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Público
Capítulo 9. No todo es perfecto
Llegados a ese punto, Bruce Wayne no puede decidir si la situación le parece cómica— que es mucho decir, conociendo su amplio sentido del humor— o lo mas irritante que le ha pasado en los últimos días.
Aparentemente, los planes que tan cuidadosamente su tercer hijo había estado realizando en conjunto con él, no habían logrado prepararlo para aquel momento.
Y pensar que todo comenzó con una simple pregunta por parte de su hijo menor, durante la cena de dos noches atrás.
"Entonces... ¿Será una boda pequeña, o un gran evento, como dicen los noticieros?"
Probablemente Damián no había sacado el tema tan de la nada con la intención de verlos enfadarse tan rápidamente. O quizá su intención fuera hacerlos pelear, en realidad. Wayne ya no podía saberlo.
Su hijo tenía un pensamiento que aun no conseguía descifrar con respecto a su relación con el hombre de acero.
Fuera cual fuere el caso, la inmediata respuesta de ambos había aliviado a Tim, quien hacía de organizador del evento... Hasta que pidió que repitieran sus palabras.
Como si el par no se hubiera dado cuenta que dijeron exactamente lo contrario.
— Una gran boda—fue la respuesta de Bruce
—Una pequeña ceremonia... —había sido lo que respondió Clark
Y luego se miraron con el ceño fruncido. Al menos, Bruce lo hizo. Clark continuaba debatiendose si llevarle la contraria a su prometido le traería algo bueno
Aunque, la verdad sea dicha, él tenía voz y voto también... Era su boda, después de todo.
Tim, frente a ambos, había mandado una mirada evidentemente molesta hacia el menor de la familia, pero pronto se encontró suspirando en sus adentros.
"Mejor saber ahora, y no al momento..." se dijo, y con eso en mente, sacó la mini tableta de su bolsillo.
—De acuerdo, solo para confirmar... —dijo, cortando el duelo de miradas entre los líderes de la Liga, al tiempo en que abría sus notas— ¿Cuántos invitados?
—20
—200
—Los arreglos florales...
—Rosas
—Narcisos...
—Sabor del pastel
—Chocolate —dijeron ambos
Tim alzó las cejas.
"Uno, para variar" pensó al colocar una palomita en la casilla correspondiente
—Los colores de base...
—Blanco
—Rojo
El menor alzó una ceja, levantó la vista apenas un momento hacia Clark, quien se sonrojo ligeramente.
—Es el color del amor —explicó
Damián soltó un bufido.
—Creí que ya tenían todo decidido... —comentó, irritado
Nunca habría creído que le tocaría presenciar tan incómodo momento, a su lado, Dick sonrió con nerviosismo
—Bueno... Bruce ha escogido todo hasta ahora... No es de extrañar, Sups ha estado haciendo misiones fuera recientemente...
Pese a que el comentario había tratado de aligerar el ambiente, Richard sintió inmediatamente como las cosas parecían tensarse todavía más entre la pareja.
—¿Escogiste todo eso sin mi? —fue la pregunta que siguió, y los tres jovenes lo tomaron como señal para retirarse
Especialmente luego de que su padre respondió friamente.
—Escogimos la fecha juntos— le recordó— No podía esperar a que volvieras para consultar contigo cada pequeña decisión.
Lo vieron ponerse de pie, y fue casi como un reflejo el verlos levantarse también. Bruce ya no los observaba, Clark tampoco parecía verlos tampoco.
—Buenas noches— fue la seca despedida de su padre, y los tres respondieron más por educación que por creer que realmente esperaba oirlos decir algo
Clark se disculpó segundos después, antes de salir tras el otro luego de desearles buenas noches también.
Ante la escena, y con la cena a medio comer, los tres hermanos se observaron entre ellos. Al menos dos de ellos lo hicieron, pues el tercero continuaba revisando cosas en su tableta.
—Eso fue incómodo— reconoció Dick, nervioso
Nunca les había visto hablarse de ese modo. Y era quien tenía más años enredado en el romance de ambos.
—Maldita sea... —exclamó Timothy de pronto, ganándose la atención del par— Olvidé preguntarles si ya habían escogido los tipos de anillos que iban a usar...
Damián negó ligeramente, antes de apartarse de ellos.
—Deberías aprovechar las vacaciones Drake. Esto no se solucionará pronto...
Y vaya que el engendro demoniaco tenía razón.
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Con el pasar de los días, la tensión no parecía aligerarse entre el par, pese a que continuaban trabajando juntos como usualmente hacían, ahora era raro verlos cerca el uno del otro más tiempo del necesario.
Bruce evitaba deliberadamente quedarse a solas con su prometido. Y este parecía tan deprimido que nisiquiera le seguía cuando abandonaba la habitación.
La Liga entera se había enterado de la raíz del problema, pero nadie se atrevía a meter la cuchara en busca de ayudarlos a resolver el problema.
Si era extraño que los héroes discutieran sobre sus respectivos villanos, era todavía más inaudito que trataran mucho sobre su vida personal.
Dos días después, mientras se iban a domir juntos —rutina que habían adoptado celosamente a lo largo de los años—, Bruce observó con especial atención como el otro tomaba ropa del armario.
Nunca se separaban para ir a la cama, ni siquiera cuando peleaban.
Claro que nunca habían discutido así.
Wayne no dijo nada al verlo guardar ropa en su mochila, ni cuando colocó esta sobre la cama mientras iba al baño por algunas cosas.
Solo lo miró.
Llegados a ese punto, Bruce Wayne no podía decidir si la situación le parece cómica— que es mucho decir, conociendo su amplio sentido del humor— o lo mas irritante que le ha pasado en los últimos días.
Luego Clark salió del baño, guardó su cepillo de dientes y otros artículos de limpieza personal en su maleta, antes de cerrarla delante del otro.
Solo hasta que estuvo listo para irse lo miró.
—¿No vas a decir nada?—inquirió, aunque su tono era duro, se notaba la tristeza en su voz
Wayne fruncio el ceño por respuesta, antes de darle la espalda y acomodarse en la cama. Se cubrió con las sábanas.
—Haz lo que quieras...—murmuró, su voz denotaba la frustración que sentía
Lo escuchó suspirar.
—Serán solo unos días... Mientras resolvemos esto... —informó
"Podríamos resolverlo aquí" hubiera deseado responder
Lo escuchó acercarse. Hizo caso omiso de las cosquillas que provocó su aliento en su cuello.
—No me gusta pelear contigo...
Wayne quiso golpearlo.
Fingiendo dormir, no hizo nada más cuando la mano del otro acarició su cabello, ni cuando lo sintió sentarse en la orilla de la cama
Cuando se acercó de nuevo, e invadió su espacio, abrió ligeramente los ojos justo cuando lo besó en los labios.
Cerró los ojos por reflejo.
Enojado como estaba, ni siquiera todo su coraje pudo evitar que correspondiera el beso, ni que sus manos buscaran el cuello del otro, como de costumbre.
Cuando se separaron, finalmente Bruce volvió a abrir los ojos, no se habían alejado ni un centímetro. Sus rostros aun uno frente al otro. Sus ojos bajo la mirada de su futuro esposo.
—Pasaré unos días en Metrópolis. Me necesitan allí...
Los ojos de Wayne parecían hablarle por si solos, pues Clark estaba seguro de que le respondió
"Yo te necesito aquí "
—Regresaré cuando todo este listo... Y hablaremos de esto. Lo prometo.
Se alejó lentamente, en el último segundo, Bruce alcanzó su mano izquierda, de donde tiró hasta volver a colocarlo a su alcance.
—¿B?
Cuando el otro le beso, Clark sintió que le temblaban las piernas. No volvería a besarlo así en un tiempo... La idea le aterro.
—Regresa pronto... O te juro que te arrepentiras de esto.
Kal-El sonrió contra sus labios.
—Nunca me arrepiento cuando se trata de ti—respondió, y antes de que Bruce pudiera responder, Superman se había ido.
Sabiendose solo, Wayne se dejó caer sobre la amplia cama que, en ese momento, le parecía demasiado grande.
Alcanzó el lado del otro con una de sus manos, y empuño las sábanas hasta que sus nudillos se pusieron blancos.
—Estúpido Boy-Scout... —susurró, con una sonrisa triste en sus labios.
Kent lo escuchó a kilómetros de distancia, con un esbozo de sonrisa también, igual de triste que el otro.
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