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Encrucijada por SEMASOLITIA

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Notas del capitulo:

Chloe y Katja se vuelven a reencontrar nuevamente. 

Nottingham, Inglaterra. 


Luego de haber llegado el vuelo donde se encontraban tanto Katja como Leonard, ambos se dirigieron hasta el apartamento de este. Katja por una parte se sentía en confianza con él, durante el vuelo le hizo pasar un buen momento y le hacía sentir cómoda, le hacía sentir que podía confiar en él, pero por otra parte, no sabía si podía confiar plenamente en él, aun sabiendo que era un amigo muy preciado para Chloe y que no había razón alguna para que algo le pasara.


Habían llegado a un complejo de apartamentos bastante lujosos. Katja había quedado algo sorprendida, nunca había estado en un lugar como aquel, aparte que era la primera vez que visitaba el Reino Unido y quedó totalmente fascinada al ver lo hermoso que era aquel país y más aquella ciudad. Podría ser una de las razones para quedarse allí por un tiempo, pero debía pensar mejor las cosas antes de tomar cualquier decisión.


Jamás imaginó que fuera así de adinerado y mucho menos que Chloe lo fuera. Era cierto que había muchas cosas que no le había contado a diferencia de ella, razón por la que estaba un poco fastidiada, pero igual pensó que si no le había contado nada, era por algo.


Subieron al octavo piso de aquel apartamento, llegando a la entrada principal, lo que parecía ser el hogar de Leonard. No lograba entender por qué a los jóvenes ricos les encantaba vivir en apartamentos cuando podían fácilmente comprar una casa. Mayormente suelen ser jóvenes y solteros, pensó Katja, pero era algo que no le incumbía en absoluto.


Leonard entró y Katja se quedó en la entrada observando todo desde fuera. Pudo ver desde donde estaba parada la sala de estar, observando que no tenía muchas cosas más que un sofá bastante grande para una sola persona, un comedor de cristal con alrededor de seis sillas y una televisión pantalla plana de unas noventa pulgadas. Habían unas escaleras que conducían hacia la parte superior donde se encontraban las habitaciones, hacia el fondo se podía observar la cocina; el piso de madera blanquecino con betas oscuras.


— ¿Sucede algo? —Preguntó al ver que Katja aún no entraba, sino que se quedó parada allí observando, con expresión desconfiada pero a la vez asombrada.


—No, no es nada —Dijo dando unos pasos hacia el interior. Solo dio unos cuantos pasos, se quedó lo más cerca posible—Leonard la observó divertido y se acercó para cerrar la puerta


— ¿Por qué no tomas asiento? Me imagino que debes estar un poco asustada, no suelo traer a nadie aquí la verdad, pero Chloe tuvo la idea y tranquila, no tengo malas mañas —Dijo con ironía


—No se me pasó eso por la cabeza —Observando todo alrededor mientras tomaba asiento en el sofá — ¿Vives solo? —Preguntó con curiosidad


—Sí, hace unos años me mudé solo. Creo que mi padre se hartó de mi presencia en la casa, aunque él esperaba que cuando me fuera de casa la razón hubiera sido porque me casé —Dijo lanzando una carcajada —Pero me gusta la paz de cierta manera


—Entonces te he quitado tu paz, ¿no? —Dijo algo apenada


—No, para nada. Es bueno tener visitas a veces, no te preocupes. Ahora vuelvo, te traeré algo de tomar —Dijo yendo al otro lado del apartamento.


Katja se quedó en silencio observando cada rincón. Imaginaba que la vida de Leonard debía ser bastante emocionante. Un hombre rico que podía gastar su dinero como le placiera e incluso tener todas las mujeres que quisiera. No solamente era por el dinero, sino que era bastante guapo. Se preguntaba igual si Chloe antes de ir a prisión se daba todos esos lujos y lo gastaba de igual manera, aunque los veía a ambos como personas responsables que sabían gastar bien su dinero.


—Oye, ¿dónde estás? —Preguntó Leonard al momento de hacer una llamada desde su celular


—Estaba haciendo algunas cosas, pero ya las resolví ¿Ya estás aquí? —Desde la otra línea


—Sí, llegué hace poco. Estoy en mi apartamento. Complejos de apartamentos Roosevelt en Sinclair


—Hablas como si hubieras llegado solo, ¿tienes buenas o malas noticias?


—Cuando llegues aquí sabrás —Tratando de no extender la conversación


—Siempre de misterioso ¿no? ¿Complejos de apartamentos Roosevelt en Sinclair? Pensaba tenías pésimos gustos. Menos mal tu padre reflexionó sobre seguir teniéndote en casa


—Muy graciosa y ya me conoces, así que mueve el trasero y apresúrate —Cerrando el celular sin dar chance a que respondiera más


—Idiota —Dijo para sí misma Chloe antes de abordar un taxi hacia su destino


Leonard sonrió para sí mismo porque sabía lo mucho que le molestaba a Chloe que le colgara la llamada. Tomó un vaso del gabinete y lo llenó de agua para llevárselo a Katja, pero al voltearse se encontró con ella mirándolo fijamente, haciendo que perdiera un poco la compostura mientras gotas de agua caían en el suelo.


—Lo siento, no quise asustarte —Dijo con una sonrisa al ver la reacción del rubio


—No, no me asustaste para nada —Mintiendo —Aquí tienes —Pasándole el vaso con agua


— ¿Hablabas con Chloe? No es que haya escuchado tu conversación, vine a ver si estabas bien porque tardabas y la forma en la que hablabas me hacía pensar que era con ella


—Ah, no te preocupes, no pasa nada y sí, hablaba con ella. Estaba dando vueltas por ahí y le dije que viniera rápido.


— ¿Sabe que estoy aquí? —Dijo algo curiosa, evitando mostrarse emocionada


—Quería que fuera sorpresa, es mejor así


—Pensé que sabía que venía —Algo decepcionada


—Realmente no estaba muy segura de sí vendrías o no


—Entiendo...Saldré un momento


—Espera, espera ¿A dónde vas?


—Quiero tomar aire


—No creo que deberías salir sola


—No soy una niña, Leonard y aunque no conozco este lugar, tranquilo, no me iré muy lejos.


— ¿Quieres que te acompañe?


—No pasa nada. Creo haber visto un parque cerca de aquí, ¿no?


Leonard no estaba seguro de dejarla ir sola, pero insistir tampoco sería buena idea


—Sí, al bajar doblas a la izquierda y caminas unos metros y ahí está el parque


—Gracias, Leonard


Sin más, Katja sin nada encima salió con dirección al parque. Leonard se quedó confundido preguntándose si había dicho o hecho algo malo.


Por otra parte, Chloe observaba pensativa por la ventana del taxi con destino al apartamento de Leonard. Pensaba más en lo cruel que había sido con su ex prometido Daniel. Lo que sí sabía es que ya los sentimientos no eran lo mismo y por el momento era preferible mantener la cabeza fría y no involucrar sentimientos si quería que todo resultara como esperaba, de todas formas, no sabía si realmente sintió algo por él alguna vez. Aún no sabía con exactitud lo que iba a hacer, pero sabía que con la ayuda de Katja podría conseguir más de lo que la policía que estuvieron involucrados en el caso de su padre hubieran hecho. Tampoco quería que Katja pensara que solo la sacó por conveniencia propia, también quería que estuviera fuera de la prisión y viviera una nueva vida alejada de los problemas.


Su miraba observó el parque que estaba cerca de aquellos complejos de apartamentos y fijó su vista en una figura que le resultó bastante conocida. Estaba sentada mirando a la nada pensativa.


— ¿Katja? —Se dijo a si misma Chloe mientras volvía en sí y le pedía al chófer que parara el taxi. Una vez pagado el taxi, salió con prisa con dirección al parque. Katja no se dio cuenta de que alguien se acercaba, hasta que mencionaron su nombre, lo que hizo que su mirada subiera y se encontraran ambas miradas después de varias semanas. Ninguna dijo nada, Chloe simplemente flexionó ambas piernas para quedar al nivel de ella —Cuanto tiempo, eh


Fue lo que Chloe mencionó mientras Katja aún seguía perpleja por el reencuentro


—...Sí —Dijo al fin un poco nerviosa, levantándose del banco donde se encontraba mientras Chloe hacia lo mismo, ambas se miraron nuevamente como si hubieran pasado años. Chloe fue la que hizo el primer movimiento y se acercó a la rubia para darle un fuerte abrazo.


—Me alegra verte de nuevo, Kitty —Sobrenombre que le había puesto por su apariencia parecida a un gato indefenso y tierno mientras estaban encerradas.


—A mí también...supongo —Aquello hizo que Chloe rompiera el abrazo y la mirara directo a los ojos


— ¿Supones? Qué triste, pensaba que eras un poco más sentimental —En broma


—Es que aún hay muchas cosas por aclarar


—Pensaba que Leonard lo había hecho, ¿o no lo hizo? —Algo confundida


—Una parte, pero no todo, no lo principal.


—Mmmm, ya veo. Pensé que te había contado todo —Algo decepcionada


—Hay cosas que tú misma debes decir y no pedirles a otras personas que las hagan por ti —Notándose molesta, Chloe lo notó al instante


—Sí, lo sé, y lo siento. Sé que debí haber sido yo la que hiciera todo, pero tenía cosas que resolver aquí


—Créeme que podría haber esperado, no tenía tanta prisa


—Siempre tan tosca, ¿no? —Katja no dijo nada, no estaba para nada feliz


—Voy a contarte todo, lo prometo.


—Pues comienza —Algo afanada


— ¿Aquí? —Creyendo que no era el mejor de los lugares


—No hay nadie aquí, estamos al aire libre y hay privacidad por el momento —La castaña no parecía convencida


—Por cierto... ¿por qué estás sola? ¿Por qué Leonard te dejó sola? ¿Qué estás haciendo aquí?


—Le dije que quería estar sola y tomar aire fresco y mira, valió la pena —Mirándola de abajo hacia arriba, notando la gran diferencia en cómo se veía en ese momento y como se veía dentro de la cárcel. Chloe era una mujer bastante atractiva y que vestía muy juvenil, cosa que le sentaba muy bien.


—Me estás poniendo nerviosa con esa mirada penetrante —Dijo en tono burlesco, pero algo avergonzada por como la miraba Katja


—Lo siento, es que te ves muy distinta. Es muy obvio que el color de ese uniforme no se compara en cómo te ves vistiendo ropa "normal"


—Gracias —Sintiéndose halagada —Puedo decir lo mismo de ti, totalmente diferente. Creo que Leonard hizo bien en comprarte ropa—Viendo como Katja estaba vestida, lo que provoco que esta también se sintiera avergonzada, lo que hizo que Chloe sonriera


—Le dije que estaba bien con mi ropa anterior, pero insistió tanto.


— ¿Por qué querrías usar una ropa con siete años de antigüedad?  Debes vestir como mereces


Nuevamente un silencio sepulcral, pero más que nada ambas pudieron ver que eran las mismas, misma personalidad y buena vibra.


—Bien, no perdamos tiempo entonces, pregúntame todo lo que quieras y yo voy a responder todo


Ambas tomaron asiento y Katja ya tenía sus preguntas formuladas desde hace un tiempo ya.

Notas finales:

Que tengan un feliz resto del día y un feliz inicio de semana 


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