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Embarazo Accidental por Menma Lightwood

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Notas del capitulo:

Holaaa mis amores! Les traigo un nuevo capítulo! Prepárense para lo que viene! Disfrútenlo mucho leyendo como yo escribiendo!

 
- ¿Estas seguro?
 
- Si.
 
- ¿Completamente?
 
- Si.
 
- Pero...
 
- Naruto... - Suspiró el rubio mayor, y extendió una mano para acariciarle el cabello - Estaré bien, anda y disfrútalo.
 
- Pero Dei-nichan - Su expresión se volvió muy triste - Yo quería que vinieras conmigo.
 
Naruto estaba más que preocupado, desde hace un tiempo su hermano no se había sentido al cien por ciento, pero había pensado que podría mejorar con el tiempo, con sus cuidados y su dedicación, pero nada de eso sucedió.
 
Comenzó de manera muy sutil, tan sutil como el crecimiento de su bebé.
 
 
                //Flash Back//
 
 
  6 meses
 
 
- ¿Que es eso Teme? - Preguntó curioso el doncel al ver que su novio levantaba una bolsa en su dirección.
 
- Esto, Dobe... - Saco de su interior una serie de ropa - Es tu salvación.
 
Naruto se inclinó sobre la bolsa y sonrió.
 
- Sabes, los novios por lo general regalan flores y chocolates, y tú me regalas... - Tomo la prenda y la estiró - ¿Pantalones?
 
- Te regalaría flores pero te da alergia, y a nuestro bebé no le gusta mucho el chocolate últimamente - Dijo recordando haber visto a su pareja vomitando gracias a una barra que su padre le había traído de la india - Además, así ya no tendrás que usar los pantalones de gimnasia de Itachi.
 
- Pero esos son cómodos - Se quejó el rubio con el labio inferior hacia afuera.
 
- Estos lo serán más... pruebatelos - Naruto hizo una mueca - Por lo menos inténtalo, sino te gustan te puedes quedar con los otros.
 
- Está bien.
 
El doncel se quitó sus pantalones con algo de disgusto, la ropa era un asunto difícil de tocar en esa época. ¿La razón? Fácil, una mujer puede usar vestidos, batas, leggins, faldas, etc. Y aunque era sabido que en un futuro quizás no sería tan raro ver a un hombre usar alguna de esas cosas (Porque si, incluso para algunos es raro ver a un hombre con leggins) por el momento a él le tocaba tener que ver cómo se las arreglaba para vestirse. Porque a pesar de lo muy adorable que se viera el día de la fiesta, no hubiera podido salir de la casa con el Kimono puesto.
 
En la parte superior había estado usando una camisa vieja de Sasuke que le había provocado ponerse, y aunque era suelta la ahora más prominente barriga sobresalía de ella. Tenía el cabello revuelto y desordenado y los pantalones que le había traído el azabache eran de una tela muy suave que se estiraba en la zona del vientre, era ajustado como para sujetarle pero lo suficientemente suelto para no afixiarle.
 
Le gustaban.
 
Salió del closet donde se estuvo vistiendo y dió una vuelta completa.
 
- ¿Y? - Dió otra más - ¿Que tal me veo, Teme?
 
Sasuke tragó duro. 
 
¿Porque? Pues porque su visión del doncel era algo diferente.
 
Los pantalones se ajustaban de una manera que hacía resaltar ese redondo trasero, el cabello y la camisa le otorgaban un aire despreocupado y rebelde que lo hacía ver apetecible.
 
- ¿Sasuke? - Naru lo miro confundido, el azabache estaba mudo y lo miraba de forma penetrante - ¿Me veo raro?
 
Siguiendo el más primitivo de todos sus instintos se levantó y lo tomo por la cintura, apegandolo a si tanto como el vientre se lo permitió. Ahora que tenían una relación establecida, podía demostrar abiertamente lo mucho que deseaba tenerlo cerca, abrazarlo, oler su aroma, besarlo, tocarlo...
 
Hacerlo suyo.
 
- No - Susurro a pocos centimetros de su boca - Te ves precioso.
 
Asaltó los labios contrarios con tanta dulzura que pudo, pero le era difícil cuando lo único que quería era desnudarlo. Quiso sentirse culpable por pensar de manera tan salvaje, pero cuando una de sus manos tanteó hacia abajo y apretó ese deseable trasero, ocasionando un sensual gemido, supo que no estaba solo en su deseo.
 
Amaba esos pantalones, pero lo único que quería hacer ahora era arrancarlos.
 
Una mano se unió a la otra antes de bajar un poco más y sostener los muslos. El rubio enredó las piernas al rededor del torso del azabache mientras se seguían besando, sus manos jugaron con la melena contraria, y lo siguieron haciendo cuando su espalda tocó la cama. Estaba nervioso y sus manos temblaban, había compartido besos con Sasuke, pero nada se asemejaba a esto. Sentía esas manos recorrer todo su cuerpo con lentitud, despojándolo prenda por prenda. Los besos pasaron de su boca a su cuello, lamiendo, mordiendo...
 
- Sasuke... - Estaba jadeando sin poder evitarlo, sus mejillas estaban rojas y su respiración era agitada.
 
Sasuke tomo un poco de espacio y le observó.
 
- Te amo Naruto.
 
Ahí fue cuando de verdad lo vió, ese brillo especial que veía en sus propios ojos cuando se miraba al espejo. Estaba justo allí, escondido en esos ojos oscuros de todo el mundo, menos para él. Porque Sasuke era suyo, y él era de Sasuke.
 
Para siempre.
 
- Yo te amo más.
 
 
                        *******
 
 
- ¿Estas bien? - Era la cuarta vez que se lo preguntaba, pero al doncel le parecía tierno.
 
- Estoy bien, Teme - Aseguro sonriente.
 
Ambos ya estaban vestidos, el había decidido cambiarse la camisa después de compartir la ducha (Y algo más) pero se dejó los pantalones, al fin y al cabo no los usó por más de un minuto. Sasuke, por otro lado, si cambio la ropa formal que usaba en su trabajo por unos pantalones holgados y una franelilla oscura.
 
- ¿Seguro? - Insistió. Y puso una mano en el lugar en donde su hijo ahora se encontraba practicando una rutina de zumba - ¿Y el bebé?
 
- Estamos bien, te lo juro. Solo estoy algo adolorido... - Sus mejillas se colorearon un poco - Pero es normal.
 
- Se siente bastante inquieto.
 
- Bueno, acabamos de perturbar su siesta, es normal que este de mal humor.
 
- Vas a tener que acostumbrarte, jovencito - Le murmuró fingiendo seriedad, aunque por dentro estaba feliz - Porque ahora tendrás que aprender a compartirlo.
 
- ¿Ah sí? - Sonrió pícaro - Pensé que ya te pertenecía.
 
- No, antes te tenía solo para él porque tú y yo no estábamos juntos, pero ahora deberá hacerse la idea de que ya no eres solo de él.
 
- Va a ser un problemita, porque es igual de celoso que tú.
 
- ¿Enserio?
 
- Enserio. Debiste ver el berrinche que hizo cuando Yahiko me tocó la barriga, y no dejó de hacerlo hasta que se fué.
 
- ¿Recuerdas cuando dije que no podía caerme mejor porque no le gusta el ramen? - El doncel asintió. Sasuke sonrió de lado - Mentí, ahora me cae muchísimo mejor.
 
- Idiota, lo dices solo porque le gusta cuando estás cerca - Se enternecio al recordarlo, su hijo podía estar exigiendo por comida, pero si su padre varón andaba cerca, se tranquilizaba al instante, como si sintiera su presencia.
 
- Mejor aún, así no le afectara mucho la nueva rutina... - Y le mordió sugerentemente el lóbulo de la oreja.
 
- Mmmm... - Gimió bajito. Se apegó más a él, y se puso de puntillas para volver a unir sus labios.
 
La llama de la pasión volvía a crecer cuando un ruido los sobresaltó a ambos, seguido de un grito.
 
- ¿Mamá? - Sasuke tomo la mano del rubio y se apuraron para llegar hasta la planta baja. Mikoto estaba en el suelo socorriendo a Deidara, en cuya frente corría un pequeño río de sangre. La escalera tirada a un lado suponía que se había caído de ella - ¿Que sucedió?
 
- ¡Nii-chan! - Como pudo se arrodilló y le dió unas palmaditas en el rostro.
 
- Disculpa, Naru-chan, el foco de la sala se quemó, iba a cambiarlo pero Dei se ofreció a hacerlo - Miró preocupada al rubio inconsistente - No quería que me hiciera daño por error, y mira lo que pasó.
 
- ¡Hinata! - Gritó Sasuke.
 
La chica de ojos perla apareció casi a la carrera, los guantes en sus manos suponían que había estado cocinando.
 
- ¿Q-Que paso, señor?
 
- Trae el botiquín - Y cargo en sus brazos a Deidara para depositarlo en el sofá. Naruto estaba tan angustiado que una lágrima se le escapó sin querer - Estará bien, no te preocupes.
 
- Pero...
 
- ¿Naru? - Esos ojos tan azules como los suyos se abrieron lentamente - ¿Porque lloras?
 
- ¡Dei! - Se arrojó en sus brazos como un niño pequeño - ¿Estas bien? ¿Que paso?
 
- Me asustaste mucho, Dei-chan - Le riñó la pelinegra acariciándole la mano.
 
Hinata llegó rápido con el botiquín, y entre la mujer y el doncel le curaron la pequeña herida de su frente. Sasuke observaba todo sentado en el reposabrazos del sofá.
 
- Lo siento... - Dijo una vez que estuvo curado - Estaba bajando de la escalera y... no lo sé, todo se me vino en negro.
 
- ¿Quieres ir al hospital? - Propuso Mikoto.
 
- No, estoy bien - Contestó Dei levantándose con cuidado - Solo fue un mareo.
 
Intentaron convencerlo de lo contrario, incluso Sasuke estuvo de acuerdo, pero el mayor de los Uzumaki se mantuvo firme en su decisión. Sostuvo que estaba bien y que no necesitaba un médico, solo una larga siesta.
 
Se lo creyeron, pero no debieron.
 
 
 
.
 
 
 
7 meses
 
 
Era de noche en la mansión Uchiha, las cosas no podían estar mejor entre ellos como pareja, ahora que tenían una vida sexual activa además de la sentimental, estaban más unidos que nunca. Ahora, sin embargo, tenían un pequeño problema.
 
- ¿Porque no? - Hacia morritos Izuna sentado en el suelo y recostando la espalda en la pared.
 
La familia Uchiha estaba reunida en la habitación principal, en un principio la pareja había ido para hablar con los dueños de la casa sobre un asunto de suma importancia: El nombre de su bebé. Pero a medida que fueron conversando se termino uniendo más y más gente, de modo que no les quedó de otra que sentarse y escuchar sugerencias.
 
Sasuke estaba sentado en la cabecera de la cama con Naruto recostado entre sus piernas, sus manos abrazaban al menor y de paso también a su vientre.
 
- Porque no - Dijo el azabache por enésima vez - Tenemos suficiente con un solo Izuna en la familia.
 
- ¡Oh vamos, Sasuke! - Se cruzó de brazos - No es justo ¿Que tiene de malo que el bebe se llame como yo?
 
- No es tanto que se llame sino que se parezca - Río Itachi, sentado en una silla, al igual que los demás, la conversación le había parecido interesante y se unió - Es mejor no arriesgarse.
 
Izuna puso lo ojos en blanco.
 
- Eso no tiene nada que ver, no es como si los Izuna's estuviéramos malditos.
 
- ¿Y porque no Akira? - Propuso Mikoto, sonreía de lo mas emocionada desde un gran sofá, estuvo esperando ese momento por mucho tiempo - Es un bonito nombre, su bebé sería como su brillante luz. Como un sol.
 
- Pero si ya tiene un sol - El excéntrico primo hizo un gesto al doncel con fastidio - Sería muy tonto que tuviera otro.
 
- Izuna - Le regaño la mujer.
 
- ¿Que? Estoy siendo objetivo ¿O acaso a alguien le gusta ese nombre?
 
- Yo creo que es muy común - Opinó Itachi, e Izuna se mostró de acuerdo - ¿Que tal Asahi?
 
- Ese no está mal - Comentó Sasuke como si lo pensara enserio, pero su gesto cambió al ver la cara de su novio. Su hermoso rostro estaba arrugado en una mueca - ¿Que? ¿No te gusta?
 
- No es que no me guste... pero quiero algo que tenga más personalidad.
 
- Se los digo... - Izuna se mostró tan persistente como solo el sabía serlo - Ponganle mi nombre, no se arrepentirán.
 
- No se lo he puesto y ya me estoy arrepintiendo, así que... - Su encogimiento de hombros y su burla hizo reír a todos menos a su primo.
 
- Oh, vamos Sasuke ¿Que nombre puede ser mejor que Izuna?
 
- ¿Que les parece Menma?
 
Los presentes casi sufrieron un infarto cuando vieron al varón de ojos grises sentado en el alféizar de la ventana en una pose de lo más relajada. En sus manos tenía, como no, una bolsa XXL de papas fritas.
 
Itachi lo miro confuso.
 
- ¿Como subiste?
 
- Subí por las columnas - Contesto como si nada.
 
- ¿Que no estamos en el tercer piso? - De no haber estado tan cómodo entre los brazos de su amado, Naruto se pudo haber levantado para verificar - ¿Porque no subiste por las escaleras?
 
Menma se encogió de hombros.
 
- Me dió flojera.
 
- ¿Te dió flojera subir las escaleras pero no escalar por las paredes? - El patriarca Uchiha, situado al lado de su esposa, levantó una ceja. De no vivir en el seno de una familia tan extraña esa visión lo fuera espantado.
 
- Soy un hombre incomprendido - Dijo Menma con simpleza.
 
- Y muy guapo, Izuna Uchiha, un gusto - Sonrió con coquetería, y desde su puesto en el suelo se irguió un poco más, sacando el culito - Tu eres el de la voz sensual.
 
- Soy su primo - Señaló a Naruto - Y gracias, ¿Tú eres el de la bolita que le sube y le baja?
 
- Ay - Se burló el Uchiha, guiñándole un ojo.
 
- Okeeey - Intervino Itachi - Si quisiera ver a Izuna ligar entraría a su página de facebook. Estamos discutiendo que nombre le vamos a poner a mí sobrino.
 
- ¿Vamos? - Sasuke alzó las cejas y su pareja le dió un golpecito para que no interrumpiera.
 
- Mi oferta sigue en pie - Anunció Menma en un tono cantarin. 
 
- La mía igual - Asintió Izuna.
 
- ¿Que te parece Kai? - El mayor de los Uchiha miró a su hijo menor - Creo haberte escuchado decir que ese te gustaba.
 
Naruto se llevo una mano a la barbilla, no era lo mejor que había escuchado, pero era lo que mas había llamado su atención hasta ahora.
 
- No estaría mal.
 
- No lo sé - El Uchiha no se mostró tan seguro como su novio - Como que cambie de idea.
 
- ¿Porque no Sai? - La interrupción les hizo voltear a todos. En el marco de la puerta se encontraba Sai con su perenne cara de Póker y un maletín de payaso que sabrá Dios de donde lo habría sacado.
 
- ¿Porque? - Preguntó Itachi.
 
- Tienen que admitir que no es mala opción - Soltó con su sonrisa falsa.
 
- No, no lo es. Pero con Sasuke quedamos que no le pondríamos el nombre de nadie más. Es algo confuso - Se rasco nervioso la mejilla - Si le poníamos al bebé mi nombre, por ejemplo ¿Como le llamaríamos? ¿Naruto junior? ¿Mini Naru? Sería lo mismo con cualquiera de sus nombres, así que...
 
- ¿Entonces no hay posibilidades de que se llame Itachi?
 
El público volteó a ver al mayor de los hijos Uchiha con unas caras interrogantes.
 
- ¿Que? - Sus brazos se cruzaron en actitud defensiva - ¿Acaso soy el único que no puede soñar con que su sobrino se llame como el?
 
Naruto reprimió una risa.
 
- Ya dije que sería confuso, además...
 
- Además de que lo único que quiero menos que un Izuna como hijo es un Itachi - Le informó Sasuke con una sonrisa ladina. Ambas versiones eran escalofriantes, en una veía a su hijo haciendo poses sexuales frente a la computadora y en la otra lo veía desnudo en la bañera haciéndose un tratamiento especial para el cabello.
 
- ¡Oye! - Itachi puso mala cara.
 
- Suficiente tengo con tenerte de hermano. No me presiones.
 
- ¿Que tal Ryu? - Menma terminó sus papas para sacar de su espalda una bolsa de basura llena de más comida, y Sai abandonó su apática cara de sufrimiento interno para poner una de extrañeza al preguntarse como carajos le había hecho para subir tanto peso sin ser spiderman.
 
- Los nombres cortos no son lo típico en la familia - Acotó Fugaku, recordando que en su linaje lo más usual era tener un nombre largo y llamativo.
 
Itachi se mostró escéptico.
 
- Tampoco lo es dejar embarazado a alguien sin dejarlo en silla de ruedas, pero ya ves, Sasuke nació rompiendo todos los esquemas.
 
- ¿Aha? ¿Y cuál fue el primero? - Se burló Izuna - ¿Que los niños pueden parecer niñas?
 
- ¡Dejen de joder con ese puto asunto o los correré del hospital cuando mi hijo Nazca! - Gritó con una vena en la frente. Sintió a su bebé dar un par de puñetazos, y no supo si era para mostrar su apoyo o para defenderlo. El pensamiento le mejoro un poco el humor - Quedan advertidos.
 
- Que así quede escrito - Izuna alzó una hoja imaginaria y simuló escribir sobre ella - Aquel que ose pasar por alto la existencia del pene de Sasuke Uchiha no vera a su primogénito na...
 
Sasuke le arrojó una almohada que fue a parar de lleno en su rostro, callando sus parloteos.
 
- ¡Desgraciado hijo de...! - Su tía le dió una cara de muerte - ¡Oh vamos! ¿Ya ni me puedo burlar?
 
- Kisa en un nombre muy bonito - Siguió comentando Mikoto sin prestar atención a los reclamos de su sobrino - Y no es tan corto.
 
- Una letra no hace la diferencia - Dijo Fugaku.
 
- Así como tampoco un pene.
 
Naruto estaba bastante seguro de que un miembro sí que hacía la diferencia, pero sabía que Izuna solo seguía molesto y por eso hacia berrinches. El había aprendido a tolerarlo en unos pocos meses. Sasuke, sin embargo, a pesar de convivir con el por más de veinte años, aún no soportaba su humor, por lo que volteó a mirarlo con ira.
 
- ¿Quieres ver como te las arreglas para vivir sin pelotas? 
 
- Mejor perder los huevos que el...
 
- Izuna - Fugaku cerró los ojos - Cállate.
 
- Kisa es lindo, pero Boruto también, y ninguno de esos dos me gusta tanto - El como hacía Naruto para concentrarse en el tema sin desviarse o reírse era un misterio sin resolver - ¿Tú qué opinas, Dei...? ¿Dei? - Miró hacia todas partes, habría jurado que su hermano había llegado con ellos al principio, pero ya no estaba - ¿A dónde fue?
 
- Iré a buscarlo - Ofreció Itachi como buen alma caritativa y bondadosa que era.
 
"Si, claro" 
 
- No, iré yo - Con algo de apoyo se levantó de la cama y fue en dirección al cuarto de su hermano. Estuvo a punto de tocar la puerta cuando un pequeño sonido le llamó la atención, y abrió sin tocar - ¿Dei?
 
Su hermano estaba sentado en el suelo en una pose algo desorientada.
 
- ¿Eh? Ah, hola Naru...
 
- ¿Estas bien? ¿Que..? 
 
El doncel cayo en un detalle, una de las preciadas figuras de arcilla estás tirada en el suelo, destruida. Y Deidara estaba justo frente a ella, mirándola como si estuviera concentrado pero a la vez no, estaba como ido.
 
- ¿Que sucedió? - Conocía de sobra a su hermano. El amaba esas figuras con su vida, monto un drama cuando Itachi le puso un dedo encima, pero fue mucho más raro verlo tan relajado al ver una hecha pedazos - ¿Estas bien?
 
- ¿Ah? - Su desorientación no hizo más que alarmar a su hermano. De haber sido otra persona habría pensado que estaba drogado - Si, todo bien.
 
- ¿Que pasó? 
 
- Se me resbaló - Contestó como si nada.
 
- ¿Y?
 
- ¿Y qué?
 
- ¿Porque no estás enloqueciendo? - Dijo al fin - Son tus figuras, ¿Porque no estás llorando o haciendo drama?
 
Deidara frunció un poco el ceño, como si no pudiera concentrarse, y luego suspiró como si se rindiera.
 
- No es nada, estaba vieja de todas formas.
 
- ¿Vieja? - De acuerdo, si su hermano no estaba en drogas por lo menos algún estupefaciente se tuvo que haber tragado por accidente. Quizás confundió las vitaminas con éxtasis o... o de camino a la casa aspiro sin querer marihuana, pero algo tenía que haber - Deidara, las coleccionas precisamente porque son viejas, son especiales para ti.
 
- Estoy cansado - Murmuró de pronto y recogió los pedazos para ponerlos en su lugar - Hablamos mañana cuando me sienta mejor.
 
No se le fue la mandíbula al piso por poco, pero eso había sido raro, incluso para él.
 
"No lo dejes solo" Le advirtió una voz en su cabeza, generándole algo de temor.
 
- Dei-niichan, ¿Quieres que duerma contigo? Puedo cantarte una canción o leerte un cuento...
 
Deidara recuperó por unos segundos esa ternura que lo caracterizaba y le tomo la mano a su hermanito mientras terminaba de acostarse.
 
- No, estoy bien. Anda y sigue discutiendo sobre el nombre de mi sobrino.
 
Dudo un poco, pero terminó asintiendo.
 
- De acuerdo, ¿Alguna recomendación?
 
- Una, si - Entre sus dolencias logro sonreír grande - Que no se llame Izuna.
 
- ¡Oye! - Se escuchó la queja desde la habitación principal.
 
Ambos hermanos comenzaron a reír escandalosamente, divirtiéndose de nuevo como antes solían hacerlo cuando solo estaban ellos dos. 
 
 
 
          //Fin del Flash Back//
 
 
 
8 meses
 
 
Eso los devolvía al inicio de la conversación, se había enterado por fuentes muy confiables ( Ejem, el facebook de Izuna) Que pensaban hacerle un Babyshower sorpresa, por dicha razón era que Sasuke lo había invitado a "salir" cosa que ya de por sí era sospechosa pues el más que nadie sabía que caminar no le gustaba y mucho menos con tanto peso extra. Es por ello que entró en la red social de su ahora primo político para salir de dudas y, efectivamente, vio que el Uchiha lo había publicado todo sin pelos ni señales en su muro. Se rió mucho cuando lo vio, todavía no entendía como seguían confiandole secretos a ese hombre.
 
El único problema era que mientras todos estaba preparándose para recibirlo, a él la única persona que le importaba que estuviera presente le estaba diciendo que no podía ir.
 
- Tienes que estar ahí, nii-chan - Siguió insistiendo con un pucherito.
 
Deidara sonrió con ternura.
 
- Pero si ni regalos tengo para darte...
 
- ¡No me importa, dattebayo! Solo te quiero ahí. Por favor - Se esforzó en poner la mejor cara de perrito que podía hacer.
 
- Está bien.
 
- ¿Enserio?
 
- Vuelve a preguntarme eso y me quedaré a dormir - Advirtió en broma.
 
- ¡Te arrastrare por los pies si lo haces! 
 
- Vale vale, ahora anda y alístate, no hagas a tu Romeo esperar - Le pinchó con un guiño que hizo al otro sonrojar.
 
- Tonto - Un llamado de la planta baja por parte del padre de su bebe hizo que se levantara de la cama de su hermano - ¡Ya voy! Nos vemos luego, Dei-niichan. Recuerda que si no vas vendre por ti.
 
Fue escaleras abajo hasta que se topó con Sasuke, estaba usando un traje muy formal, eso logró que el doncel ladeara la cabeza en señal de confusión. Solo se vestía así cuando iba a trabajar.
 
- ¿Y esa pinta, Teme? 
 
- Hoy te voy a llevar para que conozcas donde trabajo, Dobe - Le dijo mientras tomaba su mano y caminaban al auto.
 
Los ojos se le abrieron de sobremanera.
 
- ¿¡Que!? 
 
- ¿Algún problema?
 
- Pues... - La verdad es que si había uno, conocía por boca de los demás que la empresa Uchiha era muy lujosa y exclusiva, no cualquiera podía trabajar allí. Y su mayor preocupación era lo que pensaría todo ese grupo de gente importante de ver a su jefe con un doncel ordinario - No creo estar vestido adecuadamente - Mintió mirando hacia otro lado.
 
Sasuke le dió un repaso y luego sonrió de lado.
 
- Estás bien - Su pareja tenía puesta un par de esos pantalones que le había comprado, eran de color negro por lo que las piernas y el trasero se veían justo donde deberían estar. Y arriba se puso un suéter de tela muy suave algo ajustado que dejaba muy a la vista su enorme vientre. Estaba más que precioso - Pero no es la ropa lo que te preocupa... ¿O si?
 
- Mmmm...
 
- Naruto - Le llamó cuando vio que no lo quería mirar a los ojos - Naruto - Repitió.
 
- ¿Que sucede?
 
El azabache se adelantó y le sostuvo la mandíbula para que lo viera a la cara.
 
- Escucha, no me interesa lo que digan los demás. Cierto, quizás no tengas dinero en exceso, pero eso no me importa, Dobe. Eres testaturo, inteligente, y eres mío - El corazón le dió un vuelco cuando escucho eso último - Tu y yo tendremos un bebé, entre eso y lo mucho que te amo, no me importa lo que tengan que decir unos empleados.
 
- Yo también te amo, Teme - Se arrojó a él y le planteo un beso que el otro no tardó en responder.
 
- Ah, eso sí. Es posible que muchas mujeres y donceles volteen a mirar de vez en cuando, pero no te preocupes, no me interesa ninguno de ellos.
 
- Suena más a que te preocupa que haga una escena - Entrecerró los ojos con sospecha.
 
- Claro que no, tu puedes hacer lo que quieras. Solo intenta no dejar tan traumadas a mis colegas como a la mesera.
 
- ¡Oye! - Le empujó antes de subirse al auto - Además no traumé a esa mesera.
 
- Eso diselo al zapato que dejó tirado por escapar de ti cuando nos íbamos.
 
El camino hacia la empresa Uchiha fue algo rápido. Llegaron a la entrada principal y se dirigieron al último piso, bajo la mirada de muchos que se sorprendían de ver a su jefe llegar con el chico embarazado.
 
- Espérame aquí un segundo - Le susurró antes de entrar por una puerta de cristal.
 
Se quedó sentado en un sofá un rato, de verdad lo necesitaba, su bebé se estaba estirando y por lo general eso le generaba un poco de dolor. Además sus pies estaba algo hinchados y...
 
- ¿Naruto?
 
- ¿Eh? - Al voltear, lo primero que vio fue un par de ojos perla y un cabello castaño - ¡Neji! 
 
- ¿Como estás? No, espera, yo me siento - Le dijo al notar que el embarazado pensaba levantarse. Por lo que tomo asiento junto a él - No te había visto desde aquella vez.
 
- ¿Cuál vez?
 
- ¿No lo recuerdas? Yo estaba allí ese día que tú y tu hermano, bueno... - Río un poco - Ya sabes.
 
- Oh sí - Se rasco la mejilla con bochorno - Que raro, no te reconoci.
 
- Oh, no te preocupes, yo tampoco te reconoci hasta más tarde, pero cuando intenté contactarte Sai me dijo que estabas viviendo con Sasuke, y no me pareció adecuado.
 
- ¿Y ahora sí lo es? - Sonrió.
 
- Bueno, estás en mi área de trabajo, soy el consejero al mando.
 
- Oh, que bueno. Aunque la última vez que te vi me dejaste un ojo negro en la competencia de Karate.
 
- Ah, si. Lo recuerdo, seguiría practicando artes marciales, pero tengo dos pequeños en casa que mantener.
 
- ¿Te casaste? - Vaya, se había concentrado tanto en su propia vida que no noto lo mucho que corría el tiempo.
 
Neji procedió a mostrarle unas fotos de dos niños de unos ocho años, mellizos al parecer. Ambos tenían esos bonitos ojos perla, pero uno tenía el cabello castaño y el otro de un azul oscuro. Preguntó por su madre, sorprendiendose al enterarse que ella trabajaba en su propia casa.
 
- ¿Tú esposa es Hinata? - Preguntó con la boca abierta.
 
Neji reaccionó bastante sorprendido también.
 
- ¿No lo sabías? Tus suegros lo saben, ellos fueron los que le ofrecieron la oportunidad de trabajar allí.
 
Se enteró también que su padre tuvo un accidente y estaba en silla de ruedas, pero que eso en parte fue algo bueno porque resultó en que el hombre no pudiera trabajar, de modo que se quedaba con los niños mientras su hijo y su nuera trabajan.
 
- ¿Que tal el embarazo?
 
- Muy bien - Sonrió de lo más contento - Ya tengo los ocho meses.
 
- Un pajarito me comentó que tendrías un varón - La mirada elocuente y su intento de no reírse le dio curiosidad.
 
- ¿Tiene que ver con Izuna?
 
- ¿Izuna? - Arqueó una ceja - No, el no entra por aquí. Los de seguridad lo echan cada vez que viene. Yo me refería a Sasuke, llegó como un loco al día siguiente hablando hasta por los codos que tendría un varón. Lo juro, le escuché tantas veces hablar de esa cena que casi siento que estuve ahí.
 
El corazón del doncel se emocionó un poco ¿Su Sasuke enserio había hecho eso?
 
Un carraspeó incómodo llamó la atención de ambos.
 
- Neji, te estaba buscando - Sasuke hizo acto de presencia justo a tiempo, Neji era de confianza, pero el hombre tenía la mala costumbre de avergonzarlo - Necesitaba dejar todo en orden para el descanso.
 
- ¿Descanso? - Se extraño el doncel - Pensé que aún no tenían vacaciones.
 
- Bueno, nuestro jefe es tan dedicado a su trabajo que se saltó las vacaciones de los últimos cuatro años. Asi que en total dan como unos cinco meses - Explicó el castaño con algo de burla.
 
El rubio seguía sin entender el punto.
 
- ¿Y los tomarás ahora porque...?
 
- Porque quiero estar contigo en tu último mes - Continuó el azabache - Además así también puedo colaborar en los primeros meses del bebe antes de volver al trabajo.
 
- Teme... 
 
La escena pudo haber sido aún más tierna si Naruto hubiera tenido tiempo de abrazarlo. Pero no pudo hacerlo cuando tres periodistas con sus respectivas cámaras entraron en la sala y se abalanzaron como buitres sobre la pareja.
 
Sasuke se adelantó un paso para proteger a Naruto, sabía que esos buscadores de primicia eran de todo menos delicados. Y eso lo confirmó cuando...
 
- Señor Uchiha ¿Es cierto que este chico es su pareja? 
 
- ¿Piensan casarse?
 
- ¿Porque no habíamos visto al joven hasta hoy?
 
- ¿Su hijo participará en su empresa?
 
- ¿Que piensas sus padres al respecto?
 
- ¿Cuando nacerá?
 
- ¿El bebé es suyo?
 
Sasuke le hizo un gesto a Neji para que llamara a seguridad, pero en lo que llegaban, el Uchiha prefirió ser directo.
 
- Este chico se llama Uzumaki Naruto, y si, es mi pareja. Estamos esperando un bebé y por supuesto que es mío - Le lanzó una mirada envenenada al periodista que trago saliva y retrocedió un paso - No más entrevistas, eso es todo lo que diré ¡Neji!
 
- Por allá, caballeros - El castaño señaló los periodistas a un grupo de guardias que se encargaron de echarlos de la manera menos amable posible - Que imbéciles.
 
- ¿Quien fue el que dió la orden de dejarlos entrar? - La molestia era evidente en el azabache.
 
- No lo sé, pero lo averiguaremos - Le entrego una carpeta que traía en las manos- Los trámites están listos. Nos vemos cuando regreses, y adiós también a ti Naruto.
 
- Nos vemos - Se despidió el doncel sacudiendo la mano y luego dandosela a su pareja.
 
El regreso a casa fue silencioso, pero le gustaba que así fuera. La visita al trabajo de Sasuke había sido algo tensa para el, no se le pasó desapercibido que muchos lo miraban con confusión, como si no lograrán entender que hacía alguien como él en ese lugar.
 
Punto válido, ni el lo sabía. 
 
Estaba tan distraído cuando volvió a casa que el susto que se llevó cuando una lluvia de confeti le aterrizó en la cara fue tremendo.
 
- ¡Sorpresa! - Gritaron al unisono un grupo de gente en la sala de estar.
 
Estaban casi todos, desde los señores Uchiha hasta sus hijos y los primos, incluso estaba Kakashi y Hashirama, aunque Obito no se veía por ningún lado. Pudo preguntar, pero su curiosidad fue suplantada por alegría cuando vio a su hermano sonreírle desde el sofá. Se arrojó a sus brazos y luego le dió las gracias a todos.
 
- Oh, basta de sentimentalismos - Izuna hizo acopló de su excéntrico carácter y se levantó del suelo con una bolsa algo grande que le entrego al rubio - Abre el mío primero.
 
Cuando el doncel sostuvo la bolsa como si adentro hubiera un C-4, el Uchiha rodo los ojos.
 
- Solo ábrelo y ya.
 
- De acuerdo... - Desenvolvió el regalo, y cuando lo abrió quedó más que sorprendido - Izuna, esto está...
 
- ¿Que es? - Pregunto Fugaku, demasiado consiente de la clase de regalos que su sobrino podía dar.
 
Lo cierto es que todos estaban igual, incluso Hashirama tenía una mano en la ventana por si de ahí tenia que lanzarse.
 
- Está...
 
- ¿Esta...? - Sasuke de inclinó para ver mejor.
 
- ¡Está lindo! - Naruto alzó un conjunto de un monito con un suéter pequeño con capucha. Lo mejor del caso es que el fondo era negro pero tenía una variación de colores diversos, y atrás estaba el símbolo de la familia Uchiha encerrado en un remolino que simbolizaba a su propia familia. Casi podía llorar - Muchas gracias ¿Como hiciste esos colores?
 
- Pues cuando no ando de fiesta buscando amantes o divirtiéndome con un sexy elefante me gusta hacer camisetas y pintarlas en mi tiempo libre. No es la gran cosa.
 
El ojo visible de Kakashi le observo con escepticismo.
 
- Tu destestas la costura, incluso detestas comprar ropa. La última vez que te vi haciendo algo similar fue cuando le compraste el traje de zorra a Sai.
 
- ¿Tú se lo compraste? - Itachi no se aguantó la burla.
 
- Peor aún - Hashirama se volteó a ver a su cuñado - ¿Lo viste comprar el traje y aún así te sorprendiste cuando Sai lo uso en la cena?
 
- Honestamente pensé que el traje era para él - Kakashi fue directo al grano - Era lo más probable.
 
- Claro que no, yo jamás... - Izuna lo reconsideró mejor tras recibir una mirada crítica - Bueno, quizás lo hubiera considerado, pero Sai no se quejó mucho que digamos.
 
- Cierto - Sasuke no estaba en mejor estado - ¿Como fue que te dejaste convencer de usar algo así?
 
- Tiene buen gusto - Comentó como si nada el pálido Uchiha al mismo tiempo que Deidara se volteó a ver a su némesis.
 
- ¿Desde cuándo a ti te gusta el arte? 
 
- Soy un hombre multifacético y profesional - Todos lo miraron como si acabara de decir que no le gustaban los hombres - De acuerdo, quizás soy un poco distinto - "Con mucho énfasis en distinto" pensó Naruto con una gotita - Pero el punto es que hice eso con mis propias manos.
 
- Vaya Izuna - Fugaku era el más impresionado de todos - Te lo tomaste con mucha madurez, estoy orgulloso.
 
- Espera - Naruto metió la mano y saco algo del fondo de la bolsa - ¿Que es...? - Saco una prenda grande y la estiró. Sus ojos se abrieron con espasmo - ¿¡Pero que!?
 
El mismo diseño y el mismo material del traje de su bebé pero hecho en un camisón semi transparente y corto. Era lencería, viera por donde lo viera. 
 
- Y el orgullo murió - El patriarca Uchiha negó con la cabeza.
 
- Me lo esperaba - Comentó Dei con una risita.
 
- ¡Oye! Una vez que bajes esos quince kilos extra podrías ponértelo, para darle sazón a la cosa, ya sabes - Sacudió la cabeza cual asesor sexual calificado.
 
- ¿Quince kilos? - Perdió el aliento mientras se autoexaminaba con horror.
 
Su novio le puso una mano en el hombro y tomó asiento junto a él en el sofá.
 
- No le hagas caso, es un idiota.
 
Mikoto le dió una severa mirada a su sobrino para que cerrara la boca, e Izuna suspiró y se guardo su opinión.
 
- Mi turno - Itachi se levantó y le entregó una caja pequeña. Estaba sonriendo, pero no estaba mirando a su cuñado, sino a otro rubio que le estaba mirando fijamente - Ojalá y les guste.
 
- ¡Hey! - Sonrió, era un biberón grande y grueso, pero lo divertido era que estaba cuidadosamente fabricado para que pareciera una de las famosas botellas de shampoo que tanto afanaban al Uchiha - Está muy cómico, gracias.
 
Al recibir una negación de cabeza por parte de su hermano menor, Itachi bufó.
 
- ¿Que? ¿Tiene algo malo querer enseñarle a mi sobrino como cuidarse el cabello?
 
- Pues...
 
- Ten - Directo y al grano, con su usual cara de Póker, Sai se adelantó, sin importarle si interrumpía o no.
 
- Ehh... ¿Gracias? - Era un ser de libros diversos sobre bebés, tenía algunos de esos en casa, pero estos eran algo peculiariares, sobretodo por los títulos. Alzó uno de ellos que le llamó la atención y leyó en voz alta - ¿Guía básica para no ahogar a tu bebé?
 
Sai no se alteró.
 
- Es muy común que pase.
 
- ¿Manual instructivo para sacar correctamente los gases?
 
- Los cólicos son frecuentes y muy peligrosos.
 
- ¿Mil y un posiciones para llegar al orgasmo en media hora? - Casi se muere de la vergüenza cuando sacó ese último. Sus orejas estaba más que rojas. Miro sin entender al Uchiha - ¿Y esto que?
 
- Ah, eso. Es muy usual que la pasión en una pareja muera después de tener un hijo. Tú piel quedará flácida, tus glúteos perderán forma y a Sasuke ya no se le va a parar - Dijo como si nada.
 
- ¿De dónde sacaste esa basura? - Sasuke se irritó al punto de querer arrancarle la cabeza, pero se contuvo para ni hacer una escena.
 
- De aquí - Se acercó y saco de la bolsa un último libro.
 
- ¿Posibles fracasos en una relación después de parir "Edición sexual"? - Leyó en voz alta el Uchiha para luego arrojarlo a un lado - Justo cuando pienso que ya no puedes ser más anormal...
 
- Sasuke - Riño la pelinegra.
 
- Está vez estoy de acuerdo ¿Que clase de regalo es ese? - Hashirama se levantó de su puesto y entregó a la pareja una caja algo plana y larga - Esto si es un regalo - Dijo muy altanero.
 
La caja tenía adentro lo que parecía ser una funda de almohada peluda con cara de monstruo.
 
- Es... ¿Para su cuna? - Intento adivinar el rubio mayor al ver que su hermano no decía nada.
 
- ¿Que? ¡No! Sácalo y ponlo en el suelo, tiene una cuerda al lado de una pata, tira de ella y mira como surge la magia.
 
Sasuke lo hizo para que su pareja no hiciera esfuerzos, pero su pose de macho pecho peludo se perdió cuando la funda se hinchó hasta levantarse como un muñeco de medio metro con unos ojos grandes y un pico extraño.
 
- ¿Y? - Hashirama casi podía hacer ojitos - ¿Que tal?
 
Naruto no encontraba las palabras.
 
- Es... pues... creo que...
 
- Creo que malinterpretaste el término de "muñeca inflable" - Izuna  nunca se iba por las ramas - Porque primero debería ser más grande, y segundo, debería tener un agujero en algún la...
 
- ¡Izuna! - Mikoto estaba perdiendo la paciencia.
 
- Hombre, si querías darle un juguete sexual a mi hermano por lo menos le fueras comprado uno menos feo - Itachi apenas y se resistía de estallar en risas.
 
- No es un juguete sexual - El castaño rodó los ojos - Es un muñeco abrazable para el bebé.
 
Kakashi soltó una carcajada sin compasión alguna.
 
- Si yo fuera un niño lo último que me provocaría sería abrazarlo.
 
- ¡Oh vamos! Es adorable, el dueño de la tienda dice que incluso es mucho mejor que el pollo ese.
 
- ¿Te refieres al Furby? - Naruto finalmente logró conectar su boca con su cerebro.
 
- Furby, pollo, pato, lo mismo da. El punto es que es mejor - Aseguró de lo mas confiado Hashirama.
 
- En fin - Mikoto sabía que tenía que interrumpir o si no nunca podría tomar la palabra - Este es mío y de Fugaku.
 
Era el más pequeño hasta ahora, solo una cajita pequeña, como en las que vienen los collares.
 
- ¡Oh! - Era un pasaje para dos a las Bahamas por dos semanas, no tenían fecha, así que podían usarse cuando quisieran - Muchas gracias - Dijo muy agradecido.
 
El hombre tomo la mano de su esposa y le sonrió.
 
- Nosotros más que nadie sabemos que dentro de un par de meses querrán un descanso, así que se nos ocurrió que esto les gustaría.
 
- Los niños pueden volver loco a cualquiera, chicos - La mujer les advirtió con dulzura - Pero cuando necesiten un tiempo a solas, nosotros nos encargamos.
 
- Además - Hablo el peliplata - Aprovechando el momento, este es mi regalo.
 
Era otro pasaje similar, solo que este era para un parque acuático que estaba cerca del mismo hotel en las Bahamas.
 
- Copión - Se mofó su cuñado.
 
Kakashi no sé inmutó.
 
- Me invitaron de última hora, se hizo lo que se pudo.
 
- Muchas gracias a todos por sus regalos y...por la fiesta, enserio se lo agradecemos - El doncel contuvo un par de lágrimas, hace un par de meses solo eran el y su hermano, pero ahora tenía una gran familia que se preocupa por el y su hijo. Las cosas no podían ser mejor.
 
Y hablando de su hermano...
 
Deidara se levantó con algo de nerviosismo y le ofreció a Naruto una cajita cuadrada algo grande. Todos estaban en silencio observando la escena, por lo que pudieron captar el momento justo en el que sus ojos terminaron de cristalizarse y las lágrimas corrieran por sus mejillas.
 
Sasuke comenzó a preocuparse cuando notó que no decía nada.
 
- ¿Dobe? 
 
- Mira - Alzó en su mano una escultura de arcilla cuidadosamente bien fabricada. Era una imagen de él y de Sasuke abrazados de rodillas, y en medio de ellos y pequeño bebé envuelto les sonreía con cariño. Su gesto se volvió acusador aún entre las lágrimas - ¡Me mentiste! ¡Dijiste que no tenías regalos!
 
- Valió la pena el engaño para sorprenderte - Río feliz y se acercó para abrazar a su hermanito, que unos segundos después se dió cuenta de un detalle.
 
- ¿Y Kurama?
 
La mirada vacilante que obtuvo a cambio no le gusto para nada.
 
- Tenía unas cosas que hacer, pero prometió volver pronto - Intentó animar al más joven que puso una carita triste - Descuida, te mandó a decir que si tarda unas semanas en volver, aún hará todo lo posible para estar aquí para el nacimiento de mi sobrino.
 
Bueno, si su hermano decía que estaba bien, entonces debía ser ¿No?
 
- Está bien - Se resignó entonces, siendo confortado por su novio que le sobó los hombros y depósito un beso en su coronilla.
 
- Descuida Dobe, de seguro volverá pronto.
 
- De seguro que si - Como buen metiche que era, Izuna entro en escena - No se perderá el nacimiento de Izu-chan.
 
- ¡Por última vez, Izuna! - Sasuke rodó los ojos - ¡Mi hijo no va a llevar tu nombre!
 
Todos rieron mientras disfrutaban de la pelea.
 
La fiesta continuo entre conversaciones y bromas, comiendo aperitivos y peleando por cual regalo era el mejor, sin saber que una figura negra escondida tras una columna, miraba la escena con culpa y temor.
 
 
.
 
 
 
9 meses
 
 
Estaba cansado, aunque era curioso porque apenas y podía hacer cosas. 
 
Ahora que estaba en su último mes, la comodidad había muerto y al doncel le costaba estar cómodo en cualquier posición, por lo que ni durmiendo escapaba de sus problemas. Mikoto se la pasaba diciéndole que era normal, que el bebé se estaba acomodando para salir, que estaba bien si sentía presión, que las patadas eran muy comunes...
 
Vale, no tenía problemas con que su hijo pateara todo lo que quisiera. El problema era cuando dejaba de hacerlo para afuera y utilizaba a sus órganos como saco de boxeo.
 
De haber podido hablar o por lo menos mandar mensajes por Whatsapp, su páncreas y sus intestinos ya le habrían mandado los emojis con la carita sulfúrica y el dedo medio.
 
Ni siquiera toleraba la presencia de Sasuke, su bebé se alegraba mucho cuando lo sentía cerca, tanto, que lo mandaba al baño en tres segundos por haber empujado sin querer su vejiga. Por dicha razón había decidido tomar distancia, incluso en la cama, porque ahora Naruto prefería dormir solo, así podía moverse con libertad y el calor no le afectaba. Sasuke lo aceptó sin problemas, ya que conocía de antemano que a su pareja le gustaba quitarse la ropa en la madrugada gracias al calor, y como también se conocía a el mismo, sabía que si veía ese cuerpo desnudo a mitad de la noche, su propio deseo lo haría intentar tocarlo y tenerlo para si mismo. No obstante, como Naruto últimamente se quejaba cada vez que lo hacía, prefirio callarse y aceptar.
 
Ese día en particular, se encontraba sentado en el jardín para llevar algo de brisa, cuando el teléfono sonó. Sintió que Mikoto se levantó para cogerlo, y unos segundos después, se escuchó su grito.
 
- ¡No!
 
Naruto se levantó tan rápido como alguien con una barriga de cinco kilos podría hacerlo, y camino rápido hasta el salón, para encontrar a su suegra llorando junto al teléfono.
 
- ¿Mikoto-san? - Se inclinó sobre ella - ¿Que sucede?
 
- Sasuke llamó... - Intentó limpiarse las lágrimas pero otras las reemplazaban - Fugaku sufrió un accidente, está en el hospital. Sasuke e Itachi están con él.
 
"Oh por..."
 
- ¿Pero qué pasó?
 
- Dicen que estaba de camino al trabajo y alguien desde el edificio de arriba dejó caer un bote de pintura accidentalmente. Dicen que fue un error, están remodelando la planta alta y... - Comenzó a sollozar  sin control.
 
El doncel tomo asiento junto a ella en el suelo y la abrazó, era la primera vez que veía a la fuerte y capaz Mikoto Uchiha llorar.
 
- ¿Como está el?
 
- Tuvo suerte de que no cayó en la cabeza, pero le dió en el hombro y parece que algo está roto... también algunas costillas, creo, pero hay que esperar a ver qué dicen los médicos.
 
- No te preocupes, te aseguro que Fugaku-san estará bien...
 
A decir verdad todo el asunto era una terrible casualidad para el, a veces, durante las construcciones suceden accidentes, y es normal. Pero por otra parte, Mikoto si presentía algo muy malo estaba sucediendo, y creía conocer la causa.
 
Lo pudo certificar unas horas después cuando, al visitar a su esposo en el hospital junto a Naruto ( Deidara no fue porque seguía indispuesto) Se encontró como toda una escena digna de aparecer en CSI. Su hijo mayor estaba siendo interrogado por unos hombres que usaban unos trajes blanco y amarillos de cuerpo completo y con tanques de oxígeno a su espalda, lo único que les faltaba era que comenzarán a gritar ¡33-12! ¡Tenemos un 33-12!... Itachi no paraba de despotricar contra uno de ellos que parecía estarle haciendo preguntas.
 
- ¡Itachi! - Su madre se acercó a él y trato de calmarlo tomándolo del brazo. Lo último que necesitaba ahora era una pelea - ¿Que sucedió? ¿Donde está Sasuke?
 
- Estos idiotas se lo llevaron a cuarentena, ¡Y es ridículo! - Gruñó de nuevo hacia el hombre del traje.
 
- ¿Que? - Naruto sufrió un shock increíble ¿Que Sasuke estaba que? - ¿Porque?
 
El hombre levantó las manos, instando la calma antes de hablar.
 
- Así como le explicamos a su hermano, el señor Uchiha estuvo en contacto directo con un virus que se come la carne desde adentro. Tuvimos que llevarnoslo para hacer la revisión correspondiente, si lo soltamos ahora, la plaga se esparcirá como cenizas y todos moriríamos.
 
- Santo cielo - Mikoto se llevó una mano a la boca, preocupada. 
 
Itachi seguía sin calmarse de nada, tenían suerte de que tuviera el cabello recogido, porque de haber estado suelto pudo haber meneando esa melena, noquear a los hombres y salir corriendo con su padre y hermano.
 
- ¡Pero si no tienen pruebas de que este contaminado!
 
- ¿Y prefiere que nos arriesguemos? - Apenas y se le veía la cara, pero el sarcasmo era inconfundible -  Escuchen, la revisión tardará a lo máximo un día o dos, y si no está contaminado, le dejaremos ir sin ningún problema.
 
- ¿Y Fugaku?
 
- Su esposo está inconsciente, señora Uchiha - Un doctor salió por la puerta usando solo el traje común de trabajo - Verificamos que no sufrió rotura de costillas ni de otro hueso aparte de la clavícula y el hombro algo magullado. Es un hombre muy afortunado.
 
- ¿Saldrá pronto?
 
- Deberá permanecer el día de hoy porque aún está sedado, pero si después después de colocar el yeso    está consiente y se siente bien, podremos darle de alta.
 
- ¿Puedo verlo?
 
- Está dormido, pero puede pasar unos minutos si lo desea. Pero solamente uno a la vez - Tuvo que especificar al ver que la mujer miraba automáticamente al doncel.
 
- No te preocupes, yo esperaré aquí - Mostrándose muy seguro de si mismo. Sabía muy bien que la situación era delicada, así que si por lo menos podía contribuir a que su suegra se relajara un poco se sentiría mejor - Además aquí afuera podré estar al pendiente de la situación de Sasuke - Agregó con un ligero temor al no poder estar con el azabache.
 
Itachi dió un paso al frente.
 
- Yo me quedaré con él - Prometió.
 
La mujer asintió agradecida y se perdió detrás de la puerta que guiaba a su esposo. Naruto se quedó en compañía de Itachi mientras éste le relataba lo sucedido, dijo que en la mañana llego a una hora inusual al trabajo, porque se suponía que debía llegar a las siete. Pero por quedarse dormido llegó, irónicamente, media hora antes. Su reloj despertador se dañó, y cuando llegó a la compañía pensó que eran las siete y media cuando en realidad eran las seis y media. Dijo que se fue resignado a hacer su trabajo, no le gustaba mucho pero no sabía hacer nada más, y que una hora más tarde decidió recibir a su padre. Pero desde el vestíbulo puedo ver qué antes de que Fugaku llegara a la puerta un bote de pintura le cayó justo en el hombro izquierdo, desmayandolo en el acto.
 
- Tu mamá me dijo que fue un accidente, que estaban remodelando arriba...
 
- Escucha Naruto, no me gusta ser confabulador, pero nuestra compañía no contrata personal que comete "accidentes" y aunque fuera el mínimo caso... ¿Se suponía que estaban remodelando arriba, no?
 
- ¿Si? Se supone que estaban pintando ¿No?
 
- Por curiosidad antes de venir aquí subí las escaleras para destrozar al imbécil que cometió semejante idiotez ¿Y sabes lo que encontré? Habían instrumentos para pintar, si, pero esa habitación en específico ya se remodeló la semana pasada. Aparte de eso, en el susodicho caso de que volvieran a pintar, la única manera de que ese bote se cayera, es que estuvieran pintando en el frente que da al balcón, para eso se coloca el bote de pintura en una superficie especial que facilita la tarea. Pero ese bote que le cayó a mi papá estaba cerrado, no debería si se supone que iban a usarlo. Y aunque se cayera antes de poder abrirlo, la única forma de que sucediera es que hubieran intentado abrirlo en el filo del balcón, y no era necesario cuando ya hay un espacio para eso.
 
- Quizás...
 
- Y Ademas ¿Sabes de qué color era la pintura? - El pequeño rubio negó con lentitud - Roja. Nosotros tenemos uno de los edificios más altos de la ciudad, con más de cien espacios disponibles, y en ninguno de ellos hay una pared roja.
 
El doncel sintió un escalofrío recorrerle la espina dorsal cuando comprendió el significado de las palabras de su cuñado.
 
- Dices entonces... ¿Que fue a propósito? - Preguntó con sorpresa - ¿Porque?
 
Itachi respiró hondo.
 
- Naruto, creo que.. - Su celular comenzó a sonar, y en la pantalla apareció el rostro de Deidara. Tenía su número porque después del altercado en el centro comercial se había asegurado de tener su número registrado. Contesto de inmediato - ¿Hola? ¿Que sucede, Deidara? Estoy con tu hermano en el... - Se cortó y sus ojos de abrieron - ¿¡Que!? ¿Quien...? Cálmate un segundo, ¿Quien entro en la casa?
 
- ¿Que dice? - Naruto estaba comenzando asustarse - ¿Dei está bien?
 
- Escucha, Deidara, escúchame - Hizo una pausa - Lo se, tranquilo. Has presión en la herida para detener el sangrado...
 
- ¿¡Sangrado!? - Si no estaba aterrorizado antes lo estaba ahora.
 
- Encierrate en mi cuarto, detrás del closet hay una puerta escondida, entra ahí y escondete - Se detuvo un segundo - Llegaré pronto, espérame.
 
- ¿¡Que mierda esta pasando, Itachi!? ¿¡Mi hermano está herido!?
 
Itachi se levantó exaltado, se había puesto pálido y tenía los ojos muy abiertos. Se arrodilló frente a Naruto y se aseguró de tener toda su atención.
 
- Escucha Naruto, se que prometí estar aquí, pero alguien irrumpió en la casa y parece que lastimó a Dei.
 
- ¿¡Esta bien!?
 
- Estaba encerrado en el baño del segundo piso cuando me llamó. Voy para allá.
 
- ¡Tengo que ir! - Se levantó de inmediato, las lágrimas inundando sus ojos por el pánico - ¡Tengo que...!
 
- ¡Tienes que quedarte aquí! Tú y mi sobrino estarán a salvo aquí, yo traeré a Deidara.
 
- Pero...
 
- Por favor, necesito que te quedes aquí para estar seguro de que estarán a salvo.
 
Ya no podía controlarse ahora, estaba llorando abiertamente, tenía miedo por su hermano, miedo por Sasuke, miedo por su bebé, miedo por Itachi. Estaba aterrorizado, y sin embargo encontró la fuerza suficiente para asentir.
 
- Me quedaré aquí.
 
Itachi salió corriendo tras darle una última mirada. Y una vez que se quedó solo, colocó el rostro entre sus manos, se sentía tan inútil. Nunca se había lamentado realmente de estar embarazado, ni siquiera cuando supo la noticia. Pero justo ahora se sentía tan impotente, no podía ver a su suegro porque era riesgoso para su hijo ese ambiente de hospital, apenas y podía estar en la sala de espera. No podía ir con Sasuke por la misma razón, no podía seguir a Itachi porque sería un estorbo, no podía salvar a su hermano porque de estar herido no podría cagarlo ¿Y el ladrón? Tampoco podría pelear con él...
 
Comenzó a ponerse nervioso, y su bebé se movía demasiado. Estaba tan ensimismado que no noto la mano que se posó en su hombro. Sufrió un sobresalto tremendo.
 
- Hey, que soy yo - Le tranquilizó el pelirrojo con una sonrisa - ¿Que sucede? ¿Que haces aquí?
 
- ¡Kurama! 
 
El doncel se arrojó a su brazos en busca de consuelo, mientras el otro escuchaba, entre lágrimas y tartamudeos, la noticia de los acontecimientos y quedaba en shock. Apenas se iba por unos meses y todo se descontrolaba. 
 
Sacudió la cabeza, tenía que mantenerse firme, ya sea que el rubio le correspondiera o no, tenía que actuar como buen amigo que era.
 
- Naruto, tranquilízate, todo estará bien, Itachi ya habrá llamado a la policía y tú hermano es astuto, sabrá cómo cuidarse - Intentaba calmarlo en vano, el chico estaba muy alterado.
 
- No puedo... - Puso una mano en su pecho - No... puedo... respirar...
 
Kurama miró hacia ambos lados, pero al no encontrar ninguna enfermera, tomo el asunto por sus propias manos. Alzó al rubio m volandas, lo saco a la entrada del edificio y cruzó la calle para llegar a un pequeño parque enfrente del establecimiento. Lo sentó con cuidado en un banco y le sobaba los muslos mientras intentaba ayudarlo.
 
- Respira, inhala y exhala... - No había participado nunca en un parto precisamente porque odiaba está parte. Siempre pensó que se veía ridícula la gente que hacía esas caras y respiraciones, pero dejo eso de lado mientras instaba al rubio a calmarse, cosa que no estaba funcionando - Naruto, respira.
 
- No... no... puedo - El agua salada que brotaba de sus ojos se colaba en sus labios, ahogandolo.
 
- Con calma, tranquilo...
 
- ... - Su rostro se estaba volviendo rojo, y sus respiraciones se estaban apagando.
 
- ¡Demonios Naruto, piensa en tu hijo!
 
No es que no quisiera, pero el doncel estaba sufriendo un ataque de pánico y era incapaz de calmarse. Kurama comenzó a preocuparse cuando sintió que el bebé dejaba sus movimientos erráticos para detenerse de a poco.
 
"Bueno" Pensó el pelirrojo "Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas"
 
En un impulso se levantó, aunó el rostro del rubio en sus manos y le besó.
 
Naruto dejó de respirar de repente, los ojos amplios por el espasmo. Un segundo después el hombre se separó de él y le miró de una forma que el doncel no pudo decifrar, no lucía para nada molesto, pero aún así estaba muy serio.
 
- Kura...
 
- Me gustaría decir que la razón por la que hice esto fue solo para detener tu ataque, que si, pero no es el único motivo - Le interrumpió, y luego suspiró con pesar.
 
- No entiendo... - Su respiración ya estaba normal, pero por alguna razón se sentía mareado - ¿Porque...?
 
- Estoy enamorado de ti - Soltó de golpe, dejando al otro boquiabierto -  Desde siempre, y aunque se que jamás estaremos juntos, me alegra que seas feliz.
 
Naruto abrió la boca para hablar, cuando en su vista periférica visualizo una sombra alta y encapuchada que corría hacia ellos. Intento advertirle a su amigo, pero fue demasiado tarde. La culata de un arma se estrelló en la cien del pelirrojo, tirándole al suelo, y una vez allí recibió una fuerte patada en la cara.
 
- ¡KURAMA! 
 
El rubio se levantó, pero se quedó quieto. El atacante le estaba apuntado directamente con el arma. No a su corazón, no a su cabeza...
 
Le estaba apuntado al vientre.
 
- Muévete y se muere - Conocía esa voz de algún lado, pero se limitó a esperar - Ahora camina, y cuidado de gritar ¿No querrás que a tu mocoso le pase algo, o si? - Dijo malicioso.
 
Una mano lo tomo fuerte del brazo y sin dejar de apuntarle, lo condujeron a un auto estacionado al otro lado de la calle. No pudo evitar mirar atrás, sintiendo su corazón estrujarse, Kurama estaba inconsciente en el suelo y su cara estaba llena de sangre, manchando el pasto a su alrededor.
 
Lo introdujeron con fuerza en la parte de atrás y le amarraron las manos y los pies. Pensó que también cubrirían sus ojos, pero su visión se mantuvo sin obstáculos, de modo que pudo observar sin problemas que además de su captor, que se sentó a su lado, enfrente vio a un hombre maduro vestido elegantemente que fumaba un cigarrillo y con la otra mano sostenía una copa de whiskey.
 
- Justo a tiempo - Su expresión era más que complacida - Espero que disfrutes el viaje, Uzumaki Naruto.
 
- ¿Como sabe mi nombre? - Permanecer callado sería lo mejor, pero no sé dejaría intimidar tan fácil - ¿Quien es usted?
 
- Todo el mundo sabe quién eres, mi estúpido sobrino se encargó de eso cuando lo dijo frente a las cámaras. Pero nosotros ya sabíamos quien eras desde hace mucho tiempo.
 
Con una última calada de su cigarrillo, desechó el filtro en un cenicero y se tomó de un trago el licor para darle al embarazado una sonrisa llena de maldad.
 
- Mi nombre es Uchiha Madara, y seré tu anfitrión está, y todas las noches siguientes hasta que nazca ese crío.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Continuará...
Notas finales: ¡SE PRENDIÓ ESTA MIERDAAAA!
 
¡Muy bien mis Furbys! Estamos increíblemente cerca del final, si tuviera que calcular diría que nos quedan unos dos capítulos. Aún no sé si haré un epílogo o no, pero uno nunca sabe UwU
 
Quiero antes que nada disculparme por la demora de los primeros capítulos. Aunque la vez anterior me esforcé en cumplir con el plazo de entrega (Cosa que si logré, en mi país eran las once y veinte de la noche cuando actualicé, así que Yolo XD) Pero debo decirles que eso solo sucedió porque cuando subí el capítulo nueve yo ya tenía adelantado la mitad del capítulo díez, por lo que me resultó algo más ligero escribirlo a tiempo. Sin embargo, yo no sirvo para cumplir con fechas, mis primeros lectores pueden garantizarselo, principalmente porque no cuento con internet, solo datos móviles, y porque soy una persona de inspiración, escribo cuando las ganas me llegan, y es así porque cuando de verdad quiero hacerlo es que logro crear esos largos y cómicos capítulos que los hacen reír.
 
Es por ello que si digo un: ¡Oigan! Publicaré un 20, o X fecha. Es porque ya lo tengo casi listo y lo que me faltan son detalles.
 
Inicialmente dije que publicaría dos veces por semana, pero en ese entonces tenía cuatro capítulos listos y pensé que lo demás podría ser fácil, pero no lo fue.
 
Pero ¡Hey! Que esta vez publiqué en menos de quince días, fue un récord XD
 
Aparte, tengo dos cosas que decir:
 
La primera (Y sin el ánimo de ofender a nadie): No pienso disculparme con aquellos que esperaban el Lemon de Naruto y Sasuke. Para quienes se tomaron la molestia de revisar mi cuenta, verán que digo que el Lemon no se me da, no me siento a gusto escribiéndolo y no haré algo que no me guste. El chiste de escribir es divertirse, no incomodarse. De modo que por ello no coloque el Lemon como advertencia, porque simplemente nunca hubo planes de hacerlo. Mis historias son de humor, romance, uno que otro momento sexy, drama, angustia, pero hasta allí. Además, no creo que una historia deba tener sexo para ser Interesante, y eso es justamente lo que yo quiero lograr.
 
Y en segunda: Tengo un nuevo fic en mente, pero me gustaría saber si opinión al respecto.
 
Este será ambientado en Akatsuki, para quienes amaron a este grupo de loquillos XD Y el protagonista será Deidara.
 
¡Venga el resumen!
 
 
 
Para nadie era un secreto que Deidara estando en Akatsuki había cometido terribles crímenes. Crímenes tan horribles que ni el podía llegar a perdonarse, de modo que luego de autoexplotarse en esa batalla contra Sasuke Uchiha, lo único que esperaba era el bien merecido infierno como castigo. 
 
Sin embargo, lo primero que vio al abrir los ojos, no se parecía en nada a lo que esperaba.
 
Ahora, con una segunda oportunidad para corregir sus errores, Deidara tendrá que enfrentarse cara a cara con su pasado, y pasará por las más locas y graciosas situaciones hasta descubrir quién es el realmente y a quien entregarle finalmente su corazón.
 
La pregunta es ¿Quien ganara?
 
¿El sangriento Sharingan o el extinto pero poderoso Rinnegan?
 
O quizás... quizás no haga falta un poder ocular para ganar, solo un corazón vulnerable y un buen teatro de marionetas.
 
Deidara x ???
 
¡Averígualo!
 
 
Muy bien, ahora, una cosa que debo advertirles es que en esta historia la pareja de Itachi por Deidara no está establecida aún, está la opción de Sasori y Pain. Así que si no te gusta esto de ver tres chicos disputándose por otro entonces quedas advertido. Pero quién lo vaya a leer le garantizo que habrán muchas risas, momentos incómodos, recuerdos del anime, confusiones y demás.
 
Aún no tengo el título, pero el primer capítulo será publicado en mi cumpleaños, el 29 de septiembre.
 
Si, algo lejos, pero quiero tener la historia lista para poder publicar un capítulo por semana y no defraudar a nadie.
 
Ahora sí, dejen sus comentarios!
 

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