Estaba en casa descansando, al parecer el cambio de estación trajo consigo sus consecuencias, y eso era yo con 39 grados de fiebre. Decir que sentía que me estaba muriendo era poco, estaba planteándome el ir o no al hospital para no morir solo.
Escuche el sonido de mi móvil y decidí ignorarlo, pero no paraba de sonar y me dolía la cabeza. Así que muy a mi pesar atendí.
-Quien.-dije cortante, ya que me dolía la garganta.
-Jimin? estas bien cariño?- escuche la voz de Yoongi al otro lado. Me sonroje mas de lo que podía, me gustaba cuando me llamaba así.
-Me encanta que me llames así...-abrí mis ojos en desmesura al notar que lo había dicho en voz alta.
-Te lo diré todas las veces que quieras pequeño.-dijo claramente emocionado. Decidí cambiar de tema para no avergonzarme mas de lo que ya estaba.
-Como has conseguido mi numero?- dije cortante.
-Jungkook me lo dio.-Rata traidora.
-Porque llamas... quiero dormir.-cerré los ojos, la verdad es que quería seguir escuchando su voz.
-No sabia donde encontrarte, fui a la cafetería ayer y hoy pero no estabas, así que me preocupe.
-Estoy enfermo... me dejaron quedarme en casa hasta que mejore.-dije cerrando los ojos, el sueño me estaba venciendo.
-Enfermo? voy para haya.- escuche como cogía cosas al otro lado de la linea.
-No...-susurre a punto de caer frito.
-Iré y punto, nos vemos en un rato, te quiero.-dijo decidido.
-Y yo...-cerré los ojos no pudiendo aguantarme mas. Cuando desperté de nuevo fue por el timbre, me obligue a levantarme, era imposible que fuera Yoongi ya que no sabía donde vivía.
-Hola lindo.-dijo Yoongi apoyado en la puerta, llevaba su chaqueta de cuero y unos pantalones rasgados. Tenia una bolsa en la mano y la levanto a la altura de su rostro.- Felicidades, podrás disfrutar de mis dotes culinarios, eres afortunado.
Rodee los ojos y le deje pasar, al parecer mi fiebre bajo un poco, se fue dirección a la cocina y se saco la chaqueta dejando una camisa de manga corta y cuello en V.
-Ve a acostarte.-dijo acercándose a mi, me toco la frente y la mejilla. Estaba tan cansado, cerré los ojos y me arrime mas a su mano caliente.-Estas hirviendo Jimin.-dijo agarrándome el rostro con las manos, yo apoye mi cuerpo en el de el.
-tengo frió...-dije abrazándole por la cintura y escondiendo mi cabeza en su pecho. No se porque me sentía tan vulnerable.el me abrazo, y me acaricio el pelo. Alce la mirada y me puse de puntitas para llegar a su cuello, en donde comencé a aspirar su olor. -mhhh que bien hueles...-dije enroscando mis brazos alrededor de su cuello.
-No me vas a dejar nada fácil lo de ser tu amigo...-dijo acariciando mi cabello, yo casi ronroneo por el placer de que tocara mi cabello, sentía mi cuerpo tan sensible que sus caricias, aunque no fueran nada, me enloquecían.
-Yoongi...-susurre comenzando a morder su cuello, dejando marcas, mientras acariciaba su pecho y estomago, el gimió y me levanto del suelo.
-Pequeño diablillo vas a ir a dormir, sino no podre controlarme.-me llevo a la habitación y me dejo en la cama, me tapo hasta el cuello pero yo le agarre su brazo.
-No te vayas...-dije con un puchero apunto de llorar, la fiebre me estaba volviendo loco. E l se acerco y me dio un beso en la frente.
-No cariño, yo ya no me voy a ninguna parte.-dijo apartándome el pelo de la cara.
-duerme conmigo...-susurre, a lo que el asintió y se acerco para abrazarme. Lo rodee con mis piernas y mis brazos y me quede prendido a el. El me acariciaba la espalda y el cabello.
-Que duermas bien Jimin. te quiero.-dijo en mi oído, yo me acurruque mas en el y me dormí.
Cuando desperté, vi a Yoongi abrazado a mi, me sonroje a mas no poder por mi comportamiento de la noche anterior. Le echare la culpa a la fiebre, no puedo creer que haya actuado de esa forma tan penosa.
-Mhhh Jimin...-susurro Yoongi entre sueños. Yo le miré y le pinche con el dedo en la mejilla.-No cariño, no me lamas ahí...-dijo aun soñando, me sonroje a mas no poder y le golpee en el estomago, que cochinadas estaba soñando.
-Auch!Jimin!- dijo medio dormido aun.
-que estabas soñando!-dije avergonzado, el me miro confundido y después de un rato sonrió. se acerco a mi oído y me susurro.
-Contigo...lamiéndome de arriba a abajo...-dijo divirtiéndose conmigo, yo le empuje por el escalofrió que provoco su aliento en mi oído.
-Idiota...-dije tapándome mas la cara. el quiso quitarme la sabana pero no le deje. Hasta que sentí como sus labios se posaban encima de los míos por encima de la sabana.
-Iré a hacer el desayuno...-dijo contra mis labios antes de irse. Yo me quede allí con el corazón yéndome a mil por hora.