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SasuNaru al estilo Uchiha por KiopoChan

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto. Yo sólo los uso para resaltar el amor que tiene el SN.

Tan pronto Sasuke vió el desazón en el rostro de Kakahi decidió que lo mejor sería alejarse, así que se encamino a casa con el pretexto de curar sus heridas.

Al pasar sobre los tejados, el Uchiha notaba como el brillo del alba de apoco se colaba en sus ojos provocando un ligero dolor en su sien. Muy probablemente aquella molestia se debía al ajetreado día que estaba viviendo y la tormenta de sentimientos que llevaba dentro. Tan sólo llegar a su habitación le causó un dolor horrendo en su cuerpo, sintiéndose cansado apenas atinó a colocarse ungüento debajo de unas descuidas vendas que cubrían sus brazos y piernas.

Tomó el botiquín color rojo usado y lo colocó encima del mueble mientras tanteaba atreves de la oscuridad de la noche que llenaba su cuarto. Cuando el dolor empezó a drenar de su ser decidió sentarse sobre el edredón que cubría la solitaria cama, y pensó en todo lo que pasó.

Esta mañana pintaba de lo más normal; los ninjas novatos habían obtenido sus días de ocio antes del inicio de la última etapa de los exámenes Chunin.

Cuando Konoha empezó a recibir a gente de todas las aldeas, Sasuke decidió salir con el fin de conseguir las compras de la semana, sin embargo no contó con que Sakura lo iría a visitar ofreciéndole compañía que claramente el Uchiha no deseaba en ese momento. Aún así decidió invitarla a que lo acompañe al mercado y así lo hicieron, ciertamente la chica no dejaba de hablar mientras que el pelinegro apenas llevaba el ritmo de la conversación. En el momento que arribaron al centro de la aldea, Sasuke vio como la Haruno observaba maravillada los preciosos colores que adornaban todo alrededor, los grandes ojos esmeralda de la niña contemplaban la sonrisa de algunos extranjeros recién llegados y embelesada por el cálido ambiente se permitió adentrarse a lo que parecía una feria llena de dulces y colores, tal como a ella le gustaba. Al ver como Sakura se alejaba, el Uchiha decidió ir a cumplir con sus tareas. Primero se dirigió al puesto de frutas, después al de verduras y por último al sitió de comida instantánea (claramente ese tipo de alimento no era nada nutritivo sin embargo Sasuke se vio obligado a adquirirla ya que más tarde tendría entrenamiento con Kakashi, el tiempo sería escaso y no podría cocinar algo de su agrado). Contó el dinero para así verificar que todo estuviera en orden al mismo tiempo que caminaba hacía la salida y por un descuido suyo terminó chocando con alguien, provocando que la bolsa que traía cayera al suelo desbordándose algunas manzanas.

—¡Ah! ¡¿Sasuke?! —dijo Naruto desde el suelo mientras se fregaba la cabeza en un intento de aliviar el dolor del choque.

—¿Naruto? —preguntó el otro sin creer que de todas las personas en el mundo tuvo que encontrarse con el molesto rubio.

El de ojos azules ignoró su llamado y al ver rodar una manzana por el costado derecho de su pierna la tomó y le pegó un mordisco —¡Mmh! ¡Que buena esta! —exclamó comiendo de nuevo.

—Agh ¡Dobe no te comas eso! —le gritó frunciendo el ceño. El jinjuriki comió denotando satisfacción tan sólo para provocar al Uchiha pensando que la molestia del otro se debía a que estaba comiendo de sus frutas pero lo que no sabía era que inoportunamente Sasuke dejó brotar su continúa preocupación por su amigo, él no quería que comiera aquel fruto que quién sabe donde estuvo, podría ocasionar infecciones y eso causaba su intranquilidad.

Naruto le sonrió pícaro al acabar con el alimento. Entonces Sasuke pensó que el otro nunca moriría por algo tan simple, lo que provocó una nimia expresión de alivió.

Cuando acabaron con su pequeña escena, el jinchuriki levanto algunas manzanas del piso y las puso en la bolsa, entregándosela al Uchiha. El rubio le empezó a contar que iba a comprar ramen en la misma tienda, pero al ir tan apresurado por su comida favorita olvidó su sapito donde traía dinero y fue cuando se produjo su pequeño incidente.

Caminaron juntos, Sasuke sentía como el costado derecho de su ropa apenas rozaba con las de Naruto a causa de la cercanía, una limerencia abordó su corazón llenándolo por completo. Sonrió casi imperceptible perdiéndose en la perorata del rubio.

—¡Sasuke-kun! —gritó una pelirosa acercándose a los niños, rompiendo la magica burbuja.

—¡Sakura-chan! —dijo el Uzumaki al notar a la niña.

—Sasuke-kun me tenías preocupada, que bueno que estés bien —. La Haruno le dedicó una sonrisa al pelinegro ignorando completamente a Naruto.

Sasuke le echó una rápida mirada al rubio fijándose que su rostro aludía una expresión de dolor y decepción.

—Ten —dijo la niña obsequiándole una cajita característica a la hora del almuerzo. —lo he preparado yo misma sólo para ti, Sasuke-kun —dijo mientras sus mejillas se coloreaban de un tenue rojo.

—No lo puedo aceptar Sakura —dijo el Uchiha sintiéndose un poco mal porque sabía de ante mano los sentimientos que Naruto tenía hacía su compañera, y de una manera chocante le afectaba ver como era tratado por ella.

—Pero... —. Sus ojos se aguaron sin embargo antes de ver la primera lágrima Sasuke ya se había marchado.

Naruto también se sentía terrible pero no podía permitir que su "amiga" sintiera lo mismo, así que sonrió lo mejor que pudo y le prometió hacer que el Uchiha aceptara su comida.

La chica le agradeció y salió en busca de Sasuke.

Corrió hacía la mansión Uchiha y al llegar se fijó que el pelinegro estaba saliendo por la ventana. Lo siguió.

Todo fue común hasta que se encontró con "Utsuki". Desde ese momento todo había resultado extraño, tenía tantas preguntas que la intriga le carcomía. Quería ir al hospital sin embargo era muy probable que Kakashi lo interceptara deseado saber más acerca del hombre, y realmente no tenía una pizca de amino para responder dudas que ni él mismo tenía claro la respuesta.

Así que decidió quedarse en casa ésta noche, ocupándose del inusual dolor que amenazaba con quitarle el sueño.

(...)

—¡Rápido Kakashi-sensei! ¡El hospital no está muy lejos! —se quejó el Uzumaki mientras sus clones lo seguían de cerca, permitiéndole al peliplata observar con curiosidad el rostro de aquel hombre que permanecía inconsciente y llenándose de preguntas.

—Espera Naruto, tienes idea de cómo harás que atiendan a tu amigo. Tan sólo habitantes de Konoha pueden ser ingresados —.

—Mmh... Lo sé, antes vendía muy seguido —respondió el niño restándole importancia. —Conozco a algunas personas que trabajan en el Hospital, hablaré con Ulie —continuó recordando a su linda amiga; una señorita de blondo cabello que caía sobre sus hombros y una amable sonrisa.

Kakashi lo veía expectante sin embargo el silencio se prolongó hasta que lograron visualizar el centro Médico a la vuelta de la esquina. Cuando la negrura de la noche empezaba a opacar el ambiente, el niño convenció a su maestro de tomar otro camino para así entrar desapercibidos por la parte trasera.

Cruzaron el vallado y se infiltraron en una pequeña estancia. El olor a fármacos y el frío predominaba provocando una sensación cruda. Naruto apenas se permitió recordar los solitarios días que pasó en un lugar semejante, ahogándose en analgésicos que buscaban calmar el dolor corporal provocado por los golpes que recibía. Sin embargo, el dolor en su corazón y la confusión en su mente, jamás se fue por completo.

Kakashi se aclaró la garganta ocasionando que el rubio saliera de su transe, y habló —Bueno, ahora necesitamos que alguien lo revise —.

—Eh si jaja —río nerviosamente el otro tratando de que no se note lo afectado que estaba. —Voy a buscar a Ulie. Kakashi-sensei usted quédese cuidando de Utsuki-san —dijo al mismo tiempo que el jounin se sorprendía por el nombre que usó para referirse al sujeto inconsciente.

Naruto ordenó a sus clones que dejaran a Utsuki sobre la única cama desgastada de la esquina, una vez echo eso, los desapareció y de manera apresurada se dirigió al pasillo mientras Hatake se quedaba en la habitación.

—Así que... Eres una persona muy singular —dijo el copy-nin en vano ya que el otro no lo escuchaba.

"Seguramente Sasuke no vendrá" pensó fijándose en lo tarde que se le había hecho. Lo cierto es que Kakashi sospechaba que su alumno se sentía confundido tal como él, así que decidió dejarlo pasar por hoy pero mañana a primera hora iría a verlo con el fin de preguntarle todo lo que sucedió.

Con el sutil sonido de las suelas chocando contra el piso el peliplata salió de sus pensamientos prestando atención a las dos personas que habían entrado.

Para sorpresa del sensei, su mirada se encontró con una bella mujer de ojos vivaces color marrón rojizo. Es Ulie. La última vez que la vio la cabeza de la jóven apenas rebasaba la altura de su pecho y ahora frente a él, encantadora como siempre, vestía su pulcro uniforme médico.

—Kakashi-san —. La chica hizo un ademán en forma de saludo mientras Naruto aún sostenía su bata como si la hubiera traído corriendo.

—Buenas Noches, Ulie-san —respondió el otro a su saludo.

—Bien Naruto, podrías explicarme por qué me trajiste tan de repente —le dijo al niño una vez que la había soltado del agarre. La jóven habló dulcemente a pesar de que el Uzumaki había interrumpido su tiempo de descanso.

—Ulie —dijo Naruto alargado la 'e' al final—. No te pido mucho, podrías revisar en que condiciones está Utsuki-san. Por favor. Si lo haces te invito un ramen de Ichiraku —habló el niño mostrando sus ojitos azules en forma de súplica.

—¿A quién? —preguntó la jóven desconociendo de quien hablaba.

—Porsupuesto del hombre que se encuentra detrás de ti —respondió el rubio señalando hacía dónde estába el pelinegro.

La médica giró su cuerpo en la dirección indicada y localizo a la persona que se refería Naruto. Aparentemente inconsiente y con bajos niveles de chakra, el hombre respira bajo casi imperceptible.

Caminó hacía la camilla con la intención de echarle una ojeada rápida a Utsuki, cuando estuvo lo suficientemente cerca de visualizar su rostro a detalle ya se había dado cuenta que tenía un gran parecido al sobreviviente del Clan Uchiha. Soltó un jadeo llevándose un mano con la intención de ocultar su sorpresa.

—Ka... Kakashi-san... ¿Quién es este sujeto? —preguntó desconcertada.

—Hmn... Pues cómo te lo explico —habló el otro sonriente y con una expresión de disculpa. —Naruto, podrías decirnos lo que ocurrió —.

—¡Claro Kakashi-sensei! Mmh... Bueno, creo que todo empezó ésta mañana...

El niño les contó todo lo que pasó y cómo fue que se encontraron con Utsuki. Graciosamente el rubio se vanaglorio de haber salvado a Sasuke sin embargo sabemos que no fue asi. Y tanto Hatake como Ulie se dieron cuenta, conteniendo la risa en el acto.

—... Después nos encontramos con usted Kakashi-sensei —terminó el Uzumaki dejando con muchas dudas a los mayores.

—Entonces... ¿no te has dado cuenta? —preguntó la mujer al mismo tiempo que suspiraba contemplando la dulce inocencia de Naruto.

—¿Eh? ¿De qué debería darme cuenta? —respondió girando sutilmente la cabeza en un gesto de duda.

—No, de nada —. Sonrió encantadoramente y lo dejo ser. Seguro Naruto lo resolvería, siempre lo hace, así que ella no tenía la necesidad de intervenir.

Rápidamente decidió atender al  'desconocido', colocó sus manos cerca del hombre de forma que podría revisar el estado físico gracias a su jutsu médico para así determinar alguna herida que, siendo el caso, atendería. Sin embargo tan sólo encontró que los niveles de chakra que estaban bajos se recuperaban satisfactoriamente. Cuando la mujer estuvo a punto de dar el visto bueno algo llamó su atención provocando un deje de preocupación en su fino rostro, lo cual no pasó desapercibido para Hatake.

Ulie se alejó del que yacía inconsiente y se dirigió a los otros mientras forzaba una sonrisa tranquilizadora.

—Neh Ulie ¿qué tal se encuentra Utsuki-san? —dijo Naruto con curiosidad.

—Mmh... A simple vista no presenta heridas por lo que podría decirse que se encuentra en un buen estado fisico, además sus niveles de chakra están estabilizándose y seguramente mañana despertará —.

De alguna manera Naruto se sintió aliviado y decididamente dijo —Me quedaré junto a Utsuki-san hasta que despierte—.

—Creo que deberías descanzar, ya es muy tarde para que un niño este despierto —habló la mujer y se giró hacía el jounin —Usted también debería ir a casa Kakashi-san —sugirió.

El niño le dedicó una mueca de inconformidad a lo que ella le respondió con una rápida mirada como diciéndole "deberías dormir ya". Pero el rubio fiel a su necedad aún mantenía su palabra.

—No, no puedes hacerlo. Yo me quedaré, lo mejor será que descanses, mañana tienes entrenamiento con Jiraiya-sama —interrumpió Kakashi intentando convencer al otro.

—¡No porfavor! Quiero quedarme después de todo Utsuki-san fue el que me salvó, quiero cuidarlo esta noche. Y respecto al entrenamiento, mañana iré sin importar nada —exclamó sosteniendo en su corazón un sentimiento protector hacía el hombre pelinegro.

El sensei suspiró exageradamente rindiéndose pues su estudiante no cambiaría de opinión. —Esta bien—.

—Es una lástima que no me pueda quedar para que descances como se debe Naruto, pero tengo que trabajar toda la noche y voy tarde para el primer turno —dijo Ulie saliendo rápidamente mientras se despedía de los shinobis.

(...)

Una salpicadura de estrellas se mantenía alumbrando a la amena Konohagakure. Kakashi partió del destartalado cuarto donde dejó un "descanza Naruto" danzando en el aire.

Para su suerte (mala), tendría que informarle todo al Hokage, sin embargo tomó la decisión de esperar la versión de Sasuke.

El porvenir no pintaba tan mal. Seguramente el extraño jóven pelinegro despertará mañana y les explicaría todo lo sucedido, así Kakashi tendría una visión más clara del panorama y podría hacer algo al respecto.

Por ahora iría a descanzar y despejar su cabeza de toda la confusión acumulada.

(...)

En la habitación donde estaban Naruto y Utsuki corría un frío estremecedor, por lo cual el rubio buscó unas mantas dentro del ropero viejo (vaya que todo en esa estancia era viejo), cuando las halló (todas desgastadas) tomó primero dos que se encontraban en mejor estado y fue hacía el otro. Desdobló las frazadas y cuidadosamente cubrió al pelinegro con el fin de abrigarlo.

Una vez hecho eso, Naruto también agarró unas cuantas para él y se dispuso a dormir en un magullado sofá que se encontraba frente a la cama. Se acomodó lo mejor que pudo intentando cubrir los molestos espacios entre los cojines de aquel mueble que sería su cama por esta noche.

Cuando lo logró cerró los ojos y dijo sutilmente —descanze Utsuki-san—.

(...)

Como es costumbre para Kakashi, despertó temprano y con mucho afán se alistó para ver a Sasuke.

Fue a paso rápido sobre los tejados hacía el distrito Uchiha mientras en su cabeza pasaba todo tipo de ideas acerca de cuál era la verdadera identidad del tal Utsuki. De acuerdo con la versión de Naruto, el desconocido era tan sólo un ninja de Sunagakure pero... ¿sería conveniente creer eso? No, claro que no. Obviamente su apariencia lo delataba, se parecía tanto a Sasuke que saberlo le causaba incomodidad.

Entre tanto pensamiento llegó en un abrir y cerrar se ojos. Entró por la ventana del segundo piso quedando justo en la habitación de Sasuke al tiempo que este se dirigía al comedor.

—Hola —saludó amigable viendo como el niño detenía su paso aún sin girarse. —Sasuke... —.

—Kakashi. Si quieres respuestas no soy él que te las va a dar— dijo el niño cortando la pregunta que estaba empezando a hacer el  sensei.

—Sólo venía a preguntar qué fue lo que pasó ayer. Además hoy tenemos que empezar el entrenamiento, por lo que nos quedaremos en las montañas hasta que empiecen los exámenes —.

El Uchiha suspiro rendido y dijo —esta bien pero te lo contaré de camino —.

El otro sonrió en respuesta y saltó hacia la entrada de la mansión para esperar a Sasuke.

El niño aseguró la puerta y fue despreocupado hacía el mayor.

—Por cierto, haremos una visita rápida al Hospital —dijo Kakashi mientras la tranquilidad en el rostro del Uchiha se desvanecía siendo reemplazada por un desconcierto. —Espero no sea un problema para ti —. ¡Claro que no era un problema! Seguramente Sasuke quería ir donde estaba la razón del lio que se estaba armando.

—¿Cómo para que iríamos? —preguntó tratando de encontrar una escapatoria a su situación.

—Bueno, la primera razón sería para ver a Naruto, que ayer se quedó cuidando a "Utsuki" —.

—¡¿Naruto?! —exclamó girando exageradamente su cabeza indicando un ligero enojo.

—Si y la segunda razón sería para saber más acerca de ese extraño hombre y sus intenciones —. Ignoró el claro enojo del Uchiha mientras se reía internamente de su expresión.

—¡¿Cómo pudiste dejar a ese dobe con alguien que podría ser un enemigo?! —. Alzó la voz.

Aún con la diversión en su rostro y las risas silenciosas resonando nimiamente en su cabeza, decidió calmar al niño —Conoces a Naruto, sabes lo terco que puede llegar a ser. Me pidió que lo dejará cuidar de "Utsuki-san" tan dulcemente que no le pude decir que no —dijo imitando el nombre "Utsuki-san" con la voz Naruto. Lo cual imaginaran en vez de tranquilizar a Sasuke lo enojo más, notándose inteligiblemente en los puños apretados que tenía en los laterales de su cuerpo.

—¡¿Y Naruto a un se encuentra con ese estúpido?! —.

—Pues no, creo que en el tiempo que nos tardamos hablando debió haber salido para su entrenamiento con Jiraiya-sama —.

El Uchiha dejó salir un suspiro de alivio sin ser consiente de ello.

—¿Ya has terminado con tu preocupación? —dijo divertido Kakashi.

—Cállate y vámonos —. Empezó a caminar mientras sentía como sus mejillas ardían de apoco.

"Jajaja, este niño jamás va a cambiar" pensó el sensei empezando a seguirlo.

Cuando recorrieron cierta distancia Kakashi creyó conveniente preguntarle qué sucedió cuando se encontraron con el singular pelinegro.

—¿Hablaste con "Utsuki"?—.

—Si, me dijo que era yo pero que él tenía 19 años—.

—¡Oh vaya! Lo sospechaba —dijo Hatake manteniendo su vista firme tratando de localizar el Hospital. —Y de qué más hablaron—.

—No me quiso decir nada más con la escusa de que le diría primero todo a Hokage-sama —.

—Hmn... Todo esto es demasiado extraño, me pregunto cuáles serán las intenciones de ese Sasuke —habló encontrando al fin el centro médico.

El niño no se inmutó sabiendo que era una pregunta para la cual ninguno de los dos tenía la respuesta.

Ambos shinobis llegaron a la habitación de Utsuki guiados por la magnífica memoria del peliplata.

Efectivamente, cuando entraron, visualizaron en la cama al hombre. Con los ojos apenas abiertos y la mayor parte de su peso arrimado en una dura almohada, estaba ahí, despierto esperando que Sasuke y Kakashi comenzaran con el interrogatorio.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Lamento la tardanza pero aquí esta ^^

Gracias por todo el apoyo que esta obteniendo mi primer fic. Les agradezco de todo corazón se merecen dìas bonitos jajaj nos leemos luego :)


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