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SasuNaru al estilo Uchiha por KiopoChan

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto. Yo sólo los uso para resaltar el amor que tiene el SN.

 

—¡Sueltame! ¿Quién te crees que eres, eh? —gritó el Uzumaki.

Giró su cabeza con intención de ver al tipo que aún sostenía el cuello de su chamarra firmemente. "Es de Konoha" pensó automáticamente el rubio al ver la banda que llevaba con el símbolo de su aldea.

—¡Maldito mounstro! Al fin te encuentro ¡Acabaré ahora mismo contigo! Vengaré a todos aquellos a los que mataste —el odio sobresalía en cada palabra dicha.

Naruto solamente oyó. Después de todo, no se le hacía extraño que muchas personas lo tratasen de mounstro o algo parecido. En sus cortos doce años, había pasado días en una habitación de hospital y la causa; intento de asesinato.

Cuando se convirtió en ninja, los intentos de matarlo habían disminuido considerablemente. Por supuesto que ahora pasaba menos tiempo en casa, corriendo de aquí para allá fuera de la aldea, pero las personas que aún cargaban con odio hacía el kyubi seguían intentando hacerle daño desde las sombras.

El rubio por un momento se sintió dolido aunque rápidamente cambio su expresión denotando enojo. Empezaba a cansarse del resentimiento infundado de los aldeanos. Si tan sólo su vida fuera diferente...

—¡He dicho que me sueltes! —dijo el niño mientras sacaba un kunai de entre sus armas ninja, enfilandola hacía el otro. Tomó suficiente fuerza y con justa presición encajo la filosa punta en la mano del hombre.

—¡Agh! —se quejó —el ahora herido—, apretando su mano cerca de su pecho trantado de parar el sangrado. El corte era ciertamente profundo, llegando a traspasar algunos tejidos, ahora tenía una mano que no le serviría para enfrentar al niño. "Una mierda".

Mientras Uzumaki se preparaba para pelear si era necesario, el extraño frente a él mostraba una sonrisa con deje malicioso. Unos momentos después supo la razón.

—No te muevas niño o tu vida correrá peligro —anunció una voz femenina a sus espaldas apretujadandole el cuello con una espada. —Gracias a tu cadaver me daran una gran suma de dinero —susurro aquella mujer cerca del oido de Naruto. Tan sólo escuchar esa voz le provocó una escalofrío a lo largo de su espina dorsal. Esto iba de mal en peor "¿dónde carajos está Sasuke?" se preguntaba el ojiazul, rogando al universo por su presencia y si no es mucho pedir la de Utsuki, con su ayuda sería más que suficiente para salir de este embrollo.

(...)

"Tsk... ¡Maldito Usuratonkachi! ¿En que se habrá metido ahora?" pensaba Sasuke al mismo tiempo que quería salir corriendo en busca de Naruto, sin embargo no podía simplemete dejar botado a Utsuki. El pobre hombre parecía desfallecer en cualquier instante.

Y no era para menos, el intenso dolor se expandía de apoco por todo su ser, apenas podía mantenerse en pie con ayuda del niño pelinegro. Pero tanto era su deseo de llegar a donde se encontraba Naruto que le importaba poco que su cuerpo sucumbiera. Haría cualquier cosa por el Uzumaki, no importa que edad tuviera, el deseo de protegerlo siempre estuvo y estará ahí.

Con sus pies arrastrándose a lo largo del rocoso suelo, ambos chicos avanzaban febrilmente en dirección al rubio. Calculaban no estar muy lejos de la salida ya que a decir verdad cuando nuestro Sasuke se adentro en la cueva apenas había recorrido un cuarto de la inmensa gruta.

Utsuki sentía el chakra de Naruto unos cuantos pasos adelante. Cruzando el arco de luz exterior, el rubio era acorralado por un hombre alto de apariencia desaliñada acompañado de una joven rubia que amenazaba con acabar al jinchuriki.

En cuanto los Uchihas enfocaron su vista en la escena. Sintieron una necesidad enorme de protejerlo.

—Lo siento por lo que voy a hacer pero no puedo dejar las cosas así por mucho tiempo —dijo Sasuke soltando el cuerpo del hombre mayor. Su sangre burbujeante de ira le recorría, pegó un salto mientras agarraba algunas shurikens para lanzarselas a los extraños. Sin exito, tanteo en su bolsa de pierna y tomo un Kunai, lo empuñó al mismo momento que cayó detras de la mujer. No dudó ni un segundo en clavar el arma en el hombro de le femina, dejando deslizar la sangre gotenate al suelo.

—¡Agh! —se quejó la rubia, soltando de su asfixiante agarre al ojiazul. En cuanto retrocedió a causa del dolor se topó con el cuerpo del Uchiha. Este con cierta malicia empujó el cuerpo de la chica de forma que cayó de bruces al suelo.

Sasuke no perdió tiempo, de inmediato corrió delante de Naruto para así protegerlo del hombre que aún los miraba fijamente. Al encontrarlo de frente, el pelinegro se fijo en su banda y vaya fue su sorpresa al darse cuenta que pertenecía a la Hoja. "Por qué alguien de su misma aldea lo atacaría" se pregunto, acaso era parte de un engaño. Naruto puede ser un cabeza hueca pero sus acciones jamás lo había llevado tan lejos, por poco matan a su compañero frente a sus ojos. Si él no hubiera llegado... No, no podía terminar ese pensamiento. No podría cargar con eso. Ya no...

Cuando Naruto volvió a conectar los cables de su cerebro, Sasuke ya estaba frente a él en pocisión defensiva. Todo sucedió tan rápido, apenas hace cinco segundos veía como la parca venía a por su vida. Pero ahora estaba a salvo y la tensión que antes llenaba el ambiente se disipó, permitiéndole soltar un suspiro de alivio.

—No bajes la guard... —. No terminó de decir su frase cuando vió la espada de la chica que yacía en el suelo acercarse a Naruto velozmente. Oh, no podía hacer nada, fisicamente estaba más lejos de bloquear el ataque.

—¡Naruto! —dijo en grito de desesperación el niño pelinegro.

El rubio apenas tuvo tiempo de girar su cuerpo y alistar su Kunai en un intento de protegerse. Cerró sus ojos con fuerza esperando salir ileso.

Pero el ataque nunca llegó, no sintió el impacto en su cuerpo ni en su Kunai si fuera el caso. Desconfiado abrió sus ojos sólo para encontrarse a Utsuki frente a él.

—¿Estás bien?... Naruto —dijo el alto mientras respiraba pausada y lentamente. Se notaba el cansancio en su cuerpo. Había utilizado el Amenotejikara, intercambiando lugares con aquella espada que se dirigía al Uzumaki. Si su chakra se encontraba bajo antes, ahora estaba peor, sintió el líquido viscoso de característico color rojo salir de sus ojos. No podía seguir así, si lo hacía quedaría ciego denuevo y esta vez no tendría la dicha de encontrar otros como los suyos.

—eh... ¡Si! ¡Gracias! —titubeó un poco pero se mostro maravillado. Apenas lo había conocido esta mañana y Utsuki-San lo había salvado sin una pizaca de duda en sus acciones. Contadas eran las veces que a alguien le había importado su vida... Definitivamente le invitaría un plato de ramen apenas regresen a la Aldea, pero primero tendrían que ocuparse de esos dos.

Con el corazón en la boca Sasuke veía estupefacto la escena, merecía una explicación, sabía de la existencia de los jutsu espacio-temporal. Pero para utilizar esa técnica era necesario una gran base de chakra, lo que el otro Uchiha claramente no tenía. Entonces se pregunta; cómo lo logró, por qué se arriesgo así para salvar a Naruto. Que no se supone que Sasuke recorrerá el camino de la venganza sin estorbos como el rubio. A estas alturas de la vida del mayor no debería malgastar su chakra por Naruto... No, a él no le importa nada más que matar a su hermano.

—¡Sasuke! —gritó Naruto tomándolo del brazo para así esquivar las shurikens del otro tipo, que aún con una mano lastimada, seguía intentando hacerles daño.

Incluso cuando el rubio interrumpió su perorata, Sasuke no podía dejar de pensar en la debilidad que causaría Naruto si se permitía fluir sus sentimientos. Esto no puede estar pasando, se juró que no volvería a abrir su corazón a nadie. Ni siquiera al persistente del ojiazul.

—¿Sasuke me estás escuchando?—preguntó el Uzumaki. —Te necesito aquí teme, no se dónde este tu cabeza pero ahora no tenemos tiempo de juegos —continuó, viendo como el ninja enemigo se acercaba nuevamente a él.

—¡Maldito Kyubi! He esperado tanto tiempo por esto, no saldré de aquí sin tu cabeza en mis manos —. Naruto sintió náuseas, cómo alguien que jamás había visto le tenía tanto odio al punto de querer matarlo a sangre fria.

Utsuki que estaba cerca de ellos escuchó esas palabras. Sus recuerdos volvieron a localizarse en su infancia, cuando el ojiazul era constantemente acosado por la aldea. Incluso en alguna ocasión pasó casualmente cerca de la casa del rubio, y se detuvo a ver como el niño zorro se curaba las heridas (después se enteró que fue a causa de los golpes de diferentes personas de la Hoja). Cuán miserables tienen que ser para golpear a un niño huerfano que no tuvo la culpa de nada. Es más, apenas nació fue hecho un jinchuriki en favor de la paz de Konohagakure. Y con el pasar de los años el camino ninja de Naruto se enfiló en mantener esa paz.

Ahora le era difícil ver como el niño Uzumaki hacía frente a esas palabras lo mejor que podía. Le dolía porque sentía su dolor através de su vínculo.

—¡Agh! —se quejó una vez más la mujer captando la atención de Utsuki. Sabía que si no era atendida rápido las probabilidades de morir eran altas. Y aunque quisiera ayudarla, apenas podía mantenerse en pie a causa del escaso chakra. El dolor había sido suplantado temporalmente por la preocupación, sin embargo en este instante la tensión invadía su cuerpo llevandose toda su estabilidad.

Se dejó vencer por la abrumadora sensación lo que hizo ceder sus rodillas, cayendo así cerca de la mujer que se desangraba.

—Es mi oportunidad —susurro la rubia al ver como el apuesto hombre caí a la altura de sus pies. Agarró vacilante el kunai incrustado en su hombro y lo sacó dejando salir un doloroso gemido. Se aferró al arma dispuesta a clavarlo en la espalda del pelinegro, apuntando al corazón —¡oh amor!  Hubiera sido interesante encontrarnos en otras circunstancias, lástima que estás con el niño mounstro — dijo coqueta mientras acercaba el arma a su objetivo.

—No te atrevas a hacerlo —. La mujer vió al niño interrumpir su ataque con un bloqueo perfecto utilizando su propia Kunai. Naruto había llegado justo a tiempo para evitar que lastimen a un inconsiente Utsuki.

—¡Sasuke encargate de ese tipo! Yo defenderé a nuestro amigo —le gritó al Uchiha que estaba unos metros más adelante.

—Hmp... Dobe —respondió bajito sin verlo. Hace no mucho estaban a punto de enfrentarse al ninja enemigo cuando ambos niños vieron caer bruscamente al pelinegro mayor. Y Naruto había salido corriendo hacía el hombre indefenso. Se sentía extrañamente molesto, el rubio prefirió ir a ayudar a Utsuki que a él.

(...)

Los niños habían enfrentado a sus enemigos y con la ventaja a su favor, salieron victoriosos, tan sólo unos cuantos cortes se asomban a lo largo de la piel palida del Uchiha. Naruto apenas había topado a la mujer cuando ella huyó lo más rapido que pudo. Lo que tenía de linda lo tenía de cobarde.

Una vez los tres shinobis estuvieron sólos a las afueras de la cueva. Tanto Sasuke como Naruto respiraban tratando de llenar se pulmones de aire puro y tranquilo. Ambos conectaron sus miradas transmitiendo su satisfacción al ver como las cosas volvían a estar bien.

—¿Qué hacemos ahora? —preguntó el rubio cuando su respiracion le permitió hablar fluidamente.

—Ir a la aldea —dijo Sasuke pero de inmediato cayó en cuenta que si llegaban ahí con el otro Uchiha seguramente se darían cuenta, los demás no eran tan inocentes (tontos) como Naruto.

—Bien, yo cargaré a Utsuki-san —dijo tomando difícilmente el cuerpo del hombre adulto. Al final lo logró con ayuda de sus Bunshins.

Y ahí estaba denuevo esa nimia sensación en el corazón de Sasuke que tanto le venía molestando,  en especial cuando se trataba del niño rubio y ese tal Utsuki.

—Tsk —salió de su boca incosientemente.

Recorrieron apresuradamente el bosque de Konoha a petición del Uzumaki, ya que según él precisaban llegar al Hospital y atender al pelinegro mayor. Por supuesto que Sasuke no le tomó importancia. Pero aún así avanzó al paso de Naruto.

Luego de una media hora llegaron a la entrada. Y para sorpresa de ambos niños, Kakashi estaba esperando por Sasuke en la gran puerta.

—Que sorpresa Kakashi-sensei, usted jamás llega temprano —dijo Naruto acercándose.

—Que mala fama tienes de mi —se quejó el peliplata —Al no ver a Sasuke supuse que estaba contigo y como te vi salir pensé en esperarlos aquí, así que acabo de llegar —aceptó Kakashi cerrando su único ojo visisible denotando felicidad.

—Kakashi —dijo Sasuke a manera de saludo.

—Bien, vam... —se detuvo el copy-nin al notar con extrañeza como algunos clones de Naruto llegaban cargando el cuerpo de un hombre. —Sasuke ¿Qué está sucediendo? —dijo estupefacto al reconocer algunos rasgos similares a los de su alumno en ese hombre.

—Uhm... Te lo explicaré después —habló el Uchiha despreocupado metiendo las manos en los bosillos de su pantalón comenzando su caminar dentro del pueblo. Primero tendría que curar sus cortes.

—¡Oh vamos Kakashi-sensei! yo te lo explicaré mientras vamos al hospital. De veras —ofreció el rubio entrando a la aldea.

—¿Eh?... ¡Esperen! —gritó el sensei que se había quedado detrás viendo como los niños se alejaban.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Oh! Ustedes realmente son geniales! Me hacen sentir realmente bien los quiero mucho y no me alcanzan las palabras para agradecerles!  ^^ 


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