo mirando el ocaso por su ventana con sus pequeñas alas caídas.

 

-hechicero… tengo unas dudas - hablo el pequeño demonio apenas el hombre mayor entró a su aposento.

 

- Adelante jovencito - avanzó un poco y miro la inquieta cola de aquel ser que le daba la espalda.

 

- se que su modo de mostrar afecto es diferente a la que conozco - el menor realizó una pausa antes de continuar - dime, el modo en el que me trata mi padre ¿por qué es tan diferente?

 

-lamento no entender del todo - camino hasta quedar a la par y viendo también al ocaso.

 

-¿por qué suena diferente cuando me habla a cuando lo hace con los otros? - dejo de ver el ocaso para mirar al gran hechicero - ¿por qué me duele el pecho cuando se comporta diferente conmigo? -

 

El hechicero vio en el pequeño demonio los mismos ojos de hace varios años. Miro al cielo una vez más antes de volver a ver al menor.

 

- el rey aún no se da cuenta - llevo su mano a la cabeza del demonio - pero estoy seguro que el lo verá con el afecto que los humanos tenemos. -

 

-mmm… - medio antes de lanzar su última pregunta - ¿podría hacer que suceda pronto?... ¿podría hacer que me quiera?

 

El hombre escuchó el temblor en la voz del niño, por que a pesar de ser mitad demonio no dejaba de ser sólo un infante, lo atrajo hacia el y lo cubrió con sus brazos. El de alas sólo se aferró a la túnica del hombre.

 

- no puedo hacer eso - le dijo mientras acariciaba la espalda del niño, el cual temblaba entre sus brazos - pero… lo que si puedo hacer es ayudarte cuando lo necesites y ser tu guía para que puedas lograr lo que deseé tu corazón.




~☆~EXTRA~☆~

 

Jason veía a su reciente hermano menor con una mirada tan altiva y una postura que denotaba soberbia a su punto de vista.

 

-¿Qué? - aún le sorprendía la petición del niño con ojos verdosos, pues desde que llegó sólo hablaba con Alfred,  en ocasiones le escuchaba oraciones cortas dirigidas a Bruce y a los demás les dedicaba a lo mucho 2 palabras.

 

-Quiero que me enseñes a pelear - repitió sin bajar la mirada - ¿podrías enseñarme?... Todd.-

 

- lo haré - vio como las esmeraldas se iluminaban ante su afirmativa - sólo si me llamas por mi nombre.-

 

Y con esas últimas palabras vio como la sonrisa ligera del menor se cambiaba a una mueca de confusión a una de descontento y finalmente a una de resignación.

Hace muchos años un niño visitó a un gran hechicero, pues contaban que aquel ser con grandes poderes era capaz de cambiar el corazón de cualquier ser. Un alma corrompida por la oscuridad se volvería un ser sin malicia ni maldad, su poder era tan grande que fue conocido por todos los reinos, aunque el hechicero sólo aceptó quedarse ante una petición que resultaba prohibida para cualquier usuario de magia. - no puedo - respondió cuando aquel pequeño príncipe de ojos azules llegó a su morada con un deseo al borde de las lágrimas. -¿porqué? - el niño preguntó ante la negativa, intentando parar las lágrimas que habían aflorado ante su más íntimo deseo. - No se puede revivir a un muerto - le dijo con pesar, bajó a la altura del niño y lo tomó del hombro - no existe ningún hechizo para devolverlos a como eran antes, si lo hiciera... serían muertos en vida, sin ningún tipo de emoción o recuerdo.- El menor agachó su cabeza, estaba triste y sentía como su única esperanza desaparecía. Hizo un largo viaje para nada, para saber que jamás podría volver a ver a sus padres. - Príncipe de la Oscuridad, si me permite - llamó nuevamente la atención del niño que levantaba su rostro con el rastro de lágrimas y unos ojos desolados - me quedaré a su lado, seré su consejero si se encuentra con alguna dificultad, su amigo en cualquier momento que requiera ser escuchado y su escudo cuando necesite.-  ~☆~

Cuando Alfred veía correr por todo el jardín al menor de los chicos junto al gran perro, una mezcla de pastor alemán y gran danés, de la familia. En ocasiones se preguntaba cómo el amo Bruce dejaba pasar el tiempo y perdía, a su punto de vista, momentos valiosos con sus hijos.

 

El dia que le dieron los resultados Richard y a Jayson, él estuvo con ellos cuando abrieron la carta con sus resultados, vio como Richard bajaba la mirada un poco decepcionado con ser un beta de rango alto pues, en palabras del menor, era como si “la vida pensara que no era suficiente para ser un alfa”; también vio a Jayson derrumbarse al saber que era un omega, pues recordaba todo lo que vivían los omegas que llegó a conocer en las calles e incluso a su propia madre la vio sufrir por ser una omega.

 

El mayor tuvo que encontrar las palabras para subirle el animo a Richard, encontrando un modo de mostrarle que ser un beta de rango alto tenía más puntos positivos que ser un alfa, logró hacerle ver como su segunda naturaleza sería menos agresiva que un alfa y no dejaría de tener esa fuerza para oponerse.

 

Con Jayson fue más difícil, le costó que este le abriera la puerta y cuando logró se vio hablando con Jason sobre sus propios temores. Logró que este bajara un poco sus barreras al decirle que el se encargaría de darle la noticia a Bruce. Fue un tanto duró para el mayor el decirle a su niño, al cual seguiría llamando de ese modo sin importar su edad, que tendría que hablar con Jayson sobre su casta secundaria sin su ayuda.

 

Alfred sentía al amo Bruce tan suyo desde hace años, recordaba cada parte de la infancia del Wayne que le costaba en ocasiones creer lo mucho que había crecido y en otras ocasiones recordaba lo mucho que sufrió al perder a sus padres y aquel par de zafiros llenos de agua preguntando si él se quedaría a su lado.

 

Salió de sus recuerdos para continuar con sus labores y pensar de qué forma podría ayudar al joven Damian a convivir más con su padre.

 

~☆~

 

Sólo necesitaba estirarse más y lograría alcanzar su objetivo. John y Colón veían a su amigo estirarse sobre aquella rama intentando alcanzar una gran manzana roja, intentaron decirle que era  mala idea y que se metería en problemas… más tardaron en decirle que el Wayne en subir al árbol.

 

Para Damian esa manzana podría ser un buen regalo, le diría su travesía y el profesor Jordan le daría unas caricias en su cabeza mientras le sonreía. Sonaba perfecto, más si tenía a Rayner entreteniendo a su “querido hermano” que desde hace días lo seguía para todos lados.

 

-Damian… - el de pelo negruzco intentaba llamar la atención del otro con un tono suave que llegaba a compararse con una súplica - por favor, baja.-

 

- ya...casi - aunque se agarraba con una mano para no caer, aún estaba un tanto lejos de lograr agarrar la manzana, sabía que con un simple roce no lograría tirarla.

 

Dio unos pasos para intentar estar más cerca de su objetivo, su mano izquierda perdía poco a poco la fuerza con la que se sostenía de la rama. Le faltaba posiblemente le faltaba unos 3 centímetros para agarrar la manzana, mientras que una de sus manos se acercaba más a la manzana la otra lentamente se separaba de la rama.

 

Abajo un par de ojos veían con nerviosismo los movimientos del Wayne, el pelirrojo al ver como Damian lograba tomar la manzana y perder el equilibrio solo pudo taparse la boca para ahogar el grito de terror al ver a su amigo caer, cosa que el pelinegro no logró ocultar y causando de este modo captar la atención del par que se acercaba.

 

Ambos niños corrieron para ver cómo se encontraba el de ojos verdes, pasaron por los arbustos que rodeaban el árbol, vieron que Damian se contraba sentado y con su mano derecha siendo sobada con la izquierda.

 

-tt…- chasqueo la lengua al sentir un dolor recorrer su brazo.

 

-¿Estas bien? - John se dejó caer al lado de otro, mientras revisaba si no tenia alguna herida visible.

 

-eso creo - siguio viendo con atención su muñeca, tal vez la tenia inflamada y solo necesitaria un momento para que dejara de doler.

 

-¿que demonios paso? - aquella voz sonaba agresiva, aunque  los ojos del omega se veían preocupados. Damian vio a Jason parado a unos pasos de él, mirando

 

-nada - respondió ocultando dentro de su suéter la manzana y  logró ver a Kyle atrás de Jason. Los demás al ver la mirada que lanzaban los Wayne decidieron no decir nada, la incomodidad que sentían al ver que solamente se dirigían miradas. Fue hasta que otro par de zafiro se sumaron al grupo que la tensión se disolvió.

 

-Jay~jay - el nuevo integrante casi tacle aldea mechón blanco, quien rodeó con sus brazos el cuello del otro.

 

-¡¿QUÉ TE PASA?! - las mejillas de Jason se tornaron en un leve carmesi, mientras dirigía su molestia al recién llegado.

Damian al ver que ya no era el centro de atención de los mayores, y que a su manzana no le paso nada, hizo un ademán hacia Kent y Wilkes para salir de ahí.  Ambos niños le tendían una mano para que pudieses pararse, se negó a aceptar alguna e intento pararse por su cuenta, volvió al césped ni bien pudo dar un paso.

 

El golpe logró llamar la atención, aunque sólo el mayor de ojos azules fue quien decidió ir a hacia lo que parecía el área afectada.

 

-¿qué hacías para lastimarse el tobillo?- preguntó mientras subía un poco el pantalón del niño para, posteriormente, quitar el zapato junto a la calceta y descubrir un morado e pinchado tobillo.

 

-nada - respondió, al parecer el dolor que sentó a en su muñeca cubrió el dolor que tendría que sentir en su tobillo.

 

- Si no dices que te paso en este momento, lo dirás en la enfermería -  suspiró para darse la vuelta y quedar lo suficientemente abajo para cargar al otro -

 

- no me subiré a tu espalda Grayson - soltó con un tono molesto, mientras sus mejillas se coloreaban.

 

-subes a la espalda de Dick o a la mía - Jason empleó un tono tan serio que no daba lugar a réplicas.

 

~☆~

 

-entiendo… enseguida iré a recogerlo - Alfredo colgó el teléfono después de dar por finalizada la llamada.

 

Cambio su uniforme por ropa más informal y se dirigió a la cochera para sacar un auto e ir por el menor de sus chicos. Aunque el motivo de la llamada le preocupaba, también tenía curiosidad de saber quien era el motivo de que el menor de la casa le pidiera hacer galletas el domingo para llevar algunas en una bolsa de selofan con un listón verde.

 

~☆~

 

Cuando el gran hechicero decidió que era momento de hablar con el nuevo integrante del castillo, no espero verlo mirando el ocaso por su ventana con sus pequeñas alas caídas.

 

-hechicero… tengo unas dudas - hablo el pequeño demonio apenas el hombre mayor entró a su aposento.

 

- Adelante jovencito - avanzó un poco y miro la inquieta cola de aquel ser que le daba la espalda.

 

- se que su modo de mostrar afecto es diferente a la que conozco - el menor realizó una pausa antes de continuar - dime, el modo en el que me trata mi padre ¿por qué es tan diferente?

 

-lamento no entender del todo - camino hasta quedar a la par y viendo también al ocaso.

 

-¿por qué suena diferente cuando me habla a cuando lo hace con los otros? - dejo de ver el ocaso para mirar al gran hechicero - ¿por qué me duele el pecho cuando se comporta diferente conmigo? -

 

El hechicero vio en el pequeño demonio los mismos ojos de hace varios años. Miro al cielo una vez más antes de volver a ver al menor.

 

- el rey aún no se da cuenta - llevo su mano a la cabeza del demonio - pero estoy seguro que el lo verá con el afecto que los humanos tenemos. -

 

-mmm… - medio antes de lanzar su última pregunta - ¿podría hacer que suceda pronto?... ¿podría hacer que me quiera?

 

El hombre escuchó el temblor en la voz del niño, por que a pesar de ser mitad demonio no dejaba de ser sólo un infante, lo atrajo hacia el y lo cubrió con sus brazos. El de alas sólo se aferró a la túnica del hombre.

 

- no puedo hacer eso - le dijo mientras acariciaba la espalda del niño, el cual temblaba entre sus brazos - pero… lo que si puedo hacer es ayudarte cuando lo necesites y ser tu guía para que puedas lograr lo que deseé tu corazón.




~☆~EXTRA~☆~

 

Jason veía a su reciente hermano menor con una mirada tan altiva y una postura que denotaba soberbia a su punto de vista.

 

-¿Qué? - aún le sorprendía la petición del niño con ojos verdosos, pues desde que llegó sólo hablaba con Alfred,  en ocasiones le escuchaba oraciones cortas dirigidas a Bruce y a los demás les dedicaba a lo mucho 2 palabras.

 

-Quiero que me enseñes a pelear - repitió sin bajar la mirada - ¿podrías enseñarme?... Todd.-

 

- lo haré - vio como las esmeraldas se iluminaban ante su afirmativa - sólo si me llamas por mi nombre.-

 

Y con esas últimas palabras vio como la sonrisa ligera del menor se cambiaba a una mueca de confusión a una de descontento y finalmente a una de resignación.

Notas finales:

Hola... feliz año nuevo.


Aún sigo un tanto Abrumada por el buen recibimiento a esta historia por parte de todos ustedes.


¿Qué opinan de todo esto?


¿les gusta esos pequeños fragmentos de historia de fantasía?


¿Qué relevancia tendrán a  futuro?


¿Cual prefieren?:  rojo o verde


Byevee~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).