Durante todo el viaje de regreso a la Corporación Capsula, Bulma y Kyuri no volvieron a hablar pero la niña saiyajin no podía evitar sentirse un poco intimidada por las discretas miradas que hacía su abuela de otra línea de tiempo sobre ella. Finalmente llegaron a la enorme edificación con forma de domo, Kyuri abrió la puerta del auto, se bajó de un salto y avanzó hacia la Corporación Capsula con una sonrisa en el rostro, pero su sonrisa se borró de golpe al ver que no era la misma edificación que ella recordaba: Había una bodega que estaba conectada con un tubo en el jardín trasero, se habían incorporado más torres alrededor del edificio y había un pequeño cobertizo en forma de domo en un rincón del jardín trasero, además, las paredes estaban un poco despintadas y apenas se podía leer las letras estampadas en la enorme edificación.
-Y ¿qué estás esperando? ¿no quieres pasar?-preguntó Bulma.
-¿Eh? ¡s-sí! c-claro… me encantaría pasar, abuela, digo, Bulma-san-respondió Kyuri riéndose nerviosamente, Bulma sonrió y ambas caminaron a la entrada principal de la edificación con forma de domo.
Al entrar en la Corporación Capsula, Kyuri caminó por el pasillo detrás de Bulma y mientras contemplaba el interior de la edificación, no había cambiado mucho, a excepción de que la vieja televisión había sido reemplazada por una más grande, la habitación donde se quedaba Mirai Trunks había sido convertida en un nuevo cuarto de juegos y las habitaciones de su padre y su tía habían cambiado de decoración y mueblería conforme ambos semi-saiyajin fueron creciendo y cambiando sus preferencias por la edad, la habitación de su tía Bra era la que más le llamó la atención ya que era completamente rosa y el techo de su cama colgaba una suave tela de color rosa pálido con encajes de flores blancas y corazones rosa oscuro. Su tía Bra de su línea de tiempo jamás se hubiera atrevido a usar algo así en su habitación. Desvió la mirada de la puerta de la habitación al escuchar a Bulma llamándola, se alejó de allí y fue corriendo a la cocina donde la científica de cabellos celestes la esperaba para tomar un té.
-¿Por qué me llamaste, Bulma-san?-preguntó Kyuri con curiosidad mientras se sentaba en una de las banquetas frente a la barra de la cocina.
-Quería saber cuál té te gustaría beber-dijo Bulma abriendo la alacena y sacando una cajita verde finamente decorada con detalles dorados-porque tengo muchos y de distintos sabores, elije el que quieras-
-Cualquiera me viene bien pero si es por cuestión de gustos, prefiero el té verde tradicional-respondió Kyuri, Bulma sacó un pequeño frasco con té verde en hebras, guardó la cajita y una vez que hirvió el agua, colocó algunas hebras de té en el agua, esperó a que el agua cambiara de color y sirvió el té en dos tazas individuales.
-Así que… Kyuri ¿no es así? ¿de dónde vienes?-preguntó Bulma tomando asiento frente a la niña saiyajin-he notado que tú no eres de esta ciudad ¿dónde vivías antes de mudarte aquí con tu familia? ¿o acaso perteneces a otra línea de tiempo?-
Kyuri casi se ahoga con el té que estaba bebiendo, apoyó la taza contra la mesa volcando un poco de su contenido en el proceso. Tosió un poco, se aclaró la garganta para aliviar el ardor y la picazón que le dio el té y miró a su abuela de otra línea de tiempo.
-Tú… cómo… ¿cómo lo supo?-preguntó Kyuri sin poder creer que su abuela Bulma haya descubierto su procedencia sin siquiera decírtelo.
-Oh, vamos ¿piensas que soy tan tonta como para no darme cuenta? he visto que te ponías nerviosa cada vez que te miraba, como si me estuvieras ocultando un secreto y eso era algo que mi hijo, Trunks, solía hacer a veces cuando era niño-respondió la científica de cabellos celestes-¿acaso tienes alguna clase de conexión con él?-
-Um… y-yo…-dijo Kyuri un poco temerosa, no sabía qué hacer, no encontraba las palabras para responder las preguntas que le hacía su abuela de otra línea de tiempo-yo…-respiró profundo, soltó un pequeño suspiro y elevó la mirada hacía Bulma-sí… tengo una conexión con Trunks. Soy su hija y también soy la hija de Gohan, sé que se oye un poco extraño si lo digo de esta manera pero…-
-¡No puedo creerlo! Esto no está pasando ¡tengo una nieta!-exclamó Bulma entusiasmada-espera a que le diga a Chi-chi que tengo una nieta de otra línea de tiempo y que también es su nieta ¡se va a alegrar muchísimo!-
Bulma se levantó de la silla en la que estaba sentada, caminó hacia el teléfono con la intención de llamar a Chi-chi para contarle la noticia pero Kyuri rápidamente se levantó de su silla y corrió hacia su abuela de otra línea de tiempo.
-¡No! ¡abuela Bulma, no lo hagas!-exclamó Kyuri colocando su mano en el teléfono impidiendo que su abuela llamara a Chi-chi.
-¿Por qué no puedo decírselo? Chi-chi es mi amiga, estoy segura de que ella se pondrá feliz con la noticia-respondió Bulma queriendo descolgar el teléfono para llamar a la mujer de cabellos oscuros pero Kyuri otra vez se lo impidió.
-Mi abuela Chi-chi de mi línea de tiempo no tiene la menor idea de que yo existo y ella tampoco debe saberlo aquí-dijo la niña saiyajin-por favor, no le digas a nadie más sobre esto, nadie puede saber la verdad, ni siquiera mis padres, no estoy lista para que lo sepan aún. Que esto quede entre nosotras-
-Está bien… tú ganas, no llamaré a Chi-chi-dijo Bulma suspirando con algo de pena mientras alejaba la mano del teléfono-no le diré que tú existes y tampoco se lo diré a nadie más-
-¿Decirme qué, mamá?-Kyuri y Bulma desviaron la mirada al encontrarse con Bra parada en la entrada de la cocina, su cabello celeste estaba ligeramente húmedo y su cuerpo estaba cubierto por una toalla lila (que probablemente tomó prestada sin permiso de su hermano), en sus pies calzaba unas pantuflas de peluche rosa, ambas se miraron la una a la otra sin saber que decir-y ¿no van a decirme nada? ¿acaso un ratón les comió la lengua o qué?-
-Bra, cuanto lo siento, no quería que lo supieras de esa forma pero…-respondió Bulma, Kyuri la miró con una ligera expresión de shock pensando que su abuela le diría a su tía la verdad-pero ¡tenemos una invitada! ¿por qué no la llevas a tu habitación para que juegue contigo y hablen un poco?-
-Mamá, ya no soy una niña pequeña. Ya no juego tan seguido, además, no tengo tiempo para hablar con ella ahora, debo ir a cambiarme, papá me prometió que me llevaría a comprarme ropa y accesorios nuevos esta tarde-respondió la niña de cabellos celestes, estaba a punto de salir de la cocina pero Bulma la detuvo.
-Un momento, jovencita ¿qué hay de la escuela? ¿acaso no piensas ir a clases?-preguntó Bulma con seriedad.
-Papá dijo que me llevaría más tarde, en cuanto termináramos de hacer las compras-respondió Bra encogiéndose de hombros, movió su muñeca para liberarse del agarre que su madre aplicó en ella-ahora, si me disculpas, tengo que ir a cambiarme-
Bra se alejó de la cocina dejando a Bulma y Kyuri solas, la científica de cabellos celestes fue a sentarse en su silla y llevó sus manos a la cabeza, suspirando con frustración.
-A veces no puedo entender a esa niña, siento que cada día se parece más a Vegeta-pensó Bulma en voz alta-cuando Vegeta regrese a casa luego de dejar a Bra en la escuela tendremos una sería conversación sobre esto-
En la montaña Paoz, Trunks estaba sentado contra la pared de la casa junto a Goten, ambos estaban un poco confundidos por lo que les había pasado ayer. Alguien los había estado espiando entre los arbustos y pudieron percibir su ki, por un momento creyeron que se trataba de algún animal salvaje que merodeaba por ahí, cosa que era probable, ya que en esa área montañosa habitaban diversos animales y dinosaurios con los que Gohan y Goten solían jugar cuando eran niños, incluso hoy en día, Goten se dedicaba a cuidar a esas temibles criaturas, incluso mostraba una gran determinación en los laboratorios de la oficina central de la Corporación Capsula cuando se ofrecía a ayudar con el cuidado de los dinosaurios que investigaban; sin embargo, aquel ki no pertenecía a ningún animal conocido. El joven de cabellos lilas salió de sus pensamientos al escuchar a su mejor amigo llamarlo.
-Oye, Trunks ¿tú crees que el ki que sentimos ayer haya sido de algún animal salvaje?-preguntó Goten mirando a su amigo con curiosidad.
-¿Qué? no, no creo que haya sido de un animal salvaje. Creo que era el ki de un saiyajin porque tenía un nivel de poder muy elevado para ser un simple humano-respondió Trunks-tenía casi el mismo poder que teníamos cuando éramos niños-
-Creo que tienes razón ¿y sabes porqué? porque ayer, cuando volvimos a mi casa, encontré esto en los arbustos-dijo Goten, metió la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó una bolsa de plástico vacía de papas fritas con sabor a langosta roja-¿puedes creerlo? pensé que estas papas fritas ya no estaban a la venta en ninguna máquina expendedora-
-¿Podrá ser que nos estemos enfrentando a algún enemigo de una línea de tiempo alterna?-preguntó Trunks.
-O quizás se trate de algún viajero misterioso, como ese chico que se parecía a ti que llegó para advertirnos de Black Gokū.
Ambos amigos se miraron entre ellos en silencio por unos segundos para luego reírse a carcajadas de la estúpida teoría que acababan de inventar.
-Jajajaja, eso es completamente imposible, quiero decir, han pasado muchos años desde que mi yo de un futuro alterno vino a advertirnos sobre Black Gokū-dijo Trunks riéndose a carcajadas.
-Lo mismo digo, pero… por si acaso, debemos estar alertas, no sabemos si este viajero del tiempo es un aliado o un enemigo-dijo Goten.
-Y ¿quieres seguir entrenando?
-No, ya me canse de entrenar, vamos adentro y juguemos videojuegos-le sugirió el semi-saiyajin con cabello en puntas peinado a un costado.
-Me gustaría, pero tengo que volver a trabajar.
-¿Ahora? Han pasado semanas desde la última vez que jugamos juntos ¡ya no quieres divertirte conmigo!-protestó Goten al ver que su amigo comenzaba a alejarse volando, Trunks detuvo su vuelo y se volteó para ver a su mejor amigo.
-Claro que sí, pero ahora que estoy a cargo de la Corporación Capsula, no puedo tomarme esta responsabilidad a la ligera-respondió Trunks-tengo muchas cosas que hacer hoy, pero te prometo que cuando tenga un día libre, jugaré videojuegos contigo-
-Está bien ¡cuídate, Trunks!
Trunks sonrió y se alejó volando de la montaña Paoz, apenas estuvo unos metros lejos de la casa de Goten, su sonrisa se borró, no tenía la culpa de no poder pasar más tiempo con su mejor amigo de la infancia, bueno, su mejor amigo después de Gohan, ya que a éste lo consideraba como un hermano mayor a quien pedirle apoyo, un consejo o alguien más con quien hablar de sus problemas. Extrañaba pasar tiempo de calidad con Goten pero su trabajo en la Corporación Capsula lo tenía asfixiado y a veces maldecía el día en que su madre decidió retirarse para poder dejarle la empresa a cargo, aún así no le molestaba, estaban haciendo muchos progresos últimamente desde que su madre se retiró y además, varias empresas de diferentes lugares del mundo querían hacer una alianza comercial con la Corporación Capsula.
De regreso en la Corporación Capsula, Bulma y Kyuri estaban terminando de tomar su té sentadas frente a la barra de la cocina, Bra ya se había ido, no sin antes despedirse de su madre y de Kyuri para después tomar su cartera e irse en uno de los múltiples autos de la empresa familiar con su padre al centro de Satan City para comprarse ropa y accesorios nuevos. Por unos segundos, ninguna de las dos hablo, solo se dedicaban a beber su té en silencio hasta que Bulma habló.
-Así que… en tu línea de tiempo, Gohan y Trunks son tus padres ¿no es así?-preguntó Bulma a Kyuri mientras seguían tomando el té en la barra de la cocina.
-Sí, ellos son mis padres, de mi papá Gohan heredé la inteligencia que tengo hasta ahora y de Trunks heredé las puntas lilas en mi cabello-respondió Kyuri, quien tomó uno de sus mechones de cabello con su mano para mostrárselo a su abuela-fueron apareciendo conforme mi cabello crecía, cuando era bebé mis papás me dijeron que mi cabello era completamente negro-
-Wow, eso es… interesante. Y ¿dónde está tu máquina del tiempo?-preguntó la científica de cabellos celestes-dudo que hayas podido llegar hasta aquí teletransportándote o sintiendo el ki de tus padres-
-Cuando vine en la máquina del tiempo, me estrellé contra las montañas, así que es probable que la máquina del tiempo siga allí pero está averiada y no puedo volver a casa si no la reparo-respondió Kyuri, en eso, una idea fugaz cruzó por su mente al recordar que su abuela era una brillante científica y que fue ella la que le había construido esa máquina del tiempo para su cumpleaños en primer lugar-¡espera! abuela Bulma, tu eres una científica ¿no es así? quizás podrías ayudarme a reparar la máquina del tiempo para que pueda volver a casa-
-Hmm… no he vuelto a trabajar en mi laboratorio en un largo tiempo y han pasado años desde que me retire de la Corporación Capsula y unos meses desde que construí la nave que llevó a Goku, Pan y Trunks al espacio para encontrar las esferas del dragon-dijo Bulma poniendo una expresión pensativa-pero… ¡como sea! Te ayudaré, le pediré a mis mejores empleados que busquen la máquina del tiempo y la traigan a mi laboratorio para que pueda repararla-
-¿En serio? ¿me ayudarás a reparar la máquina del tiempo para que pueda volver a casa?-exclamó Kyuri entusiasmada-¡gracias! ¡muchas gracias, abuela Bulma!-
-Espera, incluso si encontráramos la máquina del tiempo y la trajeran para mi laboratorio, puede que me tome un par de días repararla, incluso semanas-respondió la científica de cabellos celestes.
-¿Semanas? ¡pero tengo que volver a casa pronto!-protestó Kyuri-mis padres deben estar preocupados por mi y no quiero que me esperen mucho tiempo-
-Lo siento, pero tendrás que ser paciente y esperar a que la máquina del tiempo esté reparada ¿puedes hacer eso por mi?-dijo Bulma, Kyuri miró a su abuela de otra línea de tiempo a los ojos por unos segundos notando la súplica en ellos, sin duda, eso le recordaba un poco a su "madre" porque su abuela le había dicho que ponía esa misma mirada de suplica cuando era pequeño y suspiró derrotada.
-De acuerdo, lo haré-respondió Kyuri, no tenía otra alternativa, si quería volver a casa lo más rápido posible, pues… debía esperar a que la máquina del tiempo estuviera reparada.